Julio Hernández López: Astillero
El jefe Gómez Mont ha clasificado a la izquierda electoral como necesario factor de estabilidad del régimen. Convertido en promotor casero del proyecto de reforma política presentado en diciembre pasado por su jefe, Lipe, para consolidar un bipartidismo de elites con pretensiones de eternidad, el secretario de Gobernación dijo que la mencionada izquierda no puede ser excluida de los diseños democráticos, porque se atentaría contra la estabilidad política del país.
Estable, según la primera definición de la Real Academia Española, es aquello que se mantiene sin peligro de cambiar, caer o desaparecer. Una zurda usada como estabilizador sirve, pues, para que no haya tales incidentes transformadores; por ello, dijo el estéticamente reposicionado secretario, sería un error pretender desaparecer a la izquierda (o, más precisamente, a cierta izquierda: nota colaboracionista del Nuevo Astillero). Así es como Fernando de Bucareli y Felipe de los Pinos visualizan a los partidos de la siniestra electoral, según las disertaciones hechas por el primero al dar inicio a una ronda de sesiones propagandísticas que, según escribió ayer Fabiola Martínez en el portal electrónico de La Jornada, tuvo como audiencia mayoritaria a alumnos y profesores del Centro de Investigación y Docencia Económica y del Instituto Tecnológico Autónomo de México.
Además de las revelaciones acerca del uso medicinal de la izquierda para mantener la salud del sistema pripánico, el secretario Gómez Mont planteó que una democracia, que tiene ciertas disfuncionalidades, está apostando a la ciudadanía para resolver sus problemas, y seguramente por algún error gramático casi convocó a acciones peligrosas, dañinas, pues consideró que en este 2010 sería gravísimo, gravísimo, que fuera un año inocuo frente a la historia del país. Es decir, con el diccionario en la mano, y si inocuo es lo que no hace daño, resultaría que el subcomandante Gómez Marc estaría proponiendo ofensivas históricas lesivas. También utilizó terminología deportiva para explicar sus filosóficos propósitos: Por eso hoy, en un año en que se abren los espacios para una profunda renovación institucional, la presencia de la ciudadanía en el proceso es toral y la reforma le extiende la mano, y le expone el balón para que ustedes puedan jugar. Gulp, ¿y si, como en tiempos preolímpicos de Díaz Ordaz, la ciudadanía no aprecia y corresponde a ese balón extendido?
Otro esfuerzo de traducción de lo profundo a lo popular lo hizo el docto secretario FGM al abordar el tema de la iniciativa preferente, que daría aprobación automática a propuestas de Los Pinos que no alcanzaran mayoría decisoria en el congreso federal: “Con esa iniciativa se busca que frente a una agenda planteada por quien lleva la administración –es decir, por quien está en contacto con la problemática social– no quede enterrada en la parálisis política”. Es decir, Calderón busca que le sea reconocida legalmente la supremacía frente al Congreso porque, según él, la administración está en contacto con la problemática social (y, es de colegirse, diputados y senadores no). El jefe Gómez de Cevallos precisó y arengó: Que quede proscrita en ciertas materias la estrategia de patear el bote sin pronunciarse. Filosofía y política de Bote Pateado, en la que gana el que disimula, encubre, engaña y se apropia, formalizado todo con una letanía modificada, reformada: Uno, dos, tres, tomado (por siempre) por Felipe y sus amigos.
Ante maestros y alumnos de El Colegio de México que lo invitaron a hablar sobre el rumbo de la izquierda (específicamente, la Asociación de Académicos Daniel Cosío Villegas), Andrés Manuel López Obrador reiteró su tolerante consideración de que no cree que deban darse alianzas de esa franja partidista con PAN y PRI pues, reiteró, son lo mismo, empleados de la oligarquía, miembros de la mafia del poder. Fuera de ese recinto académico los arreglos y rechazos continuaban entre los reyes del oportunismo electoral que pretenden hacerse de retazos de poder al costo que sea: izquierda acomodable bajo la pata de la mesa del sistema para darle estabilidad.
Astillas
Un año y Obama va de picada. Ayer recibió una trascendente bofetada en asuntos legislativos. El poder real ha sido ejercido por factores que van más allá de novedades cromáticas en la piel del ocupante de la silla formal. En Honduras se estrenó el estilo del engaño amable, gradual, que finalmente consiguió los mismos resultados para el golpismo impulsado desde Washington. Ahora se despliega en Haití un expansionismo que pretende emplazar fuerzas frente a adversarios como Hugo Chávez y favorecer cambios electorales hacia la derecha en países sudamericanos... En Aguascalientes, Emilio Gamboa dijo que Paredes, Beltrones y Peña Nieto son los precandidatos presidenciales y que con cualquiera de ellos el PRI ganaría. Planteó que el PAN tiene una caballada flaca y que en el PRD son Ebrard y AMLO... Por cierto, el secretario en proceso de acelerada engorda, Alonso Lujambio, se empeña en negar que haya comenzado su precampaña presidencial utilizando equipo y plataforma de la SEP... Un diario de la costa oaxaqueña informó ayer en su portal electrónico que Leonel Godoy vacaciona en Huatulco, adonde llegó –todo según esa nota, firmada por Antonio García– a las 13:35 horas a bordo del Lear Jet XA-UMU en compañía de tres personas más: una dama y dos caballeros, bajo la vigilancia de seis agentes michoacanos y una patrulla y policías del gobierno de Ulises Ruiz... Y, mientras la cúpula católica explica que no sataniza a homosexuales, sólo les pide que dominen sus pasiones, ¡hasta mañana, con la Corta de Justicia estirando la liga de la paciencia popular en el caso de la guardería ABC al programar hasta mediados de año el dar a conocer los resultados de por sí insuficientes!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Alfredo Jalife-Rahme: Bajo la Lupa
Quién ganará la guerra de las divisas entre el dólar y el yuan/renminbi chino? Ninguno de los dos, sino, como habíamos presagiado, el oro y la plata (ver Bajo la Lupa, 17/1/10), lo cual coincide con la carta confidencial GEAB No. 41 del centro de pensamiento europeo LEAP/E2020, quien apuesta por el ascenso fulgurante del metal amarillo en la próxima década y deja extrañamente de lado a la plata y al paladio.
GEAB asegura que el oro se encamina a una victoria por nocaut sobre el dólar. A su juicio, “por varias décadas la Reserva Federal se ha dedicado a combatir la ‘reliquia barbárica’ con el fin de garantizar la supremacía del dólar estadunidense en el sistema monetario internacional”. Hoy ya no tiene la misma capacidad y la década que comienza será marcada por un nocaut completo (sic) del oro al dólar, concomitante con la caída de la mayoría de las divisas internacionales.
Llama la atención que no crea mucho en su euro, hoy al borde de una implosión si el Banco Central Europeo (léase: el eje Francia-Alemania) no adopta medidas curativas y creativas. “Desde el fin de la convertibilidad del dólar al oro –se explaya–, por primera vez en casi 40 años los intereses de los bancos centrales y los inversionistas individuales, una vez más, convergen en el oro”: cuando el dólar carece de un sucesor reconocido globalmente, el oro permanece como único activo en mantener su valor.
No obstante que es una divisa chatarra (sin sustento económico tangible y repleto de deudas impagables), asombra que el dólar siga reinando en el planeta, lo que a nuestro juicio se debe a: 1. su cobertura con bombas nucleares y 2. por ausencia de una divisa sustituta creíble (que cuando surja habrá pasado mínimamente una década).
GEAB enuncia que el metal amarillo posee dos caracteristicas: 1) constituye una inversión de mediano plazo con la intención de proteger los capitales frente al riesgo de pérdida en valor tanto de las divisas de papel como de los activos financieros y 2) representa un medio de pago en caso de una severa crisis monetaria. ¡Ni mandado a hacer ahora!
Considera que además de los bancos centrales, las instituciones con la obligación de mantener el valor en el mediano plazo de colosales capitales (como los fondos soberanos de pensiones y de seguros) deben adquirir reservas en oro hasta en una tercera parte de sus activos.
Demuestra que en la década pasada el oro ganó 292 por ciento (¡así con tres dígitos!) frente al dólar y presenta un cuadro de ganancias del oro frente a otras 12 divisas en el mismo periodo: euro: 181 por ciento; yen: 249 por ciento; yuan/renminbi: 218 por ciento; libra esterlina: 298 por ciento; real: 273 por ciento; rand: 365 por ciento; dólar canadiense: 179 por ciento; rupia: 313 por ciento; peso mexicano: 434 por ciento; rublo: 310 por ciento; dólar australiano: 182 por ciento, y won: 299 por ciento.
No es ninguna sorpresa que en la fase aciaga en el Banco de México del cordobista-zedillista Guillermo Ortiz Martínez el peso mexicano haya sufrido el peor desempeño global entre las 13 divisas evaluadas. A lo largo de la década entera no dejamos de sugerir que se apuntalaran las reservas mermadas con plata, de la que México es el segundo productor del mundo (y que acaba en los bolsillos de Canadá). ¡Qué pésimamente está manejado el país!
A pesar de una previa política deliberada de Estados Unidos (en realidad del G-7, donde brilló intensamente el fundamentalismo neoliberal británico que perdió 10 mil millones de dólares en hundir al oro, cuyo mercado estaba estrictamente controlado por la Reserva Federal y los bancos centrales del G-7 (con sus excrecencias tropicales como el Banco de México), el metal amarillo elevó su cotización debido a insolvencia de la banca anglosajona y europea, pero sobre todo por el colapso de la influencia de EU (y la Reserva Federal). Se trata de una narrativa de casi 40 años de la quiebra (sic) del sistema monetario internacional heredado en 1971 (fecha del desacoplamiento del dólar con el oro por Nixon).
La cotización del oro y la plata (y el paladio) se le está escapando del control total y de la hibernación en lo que los tenía sumidos la banca anglosajona (extensivo al G-7): su alza considerable (sic) no es resultado de una mayor transparencia de su mercado y de una menor manipulación de la Reserva Federal que sigue usando tres herramientas, aún muy activas, para prevenir cualquier regreso del oro al centro del sistema monetario internacional.
Las tres herramientas son: 1. creación del mercado del papel-oro que inunda el mercado físico del metal amarillo en un océano de contratos ficticios (sic) que son promesas (sic) sobre la posesión de oro que no tienen ni existe y que usan para contratos diferentes. ¡Pura nigromancia de ingeniería bursátil! 2. Falsificación (¡súper sic!) de los niveles de reservas de oro, en especial de Estados Unidos, que no ha sido motivo de una auditoría independiente durante décadas. ¿Y si no existiesen las reservas de oro que dice poseer Estados Unidos? Bajo la Lupa duda públicamente de la existencia de oro de Estados Unidos en Fort Knox. Y 3. la táctica de comunicación (léase: la desinformación de los multimedia económicos y financieros israelí-anglosajones) que desecha la inversión en oro como obsoleta y para ancianos. Curiosamente es lo mismo que expectoran los disfuncionales funcionarios del Banco de México en referencia a la plata, a la que excomulgan por ser inflamable (no es broma).
Carlos Fernández-Vega: México SA
Desde Puerto Príncipe se difunde lo que intenta vestirse de buena noticia: se normaliza la situación en Haití... poco a poco retorna a la normalidad. Sin duda es alentadora, pero la nueva se funda más en el deseo que en la realidad, porque, de cualquier suerte, que Haití regrese a la normalidad no quiere decir más que volver al infierno previo, igual de drástico, pero sempiterno y sin ayuda internacional, que el provocado por el terremoto, es decir, poco a poco retorna a la brutal cuan cotidiana y normal pobreza y miseria en la que históricamente ha sobrevivido esa pequeña nación caribeña.
Se agradece la labor, el esfuerzo, la solidaridad y el ánimo de los organismos, gobiernos e instituciones, y de paso la colegiza internacional enviada a cubrir el terremoto en Haití, que intentan ese retorno haitiano, aunque regresar a la normalidad es permanecer igual que antes del sismo (70 por ciento de la población en la pobreza y la miseria), pero con buena parte del país en el suelo. Más allá del entusiasmo, la tarea de reconstrucción para alcanzar esa normalidad es descomunal. Y la ONU nos ofrece un adelanto de la titánica tarea, de la que, también poco a poco, la comunidad internacional se retirará para de nueva cuenta dejar a la mitad oeste de La Española y a sus pobladores a que se rasquen como puedan. Total, la emergencia ya pasó.
Así, la ONU nos ilustra que la prioridad es garantizar en lo inmediato la seguridad alimentaria de la población más vulnerable afectada por el terremoto (zonas urbanas, suburbanas y rurales), aunque también ver hacia adelante y restaurar la producción agrícola, pues en marzo próximo comenzaría la temporada de siembra. En este sentido, los informes preliminares (FAO) indican que el daño a los sistemas e infraestructura de producción agrícola en y alrededor del epicentro del terremoto fue generalizado.
Si bien la prestación de socorro constituye la prioridad para la asistencia internacional, el tiempo crítico para la recuperación también lo es, y debe empezar. Es urgente contribuir a la restauración de los medios de vida, a través de las actividades intensivas en mano de obra temporal y las actividades que generen ingresos, especialmente en el forma de dinero por trabajo y alimentos por trabajo, lo que reduciría las vulnerabilidades, contribuiría a la recuperación económica local y de las personas afectadas, y mitigaría el riesgo de un mayor deterioro de las tensiones sociales dentro de las comunidades afectadas.
La de por sí precaria infraestructura educativa se fue al suelo; muchos maestros murieron en el terremoto. De acuerdo con la información disponible, sólo 50 por ciento de la población en edad escolar asistía a la escuela antes del sismo. Ahora difícilmente se alcanzaría esa proporción. La destrucción de escuelas es altísimo. Con urgencia se requieren suministros y equipos para reanudar, en lo posible, el circuito escolar. De igual forma, rehabilitar el Ministerio de Educación
Se estima que tras el terremoto alrededor de un millón de personas (200 mil familias) se encuentran en necesidad urgente de vivienda e infraestructura y artículos no alimentarios, aunque la cifra tiende a aumentar. Cientos de edificios se derrumbaron. Los refugios temporales también necesitan de mejoras estructurales. Las familias cuyas casas fueron destruidas necesitan apoyo para vivienda nueva. El terremoto destruyó o dañó los edificios de oficinas de la mayoría de las agencias humanitarias. Además, la infraestructura eléctrica y de telecomunicaciones ha sido gravemente dañada en Puerto Príncipe y sus alrededores.
El terremoto tuvo un impacto enorme en la infraestructura de salud. La información preliminar indica que un elevado número de hospitales y centros de salud sufrió graves daños. La carencia de servicio eléctrico afecta severamente el servicio de atención médica. La interrupción de las fuentes de abasto y la contaminación del agua por la destrucción de la infraestructura de aguas residuales, empeora la situación. La diarrea es ya un factor importante en la tasa de mortalidad de menores de cinco años.
Los desastres naturales no sólo perturban seriamente el funcionamiento de una comunidad por causar numerosos daños humanos, materiales, económicos y ambientales, sino también por afectar los mecanismos establecidos, de manera formal o informal, para proteger la vida, la seguridad y los derechos fundamentales de la población. La experiencia ha demostrado que después de un desastre natural, es común el quebrantamiento de la ley y el orden público. Las situaciones de emergencia tienden a exacerbar las desigualdades existentes entre la población y la debilidad general del sistema de justicia.
De los 3 millones de afectados por este desastre, se espera que muchos más hayan sido desplazados, lo que dará por resultado mayores vulnerabilidades, incluidas las cuestiones relativas a la pérdida de documentación, acceso a servicios básicos, acceso a la vivienda y medios de vida. Habida cuenta de la magnitud de los daños a la infraestructura y los bienes, puede haber problemas relativos a la posibilidad de soluciones duraderas a largo plazo. Muchos de los desplazados han sido apoyados por sus familias, las cuales, de por sí, tienen escasos recursos. También es probable que muchos desplazados se trasladen a otras provincias en búsqueda de alimento, agua, vivienda, atención de salud, etcétera, lo que agregaría una presión adicional a la ya empobrecida población rural y a la que habita en las zonas urbanas. Con familias y comunidades separadas, se complicarán los sistemas de apoyo y los mecanismos de protección.
El abasto de agua, de por sí precario antes del terremoto, y los sistemas de saneamiento resultaron muy afectados, dejando a las poblaciones de barrios enteros totalmente privadas de agua potable. El colapso total del abastecimiento de agua promueve el riesgo de incidencia de enfermedades. La incapacidad de la población para el aseo debido a la falta de agua, jabón o espacios aislados, aumenta la vulnerabilidad de la población a las enfermedades infecciosas, y la diarrea afecta especialmente a los niños menores de cinco años. En cuanto al agua, el saneamiento y la higiene de casi 100 por ciento de las necesidades se deben cubrir con ayuda externa. Los niños menores de cinco años y las mujeres representan la mayoría de los grupos afectados. Las condiciones sanitarias en los albergues y campamentos de desplazados en todo el país ya eran muy pobres antes del terremoto. La eliminación de excretas será el mayor desafío en las próximas semanas y meses.
Las rebanadas del pastel
En fin, la normalidad regresa.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
El Correo Ilustrado
En memoria del Bombardero Hernández
La presente carta es en reconocimiento al boxeador Marco Antonio Hernández, quien falleció recientemente:
Continuar
Desde Puerto Príncipe se difunde lo que intenta vestirse de buena noticia: se normaliza la situación en Haití... poco a poco retorna a la normalidad. Sin duda es alentadora, pero la nueva se funda más en el deseo que en la realidad, porque, de cualquier suerte, que Haití regrese a la normalidad no quiere decir más que volver al infierno previo, igual de drástico, pero sempiterno y sin ayuda internacional, que el provocado por el terremoto, es decir, poco a poco retorna a la brutal cuan cotidiana y normal pobreza y miseria en la que históricamente ha sobrevivido esa pequeña nación caribeña.
Se agradece la labor, el esfuerzo, la solidaridad y el ánimo de los organismos, gobiernos e instituciones, y de paso la colegiza internacional enviada a cubrir el terremoto en Haití, que intentan ese retorno haitiano, aunque regresar a la normalidad es permanecer igual que antes del sismo (70 por ciento de la población en la pobreza y la miseria), pero con buena parte del país en el suelo. Más allá del entusiasmo, la tarea de reconstrucción para alcanzar esa normalidad es descomunal. Y la ONU nos ofrece un adelanto de la titánica tarea, de la que, también poco a poco, la comunidad internacional se retirará para de nueva cuenta dejar a la mitad oeste de La Española y a sus pobladores a que se rasquen como puedan. Total, la emergencia ya pasó.
Así, la ONU nos ilustra que la prioridad es garantizar en lo inmediato la seguridad alimentaria de la población más vulnerable afectada por el terremoto (zonas urbanas, suburbanas y rurales), aunque también ver hacia adelante y restaurar la producción agrícola, pues en marzo próximo comenzaría la temporada de siembra. En este sentido, los informes preliminares (FAO) indican que el daño a los sistemas e infraestructura de producción agrícola en y alrededor del epicentro del terremoto fue generalizado.
Si bien la prestación de socorro constituye la prioridad para la asistencia internacional, el tiempo crítico para la recuperación también lo es, y debe empezar. Es urgente contribuir a la restauración de los medios de vida, a través de las actividades intensivas en mano de obra temporal y las actividades que generen ingresos, especialmente en el forma de dinero por trabajo y alimentos por trabajo, lo que reduciría las vulnerabilidades, contribuiría a la recuperación económica local y de las personas afectadas, y mitigaría el riesgo de un mayor deterioro de las tensiones sociales dentro de las comunidades afectadas.
La de por sí precaria infraestructura educativa se fue al suelo; muchos maestros murieron en el terremoto. De acuerdo con la información disponible, sólo 50 por ciento de la población en edad escolar asistía a la escuela antes del sismo. Ahora difícilmente se alcanzaría esa proporción. La destrucción de escuelas es altísimo. Con urgencia se requieren suministros y equipos para reanudar, en lo posible, el circuito escolar. De igual forma, rehabilitar el Ministerio de Educación
Se estima que tras el terremoto alrededor de un millón de personas (200 mil familias) se encuentran en necesidad urgente de vivienda e infraestructura y artículos no alimentarios, aunque la cifra tiende a aumentar. Cientos de edificios se derrumbaron. Los refugios temporales también necesitan de mejoras estructurales. Las familias cuyas casas fueron destruidas necesitan apoyo para vivienda nueva. El terremoto destruyó o dañó los edificios de oficinas de la mayoría de las agencias humanitarias. Además, la infraestructura eléctrica y de telecomunicaciones ha sido gravemente dañada en Puerto Príncipe y sus alrededores.
El terremoto tuvo un impacto enorme en la infraestructura de salud. La información preliminar indica que un elevado número de hospitales y centros de salud sufrió graves daños. La carencia de servicio eléctrico afecta severamente el servicio de atención médica. La interrupción de las fuentes de abasto y la contaminación del agua por la destrucción de la infraestructura de aguas residuales, empeora la situación. La diarrea es ya un factor importante en la tasa de mortalidad de menores de cinco años.
Los desastres naturales no sólo perturban seriamente el funcionamiento de una comunidad por causar numerosos daños humanos, materiales, económicos y ambientales, sino también por afectar los mecanismos establecidos, de manera formal o informal, para proteger la vida, la seguridad y los derechos fundamentales de la población. La experiencia ha demostrado que después de un desastre natural, es común el quebrantamiento de la ley y el orden público. Las situaciones de emergencia tienden a exacerbar las desigualdades existentes entre la población y la debilidad general del sistema de justicia.
De los 3 millones de afectados por este desastre, se espera que muchos más hayan sido desplazados, lo que dará por resultado mayores vulnerabilidades, incluidas las cuestiones relativas a la pérdida de documentación, acceso a servicios básicos, acceso a la vivienda y medios de vida. Habida cuenta de la magnitud de los daños a la infraestructura y los bienes, puede haber problemas relativos a la posibilidad de soluciones duraderas a largo plazo. Muchos de los desplazados han sido apoyados por sus familias, las cuales, de por sí, tienen escasos recursos. También es probable que muchos desplazados se trasladen a otras provincias en búsqueda de alimento, agua, vivienda, atención de salud, etcétera, lo que agregaría una presión adicional a la ya empobrecida población rural y a la que habita en las zonas urbanas. Con familias y comunidades separadas, se complicarán los sistemas de apoyo y los mecanismos de protección.
El abasto de agua, de por sí precario antes del terremoto, y los sistemas de saneamiento resultaron muy afectados, dejando a las poblaciones de barrios enteros totalmente privadas de agua potable. El colapso total del abastecimiento de agua promueve el riesgo de incidencia de enfermedades. La incapacidad de la población para el aseo debido a la falta de agua, jabón o espacios aislados, aumenta la vulnerabilidad de la población a las enfermedades infecciosas, y la diarrea afecta especialmente a los niños menores de cinco años. En cuanto al agua, el saneamiento y la higiene de casi 100 por ciento de las necesidades se deben cubrir con ayuda externa. Los niños menores de cinco años y las mujeres representan la mayoría de los grupos afectados. Las condiciones sanitarias en los albergues y campamentos de desplazados en todo el país ya eran muy pobres antes del terremoto. La eliminación de excretas será el mayor desafío en las próximas semanas y meses.
Las rebanadas del pastel
En fin, la normalidad regresa.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
El Correo Ilustrado
En memoria del Bombardero Hernández
La presente carta es en reconocimiento al boxeador Marco Antonio Hernández, quien falleció recientemente:
Continuar
La Ciudad Vieja de Jerusalén encierra el cuadrante urbano más venerado y disputado de la Tierra. Novecientos metros cuadrados en los que de un vistazo se pueden apreciar los vestigios de los tres grandes monoteísmos de la humanidad: el Muro de los Lamentos (judío), el Santo Sepulcro (cristiano), la Cúpula de la Roca y la Mezquita de Al-Aqsa (islámicas).
Continuar
Continuar
Sergio Ramírez: Haití en el corazón
Cuando en marzo del año pasado el avión se alejaba de Puerto Príncipe para poner proa hacia el mar Caribe iluminado por los fuegos de la mañana, sentí, no sin melancolía, que dejaba atrás un territorio de sombras y desesperanza. Había pasado a lo largo de una semana empeñado en preparar un reportaje bajo encargo del diario El País de Madrid y Médicos sin Fronteras, dentro de la serie Testigos del Horror, y horror había encontrado suficiente al recorrer las calles desbordadas de gente en convivencia con las cloacas y los mares de basura, al visitar los mercados y los puestos callejeros de alimentos donde se venden tortas de lodo aderezadas con sal y margarina, que es un alimento corriente de los más pobres entre los pobres en Haití, al visitar las escuelas derruidas por la vejez, los hospitales hacinados y mal equipados, las clínicas de MSF sembradas en medio de la miseria desolada donde los médicos y enfermeras hacían esfuerzos sobrehumanos por procurar salud a miles de visitantes cada día.
Continuar
Alejandro Nadal: Damnificados y ciudadanos: lecciones de Haití
El desastre de Haití recuerda un relato de Daisetz Teitaro Suzuki, el filósofo y maestro de budismo zen. Un anciano japonés daba un paseo por una de las pequeñas colinas que rodeaban su aldea junto al mar. De pronto observó que se aproximaba un tsunami y trató de alertar a los habitantes del poblado. Como no le hacían caso, prendió fuego a los sembradíos comunales que le quedaban más cerca. El humo atrajo la atención de sus compañeros que, presurosos, subieron a tierras altas para apagar el incendio y se salvaron así del tsunami.
Continuar
No hay comentarios.:
Publicar un comentario