La
actuación del Ejército en labores de vigilancia que corresponden a la
policía civil volvió a ser motivo de polémica en México. El caso
“Tlatlaya”, como se le conoce, ha causado descontento entre elementos de
las Fuerzas Armadas.
En el municipio de Tlatlaya, ubicado en el sureste del Estado de México, ocurrió un hecho en junio pasado que ha causado descontento entre las Fuerzas Armadas, tal y como lo demuestra un comentario realizado en redes sociales apoyado por soldados y sus familiares, que condenan el arresto y consignación de ocho militares por su presunta participación en el asesinato de 22 personas sospechosas de crimen organizado.
El comentario ha sido visto por decenas de miles de personas y lo han reproducido decenas de usuarios. Los militares dicen que la detención es injusta. Este hecho regresó las discusiones sobre si el Ejército debe realizar labores de vigilancia en las calles de poblados y ciudades.
Hace diez años, en el sexenio del expresidente Vicente Fox, ocurrió el primer operativo masivo en zonas urbanas, llamado “México, Seguro”, que se extendió prácticamente a todo el territorio nacional en la lucha contra los grupos de narcotraficantes.
Los legisladores mexicanos han manifestado estar muy conscientes de los riesgos que se corren al tener al Ejército en las calles enfrentando a criminales que se han asentado en todo tipo de poblaciones causando severas afectaciones a la vida de sus habitantes. Dicen que se debe poner límites constitucionales.
La polémica por la participación del Ejército en labores de vigilancia continuará por mucho tiempo más, ya que los especialistas dicen que si los soldados se retiran de las calles la población quedaría desprotegida y todo esto porque los policías municipales no han cumplido con su labor constitucional.
Arturo Calvillo, Ciudad de México.
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