8/15/2011

Los periodistas pal café.....




Dado que, en caso de prosperar, constituirá la candidatura oficial de un grupo que en 2006 se hizo del poder mediante la abierta intervención del aparato gubernamental y a través de mecanismos de adulteración del proceso electoral, resulta particularmente ominosa la manera en que el calderonismo está construyendo, a marchas forzadas y sin mínimo cuidado de las formas políticas, la postulación presidencial del actual secretario de hacienda, Ernesto Cordero, personaje nada carismático, política e ideológicamente fofo, con facha de estar predispuesto a la manipulación de su jefe actual y con un evidente alto grado de dificultad para ser promocionado como genuina alternativa presidencial para el México de hoy.
Para empezar, Cordero corre en carriles sumamente polémicos, contrario su movimiento a principios éticos pero también susceptible de indagación y eventual castigo en el ámbito de los delitos electorales. Siendo secretario de hacienda, y en ejercicio de recursos públicos para sus traslados, actividades y protección, Ernesto Cordero aprovecha presuntas horas libres para realizar actividades de proselitismo partidista durante sus giras oficiales. Y, en sentido contrario, resta tiempo, atención y capacidad a sus tareas de secretario de hacienda (hoy tan importantes y trascendentes, en razón de la crisis mundial que se vive), por estar pensando y actuando como precandidato presidencial.
A ese evidente conflicto de intereses suma el impensado Cordero la descarada tarea de inflado desde cero que los gobernadores panistas están realizando en sus entidades, utilizando los programas sociales del gobierno federal como gancho persuasivo para llevar gente a los actos del precandidato desconocido, al mejor estilo del peor PRI: cargada, acarreo, tortas y refresco, pase de lista, castigo a los ausentes, funcionarios gubernamentales habilitados como operadores partidistas y dinero público para financiar esos actos. Este sábado le tocó a Guillermo Padrés, el gobernador de Sonora, echar el erario por la ventana para juntarle unas 6 mil personas en Hermosillo al todavía destanteado Cordero. Ayer fue en León donde el mandatario guanajuatense, Juan Manuel Oliva, se encargó de cumplir con las instrucciones centrales de arrimarle miles de presuntos simpatizantes al deslumbrado cachorro de Los Pinos que apenas unas horas después de darse esos baños partidistas se presentó en conferencia de prensa en la ciudad de México, ya habilitado como secretario de hacienda, para exprimir el cargo en términos de imagen personal, anunciando medidas y acciones sin mayor interés que el de posicionarlo como presunto heredero designado del poder felipista, en una cesión escenográfica mediante la cual el jefe formal, Felipe, deja los reflectores al delfín de apellido Cordero.
Contra esas maniobras de la dupla Corderón-Caldero se ha manifestado Santiago Creel, quien ayer fue a San Francisco del Rincón a buscar a su jefe de ayer y hoy, Vicente Fox, para trazar el camino de retorno del esposo de la señora Marta a la política panista, en específico al apoyo de quien fue su secretario de gobernación. Creel ha ido acerando su discurso, señalando una serie de circunstancias negativas que se ajustan a lo que están haciendo Felipe y Ernesto aunque sin citarlos por nombre. Fox y Creel quieren la revancha, pues en 2005 no pudieron quedarse con la postulación panista y debieron dar paso al rezagado Calderón que desde entonces recibió ayuda electoral de las brigadas Gordillo.
En la capital del país, Josefina Vázquez Mota realizó un peculiar informe de labores, enlistando avances logrados en la Cámara de Diputados como si provinieran de su iniciativa personal, siendo que muchos de ellos fueron empujados por PRI y PRD y siendo que el propio papel de la autora de Dios mío, hazme viuda por favor ha sido entre discreto, ausente y falto de compromiso real, atenta más la ex secretaria a no moverse en demasía para no generar olas que pudieran ahogar su hasta ahora imprecisa precandidatura, que igual puede servir para canjear posiciones federales a futuro (como lo hace el gobernador de Jalisco, imposible candidato que junta fichas para canjearlas en el casino 2012) o para ceder el paso a alguna propuesta femenina final del gerente Calderón.
En la vertiente poética de la política, Javier Sicilia encabezó una marcha a Los Pinos y el Senado, en demanda de que no se aprueben las reformas a la Ley de Seguridad Nacional actualmente a discusión. Además, se anunció que esta semana se reanudan los diálogos con el Poder Legislativo y se conminó a la delincuencia del horror a que deponga las armas y deje de actuar con crueldad y odio. En el camino, ese movimiento escuchó un coro proveniente de algunos de quienes participaban en un acto del colectivo No más sangre: ¡Ni besos ni abrazos acaban los balazos!
Astillas
De Laura de América a Felipe de México, en proceso descendente e inverso. En los prefabricados Diálogos consigo mismo (oficialmente denominados Ciudadanos), Calderón dice Que pase el agraciado y los participantes se pelean (es un decir) por felicitar al gran gobierno federal y sus excelentes programas a los cuales encuentran algunos detalles negativos que de inmediato son atendidos por el buen señor de Los Pinos... Santiago Creel dijo el sábado anterior a panistas de Lagos de Moreno que haberle puesto ese nombre al PAN sí tuvo razones gastronómicas. Relató que cuando él tenía trece años preguntó a Manuel Gómez Morín el sentido de las siglas del partido de blanco y azul pero, explicó Creel: Yo era un chamaco, pues no le entendí. Entonces se voltea y me dice: se me hace que no me estás entendiendo verdad; y le dije, don Manuel, no le entiendo y me dijo: Te lo voy a explicar de otra manera, le pusimos PAN al PAN porque México tiene mucha hambre (http://j.mp/qU1ED5 )... Y, mientras Cuauhtémoc Cárdenas asegura que el gobierno actual entregó el país a Estados Unidos, ¡hasta mañana, en espera de los siguientes diálogos del carrusel, dentro de dos semanas con Carpizo-UNAM!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

Arturo Balderas Rodríguez: Desde el otro lado

Cuando los legisladores negociaban el aumento al techo de la deuda, el presidente Barack Obama los conminó a no hacer política usando la deuda como pretexto. Tenía razón. Los legisladores estaban haciendo política, pero sorprende que un político como él pida a quienes fueron electos para cogobernar el país que no la hagan. Se esté o no de acuerdo con los resultados, de no haberse resuelto el asunto por la vía de la negociación política, las consecuencias hubieran sido difíciles de imaginar.
El Congreso es una institución diseñada precisamente para dirimir las diferencias políticas sobre la forma en que debe conducirse el país. No ayuda que el presidente se haya referido a la negociación sobre la deuda como cuestión estrictamente técnica, en la que no debía involucrarse la política. Él sabe muy bien que las discusiones en el Congreso sobre el monto de impuestos que cada quien debe pagar, la forma de dividir lo recaudado y cuánto es necesario endeudarse para cubrir la diferencia entre una y otra partida son, en esencia, discusiones que van más allá de un ejercicio sobre finanzas públicas. Es un asunto demasiado serio para dejarlo por entero a los tecnócratas.


En espera de acontecimientos contundentes para actuar, el inquilino de Los Pinos y su gabinetazo repiten la fracasada estrategia de 2008: sólo hasta que algo pase tomarán medidas –escasas y tardías, desde luego– para intentar paliar el impacto de la nueva sacudida económico-financiera. Pero la realidad no tiene paciencia, y en 2011 México corre el riesgo de registrar peores consecuencias que las de aquel año. De hecho, la presencia de una nueva crisis económica representa un verdadero peligro para el país, sobre todo en términos sociales, ya que estos indicadores se encuentran en niveles preocupantes que reflejan la alta vulnerabilidad de la población ante cualquier eventualidad negativa para la economía.
Tal es el análisis del Centro de Investigación en Economía y Negocios, que preside José Luis de la Cruz Gallegos, no sin subrayar que un mercado laboral débil, un mercado interno sin fuerza, un sector financiero volátil y dependiente, así como el creciente número de personas en la pobreza, aumentan la sensibilidad de México ante una nueva crisis económica, en particular porque el país se encuentra en una posición de menor fortaleza que la observada frente a la crisis de 2008.
El mercado laboral presenta condiciones sociales de mayor degradación en cuanto acceso a salud, prestaciones, economía informal y carencia de contratos. Todo ello constituye un retroceso con respecto a 2008. Tal mercado presenta un escenario de precariedad significativa, con una tasa de desocupación de 5.2 por ciento en el segundo trimestre de 2011; 29.8 millones de personas ocupadas sin acceso a la salud; 3.7 millones no reciben ingresos; 5.9 millones ganan a lo mucho un salario mínimo; 14.3 millones laboran sin contrato, y 10.4 millones reciben a lo más entre uno y dos salarios mínimos. La situación se torna aún más preocupante al analizar los índices de personal ocupado, remuneraciones medias reales por hora hombre trabajada y horas hombres trabajadas.
La precariedad del empleo representa un problema estructural, situación que no tiene una solución en el corto plazo y que, por el contrario, avanza y representa un elemento más en un escenario de desaceleración de la economía mexicana que, de cimentarse sin atender previamente la debilidad del mercado laboral y la vulnerabilidad de la población en general, implicaría la exacerbación de la inestabilidad social, apunta el CIEN. La mayor parte de la población ocupada se encuentra en alguna de las circunstancias señaladas, es decir, trabaja en condiciones inestables. Alrededor de 16.4 millones de mexicanos cuentan con un ingreso igual o inferior a dos salarios mínimos, por lo que a pesar de estar ocupados la remuneración que perciben no es suficiente para mantener una familia, de tal manera que tener empleo no garantiza estar fuera de la línea de pobreza.
Al cierre del segundo trimestre de 2011 las cifras de ocupación en la economía informal crecieron con respecto al mismo periodo del año anterior, lo que evidencia la incapacidad del sistema productivo para generar empleo formal bien remunerado y con prestaciones de ley. La pobreza se traduce en una falla estructural del modelo económico, incapaz de generar riqueza y distribuirla de manera equitativa. La desigualdad implica concentración del poder económico, social y político, es un desequilibrio que afecta la capacidad de generar consensos que terminen por beneficiar a la mayor parte de la población. En un país donde el flagelo de la pobreza no se puede contener, también se tiene la implicación de que el mercado laboral no es un mecanismo de movilidad social, es decir, una manera de superar las condiciones de marginalidad en las que se encuentra la población. Si no es a través del empleo y los salarios, difícilmente se puede evitar el avance de la pobreza. Dicho escenario sirve para describir la situación que se vive en México, donde el gasto de gobierno destinado al desarrollo social solamente represente un paliativo para el cáncer que constituye la pobreza. No lo resuelve, únicamente ayuda a mitigar el dolor.
Si se atienden los argumentos presentados oficialmente, durante los últimos años los niveles de pobreza se incrementaron debido a la crisis que vino de fuera. Pero ese argumento es parcial, pues deja afuera otras razones que explican el suceso: el bajo crecimiento que la economía mexicana ha exhibido también es atribuible a la debilidad del mercado interno. Además, la reactivación económica no alcanza por igual a las empresas ni a la sociedad. En México el sector exportador mantiene un desempeño superior al promedio nacional y con ello ha estado en posibilidad de generar empleo. La nota discordante es que ha sido con base en remuneraciones cada vez de menor valía y con horarios de trabajo más extensos. El cuestionamiento es sobre qué pasará si se detiene el motor externo, si la economía de Estados Unidos entra en una fase de desaceleración, o peor aún, en una recesión. Lo anterior no es algo que esté lejos de suceder: la actividad industrial ya ha comenzado a dar signos de ello, particularmente en la manufactura. Hasta el primer semestre del año esto también puede observarse en México, que al ser una economía dependiente no puede aislarse de lo que suceda en el epicentro.
La turbulencia financiera reciente, propiciada por el problema de la deuda estadunidense, se coloca como espada de Damocles sobre el futuro económico y social del país. Si se exacerba la desaceleración por la mayor volatilidad, el impacto en México sería considerable, y reducido el margen de maniobra para la política económica. Al caer el precio del petróleo y disminuir la recaudación fiscal por la menor actividad productiva, no se puede estimar que el país contará con recursos excedentes para enfrentar una recesión en Estados Unidos. No puede dejarse fuera que el presupuesto ya se encuentra comprometido; en realidad, la capacidad de ajuste es de solamente 100 mil millones de pesos, lo demás ya está destinado a sueldo, salarios, prestaciones (33 centavos de cada peso), gastos operativos y una serie de programas, la mayor parte improductivos.
La potencial crisis en Estados Unidos acarrearía un nuevo aumento de la pobreza. Para que ello no ocurriera debería estarse preparando un verdadero programa contingente, que atienda de manera integral las necesidades de la sociedad y que impulse el mercado interno, el bienestar de la gente. Para ello es necesario que se genere empleo bien remunerado, de otra manera no se resolverá el verdadero problema estructural de México.
Las rebanadas del pastel
He allí la fortaleza, el blindaje y las bien fundadas palabras de Ernesto Cordero: hoy podemos asegurar que estamos mejor preparados para enfrentar un impacto externo.
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El gasto total de los hogares en el trimestre de levantamiento de la encuesta fue de 1.033 billones de pesos, de los cuales 88% fue gasto corriente y 12% erogaciones financieras y de capital. De este gasto total, los hogares del país dedican en promedio 22% a Alimentos, bebidas y tabaco;12.5% a Transportación y comunicaciones; 9.2% a Educación y esparcimiento, y 6.3% a gastos de la Vivienda y energía (más 13.0% estimado del alquiler de la vivienda) (Gráfico 7).
Por deciles, de este gasto trimestral total los hogares del decil I (más bajo) gastaron 3.0% en 2010, mientras que los del decil X (más alto) gastaron 31.3% (Gráfico 8). La diferencia en el gasto entre el decil I y el X (10.4) veces, es menos marcada que en el ingreso trimestral total de los hogares de esos mismos deciles (18.0 veces).
Esta última y enorme disparidad de 18 veces entre los ingresos mayores y menores, cabe enfatizarlo, es uno de los elementos que definen el atraso socioeconómico de México y su inequidad social crónica. En países económica y socialmente avanzados tal disparidad de ingreso entre los hogares del decil I y los del X son, en años recientes, de 8.5 veces en Noruega, 8.3 en Alemania, 8.0 en el Reino Unido, 5.5 en Francia y 5.3 veces en Suecia (Gráfico 9).


Muchos se preguntan dónde está el Obama por quien votaron, y otros se preguntan dónde está la furia esperanzadora de un pueblo que tanto aguanta. Nadie parece saber dónde está nadie.
Platicando con un ejecutivo de Wall Street sobre los estallidos en Inglaterra, Egipto, Chile y más, él expresa frustración por la falta de determinación y dirección del presidente de aquí y con sus contrapartes republicanos, mientras el país está en crisis, y advierte: esa furia que estalló en Inglaterra, vamos a verla aquí si no cambia nada.
Pero por ahora sólo se registra el disgusto con toda la cúpula: cerca de ocho de cada 10 estadunidenses están insatisfechos con la manera en que funciona el sistema político (45 por ciento dice estar muy insatisfecho), según una encuesta del Washington Post. En ese mismo sondeo, casi tres cuartas partes afirman tener poco o nada de confianza en que Washington pueda reparar la economía; un desplome de 21 puntos desde finales del año pasado. La aprobación del Congreso ha llegado a sus puntos más bajos en la historia (la encuesta de CNN registra sólo 14 por ciento de aprobación; 17 por ciento en la del Washington Post).


Ante la banalización de la muerte en nuestro país, reducida a escenas cuidadosamente editadas para que vísceras y sangre no salpiquen fuera de la pantalla, salvo a verdugos, víctimas y deudos; frente al ametrallamiento televisivo de ineficaces combates contra el narco, pero eficientes y feroces ajustes de cuentas de éste contra miembros de otras bandas, soldados y civiles; visto el crecimiento exponencial de la incertidumbre, el miedo y el desánimo en la ciudadanía, y la disminución de voces que cuestionen la lectura cínica que funcionarios alegres hacen de una realidad cada vez más atroz, es saludable respiro reflexionar en voz alta sobre la olvidada nobleza de la muerte de algunos espíritus nobles.
Víctor Ortiz Aguirre, cuyo solo currículum vitae llevaría varias columnas, ha cultivado su existencia tanto en la enseñanza e investigación en el país y en el extranjero cuanto en el estudio cuestionador de diversas vertientes de la bioética, así como en la atenta asesoría a organismos internacionales en materias como el sida y la violencia de género. Excepcional conferenciante y riguroso autor, Víctor se dio tiempo, además, para incursionar en el mundo maravilloso de la danza, concretamente del baile flamenco, donde surgió su entrañable amistad con el maestro Manolo Vargas. Al respecto dice Víctor:


GB: de la revuelta a las fracturas
La desbocada ira social que durante varios días se expresó en las revueltas de los suburbios londinenses empezó a adquirir, hacia el fin de semana, una estructura argumental precisa. El descontento por las políticas económicas depredadoras que condenan a importantes sectores de la población a la marginalidad y a la desesperanza, cuajó en consignas específicas: Los verdaderos saqueadores son los bancos, Culpen a los conservadores, no a nuestros hijos, o Denle un futuro a nuestros hijos, se pudo escuchar y leer en las manifestaciones –pacíficas– que tuvieron lugar el sábado en Tottenham, uno de los barrios más afectados por los violentos disturbios de días anteriores.Continuar


El Correo Ilustrado
Reclamo a la SEP por descuido a disciplinas filosóficas
Al maestro Alonso Lujambio, titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP):
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Dando tumbos, el índice Dow Jones ha quedado en 11 mil 444.53, mientras el euro stoxx llegó a 2 mil 375.75. El precio del petróleo desde su punto más bajo, entre agosto y septiembre de 2010, a 72.38 dólares/barril el Brent, subió a 126.65 en abril de este año para quedar en 107.29, a principios de este mes, mientras el oro, cotizado en dólares por onza, subió de mil 194.95, también en agosto de 2010, a mil 650.82 a principios de este agosto, aunque parece que hubo unos días en los que subió un poco más, hasta mil 700 dólares/onza.Continuar


Cuando conozco a un michoacano mayor de 40 años, invariablemente le pregunto en qué seminario estudió y él a su vez quiere saber cómo sé de su paso por la formación para sacerdote. Es una broma que casi no me falla: ocho de cada 10 contestan que sí; muchos michoacanos recibieron formación religiosa en su niñez o en su adolescencia, ya que Morelia, junto con otros, tiene esas raíces tradicionales.Continuar


Por qué algunos funcionarios odian los árboles y el patrimonio cultural de las ciudades? ¿Será por ignorantes? ¿Por creer a ciegas en una falsa modernidad? ¿O porque talar arboles para abrir vías por donde se desplacen miles de vehículos permite contratos que benefician a unos pocos? Vale la pena hacer estas preguntas al saber lo que hacen desde hace algunos años las autoridades del puerto de Veracruz.Continuar


No es que sea hora de ponerse nostálgicos, y menos por algo tan pasado de moda como el nacionalismo, pero justo es reconocer que nunca, desde que México aprendió a reconocerse como tal luego de que los liberales echaron al ejército francés, ha estado tan a la baja el sentimiento de ser una nación aparte, con características propias y no tan peores. Atrás quedaban los polkos, los monárquicos tardíos y el inevitable Quince Uñas, y por fin este país pudo darse a la tarea de inventarse con calma, sus élites se afrancesaron a gusto y los tipos del peladaje dieron materia a nuestros autores costumbristas. Ya vendrían tiempos para desgarrarnos con la Revolución y la instalación de sus facciones triunfantes, que devendrían un sólo partido, revolucionario según él, y a todas luces institucional, con su folclor corrupto, su verticalismo, y los marcianos que llegaban lo hacían bailando el cha cha chá.Continuar



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