1/04/2015

Propuesta contra la violencia

Sara Sefchovich
Mi proposición es hereje porque no creo que las soluciones sean de arriba para abajo, sino al contrario, de abajo para arriba
Como lo ofrecí la semana pasada en este espacio de EL UNIVERSAL, dedicaré los primeros artículos del año que comienza a hacer una propuesta contra la violencia en México.
Debo decir que esta propuesta está en un libro mío que acaba de ver la luz y que presenté hace unas semanas en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, acompañada por la gran Elena Poniatowska. El libro se llama ¡Atrévete! Propuesta hereje contra la violencia en México, y está publicado por la editorial Aguilar.
Al elegir el término hereje, lo hice porque se trata de una propuesta que no sigue lo que se acostumbra decir para enfrentar la violencia en que vivimos. Hasta ahora, siempre escuchamos que se le echa la responsabilidad al Estado, sea para que intervengan el Ejército, las policías o las autoridades de cualquier tipo y nivel, o para que, con una visión más a largo plazo, se ocupe de mejorar la educación, empleo, salud, vivienda y servicios para los mexicanos.
Por supuesto, ambas cosas son necesarias, pero la primera ha sido totalmente ineficaz y sólo ha servido para aumentar la violencia y hacer evidente la enorme y profunda corrupción en que vivimos y la segunda, incluso si se empezara a hacer algo hoy mismo (lo que no está sucediendo), sus resultados se empezarían a ver dentro de por lo menos dos generaciones. Y no estamos para esperar.
Por eso mi propuesta se sale por completo de esa manera de ver las cosas. Primero, porque no creo en que las soluciones sean de arriba para abajo sino al contrario, de abajo para arriba. Y segundo, derivado de lo anterior, porque traslada la responsabilidad de la resolución de la violencia y la delincuencia a las familias, con énfasis en la madre como su eje organizador y aglutinador.
Y es que, como escribió alguien sobre mi libro: “Cambiar debe empezar en casa. Hay que acabar con la complicidad de la familia. En la sociedad mexicana hay una relación muy significativa de afecto, de apoyo en la familia. Y la tienen hasta los delincuentes. Lo que debemos es aprender de los padres y madres de las víctimas a crear conciencia en la sociedad. Sara Sefchovich le escribió un libro a las madres mexicanas, específicamente a las madres de los delincuentes. Las provoca, les pide que se atrevan a muchas cosas, incluso a dejar de ser esas mujeres sobreprotectoras de sus hijos”.
Y en efecto, es a ellas a quienes apelo, para que la crueldad y la violencia disminuyan. Porque ellas son cómplices, en la medida en que aceptan los beneficios que significa que sus hijos sean delincuentes y en la medida en que hacen como que no ven ni preguntan de dónde salieron esos beneficios.
Ahora bien: ¿por qué habrían de hacerlo? ¿Por qué habrían de negarse a recibir dinero, regalos, casas?
La respuesta es ésta: por el temor a perder a sus hijos, que los maten, secuestren, torturen, desaparezcan. Sus hijos están expuestos lo mismo que las víctimas, y en ese paralelismo entre el sufrimiento de las madres de ambos, víctimas y victimarios, se abre la brecha para conminarlas a actuar.
Parece una locura, sí. Pero locura pareció también cuando las primeras madres y parientes de las víctimas salieron al mundo a mostrar su dolor. En Argentina, Sudáfrica, Centroamérica, México, eso despertó la conciencia nacional. Y hoy vemos que los padres de Ayotzinapa levantaron a todo el país.
Desde teóricos como Weber y Parsons hasta activistas como Gandhi y Mandela, han mostrado que la acción individual, aunque parezca una gota de agua echada al mar, de hecho afecta al orden social. No es el concepto de algunas religiones de cada quien para su santo, para su propia vida y tranquilidad, sino que es el concepto según el cual lo que cada uno hace se agrega a lo que hacen los otros hasta formar un colectivo y así se puede reconstruir el orden social a partir del sujeto-actor.
Esa es nuestra gran esperanza. Es más, hoy por hoy, es la única.

Escritora e investigadora en la UNAM. sarasef@prodigy.net.mx 
www.sarasefchovich.com

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