*Explicaciones, le harán falta al actual presidente
*Política antidrogas, en cuestión por su ineficacia
*La presunta huida del presunto capo se volvió viral
C. Presidente, Enrique Peña Nieto. Presente. Le escribo estas reflexiones de botepronto.
Como cualquier ciudadano que tiene dudas ante un hecho de esta
magnitud. La diferencia es la ventaja de hacerlo públicamente,
ejerciendo el derecho a la libertad de expresión, que tantos hombres y
mujeres le han arrebatado al sistema tras intensas batallas. Una lucha
de México y del mundo.
Son, entonces, algunas interrogantes. Presidente Peña: sé que no habrá respuestas. Tampoco las espero. Sólo quiero provocar su inteligencia, para que cuanto antes entregue una explicación convincente de lo ocurrido este día 11 de julio del 2015, con ese asunto de otra presunta “fuga” de Joaquín El Chapo Guzmán Loera. Porque algo no anda bien; pues más parece una ofensa a la inteligencia popular, corolario de mentiras, como una verdad a ciegas.
Respuestas simples a preguntas elementales, es lo que está haciendo
falta, y esperamos que las dé, simplemente por su responsabilidad como
máximo servidor público, empleado, de los mexicanos:
1.-
¿Cómo es posible que un preso se fugue “dos veces” de sendos penales
federales de “máxima seguridad”, la primera de Puente Grande, Jalisco,
el 19 de enero de 2001 metido en un “carrito de ropa sucia”; la
segunda, la reciente del Altiplano 1, en Almoloya de Juárez, Estado de
México, según informó la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) de la
Secretaría de Gobernación?
2.- Luego de ser recapturado el 22
de febrero de 2014, y ser visto por última vez el sábado a las 20:52
horas, en el “área de la regadera dentro de la estancia 20 del pasillo
2, donde habitualmente, además del aseo personal, lavan sus enseres”…
¿cómo es que se fugó, y en un lapso de tiempo tan corto? ¿Tal es su
poder de convencimiento, compra de voluntades y de protección? ¿Los 30
custodios, detenidos ya serán meros chivos expiatorios?
3.- ¿Cómo salió por un túnel de más de un kilómetro y medio de
longitud, que llegó hasta esa área de “la regadera”, sin que nadie se
haya percatado de su construcción, ni porque hayan movido toneladas de
tierra en la cercanía de dicho Cefereso (Centro de Readaptación
Social)? ¿O era el drenaje?
4.- ¿La alerta se dio después de tres horas, tiempo suficiente para permitir la fuga del capo?
5.- ¿Se trata realmente de dicho capo, Guzmán Loera? ¿O fue un doble,
estilo Televisa, presumiblemente un actor que se prestó para
convertirse por su parecido en el narcotraficante más buscado y
peligroso según la DEA (desde 2001) y las autoridades mexicanas? Mucho
se habló de que el personaje aprehendido no era él. ¿O sí? ¡El enemigo
público número uno de México, presuntamente, durante muchos años!
6.- ¿Es quien se dice, y que por segunda ocasión se fuga? ¿O se trata de un sabadazo,
como muchos otros acontecimientos importantes que suceden en días como
éste para volverlo un tema desapercibido para la población?
7.- ¿Acaso el Chapo
sigue siendo el líder narcotraficante del cartel de Sinaloa, o del
Pacífico, el más fiel servidor, quien mejor se presta para el negociazo del tráfico, cultivo, procesamiento y trasiego de las drogas en el país?
8.- Durante décadas se ha dicho que el capo solo es un empleado. ¿De
quién o quiénes? ¿Y que eso explica el por qué durante los sexenios de
Vicente Fox, de Felipe Calderón y lo que va del actual (si acaso domina
la tesis de que el último detenido hoy fugado no es el real), no se le
haya molestado y siga el negocio de millones de dólares en pie?
¿Qué clase de política antidrogas se aplica en México que deja escapar
a sus capos? En duda por su ineficacia. ¿Qué ocurre con el sistema
penitenciario? ¿Qué con el tipo de cárceles de “alta seguridad”? ¿Por
qué no salen los pobres; dirán ellos “los jodidos”? ¿Qué pasa con el
sistema judicial en general en el país, y con el saldo de las reformas?
Los ciudadanos esperamos respuestas creíbles. No la indiferencia y
menos un ¿“y yo por qué”, como Vicente Fox?
Seguro Sr. Peña
que no regresa de París, en donde andas por estos días, para atender la
emergencia. Sr. Presidente, ¿está Ud. haciendo algo por atender la
impunidad y la corrupción; de verdad que sus propuestas servirán para
esto? ¿Actuará poniendo el ejemplo? ¿Qué ocurrió con su casa de las
Lomas? ¿En dónde quedó la explicación, o no la tiene? Fíjese que los sabadazos
a que nos tiene acostumbrado el sistema político priista y
presidencialista es para ocultar algo. Le reitero, ¿qué está detrás de
todo esto?
Le recuerdo la publicación reciente de la
“donación” de fondos, desde que Ud. era gobernador del Estado de México
y siendo ya Presidente, a una empresa y a una fundación, ni siquiera
por los 7 millones de dólares el monto que supuestamente le costó la
famosa “casa blanca”, sino por ¡¡¡mil 700 millones de pesos, que
equivalen a más de 107 millones de dólares!!! Dizque para el
mejoramiento de los niveles educativos de los niños mexiquenses.
(Fuente: www.nexos.com.mx/?p=25525) ¿Es verdad? Porque no hay rendimiento de cuentas por eso, ¿o sí?
¿Es verdad que camina por las vías legislativas la próxima
privatización del sector salud, del IMSS y el ISSSTE; o sea, que su
gobierno está a punto de desbaratar la seguridad social de los
trabajadores que costó luchas, sangre y batallas en México durante
decadas? ¿Hay otro asunto entre manos? ¿Se ha puesto a pensar, siquiera
un instante, que las privatizaciones no funcionan para resolver los
problemas de los habitantes, en ninguna de sus promesas? Y solo para
volver más ricos a los ricos y para dejarse exprimir por el sistema
financiero internacional que encabeza Wall Street en Estados Unidos de
América.
Sr. Enrique Peña Nieto, los mexicanos esperamos
respuestas. No promesas. E indagatorias creíbles, no inventos
fantásticos como el caso de la desaparición de los 43 alumnos de
Ayotzinapa. El pueblo espera responsabilidad de su gobierno. No sea que
salga, otra vez como Fox cuando les dijo a los padres de los alumnos de
la Escuela Rural Raúl Isidro Burgos, que “no pueden vivir eternamente
con ese problema en su cabeza, la vida sigue adelante, que bueno que
quieren tanto a sus hijos, que bueno que los extrañen y los lloren
tanto, pero ya tiene que aceptar la realidad y el país tiene que seguir
caminando y ellos también con el resto de su familia”…
No se
concibe mayor cinismo e intentona impune dicho por un vocero del poder.
¡Un expresidente! Sr. Peña, otra vez quedará en cuestión la efectividad
de su actuar, porque el tema es tan creíble como falaz. Le reitero, se
trata de una primera reacción sobre este tema. El asunto es complejo.
Falta hacer el balance del poder de los carteles en el país, y de sus
nexos con el poder federal, estatal, municipal, etcétera.
No
afrontar las secuelas de este asunto, que le pega a la seguridad
nacional traerá graves consecuencias. Por lo pronto ya en las redes
sociales el asunto de la “presunta” fuga del “presunto” Chapo se volvió viral. Las preguntas están en la mesa. ¿Y las respuestas? Las queremos todos por el bien del país.
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