OPINIÓN
CRISTAL DE ROCA
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Cecilia Lavalle*
Cimacnoticias | México, DF.-La imagen dice más que mil palabras. A menudo, incluso, dice lo que las palabras no dicen. Ahí estaba pues, mirando la foto que se distribuyó cuando el presidente Enrique Peña Nieto hizo el anuncio del gabinete especial para Turismo. ¿Cuántas mujeres?
El turismo, dice la literatura especializada, es el motor de desarrollo de muchas regiones, especialmente aquellas que en lenguaje políticamente correcto se califican como “en vías de desarrollo” (aunque no quede muy claro exactamente como cuánto falta para llegar).
El turismo ciertamente genera muchos empleos directos e indirectos. Atrae inversiones, potencia otros sectores de la economía.
Ésa es la cara bonita. La otra, incluye jornadas laborales larguísimas que impiden la convivencia familiar; salarios ínfimos; contratos precarios; despidos sin liquidación en temporada baja disfrazados de vacaciones; abuso sexual; explotación sexual de mujeres y de infantes, entre otras.
Muchos de estos elementos afectan particularmente a las mujeres. Encargadas cultural y socialmente de todo lo relacionado con lo doméstico y el cuidado de hijas e hijos, las mujeres que trabajan en el sector turístico se enfrentan a múltiples problemas.
Por ejemplo, no sólo encaran la carencia de guarderías, sino la falta de horarios diversos en esas estancias. ¿Qué hace una trabajadora con sus hijas o hijos, si una semana trabaja de día, otra de tarde y otra de noche? ¿Quién cuida a las y los menores de edad si la jornada incluye sábados y domingos?
¿Quién se encarga de las y los adolescentes que salen de la escuela a la una de la tarde? ¿Cómo convivir con ellos los fines de semana si los días de descanso, si hay, son entre la semana?
¿Qué se hace si, por la temporada baja, les dan dos meses de “vacaciones” sin goce de sueldo? ¿Quién atiende de manera expedita una queja cuando un cliente le da una nalgada a una mucama? O, peor, en el caso de una violación.
Y, mire, de acuerdo con el “Informe Mundial respecto a las Mujeres en el Turismo”, elaborado en 2010 por ONU-Mujeres y la Organización Mundial de Turismo, en América Latina y el Caribe 6 de cada 10 personas que trabajan en hoteles y restaurantes son mujeres.
Asimismo, en ese sector 7 de cada 10 personas que trabajan por su cuenta son mujeres. Y registra el más alto número de empleadoras.
En México, según el “Análisis Económico del Mercado Laboral en el Sector Turístico”, elaborado por la Secretaría de Turismo y el Colegio de México en 2011, es en el sector turístico donde se encuentra el mayor número de jefas de hogar. En 3 de cada 10 hogares son mujeres las proveedoras. En otros sectores lo son 2 de cada 10.
Hay más. En 7 de cada 10 hogares de las mujeres encuestadas se tenía la presencia de al menos una persona menor de seis años, y 34 por ciento recibe ingresos mensuales menores a 5 mil pesos.
Pero nada de eso salió a relucir en la bonita reunión de gente bonita hablando de lo bonito que es el turismo y de las bonitas inversiones que se realizarán en 17 bonitos destinos turísticos.
Y dudo mucho que siquiera se vea esa dura realidad, porque en la imagen que circuló en distintos medios, de entre 50 personas sólo conté a tres mujeres. Las tres de la foto.
El turismo no será el motor de un mejor país, si sólo se mira el desarrollo en términos de dólares, y no de personas con derecho a una vida digna.
Apreciaría sus comentarios: cecilialavalle@hotmail.com.
*Periodista y feminista en Quintana Roo, México, e integrante de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género.
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