4/06/2014

Dime dónde comes y te diré de qué partido político eres


Restaurante El Cardenal 

Restaurante El Cardenal (restauranteelcardenal.com)
Abril 04, 2014
Los acuerdos políticos se concretan en los edificios gubernamentales, en los recintos legislativos y también en restaurantes.

Distintos negocios de este sector han albergado a políticos y las negociaciones que que son relevantes para el desarrollo del país.

Además de disfrutar los alimentos, algunos legisladores y otros funcionarios han hecho de estos lugares su lugar preferido para alcanzar pactos pero, ¿depende la corriente política para elegir un restaurante?
A continuación te platicamos qué comen, qué beben, en dónde y qué acuerdos se han alcanzado en los locales favoritos de los priistas, panistas y perredistas.



En qué se fijan los políticos cuando eligen un restaurante?

Por Érika Flores  @ADNPolitico



En política los restaurantes juegan un papel determinante: son sitios donde puede tener lugar un encuentro de alto nivel, una negociación, un compromiso, una firma, un acuerdo o una alianza.

Los políticos los suelen elegir en función de la zona, el servicio, el tipo de platillos que ofrecen y el objetivo de la reunión. Sin embargo, también hay otros motivos que podrían pasar desapercibidos, salvo para los expertos y, claro, los propios funcionarios.
Desde hace ocho años el belga Dirk Kinnet destaca en el mundo de la decoración en México. Su fuerte son los proyectos residenciales, aunque el restaurante Pujol (reconocido internacionalmente) lleva su sello.
En este momento redecora La taberna del León –al sur de la Ciudad de México–, propiedad de la famosa chef Mónica Patiño.
“Ella tiene una idea muy clara: no mucho rojo porque parecería demasiado francés y eso podría desagradar a algunos políticos. Y no sillones tipo booths (alargados) porque ellos prefieren la discreción, los rinconcitos privados”, explica.
Dirk considera que la mayor parte de la clase política gusta de estilos tradicionales, no llamativos y discretos. “El Cardenal es un clásico y destaca por su servicio puntual y muy bueno. La Ópera es muy europeo. Sus molduras, cortinas (…) bien podría estar en París. Ahí lo que sobresale es su historia y ubicación”.
Sin embargo, hay más razones que llevan a un político a elegir un restaurante por un encima de otro. Federico Doring, senador panista, explica algunas: “(A los políticos) les gustan los restaurantes con buena comida y donde puedan ser bien atendidos; buscan un lugar con bluff y donde vaya gente importante para que los vea el círculo rojo”.
El legislador comenta que los políticos prefieren restaurantes como Casa Bell y Au Pied de Cochon, porque ahí van periodistas, y a ellos les interesa que los demás sepan con quién comen, y con quién se codean.
“Si la comida es privada, dice Doring, la negociación se da en la mesa con unos buenos tragos. El hielo se rompe, cotorrean, hacen bromas, pueden decir lo que piensan sin estar en la tribuna y la fiscalización de los medios”.

Con la experiencia de los años, el presidente del PRI, César Camacho, añade otro detalle indispensable: “Si concurro a un restaurante por razones de orden político es necesario tener un ambiente relajado, lo que propicia conversar animadamente, sin el acartonamiento de oficinas o lugares solemnes”.

De acuerdo con el dirigente priista, un clima desenfadado lo proporcionan ciertos restaurantes más pequeños, de comida menos sofisticada, de buena atención y buen ambiente. “Eso predispone al cambio de impresiones y la negociación”.

No obstante, hay quienes prefieren que las comidas sucedan justamente en la privacidad de sus oficinas. Manuel Granados, perredista y presidente de la Asamblea Legislativa capitalina, refiere que en ocasiones debe ser así por cuestiones de agenda, tiempo y el cargo político que se ostenta.

“La idea es poder dialogar sin el ruido constante de otros comensales, para tener una conversación fluida. La mayor parte de los coordinadores parlamentaros preferimos las ensaladas, pescado o pollo, aunque hay quienes llevan una dieta particular”, señala Granados.

ALGUNOS DE LOS PREDILECTOS
Polanco y el Centro Histórico, en la Ciudad de México, son algunas de las zonas a las que acuden los comensales que se desempeñan como legisladores o funcionarios públicos.

El Cardenal, considerado como "el restaurante de los políticos" pues ahí desfila un importante número de funcionarios, nació en 1969 a un costado de Palacio Nacional. Por ahí pasaron expresidentes como Miguel de la Madrid o Carlos Salinas de Gortari.
Actualmente, la sucursal del Hotel Hilton es punto de encuentro de la clase política mexicana. "Aquí se sienten a gusto, no acartonados: se quitan el saco y con su camisa arremangada se comen una entradita sabrosa de escamoles o taquitos de lengua", asegura Marcela Briz, administradora y descendiente de la familia fundadora del lugar.
"Sus platillos favoritos son pecho de ternera y pescado a la talla acompañado de tequila y de nuestra colección de vinos mexicanos. De postre suelen elegir el pan de elote con natas y las aguanieves", abunda Briz.
El restaurante no tiene chef ni salones privados para trabajo, sólo cuenta con un jefe de cocina y algunos biombos que se adaptan a las mesas para ofrecer un poco de intimidad a los políticos que van a negociar.
En ocasiones –dice la encargada de El Cardenal–, los candidatos de diferentes partidos solicitan, después de comer, entrar a la cocina para hacer proselitismo.
“(Los políticos) saludan a los empleados, hacen un poco de propaganda y, al final, piden su voto. Las reacciones de los trabajadores van desde la sorpresa hasta la empatía”, comenta Briz.
También hay funcionarios que piden platillos especiales, recetas que solamente se conocen en algunas regiones del país. “Un político nos pidió sopa de lechuga que era tradicional en su estado. ¡Quedó deliciosa! Se la preparamos aunque no fue incluida en el menú por ser un platillo frío", cuenta la administradora.
La Ópera, un restaurante clásico del centro de la Ciudad de México que nació hace 140 años, es otro lugar de reunión. Se ubica en la calle 5 de Mayo, muy cerca de El Zócalo capitalino.
Los grupos políticos que acuden a comer y negociar piden la mesa en donde, supuestamente, hay un balazo de Pancho Villa, o bien, alguna ubicada al fondo para mayor privacidad, comentan los encargados del lugar.
Por ahí han pasado los expresidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, así como Diego Fernández de Cevallos, Raúl Salinas de Gortari y la exprocuradora General de la República Marisela Morales, quien comió en el lugar días antes de viajar a Italia para desempeñarse como cónsul en Milán.
Durante las negociaciones políticas tienen lugar muchos detalles, cuenta Moisés Escudero, gerente y miembro de la familia dueña del lugar.
"Hay quienes entran serios y salen contentos; otros se van más serios de lo que entraron. A veces están ocho horas. En ocasiones sólo piden una copa, sacan papeles, firman, pagan y se van”, dice Escudero.
Sobre lo que suelen pedir los políticos en La Ópera, el gerente del lugar asegura que entre los platillos que más demandan están los caracoles enchipotlados, el chamorro, los pulpos a la gallega y el plato alemán.
Como capitán del lugar, Miguel Martínez recuerda cuando "El Jefe Diego" ha acudido a comer enchiladas de mole con un toque de chipotle, acompañadas de vino tinto Sangre de Toro y, al final, juega con la botella vacía.
"Hunde el corcho hasta el fondo, cuenta Martínez, agarra una servilleta de tela, la enrolla de la punta, la mete en la botella y, en segundos, lo saca. ¡Algo sorprendente!".
Otros casos, dicen los encargados, son el perredista Jesús Ortega, quien gusta de saludar a todos los comensales, mesa por mesa, antes de sentarse a comer, y el del Gerardo Fernández Noroña, que suele entrar aquí cuando la lluvia cae en el centro de la Ciudad de México.
Algunos otros restaurantes que frecuentan los funcionarios públicos de alto nivel son Morton's, Harry's, Mistral y Morimoto, así como el Club de Industriales y el de Banqueros.

El estilo inglés para las pláticas presidenciales y priistas

Restaurante-Bar Sir Winston Churchill's 



  • Restaurante-Bar Sir Winston Churchill's (winstonchurchills.com)
    Abril 04, 2014
    Por Georgina Hernández @Gynna_H

    A la hora de elegir qué comer y en dónde hacerlo, el presidente Enrique Peña Nieto no lo piensa dos veces: Sir Winston Churchill’s. Un restaurante ubicado en una hermosa mansión estilo Tudor inglés y en donde la palabra elegancia es la que mejor lo define.

    En el libro "Las mujeres de Peña Nieto" de Alberto Tavira se puede leer como el ahora ejecutivo federal le daba pausa a sus compromisos laborales para prolongar la hora de la comida en las mesas de este restaurante donde la especialidad son los roast beef.

    Pero el presidente no sólo elige este espacio para asuntos personales. El ambiente europeo le ha servido para llegar a negociaciones como definir su futuro político, según una columna de EjeCentral, en la que se lee que casi al final del gobierno de Arturo Montiel en el Estado de México, Peña Nieto se juntó con Alfonso Navarrete Prida, quien actualmente es secretario de Trabajo y en ese tiempo era uno de los más nombrados a suceder a Montiel, para hacer un trato que consistía en que si el otro era seleccionado por Montiel como candidato, el perdedor lo apoyaría.

    Años después, vimos que ese pacto tuvo sus frutos con la ratificación de Navarrete Prida como titular de la PGJ del Edomex, más tarde con su nombramiento en la Secretaría de Desarrollo Metropolitano y ahora como secretario de Trabajo a nivel federal.

    Como presidente electo, en este lugar Enrique Peña Nieto también limó asperezas con el PAN y manifestó la “apertura al diálogo” que tendría su gobierno. De acuerdo con diversas publicaciones, en la reunión estuvieron Guadalupe Osuna, exgobernador de Baja California Sur; Rafael Moreno Valle, gobernador de Puebla; Héctor López, exgobernador de Guanajuato y Gustavo Madero, con quien desde ese momento, la administración federal tiene una profunda relación. Como testigos del encuentro, acudieron Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong,

    Pero el ejecutivo federal no es el único que tiene gustos exquisitos a la hora de escoger qué comer. Manlio Fabio Beltrones, coordinador de los diputados del PRI, es otro de los integrantes de este partido que le gusta consentir su paladar y sabe que las negociaciones políticas siempre son mejores con pan. Según El Universal, antes de las elecciones de 2012 se reunió en The Palm con Enrique Peña Nieto para cicatrizar los conflictos y diferencias que había entre ellos. Ambos políticos sabían que si la fractura persistía, les constaría en las boletas electorales.

    Tiempo después, el diputado sonorense también se ha dejado ver en este lugar departiendo jugosos cortes de carne y langostas con integrantes de otros partidos. De acuerdo con Milenio, a finales de enero compartió la mesa con Silvano Aureoles y Luis Alberto Villarreal, coordinadores de los diputados federales del PRD y PAN, respectivamente, para delinear las prioridades de la agenda legislativa previo a arrancar el periodo ordinario de sesiones.

    'La Capital' para las negociaciones panistas

  • The Capital Grille México. Archivo
    The Capital Grille México. Archivo (tripadvisor.com)
    Abril 04, 2014
    Por Georgina Hernández @Gynna_H

    La llegada de The Capital Grille a nuestro país impactó el paladar de varios miembros de la Cámara de Senadores. Sin embargo, de acuerdo con personal del lugar, los legisladores que más acuden a degustar la especialidad de la casa -cortes de carne de res añejada en seco- son los del Partido Acción Nacional.

    Por ejemplo, se dice que aquí Luis Alberto Villarreal y Ricardo Anaya acordaron que la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados se dividiría entre Anaya (septiembre 2013 a febrero 2014) y José González Morfín (marzo a agosto de 2014).

    Por otra parte y de acuerdo con el trascendido de una página de internet, Gustavo Madero, quien hace poco pidió licencia para contender de nueva cuenta por la presidencia del partido, también es un comensal frecuente de este restaurante que le sirvió como escenario para reunirse con Ricardo Anaya, Luis Alberto Villarreal y Juan Molinar Horcasitas luego de que se filtraran las grabaciones que balconeaban los “moches” de los diputados maderistas.

    Estoril es otro restaurante que deleita a los blanquiazules. Gente que trabaja en el lugar comenta que éste es uno de los espacios donde las discusiones de los temas más complejos de la agenda legislativa, se sobrellevan con alguno de los platillos que fusiona las gastronomías oaxaqueña y francesa. De hecho, según una columna del periódico Excélsior, antes de que se diera el fast track en el asunto de los energéticos, varios senadores afines a Ernesto Cordero sostuvieron una velada maratónica con el exsecretario de Hacienda para definir la postura que adoptarían en estas materias.

    Fue el mismo Cordero quien, poco antes de pedir licencia en la Cámara de Senadores, compartió una mesa de este lugar con Max Cortázar, uno de sus operadores más importantes, y con los diputados Elizabeth Yáñez, Eufrosina Cruz, Germán Pacheco, Juan Cáceres y Esther Quintana, quien según una nota de Reforma, le pidió a Cordero que se deslindara del expresidente Felipe Calderón de cara a sus aspiraciones de dirigir el PAN.


La planilla perredista y El Cardenal



  • (Especial)
    (Especial)
    (Especial)
    Abril 04, 2014
    Por Georgina Hernández @Gynna_H

    Cuando hablamos del restaurante El Cardenal y políticos, automáticamente lo relacionamos con personajes relacionados con la izquierda mexicana.

    La sucursal que se ubica frente a la Alameda en el centro de la Ciudad de México se ha convertido en una extensión de las oficinas de Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno del DF, quien decidió que una sopa de fideo seco animaría la plática con Miguel Barbosa y Emilio Gamboa, coordinadores del PRD y PRI en el Senado, respectivamente, y con Ernesto Cordero, senador panista con licencia, para analizar uno de los temas torales de la capital: la reforma política de la Ciudad de México, de acuerdo con una publicación de una página web.

    Pero no sólo Mancera es un aficionado a las creaciones de la Familia Briz, dueños del restaurante. Este lugar ha sido el elegido para hacer anuncios importantes o para negociar lo que considerarán los mejores movimientos de la izquierda para pelear algún puesto. Por ejemplo, Alejandro Encinas consideró que éste era el escenario ideal para anunciar que competiría contra Eruviel Ávila por la gubernatura del Estado de México, de acuerdo con Excélsior.

    Por otra parte, Marcelo Ebrard no esconde su predilección por uno de los restaurantes de cocina francesa más famosos de la ciudad: Les Moustaches. Personal del lugar, asegura que el exmandatario capitalino escoge este espacio para festejar cumpleaños, cenas románticas e incluso hasta ha departido un "foie gras" (paté de hígado) con Antonio Villaraigosa, exalcalde de Los Ángeles California, según un portal de internet.

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