IFAI: El equipo antitransparencia
DANIEL LIZáRRAGA
Representantes de organizaciones sociales cuestionan al presidente Felipe Calderón por su propuesta de nombrar como consejera del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) a Wanda Sigrid Arzt Colunga, una de sus colaboradoras en materia de seguridad nacional. Además de que ella no cumple el perfil para el cargo, arguyen, el mandatario está dejando pasar la oportunidad para hacer efectiva la transparencia en sus programas de gobierno. La semana anterior al nombramiento de los candidatos a ocupar las dos vacantes en el pleno del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI), la presidenta de ese organismo, Jacqueline Peschard, aprovechó una entrevista radiofónica para exigir que, con esas designaciones, se fortalezca la autonomía, pero sobre todo la independencia de los comisionados frente al gobierno. La petición no fue escuchada.
El jueves 24, el presidente Felipe Calderón envió al Senado un oficio de tres párrafos en el que se pronunciaba por María Elena Pérez-Jaén Zermeño y Wanda Sigrid Arzt Colunga para ocupar los cargos en el IFAI. La primera provenía del Consejo de Información Pública del Distrito Federal, mientras que la segunda fue secretaria Técnica del Consejo de Seguridad Nacional del gobierno federal y colaboradora cercana al mandatario. Pero ese dato se omitió en el documento. Sigrid Arzt Colunga es mexicana de nacimiento, según el breve currículum enviado al Senado desde Los Pinos.
En él tampoco se menciona que fungió como la principal asesora de Calderón en materia de seguridad nacional durante el periodo de transición presidencial en 2006. Aun cuando el nombre de Sigrid no apareció en la nómina de ese equipo, sí perteneció al primer círculo de colaboradores de Calderón, dirigido por Juan Camilo Mouriño, quien falleció en el avionazo del 4 de noviembre de 2008. Durante cuatro meses –entre agosto y noviembre de 2006– Sigrid Arzt trabajó en las oficinas oficiales ubicadas en la colonia Del Valle, en la Ciudad de México. Incluso viajó con Calderón en octubre de ese año a varios países centroamericanos, en una gira en la que se abordaron temas de seguridad nacional.
Sin embargo, el día 4 la asesora regresó intempestivamente a México aun cuando le tocaba participar en un panel de expertos en temas fronterizos y de seguridad en Guatemala; también dejó pendientes las reuniones privadas con funcionarios de Colombia y Honduras que estaban en su agenda. De acuerdo con la información publicada por los reporteros que asistieron a la gira, Sigrid Arzt permanecía cerca del mandatario, y cuando intentaron indagar acerca de su inesperado regreso a México, le endosó al coordinador de Comunicación Social, Maximiliano Cortázar, la responsabilidad de atender las dudas. Los vínculos de Sigrid Arzt con el PAN datan de 2003, cuando los diputados de ese partido la colocaron en el segundo sitio en la lista de consejeros suplentes del Instituto Federal Electoral (IFE), junto con Luis Carlos Ugalde, quien terminó por ser nombrado presidente de ese organismo. Maestra en ciencias políticas, Sigrid Arzt trabajó para los panistas en la Fundación Rafael Preciado y como consejera editorial de su revista Bien Común. Estos detalles tampoco fueron incluidos en su currículum enviado al Senado. En diciembre de 2007, Sigrid Arzt fue designada por Calderón como secretaria técnica del Consejo de Seguridad Nacional, cargo que, según el organigrama interno, depende directamente del Ejecutivo federal.
Ese comité, creado el mismo mes, es uno de los pilares del gabinete calderonista. Su presidente es el propio Calderón y lo integran los secretarios de Gobernación, Defensa Nacional, Marina, Seguridad Pública, Hacienda, Función Pública, Relaciones Exteriores, y Comunicaciones y Transportes. Asimismo, participan el director general del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), además del procurador general de la República. “No tiene el perfil” Desde hace alrededor de un año, los comisionados del IFAI han enfrentado a la PGR porque los funcionarios de esa dependencia se niegan a entregar información pública sobre las investigaciones concluidas; incluso la procuraduría enfrenta un juicio sobre este asunto en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Durante el primer año de gobierno calderonista, el secretariado técnico bajo la responsabilidad de Arzt ejerció un presupuesto de 12 millones 581 mil 233 pesos. Para 2009 esa bolsa llegó a 33 millones 556 mil. Casi se triplicó. A su paso por esa oficina, ubicada en Los Pinos, Arzt rechazó peticiones de información hechas por Proceso.
Al reportero Jorge Carrasco, por ejemplo, sólo le entregó datos sobre el presupuesto que manejaría, pero mantuvo bajo reserva la estructura orgánica, los nombres de los funcionarios bajo su mando y sus tareas específicas. Desde esa misma oficina, Arzt manejó toda la información generada por el Consejo de Seguridad Nacional, propuso lineamientos, diseñó operativos y controló el inventario de la infraestructura estratégica del país. Otra de sus atribuciones era mantener la relación con la comisión bicamaral de Seguridad Nacional. De los 33 millones de pesos ejercidos por Arzt, unos 23 millones y medio se fueron en pagos por servicios personales, 1 millón 247 mil pesos se utilizaron para adquirir materiales y suministros y 8 millones 771 mil pesos se destinaron a servicios generales. Fue el propio Calderón, jefe directo de Arzt, quien cuidó que ese organismo no se saliera de control.
De acuerdo con las normas de operación, publicadas en el Diario Oficial de la Federación, en las sesiones de ese consejo participará un representante de Los Pinos con voz pero sin voto. Además, Arzt tuvo en sus manos un catálogo con la descripción de los edificios e inmuebles ocupados para tareas de seguridad nacional. Entre 1998-2000, la recién nombrada consejera del IFAI fue profesora-investigadora de la División de Estudios Internacionales en el Centro de Investigación y Docencia Económicas, A.C. (CIDE). Previamente, en 1997, fue invitada por el Woodrow Wilson Center, Institute of México en Washington, D.C., e investigadora visitante en el Centro de Diálogo y Análisis sobre América del Norte (Cedan) y en el Departamento de Gobierno de la Universidad de Georgetown. En la administración pública, Arzt se desempeñó como consultora del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y como secretaria técnica del procurador general de la República Antonio Lozano, quien estuvo al frente de la dependencia entre 1994-1996. Entrevistado por Proceso, Miguel Pulido, director adjunto de la organización Fundar, centro de Análisis e Investigación, sostiene que Arzt no tiene el perfil para ser comisionada del IFAI. Y critica a Calderón porque, arguye, carece de sensibilidad para nombrar a personas independientes.
Al actuar como lo hizo, enviando al Senado el nombre de una de sus asesoras, el jefe del Ejecutivo “no hizo lo correcto, dice. Su propuesta “es ilegal, pues Arzt no cuenta con la preparación técnica; tampoco tiene la suficiente distancia del Poder Ejecutivo”. Contra la retórica Fundar se especializa en el manejo y análisis presupuestal de las dependencias públicas. Según Pulido, el mandatario no informó qué razones lo llevaron a proponer a Arzt como comisionada del IFAI. Expone: “Si la propia ley de Transparencia y su reglamento no son adecuadas para abrir al escrutinio el nombramiento de los comisionados, ello no impidió que el presidente utilizara la autorregulación. “Una prueba de que se pueden utilizar mecanismos de designación más transparentes ha sido el nombramiento de los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Los candidatos hablan ante los ministros de la Corte, se les puede conocer y medir sus conocimientos e ideas.” Según él, con el nombramiento de Sigrid, el Ejecutivo busca construir una barda, tan alta como se pueda, para que no se conozcan los resultados del combate a la delincuencia organizada.
“La decisión del gobierno de reformar el artículo 16 del Código Penal a fin de impedir que se abran las averiguaciones previas, aun cuando ya estén concluidas, refleja una completa incomprensión de lo que es la transparencia en los regímenes democráticos”, sostiene el entrevistado. Y explica que con opacidad no mejora la impartición de justicia. “Proteger los expedientes es una excepción, no la regla”, enfatiza; el nivel de discrecionalidad absoluta en el manejo de documentos judiciales sólo genera corrupción. Y recomienda al Senado ser cauteloso al ratificar a Arzt como comisionada del IFAI, ya que se trata de una persona estrechamente vinculada a Los Pinos. Insiste también en que ese cuerpo colegiado llame a comparecer a las dos nuevas comisionadas para que expliquen su plan de trabajo. El coordinador académico de la Fundación Prensa y Democracia (Prende), Jacinto R. Murguía, coincide con Pulido en el sentido de que Arzt carece de perfil para ser comisionada del IFAI. Él considera que los senadores deben tener mucho cuidado antes de pretender aprobar la propuesta de Felipe Calderón. Y expone: “(Los comisionados del IFAI) tienen que estar desligados del gobierno, sobre todo del jefe del Ejecutivo.
No creo que ella esté dispuesta a abrir los archivos que el propio gobierno trata de ocultar, sobre todo en lo referente a la guerra contra el narcotráfico.” A Murguía, autor de los libros La otra guerra secreta: Los archivos prohibidos de la prensa y el poder, así como de 1968: Todos los culpables, le preocupan los mensajes de endurecimiento que está mandando Calderón, como el nombramiento de Arturo Chávez Chávez como titular de la PGR y la propuesta de Arzt como comisionada del IFAI. E insiste: “El nombramiento de Sigrid no es coherente. Es contra natura enviar al IFAI a una persona cuyo trabajo ha estado vinculado a los secretos de la inteligencia”. Darío Ramírez, director para México y Centroamérica de la organización internacional defensora de la libertad de información y los derechos humanos Artículo XIX, con sede en Londres, asegura que Arzt no puede ser juez y parte. “Ella –apunta– es una persona ajena en la comunidad que maneja la transparencia en México: O estás del lado de la comunidad que ha trabajado por la apertura de los archivos venciendo las resistencias naturales del gobierno o trabajas con la burocracia.
En esto no puede haber matices.” Y se pregunta: “¿Cómo va a actuar cuando es el IFAI el que está librando una batalla contra el gobierno porque cierra expedientes usando como pretexto la seguridad nacional y la procuración de justicia?”. Ramírez reitera que el mandatario dejó pasar una vez más la oportunidad de demostrar que su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas no es sólo retórica. “Lo peor es que Sigrid sea ratificada en automático, como lo han sido los otros comisionados. Dejar este tipo de procedimientos sólo en manos del Ejecutivo es un retroceso. “Calderón pudo optar por la autorregulación: primero evitando sugerir el nombre de una persona estrechamente vinculada a la Presidencia y abriendo al escrutinio público el perfil de quienes habrán de sustituir a Juan Pablo Guerrero y Alonso Gómez Robledo. Pero no quiso hacerlo.
Por eso digo que dejó pasar, otra vez, una oportunidad.” Y concluye que se debe exigir al Senado que cumpla con su responsabilidad y no se sume por omisión a los intentos por debilitar al IFAI. “No podemos permitir que este constante golpeteo desde el gobierno deje al IFAI como otros organismos de su tipo: cuestionado, sin fuerza, sin credibilidad.”
El jueves 24, el presidente Felipe Calderón envió al Senado un oficio de tres párrafos en el que se pronunciaba por María Elena Pérez-Jaén Zermeño y Wanda Sigrid Arzt Colunga para ocupar los cargos en el IFAI. La primera provenía del Consejo de Información Pública del Distrito Federal, mientras que la segunda fue secretaria Técnica del Consejo de Seguridad Nacional del gobierno federal y colaboradora cercana al mandatario. Pero ese dato se omitió en el documento. Sigrid Arzt Colunga es mexicana de nacimiento, según el breve currículum enviado al Senado desde Los Pinos.
En él tampoco se menciona que fungió como la principal asesora de Calderón en materia de seguridad nacional durante el periodo de transición presidencial en 2006. Aun cuando el nombre de Sigrid no apareció en la nómina de ese equipo, sí perteneció al primer círculo de colaboradores de Calderón, dirigido por Juan Camilo Mouriño, quien falleció en el avionazo del 4 de noviembre de 2008. Durante cuatro meses –entre agosto y noviembre de 2006– Sigrid Arzt trabajó en las oficinas oficiales ubicadas en la colonia Del Valle, en la Ciudad de México. Incluso viajó con Calderón en octubre de ese año a varios países centroamericanos, en una gira en la que se abordaron temas de seguridad nacional.
Sin embargo, el día 4 la asesora regresó intempestivamente a México aun cuando le tocaba participar en un panel de expertos en temas fronterizos y de seguridad en Guatemala; también dejó pendientes las reuniones privadas con funcionarios de Colombia y Honduras que estaban en su agenda. De acuerdo con la información publicada por los reporteros que asistieron a la gira, Sigrid Arzt permanecía cerca del mandatario, y cuando intentaron indagar acerca de su inesperado regreso a México, le endosó al coordinador de Comunicación Social, Maximiliano Cortázar, la responsabilidad de atender las dudas. Los vínculos de Sigrid Arzt con el PAN datan de 2003, cuando los diputados de ese partido la colocaron en el segundo sitio en la lista de consejeros suplentes del Instituto Federal Electoral (IFE), junto con Luis Carlos Ugalde, quien terminó por ser nombrado presidente de ese organismo. Maestra en ciencias políticas, Sigrid Arzt trabajó para los panistas en la Fundación Rafael Preciado y como consejera editorial de su revista Bien Común. Estos detalles tampoco fueron incluidos en su currículum enviado al Senado. En diciembre de 2007, Sigrid Arzt fue designada por Calderón como secretaria técnica del Consejo de Seguridad Nacional, cargo que, según el organigrama interno, depende directamente del Ejecutivo federal.
Ese comité, creado el mismo mes, es uno de los pilares del gabinete calderonista. Su presidente es el propio Calderón y lo integran los secretarios de Gobernación, Defensa Nacional, Marina, Seguridad Pública, Hacienda, Función Pública, Relaciones Exteriores, y Comunicaciones y Transportes. Asimismo, participan el director general del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), además del procurador general de la República. “No tiene el perfil” Desde hace alrededor de un año, los comisionados del IFAI han enfrentado a la PGR porque los funcionarios de esa dependencia se niegan a entregar información pública sobre las investigaciones concluidas; incluso la procuraduría enfrenta un juicio sobre este asunto en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Durante el primer año de gobierno calderonista, el secretariado técnico bajo la responsabilidad de Arzt ejerció un presupuesto de 12 millones 581 mil 233 pesos. Para 2009 esa bolsa llegó a 33 millones 556 mil. Casi se triplicó. A su paso por esa oficina, ubicada en Los Pinos, Arzt rechazó peticiones de información hechas por Proceso.
Al reportero Jorge Carrasco, por ejemplo, sólo le entregó datos sobre el presupuesto que manejaría, pero mantuvo bajo reserva la estructura orgánica, los nombres de los funcionarios bajo su mando y sus tareas específicas. Desde esa misma oficina, Arzt manejó toda la información generada por el Consejo de Seguridad Nacional, propuso lineamientos, diseñó operativos y controló el inventario de la infraestructura estratégica del país. Otra de sus atribuciones era mantener la relación con la comisión bicamaral de Seguridad Nacional. De los 33 millones de pesos ejercidos por Arzt, unos 23 millones y medio se fueron en pagos por servicios personales, 1 millón 247 mil pesos se utilizaron para adquirir materiales y suministros y 8 millones 771 mil pesos se destinaron a servicios generales. Fue el propio Calderón, jefe directo de Arzt, quien cuidó que ese organismo no se saliera de control.
De acuerdo con las normas de operación, publicadas en el Diario Oficial de la Federación, en las sesiones de ese consejo participará un representante de Los Pinos con voz pero sin voto. Además, Arzt tuvo en sus manos un catálogo con la descripción de los edificios e inmuebles ocupados para tareas de seguridad nacional. Entre 1998-2000, la recién nombrada consejera del IFAI fue profesora-investigadora de la División de Estudios Internacionales en el Centro de Investigación y Docencia Económicas, A.C. (CIDE). Previamente, en 1997, fue invitada por el Woodrow Wilson Center, Institute of México en Washington, D.C., e investigadora visitante en el Centro de Diálogo y Análisis sobre América del Norte (Cedan) y en el Departamento de Gobierno de la Universidad de Georgetown. En la administración pública, Arzt se desempeñó como consultora del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y como secretaria técnica del procurador general de la República Antonio Lozano, quien estuvo al frente de la dependencia entre 1994-1996. Entrevistado por Proceso, Miguel Pulido, director adjunto de la organización Fundar, centro de Análisis e Investigación, sostiene que Arzt no tiene el perfil para ser comisionada del IFAI. Y critica a Calderón porque, arguye, carece de sensibilidad para nombrar a personas independientes.
Al actuar como lo hizo, enviando al Senado el nombre de una de sus asesoras, el jefe del Ejecutivo “no hizo lo correcto, dice. Su propuesta “es ilegal, pues Arzt no cuenta con la preparación técnica; tampoco tiene la suficiente distancia del Poder Ejecutivo”. Contra la retórica Fundar se especializa en el manejo y análisis presupuestal de las dependencias públicas. Según Pulido, el mandatario no informó qué razones lo llevaron a proponer a Arzt como comisionada del IFAI. Expone: “Si la propia ley de Transparencia y su reglamento no son adecuadas para abrir al escrutinio el nombramiento de los comisionados, ello no impidió que el presidente utilizara la autorregulación. “Una prueba de que se pueden utilizar mecanismos de designación más transparentes ha sido el nombramiento de los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Los candidatos hablan ante los ministros de la Corte, se les puede conocer y medir sus conocimientos e ideas.” Según él, con el nombramiento de Sigrid, el Ejecutivo busca construir una barda, tan alta como se pueda, para que no se conozcan los resultados del combate a la delincuencia organizada.
“La decisión del gobierno de reformar el artículo 16 del Código Penal a fin de impedir que se abran las averiguaciones previas, aun cuando ya estén concluidas, refleja una completa incomprensión de lo que es la transparencia en los regímenes democráticos”, sostiene el entrevistado. Y explica que con opacidad no mejora la impartición de justicia. “Proteger los expedientes es una excepción, no la regla”, enfatiza; el nivel de discrecionalidad absoluta en el manejo de documentos judiciales sólo genera corrupción. Y recomienda al Senado ser cauteloso al ratificar a Arzt como comisionada del IFAI, ya que se trata de una persona estrechamente vinculada a Los Pinos. Insiste también en que ese cuerpo colegiado llame a comparecer a las dos nuevas comisionadas para que expliquen su plan de trabajo. El coordinador académico de la Fundación Prensa y Democracia (Prende), Jacinto R. Murguía, coincide con Pulido en el sentido de que Arzt carece de perfil para ser comisionada del IFAI. Él considera que los senadores deben tener mucho cuidado antes de pretender aprobar la propuesta de Felipe Calderón. Y expone: “(Los comisionados del IFAI) tienen que estar desligados del gobierno, sobre todo del jefe del Ejecutivo.
No creo que ella esté dispuesta a abrir los archivos que el propio gobierno trata de ocultar, sobre todo en lo referente a la guerra contra el narcotráfico.” A Murguía, autor de los libros La otra guerra secreta: Los archivos prohibidos de la prensa y el poder, así como de 1968: Todos los culpables, le preocupan los mensajes de endurecimiento que está mandando Calderón, como el nombramiento de Arturo Chávez Chávez como titular de la PGR y la propuesta de Arzt como comisionada del IFAI. E insiste: “El nombramiento de Sigrid no es coherente. Es contra natura enviar al IFAI a una persona cuyo trabajo ha estado vinculado a los secretos de la inteligencia”. Darío Ramírez, director para México y Centroamérica de la organización internacional defensora de la libertad de información y los derechos humanos Artículo XIX, con sede en Londres, asegura que Arzt no puede ser juez y parte. “Ella –apunta– es una persona ajena en la comunidad que maneja la transparencia en México: O estás del lado de la comunidad que ha trabajado por la apertura de los archivos venciendo las resistencias naturales del gobierno o trabajas con la burocracia.
En esto no puede haber matices.” Y se pregunta: “¿Cómo va a actuar cuando es el IFAI el que está librando una batalla contra el gobierno porque cierra expedientes usando como pretexto la seguridad nacional y la procuración de justicia?”. Ramírez reitera que el mandatario dejó pasar una vez más la oportunidad de demostrar que su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas no es sólo retórica. “Lo peor es que Sigrid sea ratificada en automático, como lo han sido los otros comisionados. Dejar este tipo de procedimientos sólo en manos del Ejecutivo es un retroceso. “Calderón pudo optar por la autorregulación: primero evitando sugerir el nombre de una persona estrechamente vinculada a la Presidencia y abriendo al escrutinio público el perfil de quienes habrán de sustituir a Juan Pablo Guerrero y Alonso Gómez Robledo. Pero no quiso hacerlo.
Por eso digo que dejó pasar, otra vez, una oportunidad.” Y concluye que se debe exigir al Senado que cumpla con su responsabilidad y no se sume por omisión a los intentos por debilitar al IFAI. “No podemos permitir que este constante golpeteo desde el gobierno deje al IFAI como otros organismos de su tipo: cuestionado, sin fuerza, sin credibilidad.”
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