6/15/2015

Los periodistas pal café. . . .




Margarita Zavala Gómez del Campo sólo gozó durante tres minutos de individualidad política. Apenas había puesto en YouTube un video, de mala concepción y peor factura, para informar que pretende buscar la Presidencia de la República en 2018, cuando ya estaba el esposo incómodo reiterando el sello conyugal: “Gran noticia! @Mzavalagc anuncia que buscará la Presidencia de la República!”, tuiteó Felipe Calderón 180 segundos después que su esposa, y luego fungió como amenazante vocero azul (tal es el color del ave que identifica a Twitter): “En cuanto al PAN, @Mzavalagc señala que las cosas son tan graves que se requiere una dirigencia de consenso. De otra forma nos dividiremos”.
El segundo tuit felipista muestra de manera cruda el verdadero propósito de la cojeante precandidatura matrimonial. Presionar para conseguir porciones del botín de blanco y azul que le ha sido escamoteado de manera creciente a los calderonistas. Dirigencia de consenso es mucho menos que un eufemismo para referirse a un chantaje interno contra los posesivos maderistas, a los cuales se advierte que si no aprenden a respetar se toparán con divisiones cantadas. Cobro de piso partidista.
Por cierto, ya hubo antes una pareja presidencial, de funestos resultados para el país, con Marta Sahagún y Vicente Fox como socios. Y ya hubo una mujer que fue candidata presidencial panista, Josefina Vázquez Mota, a la que usó, maltrató y negoció políticamente el mismo Calderón. Pero ni siquiera hay una viabilidad plena de la dupla Zavala-Calderón (familias políticas acostumbradas a llegar a cargos de elección popular por la vía de la representación proporcional) para hacerse de la postulación panista para 2018, sino todo lo contrario.
El control estructural del PAN lo ha tenido Gustavo Madero, quien ejercerá la coordinación de los diputados federales de blanco y azul en la próxima cámara y tratará de que el queretano Ricardo Anaya quede como dirigente del comité nacional panista, con la intención de que el chihuahuense Madero acabe siendo el candidato presidencial en 2018. Otro precandidato presidencial muy adelantado es el gobernador poblano Rafael Moreno Valle, quien ha financiado campañas electorales de miembros del que ahora es su partido, el PAN (antes, RMV fue priísta, cercano a Elba Esther Gordillo), pero también ha repartido dinero y favores en arreglos con el PRD chuchista y otros partidos menores.
Las autopostulaciones de Zavala Gómez del Campo (recordada en estos días en relación con la guardería ABC y los concesionarios y directivos absolutamente impunes) y de Andrés Manuel López Obrador a nombre de Morena, forman parte de una fiebre sucesoria adelantada que se vigoriza una semana después de los comicios intermedios más violentos y sucios de la historia electoral mexicana (que nunca ha rechinado de limpia), con resultados favorables al bipartidismo, el peñismo y el pactismo, sin avances más que de espejismo en cuanto a opciones contrarias al régimen y con la novedad de los independientes como opción que podrá florecer genuinamente o ser manipulada en 2018 por los poderes hoy dominantes.
Otro precandidato listo para sacrificarse si el pueblo así se lo pide es el abogado Miguel Ángel Mancera, a quien el bejaranismo culpa de las derrotas que el PRD sufrió en el Distrito Federal. El secretario general de Gobierno capitalino, Héctor Serrano, se convirtió en el virtual mandamás en cuanto a la selección de candidatos a diputaciones y jefaturas delegacionales, pero los resultados fueron muy malos, para el sol azteca en general y para la corriente específica de MAM (aunque éste formalmente sigue sin afiliarse al partido de negro y amarillo), Vanguardia Progresista.
En el PRI, el precandidato presidencial de Los Pinos parece ser otro Miguel Ángel, éste apellidado Osorio Chong. Tan abierta es la pretensión del hidalguense y tanto el poder que le ha delegado Enrique Peña Nieto, que a nadie sorprendería si fuese otra maniobra clásica del priísmo que deja correr a un presunto puntero para mantener bajo protección, a la sombra, a la carta realmente deseada por el designador en turno. De los gobernadores, el chiapaneco Manuel Velasco Coello (milagroso multiplicador de votos para el PRI-Verde, auténtico representante moderno de las peores prácticas del mapacheril pasado tricolor) es tolerado en su búsqueda de reproducir el esquema televisivo-farandulero-político antes utilizado en el estado de México. Y, totalmente ajeno al círculo de afectos peñistas, el histórico Manlio Fabio Beltrones espera que Los Pinos defina su futuro inmediato, que él quisiera estuviese en la principal oficina del PRI nacional.
El eje Nuevo León-Jalisco también debe ser tomado en cuenta. Jaime Rodríguez Calderón, conocido como El Bronco, y Enrique Alfaro Ramírez concentran un alto potencial de votantes que desafía las estrategias tradicionales sustentadas en factores centralizados en la capital del país políticamente conurbada (el DF y el estado de México). Ambos fueron priístas y consiguieron triunfos electorales impactantes. Hoy dominan la política de dos estados muy importantes, uno como gobernador electo y otro como una especie de gobernador paralelo, pues no sólo ganó la presidencia municipal de Guadalajara, sino la de los principales municipios del estado y tantas diputaciones locales y federales que el poder real del priísta Aristóteles Sandoval se ha disminuido simbólica y territorialmente. Uno de ellos, o alguien fuertemente apoyado por ellos, podría ser un candidato presidencial independiente (aunque Alfaro y su corriente han participado a nombre de Movimiento Ciudadano).
Y, mientras los datos oficiales para la repartición de diputaciones federales por la vía plurinominal permite avizorar que al PAN le corresponderán 53, al PRI 47, al sol azteca 28 y a Morena 21, ¡hasta mañana, con los priístas José Ignacio Peralta y Juan Manuel Carreras recibiendo las constancias de mayoría en Colima y San Luis Potosí, aunque sujetos esos desenlaces a resoluciones posteriores sobre eventuales impugnaciones panistas!, Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx




Foto
A pesar de la diferencia en el tipo de cambio (un dólar=15 pesos con 70 centavos), un voto en México es más caro que en Estados Unidos. Y lo peor: aquí lo pagan los contribuyentes, mientras que allá las elecciones las organizan los ciudadanos coordinados por funcionarios municipales. No existe un Instituto Nacional Electoral gringo (el nuestro nos está costando 18 mil 572 millones de pesos este año); tampoco institutos locales (consumen 13 mil 452 millones), y menos un fangoso tribunal federal electoral (3 mil 62 millones), porque los litigios los resuelven los jueces). En las pasadas elecciones cada voto nos costó más de mil pesos (una quincena de salario mínimo), incluyendo los blancos. Sería un exceso sugerir que todos son votos sucios, comprados, manipulados, mal contados, contaminados del turbio verdoso del PVEM, pero es preciso poner un dique al despilfarro, comenzando por el dinero suministrado a los partidos políticos. ¿Qué las elecciones no iban a ser organizadas por los ciudadanos? Terminaron en manos de una burocracia corrupta: ya ven el resultado. Las casillas y los votos excedieron 100 por ciento. ¡Patético!
Salario máximo, no mínimo
A 500 kilómetros al norte de San Quintín, Baja California, en donde los jornaleros fueron reprimidos por exigir una paga de 200 pesos diarios, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, promulgó un decreto por el que subirá gradualmente el salario mínimo hasta llegar a 15 dólares para el año 2020. El equivalente en pesos, tomando como base una cotización de 15.70 pesos por dólar, sería de 235.50. Multiplíquelo por ocho horas de trabajo y tenemos un salario diario de mil 884 pesos. Los mínimos mexicanos, son, respectivamente para la zona A, de 70.10 pesos, y para la B, de 68.28. Si los aumentos siguen la tendencia de los tiempos recientes (dos pesos por año), en 2020 habrán aumentado 10 pesos como promedio. El alcalde Garcetti aseguró que los incrementos permitirán a las familias de los trabajadores salir de la pobreza. Es falsa la teoría de que subir los salarios genera inflación. La ley contempla que el salario mínimo, que ahora es de nueve dólares, aumente a 10.50 dólares por hora en julio de 2016; en 2017, a 12; en 2019, a 13.25, y en 2019, a 14.25.
Twitter en busca de director
Uno de los accionistas más importantes de Twitter, el príncipe Al-Waleed Bin Talal, aseguró que no es partidario de que Jack Dorsey se convierta en el director ejecutivo de la compañía de manera permanente. Dorsey, uno de los fundadores de la red social, asumió el cargo el viernes de manera interina, tras la renuncia de Dick Costolo, quien tenía el puesto desde 2010. El multimillonario saudita dijo al diario británico Financial Times que Twitter necesita un liderazgo nuevo con amplia experiencia en marketing y que tenga como prioridad el aumento de usuarios en la plataforma. Al-Waleed Bin Talal también es accionista de 21th Century Fox.
Les cayó la sal
La Empresa Exportadora de Sal (Essa), ubicada en la costa de Guerrero Negro, en Baja California Sur, atraviesa por una crisis económica provocada por un supuesto desfalco de 5 mil millones de pesos por parte de sus directivos, de acuerdo con fuentes bien informadas. El gobierno federal es propietario de 51 por ciento de Essa, y el resto pertenece a la empresa japonesa Mitsubishi Company. La séptima exportadora mundial de sal registra desfalcos cada año que no corresponden con los 8 millones de toneladas que produce la empresa. El director de Essa es Jorge Guillermo Esquivel, quien fue contralor del proyecto de la Estela de Luz, que triplicó su costo original. Los trabajadores acusan a Esquivel de malos manejos. Una parte de las ganancias de Essa están destinadas al mejoramiento del alumbrado, recolección de basura, seguridad, mantenimiento de escuelas y otros servicios del ayuntamiento, un dinero que está en riesgo de perderse de quebrar la empresa, además de las pérdidas de empleos. Los precios de venta que establecen los accionistas y el gobierno federal para la sal que se exporta es de entre 10 y 15 dólares por tonelada métrica, cantidad insuficiente para cubrir los costos de producción de 15.25 dólares por tonelada métrica. Este precio castigado beneficia a Mitsubishi Company, que tiene desde 1977 y hasta 2055 un contrato como distribuidor exclusivo del producto, por lo que vende la sal al precio que desea a países como Canadá, Taiwán, Japón y Estados Unidos. El precio promedio mundial de la tonelada métrica de sal es de 50 dólares, pero en China puede alcanzar 100.



Dicen que decía don Fernando Gutiérrez Barrios cuando le planteaban el alto costo que implicaba la solución de un grave problema político: Todo problema político que se arregla con dinero sale muy barato. Si el adagio o, más bien dicho, el apotegma sigue vigente, los cuantiosos recursos invertidos en las elecciones del día 7, cuentan con la bendición del más allá.
De nueva cuenta, las campañas anulistas no lograron, pese a sus desesperados esfuerzos, superar los porcentajes alcanzados por convocatoria semejante en pasados procesos electorales: porcentaje de votos nulos en 2009, 5.4%; 2011, 4.96, y en 2015, 4.88%.
¿Por qué estos resultados? Personalmente pienso que los indignados lo están a tal grado que no se conformaron con la opción de un simple recordatorio familiar, la erección y muestra del dedo mayor o una simple pintada de violín. El llamado anulatorio les pareció demasiado tibio y, o esparcieron sus votos por diversos rumbos políticos, o prefirieron sumarse al partido mayoritario: el de 53 por ciento de ciudadanos no votantes.
El porcentaje anulista de esta elección representó casi 2 millones de votos, más que suficientes para conseguir el registro de un partido nuevecito, ganoso, entrón, diferente, con una amplia base de ciudadanos interesados en todo cuanto ataña a la res publica, y dirigentes sociales y promotores con cualidades de liderazgo pero, sobre todo, rabones, es decir, sin cola que les pisen. Sin embargo, no es lo mismo echar sermones, dictar decálogos o escribir poemas, que hacer trabajo político diario, arduo y riesgoso.



Cierto que no es novedad, pero –más allá de corruptelas, excesos y errores– como paraestatal o empresa productiva del Estado Petróleos Mexicanos (Pemex) ha sido permanentemente saqueada por el fisco hasta llevarla a la inanición financiera (y de cereza, recorte presupuestal), de tal suerte que son prácticamente nulas sus posibilidades para competir en igualdad de circunstancias con los jugadores privados.
Aún no arranca plenamente la participación del capital privado en la otrora industria petrolera nacional, cuando ya Pemex registra severos problemas financieros para mantenerse activa en el tablero de productores, dificultades que parecen ser agudizadas a propósito por quien tiene la responsabilidad legal de cuidar sus haberes y procurar su incremento (léase el gobierno federal).
Desde ya, la directiva de Pemex reconoce que sus posibilidades para competir con las empresas extranjeras que participarán en la explotación del petróleo son prácticamente nulas, debido a que, en lugar de disminuir su carga fiscal, como prometió el gobierno federal durante la negociación de la reforma energética, ésta se ha incrementado y la deja sin recursos para invertir. Como muestra inmediata, de enero a marzo de 2015 pagó 89 por ciento de su remanente operativo en impuestos, derechos y aprovechamientos, el porcentaje más alto en los pasados 15 años. En 2014 fue de 78.7 por ciento.
En cambio, reconoce Pemex en su informe más reciente a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, las petroleras extranjeras tendrán un régimen (fiscal) preferencial, ya que además de una menor carga tributaria podrán deducir la totalidad de sus costos, gastos de operación e inversiones en el cálculo de impuestos y derechos. Por el contrario, Petróleos Mexicanos aún no puede deducir la totalidad de sus costos y gastos de operación en el cálculo de impuestos y derechos, y, consecuencia de ello, el pago de éstos ha sido mayor al rendimiento de operación (La Jornada, Andrea Becerril).
La mesa está servida para el capital privado, pero en esto de la modernización del sector energético Pemex estorba a los privatizadores, por lo que es política pública del gobierno peñanietista ahorcar financieramente a la ahora denominada empresa productiva del Estado para sacarla de la jugada con el pretexto de que, ¡lástima!, no pudo competir en un mercado abierto y equitativo. La ex paraestatal, pues, morirá de infarto financiero,
El saqueo de las finanzas de la ex paraestatal se da a la par de su vertiginoso endeudamiento. En los dos primeros años de gobierno peñanietista, Pemex reportó rendimiento (lo que serían utilidades en una empresa privada) antes de impuestos y derechos por más de un billón 200 mil millones, pero llegó Hacienda y se embolsó el monto total y además exigió cerca de 450 mil millones adicionales.
Así, de ganancias bastante gruesas, la petrolera nacional pasó a horripilantes pérdidas por alrededor de la última cantidad citada, agujero que debió cubrir con deuda. Y para fortalecer sus finanzas, nada más arrancar 2015 el ministro del (d) año les recortó el presupuesto (52 mil millones de pesos), especialmente en el área de inversión, siempre con la idea de participar en un mercado petrolero en el que compita equitativamente.
Por el lado del endeudamiento, tan sólo en lo que va del gobierno peñanietista –es decir, en los tiempos reformistas y modernizadores– la ex paraestatal incrementó sus adeudos (sin considerar pasivos laborales, que duplican el monto de los pasivos) en 42 por ciento, al pasar, en números cerrados, de casi 60 mil millones de dólares en diciembre de 2012 a 85 mil millones en marzo de 2015. Así, la deuda de Pemex supera al débito del gobierno federal (85 mil contra 79 millones de dólares, respectivamente, al cierre del primer trimestre del presente año). De hecho, tan sólo en el primer trimestre de 2015, para el servicio de su deuda, Pemex destinó más de 70 mil millones de pesos, y sigue endeudándose.
De hecho, la ex paraestatal advierte que el nivel de su endeudamiento podría incrementarse en el corto o mediano plazos, lo que podría tener un efecto adverso en la situación financiera y resultados de operación. Para cumplir con las obligaciones de pago de su deuda, Pemex ha recurrido y podría seguir recurriendo a una combinación de flujos de efectivo provenientes de operaciones, disposiciones bajo las líneas de crédito disponibles y endeudamiento adicional. Debido a su fuerte carga fiscal, Pemex ha recurrido a los financiamientos para llevar a cabo sus proyectos de inversión. Una reducción en la calificación de Pemex podría tener consecuencias adversas en su capacidad para tener acceso a los mercados financieros y/o en el costo del financiamiento. En caso de no poder obtener financiamiento en condiciones favorables, esto podría limitar la capacidad de (la empresa) para obtener mayor financiamiento y limitar la inversión en proyectos productivos financiados a través de deuda. Como resultado, Pemex podría no estar en condiciones de hacer las inversiones necesarias para mantener los niveles actuales de producción, así como para mantener e incrementar las reservas probadas de hidrocarburos, lo que podría afectar adversamente su situación financiera y los resultados de operación.



Según datos de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), al cierre de abril de este año el total de recursos registrados en el sistema pensionario fue de 3 billones 508 mil millones de pesos; de éstos 2.461 billones eran recursos administrados por las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores); 887 mil millones fondos para la vivienda (registrados por las Afores pero administrados por el Infonavit y el Fovissste); 142 mil millones fondos para el bono de pensión del ISSSTE; y 19 mil millones eran cuentas con Prestadoras de servicios administradas por el Banco de México (Gráfico 1).
Afores
Las 11 Afores que subsisten a la fecha administran los 2.461 billones mencionados, de los cuales el 70% se concentra en las cuatro mayores: XXI Banorte 25.2%, Banamex-Citi 16.7, SURA (empresa colombiana que adquirió los activos de ING) 14.9, y Profuturo GNP 12.6% (Gráfico 2). El número de cuentas administradas por las Afores asciende a 53.3 millones.
Por entidades, no obstante, la Consar sólo identifica 47.5 millones de cuentas de trabajadores registrados en las Afores en el primer trimestre del año; de éstas, 45.8 millones corresponden al IMSS y 1.7 millones al ISSSTE (Gráfico 3).
Por el IMSS, el número mayor de trabajadores registrados en las Afores se concentra en el Distrito Federal 14.8%, Estado de México 8.2, Jalisco 7.2, Nuevo León 6.3 y Veracruz 5.1. Por el ISSSTE, los trabajadores del Estado registrados en Afore se concentran en el Distrito Federal 43.9% y en Aguascalientes 16.7.




Las manifestaciones de pacifistas efectuadas ayer en Tokio son un episodio más en el conflicto desatado desde hace años en Japón por los programas militaristas del primer ministro Shintzo Abe, quien no sólo ha incrementado en forma estratosférica el presupuesto de defensa, sino pretende legalizar la realización de operaciones bélicas ofensivas fuera del territorio de su país. Hace unas semanas, en la prefectura de Okinawa, miles salieron a las calles para expresar su rechazo a la instalación de nuevas bases militares estadunidenses allí.

Calidad mundial de la CFE
El 10 de junio recibí un comunicado de la Comisión Federal de Electricidad donde me emplazan a pagar la cantidad de $1,095.00, sin informar a qué periodo de servicio corresponde. Debo reconocer que yo tenía un adeudo de $7,998.00, que mediante convenio con la CFE cubrí en 10 mensualidades a partir de abril de 2012 hasta enenero de 2013; desde entonces he pagado puntualmente mi consumo de luz. No obstante, he sido requerido por el mismo adeudo en no menos de cuatro ocasiones, la penúltima fue el 24 de septiembre de 2014, con el turno número 88; en cada uno de los citatorios he comprobado documentalmente que no tengo ningún adeudo. Ahora, por quinta ocasión, debo acudir a esa empresa a perder mínimo una hora y media para corregir sus errores de registro, o bien, atenerme a la amenaza de que me corten el servicio injustificadamente. Me pregunto: ¿a ellos quién los sanciona? Deberían hacer un descuento de 25 por ciento por cada error atribuible y comprobado a cargo de la empresa.

Por lo visto, la élite política de Estados Unidos no quiere darse cuenta del paulatino desgaste de su sistema democrático. Hay varios ejemplos de la forma en que se ha deteriorado y de la brecha que se abre entre quienes, por conveniencia o ceguera, continúan poniéndola como ejemplo a seguir y quienes tienen serias dudas sobre su viabilidad para resolver las diferencias cada vez más profundas en el país.

El lunes pasado nos referimos aquí a la enor­me riqueza natural que posee el estado de Oaxaca, el de mayor biodiversidad en el país y con el número más elevado de comunidades indígenas. Esa riqueza se manifiesta especialmente en el sector forestal y con dos joyas invaluables: sus bosques de niebla, de los pocos que todavía quedan en el país, y Los Chimalapas. Ambas, asediadas por los intereses político-económicos. Con el agravante de que la defensa que la comunidad chima hace de su patrimonio natural está marcada por conflictos que han dejado varias víctimas. En buena parte por la complicidad de algunas autoridades de Chiapas con ganaderos y talamontes que invaden el principal pulmón verde de Oaxaca.
El 21 de mayo de 2012 comenté en La Jornada sobre la energía mundial en su aspecto transformable, y un señor llamado René se permitió hacer un comentario bastante descomedido, pues le molestó el que políticos y periodistas no aplicaban lo aprendido de memoria (sic) y como yo sí tengo la suficiente memoria para recordar al maestro Enrique Navarro, quien se distinguía por su singular acento y por ser refugiado ex parlamentario, y expulsado por el fascismo de Franco en 1946.
 
Muchas novedades pueden encontrarse en las recientes elecciones de medio sexenio, pero seguramente ninguna como el espectacular ascenso de Morena, el partido que fundó Andrés Manuel López Obrador después de sufrir al menos tres escandalosos ataques bajo la forma de fraudes electorales que, a lo que parece, permanecerán para siempre ocultos y disimulados bajo el velo de cinismo que caracteriza a ciertos políticos mexicanos que la historia no olvidará.

Concluyó la votación electoral hace poco más de una semana; participé, puse mi grano de arena, a sabiendas de que enfrente hay una mafia que se reparte cargos y posiciones, que distribuye espacios, lo mismo curules de diputados que delegaciones; accedí a poner mi nombre en las boletas electorales, lo que constituyó un honor que se me confirió por el partido que me postuló. Me decidí a jugar a sabiendas de que lo hacía contra competidores tramposos, prestos a la manipulación y a la compra del voto, aprovechados de las necesidades de unos y la falta de información de otros. Así participé, sospechando de las autoridades, de la conformación partidista de los organismos electorales, desde el INE a la mesa de votación, pasando por el tribunal electoral. Todos están bajo sospecha, todos señalados por los conocedores y por la opinión pública como parciales o interesados, pero, a pesar de todo, no podemos dejar de tomar la palabra e invitar a la gente a votar.

El Banco Mundial publicó hace unos días un informe sobre la economía global en transición. Huelga decir que la economía siempre está en transición por distintos y variados motivos. Pero el caso es que en ese constante paso de un modo al otro, los países que en una época solían llamarse subdesarrollados y que ahora de manera políticamente más correcta se conocen como emergentes, no logran fraguar un proceso de desarrollo sostenible.

Hace muchos años vi a Ramón Vera a lo lejos. Aunque eran los de mi infancia, yo estaba por esos rumbos de casualidad y, al mirarlo como en un celaje, me pareció que el azar me hacía uno de sus hermosos regalos. Caminaba por la ribera de lo que había sido el delta de la Laguna del Meco, en Villahermosa. Aunque pasaron muchos años desde la última vez, nos sonreímos como si nos hubiéramos visto el día anterior. Había llegado la víspera aprovechando unas horas sueltas para abrazar a los míos y él regresaba de la Moskitia, en la frontera entre Honduras y Nicaragua, donde había pasado meses y meses moviendo el mundo para que los hombres y mujeres miskitos pudieran mantener la vida de sus comunidades. Había enfrentado a las armas de ejércitos mercenarios con la inteligencia y la palabra. Nos guarecimos del calor y hablamos y hablamos por horas. Afuera llovió, la tierra se secó, volvimos a escuchar el aguacero como sólo en las tierras del trópico se oye y las palabras nos seguían envolviendo. No recuerdo si fueron horas o días, hablamos como si nuestras voces fueran el torrente de un río, las veredas de una historia repetida en algún lugar del mundo una y mil veces. Esas palabras dichas, como siempre en nuestra conversación, nos reconfortaron y pudimos despedirnos y seguir nuestros caminos, como siempre, hermanados. En veredas.

No debemos llamarnos a sorpresa, viene ya cantado desde comicios anteriores, sólo que ahora más en el descaro: salvo excepciones, estamos ante la política canalla. Habrá quien diga que qué novedad, si desde cuándo. Pero lo que enfrentamos ahora los ciudadanos sometidos a la democracia institucional es de otra naturaleza. El sufragio promovido por la farándula en reglamentario fuera de lugar (telenovelera, futbolera o de barra matutina) a la sombra de la promesa de clases de inglés por arte de magia y del reparto de baratijas, moviliza un creciente electorado bubble gum que mal haríamos en desdeñar. Después de que la democracia madura de Italia se permitió un Berlusconi, nada así es de risa.

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