5/26/2014

México: Enfrentar la violencia aquí y ahora


Escrito por Sara Lovera y Gloria Analco   

Pachuca, México, mayo (SEMlac).- La prevalencia de la violencia en México significa que 62 por ciento de las mujeres en pareja han vivido algún evento de este tipo y ocurren al menos 15.000 violaciones sexuales cada año, según datos oficiales.

Quiere decir, también, que el feminicidio, tipificado en todo el país, sigue cobrando más de 2.000 vidas en la República y que el hostigamiento y el acoso sexuales prevalecen en espacios de trabajo y los impensados ámbitos académicos, para temor de miles de mujeres.

La desigualdad tiene muchas caras. Hoy las mujeres ganan un tercio menos que los hombres por igual trabajo y solo 17 de cada 100 indígenas tienen acceso a la salud y la seguridad social; desigualdad que, según los expertos, anida la violencia contra este sector de la población.
Este panorama, expuesto durante el "Foro Hemisférico Belém do Pará: Buenas Prácticas y propuestas a futuro", es semejante en todos los países de la región, con diferencias abismales en algunos casos y coincidencias lamentables en otros.

Situación que habrá de enfrentar aquí y ahora con determinación, recursos y una cruzada cultural que haga posible actuar sobre la cultura patriarcal, expuso Lorena Cruz, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), al intervenir en la cita, celebrada en la capital del estado mexicano de Hidalgo.

A su juicio, todas las instituciones del Estado "tenemos el deber, la obligación de crear ambientes propicios, habilitantes, para que las mujeres y las niñas ejerzan sus derechos humanos".

Una entre más de 10 representantes del gobierno mexicano, responsable de la política de género en el país, coincidió con sus pares en la enorme tarea que emprendió el Estado Mexicano, luego de ratificar la Convención Belém do Pará.
Pero reconoció que, a 20 años del establecimiento de ese primer tratado que identifica la violencia contra las mujeres como un enorme problema público, el balance da oportunidad para profundizar acciones conjuntas, en toda la América y con todos los sectores de la región.

Es urgente, dijo Lorena Cruz, reconocer que la violencia de género es el impedimento más poderoso para que las mujeres ejerzan sus derechos, por lo que es preocupante que amplias capas de la sociedad consientan estos hechos contra mujeres y niñas; que muchísimas personas y jóvenes sigan viendo como algo normal que los varones sometan a las mujeres.

Se trata de un problema que, para la subsecretaria de Derechos Humanos, Lía Limón, se ha enfrentado con un andamiaje legal establecido en el país y donde el Estado es garante de la vida libre de violencia contra las mujeres. Dijo estar segura de que se avanza y destacó que el gobierno no retrocederá.

La directora nacional del Sistema Nacional del Desarrollo de la Familia (DIF), Laura Vargas, trabaja en todo el país para hacer conciencia del valor de las mujeres y de las dificultades para erradicar la violencia familiar.
El patrocinador de la reunión y gobernador del estado de Hidalgo, José Francisco Olvera Ruíz, explicó cómo hizo un convenio con la Comisión Interamericana de Mujeres y se comprometió a erradicar la violencia contra ellas. El trabajo, señaló, será integral porque el asunto central es el acceso a la justicia, la coordinación de acciones, y destacó seis programas que se han puesto en marcha. Al final aseguró que rendirá cuentas.

También se explicó que la tercera línea estratégica del gobierno de Enrique Peña Nieto es dotar a todas las dependencias de una perspectiva de género. El anfitrión llamó a sus similares a cumplir con esta tarea y aplicar los compromisos adquiridos, toda vez que la violencia contra las mujeres conspira contra el desarrollo.
Pero fue Lorena Cruz quien hizo ver que el fenómeno tiene causas estructurales, que perversa o inconscientemente han pretendido naturalizar la violencia contra las mujeres, lo que obliga a actualizar las estadísticas y revisar las leyes que mantienen el hostigamiento laboral y sexual como delito poco grave. Esto, dijo, "no puede continuar".
Consideró urgente diversificar el uso de herramientas tan poderosas como la educación y la comunicación masiva para fortalecer un cambio cultural de fondo, porque la violencia contra las mujeres se recrea y justifica en los aprendizajes, convirtiéndose en un círculo vicioso.
"Es preciso desalentar y condenar con energía todas las expresiones de una cultura arcaica y androcéntrica, que otorga más valor a lo masculino, ensalzando la asimetría de poder como algo pretendidamente natural; que da carácter de verdad revelada a los estereotipos de género, al prejuicio y a la exclusión", indicó.

Y agregó que es necesario poner en marcha un proceso que desacredite, por todas las vías, "cualquier práctica que valide el abuso de poder de unos sobre otras".
En un acto de autocrítica, la Presidenta de Inmujeres señaló que existen herramientas muy poderosas para impulsar políticas públicas de excelencia, "que no hemos desarrollado ni siquiera medianamente".
Entre ellas, una fundamental son las estadísticas con perspectiva de género, resultado de una minuciosa recolección y organización de datos valiosos sobre casos de violencia contra mujeres.
Refirió que, aunque los datos aún no perfilan todo lo que se necesita saber, reflejan rezagos indiscutibles en cuanto a homicidios, violaciones, trata, desapariciones, hostigamiento laboral, sexual… y temor, mucho temor entre mujeres y niñas frente a la alta probabilidad de ser víctimas de violencia en cualquier lugar.
Afirmó que el andamiaje legal, la protección legítima para las víctimas y el castigo ejemplar para sus agresores tienen que llegar a todos los espacios y todas las mujeres.
Señaló que, en la transformación cultural que nuestros países requieren, es determinante el papel de la escuela y de los medios de comunicación masiva, por su carácter eminentemente educador.

Urgente el cambio cultural
En México, 94,7 por ciento de los hogares cuentan con televisión, hombres y mujeres dedican en promedio 10 horas a la semana a la televisión y seis horas a diferentes medios de audio.
La cultura mexicana está permeada por visiones sexistas y discriminatorias que violentan los derechos de las mujeres y las niñas, y se ha construido un modelo de masculinidad que exalta el uso de la violencia y la discriminación.
Los medios de comunicación masiva con frecuencia reproducen esas visiones en perjuicio de las mujeres, "naturalizando" la desigualdad de género.
Los estereotipos de género forman parte del imaginario colectivo simbólico y con frecuencia no se perciben los componentes de discriminación, subordinación y violencia que contienen.
El 22 por ciento de las mujeres de 15 años o más está de acuerdo en que la esposa debe obedecer a su pareja en todo lo que él ordene; 18,1 por ciento cree que es obligación de la mujer tener relaciones sexuales con su esposo o pareja aunque no quiera; 26,6 opina que si hay golpes o maltrato en casa es un asunto de familia y ahí se debe quedar.
La transformación de las prácticas culturales mediante políticas que desalienten el uso de estereotipos de género y fomenten una imagen equilibrada de los diversos estilos de vida de las mujeres y de sus aportes a la sociedad, contribuirá a modificar los patrones establecidos y fomentará el respeto entre mujeres y hombres.
De acuerdo con las informaciones de encuestas, análisis y estudios reconocidos como válidos, los estados de México, Chiapas, Tlaxcala y Puebla ocupan los primeros lugares en cuanto a lenocinio, tratantes de personas y prostitución infantil. Las cifras de estos crímenes crecen exponencialmente.
Se considera que los 10 estados con mayor vulnerabilidad ante la trata de personas son: Chiapas, Michoacán, Zacatecas, Oaxaca, Guanajuato, Querétaro, Puebla, San Luis Potosí, Nayarit y Yucatán.
En tanto, con menor vulnerabilidad ante ese flagelo aparecen el Distrito Federal, Baja California, Baja California Sur, Quintana Roo, Sonora, Nuevo León, el Estado de México, Coahuila, Tamaulipas y Morelos.
El Distrito Federal es la entidad de "más baja vulnerabilidad" ante la trata en todo el país, en parte porque hay mayor grado de cumplimiento y protección de los derechos humanos; no así la ausencia de impunidad, ilegalidad o de un posiblemente alto número de casos de trata de personas.
Se habla de que la trata de personas ocupa el tercer lugar en ganancias de la delincuencia organizada, con 9.500 millones de dólares al año, después del narcotráfico y el tráfico de armas.

Cifras específicas sobre menores
. En 2013 se registraron 182 alertas amber y prealertas; en lo que va de 2014 se han activado en 57 ocasiones.
. Hoy las redes sociales son el mecanismo preferido para reclutar víctimas, engañadas con la ilusión de iniciar una relación amorosa, un trabajo o una carrera de modelo.
. De las 274 víctimas atendidas desde 2012 a la fecha, 87 (31,7 %) tienen menos de 18 años y todas fueron ubicadas en redes sociales.
. Estudios como el de la maestra Elena Azaola hablan de 12.000 niños y niñas involucradas en explotación sexual cada año.
. México ocupa el quinto lugar en América Latina como generador de este tipo de víctimas y el lugar 25 a nivel mundial.

Legislación en la materia
Son 17 las entidades federativas que no cuentan con un protocolo de investigación de niñas y mujeres desaparecidas: Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Coahuila, Colima, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Morelos, Nayarit, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora, Tabasco, Tamaulipas y Zacatecas.
Veintiséis estados cuentan con su ley para combatir la trata. Sin embargo, siete todavía no tienen reglamento: Chiapas, Distrito Federal, Michoacán, Puebla, San Luis Potosí, Tlaxcala y Yucatán.
Son siete las entidades que no tienen su respectiva ley de trata: Aguascalientes, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Guanajuato, Morelos y Zacatecas.
Hoy 31 entidades federativas han tipificado el feminicidio en sus códigos penales y, gracias a la iniciativa de México, este delito ha pasado a formar parte de la preocupación de todos los Estados que integran la ONU.
Sin embargo, México todavía debe de mejorar la pulcritud y el registro de datos básicos para integrar averiguaciones previas sólidas. También debe de resolver las inquietantes variaciones en las penas que las diferentes entidades imponen a los feminicidas y robustecer la impartición de justicia con perspectiva de género.
Se avanza en los presupuestos etiquetados para la igualdad, que son un referente en América Latina y el Caribe, al destinar importantes recursos al combate de la violencia de género, pero hay que mejorarlos para enfrentar todas las caras de la violencia y proteger eficientemente a mujeres y niñas. Cerca de dos millones de dólares en 2014 y de ellos 700.000 dólares serán destinados a la lucha contra la violencia.
En México se cuenta con un programa de carácter integral contra la violencia, que considera líneas y acciones específicas para su prevención, atención, sanción y erradicación, articulando las tareas de diferentes sectores.
Tal vez por eso la presidenta de Inmujeres señaló que un reto es continuar avanzando en la procuración e impartición de justicia con un enfoque intercultural y de género. Del mismo modo, se necesita de más exigencia para lograr el establecimiento de estándares jurídicos que impidan a los agresores de mujeres escapar de la acción de la justicia, aunque falta involucrar a todos los actores. Los tribunales están por firmar un protocolo preparado por la Suprema Corte de Justicia.
Cumplir en tiempo y forma con los Informes de país y los hemisféricos constituye un punto de referencia indispensable para identificar tanto las áreas que se deben trabajar con más ahínco, como para visibilizar el tamaño del problema.

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