Mujeres
periodistas del estado de Puebla se ven obligadas a trabajar en más de
dos empleos y aceptar bajos salarios, porque las empresas de la entidad
no les garantizan condiciones laborales dignas.
Recientemente Cimacnoticias informó que Arlette de la Torre Togán,
reportera de la revista Líder de Puebla, habría sido despedida por
presentar un embarazo de alto riesgo.
La reportera declaró que pese a permanecer un año en la revista nunca
tuvo seguridad social, percibía un sueldo de 6 mil pesos mensuales por
jornadas laborales de hasta 10 horas y –ante la falta de personal–
cubría de seis a siete fuentes informativas.
Arlette de la Torre reveló que al mismo tiempo trabajaba en otro medio
de comunicación porque el sueldo en ambos es insuficiente para cubrir
los gastos de una renta y los 800 pesos al mes que paga por las vacunas
de su hija de siete años de edad, quien padece distintas alergias.
Además, como una actividad extra a sus labores como reportera, vendía
publicidad para la revista a cambio de un porcentaje mínimo de las
ganancias, lo que le generaba tiempo y dinero que invertía (aunque no
consiguiera la venta) y que no se le reembolsaba.
A raíz de su denuncia, De la Torre Togán tuvo conocimiento (sin
precisar la información) de dos casos más de mujeres embarazadas que
fueron despedidas o presionadas laboralmente por sus jefes en medios de
comunicación de la entidad poblana en 2014.
La periodista también observó que en el estado existe un sinfín de
irregularidades en el cumplimiento de condiciones dignas de empleo para
las periodistas.
Al respecto, ni instituciones oficiales u organizaciones civiles han
aportado datos precisos sobre las condiciones laborales de las
comunicadoras en Puebla.
Sólo se sabe que 130 mil trabajadoras poblanas (sin detallar cargo o
medio) se desempeñan en la rama de comunicaciones y transportes, según
informó recientemente la Secretaría de Trabajo y Previsión Social
(STyPS).
Los datos de la dependencia revelan que en términos generales, el 60
por ciento de las trabajadoras del estado no reciben una remuneración
por su trabajo y menos del 2 por ciento de ellas se desempeñan como
empleadoras, además de que ninguna es directora de un medio de
comunicación.
De acuerdo con Arlette de la Torre, quien ha recorrido en más de una
ocasión el vía crucis de pedir trabajo en medios de comunicación, los
sueldos de las reporteras poblanas oscilan entre los 5 mil y 6 mil
pesos al mes con sólo algunas de las prestaciones que marca la Ley
Federal del Trabajo (como seguridad social, vacaciones y aguinaldo).
Además, las trabajadoras de los medios no tienen un horario laboral
fijo, ya que sus jornadas rebasan hasta las 10 horas y algunos eventos
que deben cubrir son en la noche aunque hayan iniciado su jornada
desde la mañana.
De acuerdo con la reportera, la mayoría de las informadoras en Puebla
no están afiliadas a un sindicato que defienda sus derechos ni tienen
oportunidad de promoverlo por la presión laboral en sus espacios de
trabajo.
La comunicadora detalló que en el caso de las periodistas que son
madres la situación es peor, ya que las jornadas laborales no les
permiten realizar actividades familiares (recoger a sus hijas o hijos
en la escuela o asistir a reuniones escolares), además de que carecen
de guarderías.
Por esta razón, De la Torre Togán, quien dará a luz dentro de dos
meses, está considerando limitar su carga laboral a sólo entregar
reportajes especiales cada 15 días o emplearse como “freelance”
(colaboradora) en otros medios mientras cuida al recién nacido.
POR SI FUERA POCO… VIOLENCIA
Además de las malas condiciones laborales que pudieran enfrentar las
reporteras, ellas sobreviven en medio un contexto de violencia por su
labor informativa.
De acuerdo con el Informe “Impunidad. Violencia contra las mujeres
periodistas: análisis legal”, de Comunicación e Información de la Mujer
(CIMAC), Puebla ocupó el tercer lugar en la lista de entidades
federativas con mayor número de actos violentos contra mujeres
periodistas en 2013.
El hostigamiento y las amenazas por parte de funcionarios, escoltas y
medios de comunicación resultaron ser los tipos de agresión más
frecuente contra ellas.
Y según el estudio de 2008 “Condiciones laborales de las y los
periodistas en México, un acercamiento”, también de CIMAC, más de 15
mil mujeres ejercen el periodismo en México, y el 32 por ciento de
ellas colaboraba sin prestaciones, salario fijo y protección por parte
de la empresa.
Imagen retomada del sitio adpc.cat
Por: Angélica Jocelyn Soto Espinosa
Cimacnoticias | México, DF.-
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