2/09/2010


Gustavo de la Rosa Hickerson

Al Secretario de Gobernación

Fernando Gómez Mont:

Bienvenida la autoridad civil al mando del operativo contra la delincuencia en Juárez. Llegan dos años tarde. Los números no mienten. Han aumentado los abusos del Ejército en los últimos años: la CEDH recibió 3 casos en 2007; 170 en 2008 y 867 en 2009. Se han abierto al menos 170 expedientes penales en la justicia militar y sólo se investigan dos casos.

Estar en la visitaduría de atención a víctimas por 21 meses me permiten afirmar que la rutina de trabajo del conjunto comienza al recibir una denuncia anónima, de inmediato se ingresa al domicilio señalado, sometiendo a los habitantes, trasladando a los jóvenes que se encuentran, a los cuales se interroga y tortura, en ocasiones por varios días y se les libera o se les consigna al MPF, en muchos casos con un delito montado.

De esta manera han acumulado mucha información que estimamos viene de más de 6 mil testimonios. Estos no sirven ante un juzgado, pero sí son suficientes para elaborar un detalladísimo mapa de la delincuencia y sus redes en Juárez.

La ciudad pagó un alto costo social para que el gobierno federal tuviera toda esa información. En un complicadísimo proceso de concurrencia de voluntades se logró establecer una línea de denuncia anónima a través de Crime Stoppers. Y ya son cientos las denuncias, unas verdaderas, otras falsas, pero hay material para trabajar.

Es sorprendente, por lo mismo, que el presunto jefe del comando que cometió el crimen de Salvarcar haya sido un delincuente conocido y que ni el Ejército ni los receptores de la información de Crime Stopers lo hayan detectado.

También resulta kafkiano que desde que tomó el cargo el titular de la PGR no haya designado al delegado estatal en Chihuahua, cuando el anterior dejó el cargo hace 5 meses. También es ilógico que no exista una verdadera fuerza de tarea de la SIEDO. De hecho, tal instancia no tiene ni un agente de planta asignado a Juárez.

Sr. secretario, hoy que parece que los civiles toman el mando, me atrevo a sugerirle.

1. Háganse cargo usted y el gobernador personalmente o haga que venga el titular de la PGR. Necesitamos un mando federal que obedezcan todos, policías federales, militares, agentes del MP que pueda acordar en minutos con el gobernador las tácticas de combate. Que investigue y aceche a los delincuentes, reuniendo evidencias, atrapándolos y encarcelándolos por largo rato. Sin omitir el auxilio de las autoridades de EU que tienen mucha información de inteligencia.

2. Respeten a las personas de bien a quienes sistemáticamente se les han violado por omisión o comisión sus derechos humanos.

3. Prioricen el combate a los homicidas, secuestradores, extorsionadores, salteadores armados, que ya habrá tiempo para perseguir a los exportadores de drogas.

4. Actúen respetando la ley, ganen la confianza de la población y enseñen a su tropa a respetar a la gente, nada ganan con amedrentar madres.

5. Sean transparentes, que la secrecía de la investigación policiaca no consiste en hacerla entre los laberintos de la noche, donde han convivido policías y ladrones, sino en guardar el secreto de lo secreto y hacer público lo público.

6. Soliciten y acepten ayuda ciudadana y establezcan comunicación con ellos mediante acciones de rescate social y observatorios ciudadanos que retroalimenten el avance de su estrategia.

Lo anterior es lo menos que nos merecemos los juarenses, además de una disculpa pública, que nobleza obliga.

Visitador para Atención a Víctimas de la CEDH
(Carta resumida para su publicación)

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