6/23/2014

Los periodistas pal cafe . . . .

Llevaban casi medio siglo sin salir masiva y nacionalmente a las calles. El 26 de noviembre de 1964 se inició un movimiento de médicos que terminó en octubre de 1965 con la mano dura de Gustavo Díaz Ordaz aplastando la organización de uniformados de blanco que llevó a cabo cuatro paros de labores en varios hospitales públicos (sin descuidar los casos de urgencia o emergencia que pusieran en riesgo la vida de los pacientes), el último de casi dos meses y medio de duración (del 14 de agosto al 26 de octubre).
El resorte que disparó aquellas acciones de protesta fue la decisión gubernamental de suspender el pago de una compensación que se acostumbraba dar a título de aguinaldo a internos y residentes de instituciones públicas, directriz rechazada especialmente en el Hospital 20 de noviembre de la ciudad de México. La primera respuesta, todavía con el represivo Adolfo López Mateos como presidente, fue la destitución de 206 jóvenes profesionistas (puede leerse a Ricardo Pozas Horcasitas http://bit.ly/1jI2RoK).
Entonces, como ahora, resultaba insólito que miembros de una élite profesional desplegaran mecanismos de protesta social. Cincuenta años atrás, sin embargo, y a pesar de que el cuadro institucional y social estaba a gran distancia de la catástrofe de hoy, los médicos huelguistas empujaron no solamente sus reivindicaciones gremiales, sino que en su pliego petitorio de cinco puntos incluyeron al final el de ‘‘Resolución satisfactoria de los problemas de cada hospital’’.
Ayer, bajo la etiqueta #YoSoyMédico17, miles de galenos protestaron a lo largo del país por el procesamiento judicial en Jalisco de 16 profesionales de la salud acusados de negligencia causante de la muerte de un menor de edad (en La Jornada Jalisco se puede leer sobre el caso http://bit.ly/1m2eQ04). Además de reclamar la libertad de esos encausados, hubo señalamientos en demanda de que cese la ‘‘criminalización’’ del acto médico y denuncias sobre el colapso de los sistemas públicos de salud, federal y estatales, y la consecuente imposibilidad de esos galenos para cumplir adecuadamente con su función y juramento de vida.
Aun cuando es plausible toda movilización en contra de las injusticias que suele producir el aparato judicial mexicano, plagado de corrupción y arbitrariedad, requiere atención y contexto el caso específico del menor de edad Roberto Edivaldo Gallardo Rodríguez, quien ingresó al Centro Médico de Occidente, en Guadalajara, a causa de una crisis asmática y terminó muerto en enero de 2010, con los pulmones perforados. Cierto es, como reza la consigna central de este movimiento, que los médicos no son dioses ni criminales, pero justamente por ello no puede aprobarse una suerte de fuero, al pedir que no se ‘‘criminalice’’ el ejercicio médico, y sí deben seguirse protocolos judiciales en los casos en que haya quienes se consideren víctimas de negligencia, descuido o irresponsabilidad.
Para desgracia de tan respetable gremio y de una infinidad de sabios y humanistas practicantes de la medicina, en el ánimo social existe una documentada insatisfacción en cuanto al servicio que se recibe en instituciones públicas y también en centros privados, donde suele practicarse una despiadada visión de lucro. El sistema nacional de salud pública se ha colapsado, con los recursos públicos convertidos en fuente de gran corrupción, sin los satisfactores adecuados (ni medicamentos ni equipo) y con una diaria producción de enojo creciente de los pacientes, quienes se sienten cosificados, sujetos a consultas con cronómetro y, en casos concretos, con diagnósticos y tratamientos equivocados que pueden llevar a la muerte.
El problema no es sólo del médico, o de la relación médico-paciente. Hay un sistema público en crisis, en enfermedad terminal. Los médicos son obligados a ser más ‘‘productivos’’ y enfrentados a una cuantía de solicitantes de servicio que rebasa la capacidad personal de cualquier profesionista. La enfermedad económica del sistema produce enfermedades individuales, constantes y graves. La lucha de los profesionistas de blanca bata será mayor, y tendrá más relevancia y resonancia, cuando además de las demandas gremiales pugne por resolver otros problemas de fondo de este país.
El sábado anterior hubo otra protesta que no encaja en el catálogo tradicional de las movilizaciones sociales. Una fusión de automovilistas provenientes de diversos segmentos socioeconómicos se inconformó públicamente con la decisión de Miguel Ángel Mancera de extender el programa Hoy no circula a los sábados. Eso lesiona a infinidad de capitalinos que son propietarios de unidades que caen en los supuestos inmovilizadores, pero que requieren de esos vehículos para cumplir con faenas laborales de supervivencia.
Como en el caso del aumento a las tarifas del Metro, el golpe mancerista no ofrece nada práctico ni comprobable a cambio para los afectados. En el caso del Metro, las condiciones de operación han empeorado y en algunas estaciones la saturación constituye un peligro mortal. No hay mucho más que decir respecto de la danza de los millones relacionada con la línea 12, episodio que se encamina a la impunidad de los responsables y a la consolidación del saqueo habido con las finanzas públicas (es decir, los bolsillos de los contribuyentes y usuarios) condenadas a pagar durante años las ‘‘remediaciones’’ necesarias. En el caso del Hoy no circula sabatino, Mancera pretende aparentar acciones anticontaminantes, pero sólo contra el interés de los automovilistas, sin afectar a otros productores mayores de tóxicos, entre otros la plantilla vehicular oficial y el servicio público de transporte, pésimamente prestado y de letalidad comprobada.
Y, mientras Osorio Chong se responsabiliza de la ‘‘reconstrucción’’ del PRI capitalino y de la operación electoral chilanga de 2015, al instalar a su coordinador de asesores como sucesor del impresentable Cuauhtémoc Gutiérrez, cuyos intereses políticos quedan a salvo y representados en la nueva directiva ‘‘de unidad’’, ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Hernández

La reforma financiera aprobada por la mayoría priísta en el Congreso –con el apoyo de la chuchada perredista– contiene diversas medidas para que los bancos recuperen sus créditos, incluso, un cliente mediante una chicanada puede ser encarcelado. La primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) emparejó un poco el terreno: autorizó a los jueces que llevan litigios mercantiles a reducir las tasas de interés que les parezcan abusivas. En mayo pasado la SCJN dictó una sentencia en favor de una persona que firmó dos pagarés por un préstamo de 4 millones de pesos y le querían cobrar 19 millones, casi cinco veces su deuda original, aplicándole intereses leoninos. Los ministros dieron la razón al deudor por considerar que se trataba de un cobro abusivo, y concluyeron –por unanimidad– que en un juicio mercantil el juez tendrá como obligación revisar si los intereses que son tan elevados pudieran considerarse usura y, en ese caso, fijar una nueva tasa de interés. Esta determinación de la SCJN abre la posibilidad de que los deudores de tarjetas de crédito, préstamos de nómina, hipotecas, etcétera, puedan ampararse contra cobros abusivos. En general, suena muy esperanzador. Ahora falta ver cómo una buena decisión de la Corte se abre paso en medio del pantano de corrupción en que están convertidos muchos de los juzgados de la República.
Batas blancas en rebeldía
El movimiento nacional #YoSoyMedico17 es un frente común contra la criminalización de su gremio. Ayer hubo manifestaciones en 25 estados de la República para exigir la excarcelación de 16 médicos de Guadalajara aprehendidos por presunta negligencia, la cual habría ocasionado la muerte de un joven de 15 años que ingresó al Centro Médico Nacional de Occidente del IMSS por una crisis asmática. Además, protestan por las condiciones precarias en las que ejercen su profesión. Rafael Cervantes, miembro del Colegio Médico de México y de la Federación Nacional de Colegios, fue uno de los oradores del mitin en la ciudad de México. Dijo que los doctores están amenazados por Mercedes Juan, titular de la Secretaría de Salud, quien anunció que creará una fiscalía para la vigilancia de la calidad de la atención médica. Nosotros le pedimos que también vigile la carencia de insumos, el desabasto, la falta de mantenimiento y conservación de las unidades, y que valore las condiciones en las que estamos trabajando y las que obligaron a nuestros compañeros de Jalisco a caer en esta situación. El movimiento presentará un pliego petitorio a la PGR para que realice una investigación minuciosa por el caso de los 16 médicos arrestados, a quienes no se les respetó el amparo y los peritos que determinaron su responsabilidad no tienen los conocimientos necesarios para realizar dicho peritaje.
Citibank: vino el jefe en auto blindado
La noticia del fraude sufrido por Banamex en el caso Oceanografía disparó las investigaciones del gobierno de Estados Unidos, de acuerdo con el diario The Wall Sreet Journal. También las de México, pero las de aquí no les preocupan mucho, pues todo se puede arreglar. Citigroup tuvo que entregar un reporte de 10 mil páginas a la Reserva Federal sobre sus operaciones. Micahel Corbat (el presidente ejecutivo) ha dicho que no venderá Banamex, pues es una gran fuente de ingresos.Viajó el 13 de mayo a México para reunirse con el personal de Banamex. Llegó en un auto blindado. Después de la reunión, fueron despedidos 11 ejecutivos de Banamex, y el director general, Javier Arrigunaga, prometió más consecuencias por acciones y omisiones. ¿Se reunió también con Peña Nieto? Citibank deberá librar del año siguiente otro examen riguroso en Estados Unidos –aquí no, ¿para qué? Si no sale bien librado, Corbat ha dicho al consejo de administración que se pondrá su saco y saldrá por la puerta. ¿Y Javier Arrigunaga? Es el contacto con altos funcionarios del gobierno mexicano. Intocable.

En plena fiebre mundialista diversos medios de comunicación de Estados Unidos han vuelto a dar cuenta de la odisea de los migrantes que cruzan el territorio mexicano en su intención de llegar a ese país, entre ellos el New York Times y la cadena de televisión PBS. Esta última dio a conocer una historia cuyo dramatismo es síntoma de la precaria condición que se vive en algunas naciones al sur del río Bravo.
Erwin, de 11 años, quien sobrevivió una aventura que ha costado la vida a miles de adultos, viajó de Honduras a la frontera mexicana con EU, donde intentó cruzar el río en una balsa de hule. Cuando a la mitad del río la balsa se hundió, fue rescatado por la Patrulla Fronteriza. Erwin relató que prefirió enfrentar los peligros del viaje a las amenazas de bandas criminales por su negativa a vender drogas. Al enterarse de la situación, sus padres contrataron un coyote para que lo ayudara a reunirse con ellos en un estado donde trabajan sin documentación migratoria.
Al igual que Erwin, otros menores también huyen de sus países de origen e inician su pesadilla agazapados en la tristemente famosa Bestia, como se conoce el tren de carga que parte de la frontera mexicana en Chiapas. La azarosa travesía concluye cuando los menores son abandonados por los coyotes en la frontera yse aventuran al no menos peligroso intento de cruzar el desierto. La mayoría son capturados por la Patrulla Fronteriza, pero por desgracia algunos de ellos mueren en ese intento. Más de 40 mil niños que no han alcanzado el sueño de reunirse con sus padres permanecen en refugios deficientemente habilitados, donde esperan obtener una visa o son enviados de regreso a sus países de origen. Sus historias se cuentan por cientos y podrían llenar varios tomos sobre los horrores que han vivido.

Ni perdón ni olvido. Simplemente, hartazgo, muina. De esas que mis abuelas reciclables aseguraban que repercutían en la salud del cuerpo (pos onde más). Muina: Expresiva palabrita para llamar al coraje entripado que acarrea una serie de quebrantos como bilis e ictericia y que afecta al hígado y la vesícula. Este coraje provoca también males como el bocio o buche, llamado igualmente calor subido. Otro día, o sobre pedido, pasaré gratuitamente, para estos males, algunas medicaciones que a mí me han servido desde tiempos inmemorables. (Me sé otras, para el susto y el mal de ojo). Bueno, pues éstas eran las razones, subjetivas, que me retiraban de la penosa empresa de continuar con la tomografía del H. tribunal electoral. Pero que de repente surge otra, totalmente objetiva que me entusiasma y recompensa: leo en La Jornada: El Congreso de la Unión derogó (jueves 20), la fracción 31 de la Ley Orgánica de Poder Judicial de la Federación. Estoy tan poco familiarizado con las noticias gratas que, cada cuando allá de vez en vez recibo una, no sé cómo reaccionar. Mi matutino Martini tuvo que duplicarse con el razonamiento de la Cámara de Diputados: Se cometió un error político y de equidad con millones de mexicanos en pobreza y sin la posibilidad de un retiro digno en su vejez. Imaginaba las caras de los ex beneficiarios de esta infamia. Sus últimos y humillantes halagos al Congreso habían sido inútiles. A siete voces declararon: los probos, patriotas legisladores llevaron a cabo la más justa de las reformas, y votaron este multimillonario haber de retiro, que está sustentado en tales y tales normas internacionales. Es evidente que es nuestro derecho, que lo merecemos pero, como la infamia de algunos medios de comunicación (no todos, aclaran) han provocado una injustificada y equívoca reacción en la opinión pública, renunciamos a esa legítima prestación, ¡Ah, pero eso sí! Exigimos que se apruebe para nuestros sucesores. Sí chucha, si la aprueban ahorita, dentro de dos años, los heroicos renunciantes de hoy, tal como lo anotó la columneta en pasada edición, se acogen a ella ¿y? Pues claro que se las hacen efectiva. Por eso, honorable Congreso de la Unión, este gol sí que los redime.

En esta Nueva York, con sus más de 200 idiomas, todos los días es un mundial.
Aunque el futbol no es, aún, un deporte seguido masivamente por los estadunidenses, en lugares como Nueva York el Mundial está en todas partes. Uno sabe cuándo va a jugar México por las camisetas verdes de la selección que aparecen en las calles, en el Metro, por el ambiente en ciertas colonias como East Harlem o Sunset Park. Pero lo mismo sucede con los argentinos, los colombianos, ecuatorianos, uruguayos en Jackson Heights, en Queens, donde de un lado de la calle uno está en pleno Montevideo y del otro en Bogotá, y más adelante en Buenos Aires. Pero también hay bistros en varias partes de la ciudad donde se concentran los franceses, ni hablar de bares, cafés, restaurantes para ingleses, italianos, rusos, japoneses y alemanes para ver los partidos de Brasil.
En una nación que está casi siempre en guerra con otras, que insiste en que es el epicentro y líder del planeta –el país indispensable– y se siente permanentemente amenazado por fuerzas y gobiernos en todas las esquinas del mundo (Irak, Irán, Afganistán, Somalia, China, Rusia, Cuba, Venezuela, Centroamérica y México son sólo algunos recientemente mencionados), un país que detiene a niños y madres inmigrantes y que construye muros en su frontera, a veces no hay respiro, ni hablar de esperanza, de un poco de paz, de solidaridad, un abrazo entre todos. De repente se asoman milagros, ejemplos o experiencias que ofrecen algo muy elemental, la celebración de lo común entre tanta diversidad.

Alegraos, mexicanos solventes, que nadie les puede arrebatar el privilegio que les ha conferido el sempiternamente austero cuan resultón gobierno de la República: la alta burocracia mexicana se convirtió en una de las mejor pagadas de América Latina, con un salario que supera 13 veces el ingreso por habitante y 25 veces la remuneración promedio de los trabajadores del sector formal, en un país donde la mitad de la población vive en pobreza (La Jornada, Roberto González Amador). Lo anterior, por mucho que desde tiempos de Miguel de la Madrid, cuando menos, en el discurso el tema de la austeridad ha sido una de las constantes.
Lo anterior no es información proveniente de engañosos críticos cortoplacistas (Ildefonso Guajardo dixit), sino de una de las más elevadas iglesias neoliberales del planeta, que no es otra que la OCDE, la cual detalla que dichos sueldos superan por más de dos veces el promedio de todos los países pertenecientes a esa organización, de tal forma que los mexicanos no tienen de qué quejarse, porque si bien la economía de plano no sale del hoyo, más de la mitad de la población sobrevive en la pobreza y la miseria, la precarización del empleo crece a paso veloz, la informalidad es como la mancha voraz, la inseguridad es el pan de cada día y la corrupción campea, entre tantas otras gracias, tienen el privilegio de pagar elevadísimos sueldos a la casta divina instalada en el gobierno de la República, que va por el camino correcto.
La información publicada por La Jornada detalla que “el sueldo de los altos funcionarios mexicanos, aquellos que en la jerarquía burocrática están debajo de los secretarios de Estado, ronda los 210 mil dólares anuales, unos 2 millones 800 mil pesos, reveló un estudio de la OCDE y el Banco Interamericano de Desarrollo. El reporte pone de manifiesto el nivel de desigualdad en los pagos del sector público de la región, donde los principales funcionarios reciben un pago muy superior al promedio registrado en las naciones que integran la organización.
El efecto negativo se multiplica cuando a los elevados sueldos de la burocracia dorada se suman los nulos resultados en materia política, económica y social del muy bien aceitado gobierno federal, a menos que los mexicanos no hayan sido enterados de que el trabajo real de dichos funcionarios (incluido el inquilino en turno de Los Pinos) sea lograr una tasa promedio anual de crecimiento económico que a duras penas ronda el 2 por ciento, 61 millones de pobres, y contando, desplome del poder adquisitivo de la población, inseguridad galopante, corrupción por doquier y demás gracias. Entonces, si ese es el punto nadie puede reclamarles, porque lo han logrado a la perfección.
Como se cita líneas arriba, Miguel de la Madrid prometió una profunda renovación moral con el fin de volver a la sobriedad y austeridad propias del régimen republicano y a supeditar todo interés personal o de grupo a los intereses de la Nación. El esfuerzo de austeridad será permanente. Más práctico, Carlos Salinas de Gortari ni siquiera se tomó la molestia de utilizar la citada palabra en alguno de sus Informes de gobierno, mientras Ernesto Zedillo apenas hizo tres referencias al tema en sus seis informes.

Bullying: vocablo de lengua inglesa hoy lamentablemente célebre que alude a todo acto de agresión, ofensa, humillación, abuso o intimidación del fuerte (usualmente en pandilla) contra el débil. Sin ser un fenómeno nuevo, ahora, con el agringamiento de México y la degradación económica, política, ética e institucional que nos invade, tal fenómeno está alcanzando rango de epidemia social y patológica moda importada.
En su naturaleza, el neoliberalismo económico que nos han impuesto es ni más ni menos un bullying a escala social. Su brutalidad, ausencia de escrúpulos, esencia depredadora, competitividad enfermiza y apego a las leyes de la jungla, nos están desdibujando como especie superior y colectividad civilizada.
Millones de infantes y adolescentes (y adultos por supuesto) son hoy en día y en números crecientes víctimas en nuestro país de ese bullying económico-social que el cártel neoliberal ejerce contra una población débil, vulnerable e inerte. De tal agravio da cuenta este Reporte con base (resumen textual) en el relevante informe Pobreza y derechos sociales de niñas, niños y adolescentes en México, 2008-2010 recién publicado por UNICEF y Coneval.
Resumen ejecutivo.
El propósito central de este documento es proveer información oportuna y confiable sobre la situación de niñas, niños y adolescentes en México que se encuentran en situación de pobreza y, derivado de ello, enfrentan el incumplimiento de algunos de sus derechos.
Principales hallazgos
* La pobreza infantil presenta características particulares ya que tiene una mayor probabilidad de volverse permanente: sus posibilidades de reversión son más limitadas y las potencialidades para su reproducción en el futuro son mayores. La pobreza en la infancia y la adolescencia genera daños, a veces irreversibles, lo que da un sentido de prioridad a su atención.

Comparto unas opiniones de lectores que antepusieron la reflexión al miedo y a las indignaciones piadosas sobre la columna Envejecer sin cuentos (La Jornada, 26/5/14), habida cuenta que el envejecimiento de las personas rebasa la imperante aversión al deterioro e involucra familias y economía, pública y privada, por no mencionar creencias, comportamientos e ideologías.

“Cada vez que visito a lo que queda de mi madre –escribe Alicia N– no puedo evitar pensar que no quiero pagar ese precio por prolongar mi tiempo, que no es vivir, y estar atada a un reposet sin ver, apenas oyendo y cada día más enojada. No sé cuál es la solución, eso de tomar 20 pastillas diarias para curar todos los males sólo da como resultado más años y menos dignidad. Es muy probable que mi admirado Sandor Marai haya tenido razón.”

“Mi mamá, con 85 –dice Arturo G–, a pesar de su lamentable estado físico yo creo que no tiene la más mínima intención de morirse, al contrario, el problema es que todavía cree que las cosas pueden ser reversibles y reclama médicos que la curen (como si el deterioro se curara), residencias donde la traten mejor (donde está la tratan muy bien), un departamento como el que tenía (cosa imposible de sostener), y como eso no sucede entonces vive enojada contra el universo entero, empezando por sus tres hijos que se han pasado la vida dándole lo mejor. El asunto es que mi madre siempre fue más apasionada que razonadora, lo que le impide poner los pies en la tierra y aceptar su triste e irremediable realidad.”


Miles de médicos y trabajadores del sector salud salieron ayer a las calles de diversas ciudades del país para manifestarse en solidaridad con 16 colegas suyos del IMSS, adscritos al Hospital de Pediatría del Centro Médico de Occidente, en Jalisco, quienes se encuentran sometidos a un proceso por negligencia tras la muerte de un menor que se encontraba en ese nosocomio.

Acerca de Villa y el cambio de poder
Como se sabe, el conocimiento y la interpretación de la historia forman parte de la lucha ideológica y política vigente. La historia no es un pasado muerto, es la viva memoria de un pueblo. Es de quien la trabaje y la haga suya para la lucha actual y futura.

La Fundación Nacional Cu­bano Americana (FNCA) vuelve a las andadas. En realidad nunca se ha apartado de la industria de la contrarrevolución. Si hay dinero para financiar actividades subversivas contra Cuba, Jorge Mas Santos se anota. En la coyuntura no se trata de planes de magnicidio, sabotajes o acciones terroristas en la isla, como las que la FNCA protagonizó en el pasado. Su accionar ahora es menos letal: capacitar y formar jóvenes cubanos como líderes opositores mediante las técnicas de la llamada guerra suave.

Superstición es depositar nuestra fe en algo que no lo merece, en fantasmas o ilusiones. En ella se hunde la vida política contemporánea.

Desde 1934, todos los presidentes mexicanos han culminado los sexenios para los cuales fueron elegidos. Esta excepcional estabilidad política destaca en una región latinoamericana marcada por constantes golpes de Estado, guerras civiles, intervenciones extranjeras y levantamientos armados a lo largo del siglo XX. El origen de esta hazaña se encuentra en el sexenio del general Lázaro Cárdenas del Río, quien, entre 1934 y 1940, logró consolidar el moderno Estado mexicano después de casi dos décadas de desorden y conflicto posrevolucionario. La obsesión ideológica de Enrique Peña Nieto con el desmantelamiento de los cimientos de la gran obra cardenista podría tener consecuencias insospechadas.

El diario El País, el más importante de España, con edición especial para América Latina, organiza encuentros de empresarios y funcionarios de varios países latinoamericanos. Recuerdo el celebrado en Brasil, luego otro hace tres meses aprovechando la visita a Madrid del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien le abrió las puertas al gran capital español para que, entre otras cosas, construya carreteras y obras públicas diversas. Recientemente repitieron la fórmula aprovechando la visita del presidente Peña Nieto. Ahora le tocó a Puerto Rico. En todos esos encuentros participan los dirigentes de las empresas españolas más importantes y con intereses en el nuevo mundo.  Por supuesto, el diario, ahora convertido en férreo defensor de la monarquía, publicita en sus páginas las intervenciones de los funcionarios y los hombres del dinero. Ofrece además a los lectores un suplemento especial sobre las posibilidades de inversión del país en turno.

La cuestión de lo microeconómico se discute sólo de manera marginal en México. Se hace como si se tratara de un efecto derivado del desempeño macroeconómico, ya sea aquel referido a la estabilidad financiera como una condición general de eficiencia, o bien, en el momento actual, como un subproducto de las reformas llamadas estructurales. Pero eso no es suficiente. Ni la macroeconomía es el resultado directo de la suma del comportamiento de las unidades productivas y de los hogares y por sí misma no provoca el mejoramiento de la productividad.

Hermann Bellinghausen: El secuestro de la democracia
Ante la pamba legislativa que viene recibiendo la soberanía del pueblo (de los pueblos) de México en una esfera donde los políticos no se diferencian entre sí y los partidos sólo se reparten cotos y atribuciones, uno se pregunta por la representatividad. ¿Acaso las élites política y empresarial nos representan? Atribuyéndose que sí, ellas nos están atracando y dan las últimas estocadas, las que pegan en la raíz. Diputados, senadores y gobierno ejecutivo nos rifan en la subasta global, allanan los estorbos legales y ofertan como ganga los recursos que haya. Ninguna consideración agraria, cultural, jurídica, arqueológica, ambiental, de derecho ancestral, de conquistas legítimas o de proyecto civilizatorio estará por encima de la opción de extraer el subsuelo, aplanar el suelo y quitarle color al cielo bajo la figura de Expropiación.

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