5/25/2010

Insuficiente, la atención a los derechos humanos: informe de tres organismos sobre la zona

La política de Obama hacia AL, igual a la republicana: militarización

Este año, 47% de los 3 mil mdd de ayuda a la región se destina a fuerzas castrenses: Wola

La respuesta al golpe en Honduras atenúa el entusiasmo latinoamericano hacia Washington

Dpa y Afp
Periódico La Jornada
Martes 25 de mayo de 2010, p. 20

Washington, 24 de mayo. El gobierno del demócrata Barack Obama continúa con la tendencia a la militarización de la política de Estados Unidos hacia América Latina, sin distanciarse de la anterior administración republicana, y concede atención insuficiente a los derechos humanos, sostiene un informe sobre las relaciones hemisféricas dado a conocer hoy en Washington.

En el informe Esperando el cambio: tendencias de la asistencia en seguridad de Estados Unidos para América Latina y el Caribe, tres influyentes organizaciones estadunidenses especializadas en la región coinciden en que las poco realistas expectativas latinoamericanas de reiniciar las relaciones con Obama se han atenuado bastante, en buena parte por este proceso de militarización.

Es decepcionante que el gobierno de Obama no haya adoptado acciones firmes e identificables para mejorar las relaciones con América Latina, declararon la Oficina en Washington para América Latina (Wola), el Centro para Política Internacional (CIP) y el Latin America Working Group Education Fund.

Este año, 47 por ciento de los tres mil millones de dólares de ayuda estadunidense a América Latina se destina a fuerzas militares o policiales, lamentó Adam Isacson, directivo de Wola, en un comunicado. Es la mayor proporción en una década y demuestra un enfoque desbalanceado, agregó.

Especial preocupación en el área han suscitado los acuerdos militares que la administración Obama firmó con Colombia para el uso de siete bases militares, señalan los autores del informe.

Colombia es el caso perfecto para evaluar si la administración de Obama, a diferencia de sus predecesores, defenderá los derechos humanos cuando sus aliados más cercanos cometen serios abusos, sostienen.

Para los autores del informe, además hay confusión y preocupación sobre por qué era necesario volver a establecer la Cuarta Flota, en activo de nuevo desde 2008, así como con la Iniciativa Mérida con México, en la que, subrayan, el Departamento de Estado no mostró mucho interés en la elaboración de un informe mínimamente objetivo sobre el cumplimiento de México de los requisitos de derechos humanos aplicables al paquete de asistencia militar del plan.

También la respuesta contradictoria de Washington al golpe de Estado en Honduras ha sido un elemento que ha contribuido a atenuar el entusiasmo latinoamericano con el nuevo gobierno estadunidense, ya que envió al resto del hemisferio la señal de que la nueva administración es ambivalente respecto de las violaciones al orden democrático y a las garantías individuales.

La política de derechos humanos de la administración Obama está desaparecida, coincidió Lisa Haugaard, directora ejecutiva del Latin America Working Group Education Fund.

Pese a las críticas, las organizaciones sostienen que todavía no es demasiado tarde para que el gobierno de Obama impulse un nuevo rumbo en las relaciones con América Latina. Pero para lograrlo, Obama debe adoptar varias medidas: demostrar que Estados Unidos se preocupa por la protección de los derechos humanos en los países percibidos como socios cercanos, como Colombia y México, además de asegurar que el principal actor y la principal voz en la política de Estados Unidos hacia la región es el Departamento de Estado y las embajadas, y no el Comando Sur.

Las organizaciones reclaman además centrar los esfuerzos antidrogas dentro de Estados Unidos, además de balancear la ayuda disminuyendo los gastos militares a favor de mayor asistencia a la salud, educación o ayuda en desastres naturales, entre otros.

Demandan que Washington asigne un generoso paquete asistencial de largo plazo para la reconstrucción de Haití y que, en materia doméstica, ponga la reforma migratoria de nuevo en la agenda.

Los especialistas piden que Estados Unidos mantenga suspendida la asistencia militar y condicione cualquier otra ayuda a Honduras hasta que se den verdaderos pasos para lograr justicia por los abusos en derechos humanos y, finalmente, que permita el libre intercambio de personas e ideas con Cuba, considerando que nada podría restablecer mejor las relaciones con toda la región como el fin total de las arcaicas restricciones sobre los viajes a la isla.

El texto en español del informe completo, de 29 páginas, puede ser leído en Internet: www.cts.vresp.com/c/?WashingtonOfficeonLa/4bbdd440e0/08bb567d9f/b551928d3d

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