12/02/2013

Jazz ; Luiz Márquez



Antonio Malacara

Entre las buenas noticias que llegan de Europa, la inminente aparición de un nuevo disco de Luiz Márquez –creador de atmósferas– resalta y se abre paso con luz propia. Luiz no es solamente uno de los músicos más importantes y respetados de su generación, es también un artista comprometido con sus conceptos, con sus preceptos, que nunca ha dudado de las rutas que él mismo trazó hace ya un buen rato, cuando recién rebasaba la adolescencia y se aventuraba por los complicados rumbos de la resistencia musical, la que ha servido y servirá de contrapeso frente a la dictadura del mercado.

Hace cuatro décadas, cuando todavía vivía en la ciudad de México, Luis Gerardo Márquez deambulaba con sus saxos y su armónica por los compases del blues y el rhythm & blues. Entonces era con el grupo Árbol, banda de culto que por alguna broma de mal gusto del buen Dios nunca grabó un solo disco. Tiempo después integraría el trío Verónica y la banda Ebbó, iniciando sus primeros apuntes con las gramáticas del flamenco y el jazz. Hasta que en septiembre de 1983 decidió irse a vivir a Bélgica.

Sus alforjas, cargadas con la sonoridad y los aromas y los intensos colores de México y el Caribe, se iban filtrando directamente por la gramática del jazz, pero también por los inasibles claroscuros que flotaban en la atmósfera europea. Todo ello se conjugó y dio origen a un nuevo estilo, a una nueva propuesta, la de Luiz Márquez, que a pesar de abrevar en aguas y formas ampliamente visitadas, en las manos del maestro, en su aliento, encontraron un carácter original. Y algunos le llamaron etno-jazz.

Porque independientemente de los esquemas y los timbres de la modernidad, Márquez empezó a incorporar una serie de instrumentos étnicos y prehispánicos a su discurso, logrando hallazgos en verdad exquisitos, como aquella versión de Afro blue, el clásico de Mongo Santamaría donde Luiz dibuja cada una de las líneas con la magia de sus ocarinas (además de la intensidad en las voces y las percusiones). Esta lectura del Afro blue es para degustarse una y otra vez, con tanta o mayor emoción que la original o las versiones de John Coltrane y Abbey Lincoln.

Cada quien sus rolas, por supuesto

Treinta años y ocho discos después aparece esta compilación. Luiz Márquez se vuelve antólogo de Luiz Márquez y nos presenta 11 de los mejores temas de su discografía. Aquí podemos encontrar el ineludible Afro blue, pero igual aparecen las composiciones del Luiz con ecos de la rumba española, aires cálidos del son montuno y amplios despliegues del indigenismo mesoamericano a lo largo de toda la placa.

Metáforas aparte, la música de Luiz ha estado siempre en contubernio con la magia. Lo trae en la sangre, en el aliento, en la forma de hilar y construir cada uno de sus temas o en el pulso para convocar a los músicos de su banda. En la actualidad, el Luiz Márquez Ensamble está integrado por dos belgas: Renato Márquez (violín y guitarra, hijo de Luiz) y Johan Joris (tambor batá, chékere y cajón); tres finlandeses: Kari Antila (guitarra), Eric Neels (guitarra) y Jouni Isoherranen (bajo); un cubano: Cachi Acosta (bongós, huéhuetl y tarola) y dos mexicanos: José Luis Montiel (charango, requinto jarocho, jarana y tres) y Luiz Márquez (saxofones, flautas, armónicas, percusiones e instrumentos étnicos. Un caso único. Especial.
Azcapotzalco

La delegación Azcapotzalco declaró este 2013 como el Año del jazz en Azcapotzalco, y para cerrar a todo vapor, desde noviembre están programando dos conciertos dobles cada fin de semana, en un ciclo en el que se rinde homenaje al pianista Héctor Infanzón. Por lo pronto, para el sábado 7 de diciembre se anuncia uno titulado Sinfónicamente, bajo la dirección del propio Infanzón. La cita es a las 19:00 horas en el Foro Cultural Azcapotzalco (Av. Cuitláhuac 170, colonia Liberación). El domingo 8, en el Jardín Hidalgo (Av. Azcapotzalco s/n, junto a la Delegación), se presenta el saxofonista michoacano Juan Alzate y el grupo Cuarta Aumentada con su propuesta mexicanista. Esto, a las cuatro de la tarde. La entrada es libre. Salud.

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