Injerencia gubernamental
Eduardo Ibarra Aguirre
Primero le cuento una anécdota que dibuja con nitidez la arrogancia del golpeador favorito del gobierno del empleo, tarea clave como ninguna en un país saturado de rezagos, y en la que brilla por su ausencia Javier Lozano Alarcón.
Resulta que el secretario del Trabajo se encontró con Pedro Aspe Armella, el titular de Hacienda en el modernizador sexenio del "Ni los veo ni los oigo". Platicaron brevemente y se despidieron.
--Nos vemos Javier. Gusto en saludarte. ¿Cuándo comemos? –dijo por decir algo el exitoso empresario de la aviación comercial que se relaciona y asocia con la crema y nata de los propietarios de México.
--Llámame a la oficina, Pedro, para agendarlo.
El abogado poblano cayó en la cuenta de su exceso y al día siguiente le llamó a Aspe para aclarar.
--Pedro, con tanto trabajo ayer cometí un descuido con tu invitación a comer. Con mucho gusto lo hacemos, ¿cuándo te parece bien?
--¡Así déjalo, Javier! Gusto en saludarte.
Sobran los comentarios. Mas la arrogancia mezclada con los desplantes de ignorancia de los que dio muestras el ahora severísimo juez del Sindicato Mexicano de Electricistas –como antes lo fue de Zhenli Ye Gon, el jefe del gobierno capitalino, del segundo empresario más rico del orbe y de cuanto personaje se interponga en el camino de las políticas e intereses del jefe del grupo gobernante--, puede inhabilitarlo como el golpeador favorito, incluso como secretario, y sus conductas provocar más costos que beneficios a Felipe de Jesús Calderón Hinojosa.
"Me tiene sin cuidado la demanda de juicio político", tronó el abogado y pianista que ya desconoció a los dirigentes electricistas, ordenó a Jorge Gutiérrez Vera congelar las cuotas del SME, el mismo director de Luz y Fuerza del Centro que, por el contrario, adelantó 60 millones de pesos al entonces tesorero y ahora líder disidente Alejandro Muñoz Reséndiz, dirigente ya reconocido por Lozano Alarcón y al que desde 2008 respaldó desde Los Pinos el otrora secretario particular César Nava Vázquez.
Demasiado es el desaseo que desnuda la injerencia de Calderón Hinojosa, adosada con una campaña negra de linchamiento en la televisión duopólica y la radio oligopólica contra los dirigentes del Mexicano de Electricistas, para responsabilizarlos por la postración en que el gobierno federal mantiene a la empresa pública.
Se comprende que los intereses de WL Telecomunicaciones --en la que están asociados los exsecretarios de Energía Fernando Canales Clariond y Ernesto Martens Rebolledo--, y en general el caro proyecto sexenal de privatizar todavía más la generación de energía, en particular a Luz y Fuerza del Centro, bien valen los desfiguros del fanfarrón secretario, pero no tanto los evidentes rastros que va dejando el intervencionismo gubernamental en la vida interna de los sindicatos que no se alinean con sus políticas. Y aunque también sea comprensible que Calderón aproveche un diferendo sindical para entrometerse, no lo es que haga de la toma de nota un mecanismo de control de las dirigencias y sus sindicatos, como en los mejores tiempos del corporativismo priísta, criticado ejemplarmente por el Partido Acción Nacional.
Ya olvidó el grupo gobernante y el panismo que lo apuntala, que el 7 de junio de 2000, Vicente Fox Quesada suscribió el siguiente compromiso público, como bien nos recuerda Arturo Alcalde Justiniani: "eliminar el trámite de registro y de la toma de nota ante la autoridad laboral y establecer el registro público de sindicatos y contratos colectivos. El organismo encargado de dicho registro será público y autónomo del Poder Ejecutivo".
Lo que el panismo y sus candidatos exigían junto a la llamada sociedad civil, desde el poder no sólo lo niegan sino lo combaten decididamente.
Acuse de recibo
Para el ingeniero Juan Carlos Chávez "Lo interesante es ¿realmente que piensas tú del problema del sindicalismo en México? ¿En especial en el de Luz y Fuerza del Centro? Tal vez tu molestia es que alguien que llegó al poder en una votación 'polémica' sea el defensor de esta elección, te concedo el beneficio de la duda, pero también es cierto que hay que meter en cintura a estos tipos de LFC, ya que es una banda de mafiosos a los que nos cuesta mucho mantener". Lo anterior a propósito de Coopelas o cuello (7-X-09)… Al respecto, el lector Luis Enrique Torres Prieto agrega: "El mercado de la energía en general es lo que está en juego en el conflicto que el señor coopelas o cuello ha generado en contra del SME, pues mediante la descapitalización de las empresas induce la supuesta ineficiencia empresarial para poder privatizar. Ése y no otro es el jueguito neoliberal para despojar a la nación de sus activos más importantes, tales como el petróleo, el agua, la energía eléctrica, que el artículo 27 constitucional reserva para la nación y que con un 'fraude a la ley', según falló la Suprema Corte de Justicia de la Nación, han estado indebidamente privatizando ese 35 por ciento que usted menciona de empresas como IUSA-General Electric y otras (…)"
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