12/12/2016

Los periodistas pal café. . . .



El golpe sobre la mesa muestra a un poder civil doblegado. Ayer, los conductores de los trabajos en el Senado de la República (el máximo jefe, el priísta Emilio Gamboa, y el presidente de la Junta de Coordinación Política, el panista Fernando Herrera) y los tres principales partidos en constante coalición (PRI, PAN y PRD) se allanaron a las exigencias planteadas de manera insólita, días atrás, por el general Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa Nacional, y anunciaron que con prontitud convocarán a un periodo extraordinario de sesiones, tal vez en enero, apenas pasen las fiestas de temporada.
La premura legislativa busca dotar al Ejército y a la Marina de protección legal para continuar, incluso intensificar, las acciones armadas contra el crimen organizado, pero además contra todo aquello que provoque alteraciones a la seguridad interior. La mayor parte de lo hecho por esas corporaciones, a lo largo del decenio de horror inaugurado por Felipe Calderón Hinojosa en Apatzingán, Michoacán, ha carecido de legalidad, como lo ha confirmado el propio general Cienfuegos al abogar por un nuevo marco jurídico. Basta leer el discurso del titular de la Sedena para encontrar suficientes confesiones de parte respecto a la ilegalidad en que se han movido las fuerzas armadas mexicanas, impelidas por los ocupantes de Los Pinos, el citado Calderón y, en los cuatro años recientes, por Enrique Peña Nieto, continuador, con su propio estilo y preferencias, del menú de sangre y fuego heredado por el panista.
Pero, ¿por qué esta urgencia de los mandos militares (el general Cienfuegos y el secretario de Marina, almirante Vidal Francisco Soberón Sanz) por regularizar lo que ha sido tan aceptadamente irregular durante 10 años? ¿Por qué acerar la mano gubernamental ahora, cuando se ha entrado al tramo final del sexenio y podría suponerse que ya no hay verdadera necesidad de cambiar los términos de las operaciones militares? ¿Por qué se dio esta sincronizada operación política de chantaje (Semar y Sedena declaran; Los Pinos coincide; el Senado acelera el proceso legislativo) para blindar las futuras operaciones militares? ¿Qué tareas especiales habrán de realizar los militares de 2017 en adelante?
Un intento de respuesta podría considerar que las maniobras militares recientes, y las que se esperan, son el reconocimiento de la profunda crisis nacional. El país se encamina hacia peores formas de ingobernabilidad y hacia mayores turbulencias sociales y económicas. El poder civil está deslegitimado: las entidades federativas son un botín de los gobernadores y sus camarillas; el crimen organizado multiplica secuestros, extorsiones y asesinatos (ayer hubo protesta en Villahermosa, ante la indolencia del gobernador tabasqueño Arturo Núñez); el gobierno federal está hundido en la frivolidad (con la canciller haciendo guacamole, por ejemplo), en la corrupción y la fragilidad económica (Carstens pegando la nada graciosa huida) y en la parálisis frente a la sostenida amenaza desestabilizadora de Trump (Videgaray zopiloteando para ver cómo aprovechar la coyuntura para él y su grupo).
A ese cuadro crítico debe agregarse que Peña Nieto está frente a un proceso de sucesión presidencial no solamente adelantado, sino descontrolado, con evidencias claras de que el PRI y los intereses de la camarilla mexiquense pueden estar en grave riesgo. La preocupación central de las cúpulas políticas, económicas y militares está en el posicionamiento de Andrés Manuel López Obrador como único candidato realmente antisistema y probable beneficiario del muy previsible voto de castigo en 2018. También angustia a esas élites la probabilidad de que no prenda la precandidatura inflada de la opción B, Margarita Zavala, esposa de Calderón (quien abiertamente se sigue mostrando como promotor y guía de su cónyuge). A pesar de actos masivos como el de este fin de semana, en el que estrenaron el equívoco lema de #somosMaZ (al que en redes sociales se trocó en #somosMazDeLoMismo, #SomosMazCalderón y otras variantes), Zavala sigue mostrando un discurso lleno de lugares comunes, y las entrevistas con la prensa suelen mostrarla muy vulnerable ante preguntas sobre relección conyugal, la guerra contra el narcotráfico, el caso de la guardería ABC y otros puntos que le son insalvables.
Hay otro aspecto procesal que ha inquietado a los altos mandos militares. El nuevo sistema de juicios orales permite que la defensa de los acusados exija que toda actuación de una autoridad deba estar sustentada, incluso mediante la comparecencia personal de los involucrados. Es decir, soldados y marinos tendrían que acudir ante los tribunales para fundamentar y detallar las acciones que hubieran realizado, lo cual parece muy peligroso para los jefes de esas corporaciones.
Lo que viene se inició en su cocción política el mero día de la sepultada Revolución Mexicana. Este 20 de noviembre la nota política importante fue emitida no por el ocupante de Los Pinos, Enrique Peña Nieto, sino por el secretario de Marina, el almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, quien ganó varias portadas de diarios de circulación nacional con un discurso que tuvo mayor relevancia que el pronunciado casi de manera burocrática por el citado Peña Nieto (el Astillero del 21 llevaba como encabezados: El discurso del almirante; Legalizar acciones militares; Congreso, listo para aprobar: https://goo.gl/BltUoH). Luego vino la inusual conferencia de prensa del general Cienfuegos, cuyos alcances y motivaciones aún son motivo de polémica, algunos suponiendo que fue una jugada política concertada con Los Pinos, y otros considerando que fue un peligroso desbordamiento del poder militar ante la debilidad e impericia del poder civil. Hasta llegar a la coincidencia de EPN con el general Cienfuegos y el anuncio, ayer, de un raudo procesamiento legislativo de las exigencias militares. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx



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¿Qué es lo peor que podría suceder a México y a los mexicanos en 2017? Hay algo en lo que hasta los optimistas irredentos estamos de acuerdo: el panorama no se ve color de rosa (pinta como Cuevas, decía un dicharajo de los años 60, en referencia a José Luis). Bloomberg sacó su bola de cristal y en un lúcido ensayo proyectó el futuro del mundo, incluyendo a México. ¿Irá a ser tan perverso Trump que cumplirá sus amenazas? ¿Se devaluará más el peso? ¿Huirán los capitales? ¿A quién de los aspirantes a ocupar la Presidencia favorecería una eventual crisis política, económica y financiera? Enseguida, los pronósticos bloombergianos:
Trumpicidio
1. Donald Trump retira a Estados Unidos del TLCAN, aumenta los aranceles a las exportaciones mexicanas y grava severamente las remesas de los trabajadores de Estados Unidos para pagar la infame frontera.
La recesión
2. México se sumerge en una profunda recesión y pierde su apreciada calificación de inversión.
Deportaciones y narco
3. Las deportaciones masivas desde Estados Unidos obligan a los desesperados desempleados a acercarse al narcotráfico.
Presidente populista
4. A medida que la hostilidad hacia los gringos alcanza su punto álgido, un populista de la izquierda –ÁndrésManuel López Obrador– surge como precursor de la Presidencia en 2018 con una plataforma que incluye la revisión de los contratos de exploración petrolera previamente adjudicados a empresas privadas. La nacionalización se asoma.
Más devaluación
5. El peso continúa en su espiral descendente, impulsando la inflación y elevando los costos de los préstamos. Liderados por una caída del valor de los bonos de Pemex, los inversionistas venden los bonos de las grandes corporaciones, trayendo de vuelta los temores de una ola de restructuraciones de deuda.
Habría que agregar otros dos elementos –no son de Bloomberg, sino del autor de esta sección– a las coordenadas del pesimismo:
Tasas de interésy deudas familiares
6) Que la tasa de interés siga subiendo, lo cual parece inevitable, porque Estados Unidos lo hará en fecha próxima. Los clientes dejarían de pagar sus deudas a los bancos y éstos enfrentarían una situación muy delicada.
Tensión con las fuerzas armadas
7) En torno al problema de la seguridad habría mayor tensión entre las autoridades civiles y las fuerzas armadas, lo cual podría despeñar al país a circunstancias inimaginables.
Por supuesto, no tienen que cumplirse cada uno de estos pronósticos, pero están muy interconectados. Uno puede desatar a los demás –gravar las remesas de nuestros paisanos, por ejemplo.
No todo es gris
Entre las buenas noticias –¡gulp!– destaca el empeño de Humberto Moreira por regresar a la política. Yo he sido acusado de todo y exonerado de todo, dice el pobresor, acusado de lavado de dinero y vínculos con Los Zetas. Buscará un escaño en la Cámara coahuilense de Diputados, lo cual le permitirá gozar de fuero.
Chapultepec y Pemex
Diecinueve mil metros cuadrados de la Tercera Sección del Bosque de Chapultepec están en proceso de ser rescatados, y la Secretaría de Medio Ambiente del Gobierno del Distrito Federal anuncia que tomará medidas más estrictas con la empresa o grupo interesado en privatizar esa sección del bosque. La propuesta deberá ser aprobada por un jurado y contar con la opinión favorable del Consejo Rector Ciudadano del Bosque de Chapultepec. ¿Quiénes integran ese consejo? Supuestamente son personas muy preocupadas por el bosque. Sin embargo, no han sido capaces de detener esta nueva mutilación. Algunos tienen negocios o son empleados del gobierno. Chapultepec está en peligro de correr la misma suerte que Pemex.



Al inminente final del año de gracia de 2016, consideré oportuno echar-me una rápida zambullida a las profundidades del baúl mundo. Las siguientes notas fueron tomadas al azar, sin tener en cuenta tema ni antigüedad.
En mis tiempos, como forma de expresar que una persona había sido víctima de un engaño realmente inexplicable se solía decir: Lo engañaron como a un chino. Nunca entendí la razón de tal expresión, pues la realidad era lo opuesto. Me acuerdo de una leyenda que aseguraba que los chinos avecindados en México no sólo eran de edad provecta, sino que aún se les consideraba inmortales. En Baja California, Sinaloa o Torreón, lugares en los que la población china era considerable, nadie recuerda haber asistido a un velorio. La explicación que se daba en todos los corrillos era que los que fallecían eran inhumados privadamente y su documentación enviada a los familiares de quien había decidido habitar en el celeste y celestial imperio. De inmediato se escogía (no sé si por elección democrática, herencia, antigüedad, insaculación o por medio de los palitos chinos, quién supliría al finado. Éste viajaba a México, mostraba sus documentos y nunca se dio el caso de que un agente de migración descubriera que Li Kequiang era en realidad King Zheng Zhang. A esto agréguese el hecho por todos conocido, del dominio indiscutible, que los orientales tienen en las artes de la prestidigitación, el ilusionismo, el escapismo y la magia (seguramente todos los octagenarios nacionales recuerdan a Fu Manchú, creado por Sax Rohmer en 1913) el malvado villano chino que pretendía destruir a Occidente, pues odiaba enfermizamente a los blancos y todo lo que éstos representaban (como quien dice una versión bizarra de don Donald Trump). Afortunadamente, el detective inglés Denis Rohmer lo derrotaba indefectiblemente en las matinés de cada domingo.



Con los dedos cruzados y las veladoras encendidas, el gobierno mexicano aceptó participar en la estrategia de los países productores de petróleo para reducir la producción internacional de crudo, con el fin de aumentar el precio de venta, en una ecuación aparentemente simple (menos barriles = mayor ingreso), aunque más que complicada en el plano político.
Después de varios intentos fallidos, el pasado 30 de noviembre las naciones integrantes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidieron reducir su producción diaria de crudo en un millón 200 mil barriles, a partir del primer día de 2017. El acuerdo incluyó invitar a los países petroleros que no forman parte de ese organismo, con el fin de que recortaran alrededor de 600 mil barriles adicionales por día, consenso que se alcanzó diez días después de la fecha citada y en el que mucho tuvo que ver el equipo negociador ruso (que aceptó recortar 300 mil barriles por día).
El objetivo de los miembros de la OPEP y el de los que no pertenecen al cártel es el mismo: mediante prorrateo, reducir la oferta de oro negro para que su alicaído precio comience a repuntar, aunque difícilmente alcanzaría el registrado hace tres o cuatro años atrás, es decir, por arriba de los 100 dólares por barril. De lograrse esa meta, las finanzas públicas de muchas naciones productoras –como la nuestra– recibirían una buena dosis de oxígeno.
El problema (como suele pasar en estos acuerdos) es que más tardan en consensuarlos y firmarlos que en quebrantarlos, porque siempre aparece un país que tarde que temprano comienza a producir más de lo acordado, y los demás simplemente reaccionan como fichas de dominó. Pero la situación de los países petroleros es tan delicada, que deberán actuar como bloque y respetar dichos acuerdos si es que en realidad desean obtener buenos resultados.
Para el caso de México –que no forma parte de la OPEP– el acuerdo alcanzado lo compromete a reducir su producción diaria en 100 mil barriles, algo que por lo demás deberá cumplir sin mayores complicaciones, porque aquella registra una baja continua desde, cuando menos, el comienzo del gobierno peñanietista. Entre el primero de diciembre de 2012 y el cierre de octubre pasado dicha producción ha declinado en 20 por ciento (algo así como 400 mil barriles diarios menos, de acuerdo con las cifras de Pemex).
La Jornada lo informó así: “la OPEP y 11 países no miembros –incluidos México y Rusia– acordaron el sábado pasado, en una reunión en Viena, recortar su producción de crudo en un total de 558 mil barriles por día. Se trata del primer acuerdo global desde 2001 para disminuir el bombeo de crudo en conjunto. La cifra quedó por debajo del objetivo inicial de 600 mil barriles, pero aun así es la mayor contribución que han hecho hasta ahora. Este recorte es adicional al millón 200 mil barriles anunciado por la OPEP el pasado 30 de noviembre y fue concretado después de casi un año de discusiones dentro de la organización.
“La rebaja acordada recientemente por la OPEP representa una reducción de 4.45 por ciento y busca bajar a 32.5 millones de barriles diarios la oferta conjunta, a fin de estabilizar el mercado petrolero global. A ello se añaden ahora los recortes de México –que hace un esfuerzo particular, puesto que su producción ya está en declive–, Rusia, Kazajstán, Malasia, Omán, Azerbaiyán, Bahrein, Guinea Ecuatorial, Sudán del Sur, Sudán y Brunei. Los países miembros de la OPEP son Argelia, Angola, Ecuador, Gabón, Irán, Irak, Kuwait, Libia, Nigeria, Qatar, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Venezuela. Ahora, la atención del mercado de centrará en el cumplimiento del trato. El acuerdo, que entrará en vigor en enero de 2017, tendrá una duración de seis meses, con posibilidad de renovarlo por seis meses más”.
Y tras el consenso alcanzado en materia de producción, comenzaron las apuestas: el ministro venezolano de Energía y Petróleo, Eulogio Del Pino, aseveró que la cesta petrolera venezolana pudiera rondar entre los 50 y 60 dólares el barril, esto tras los acuerdos alcanzados en la reunión de Viena, Austria. Con este recorte vamos a lograr restablecer el equilibrio de los inventarios en unos seis o nueve meses, y esto va a permitir para la cesta venezolana que el barril de nuestro petróleo repunte. Desde Venezuela se ha planteado la necesidad de una cumbre en el primer trimestre del año; si es posible en febrero.
He allí los acuerdos que pretenden poner fin a dos años de precios petroleros en el subsuelo. Sin duda alguna los países productores se tardaron una eternidad ya no en llegar a acuerdos, sino siquiera en sentarse a la mesa a revisar las posibilidades y actuar en consecuencia. Pero como bien advierte el editorial de La Jornada, en economía, como en política, la mayoría de los acuerdos no nacen de las intenciones, sino de las necesidades.
En el caso de México, como siempre, la retórica oficial celebra lo inexistente, pues desde el micrófono de la propaganda del régimen se cacarea que las finanzas públicas del país ya se despetrolizaron. De cualquier suerte no hay que olvidar que el 20 de enero de 2016 el precio del barril mexicano llegó a niveles de alarido: 18.90 dólares, y que a lo largo del año su mejor nivel no pasó de 45, cuando las arcas nacionales se nutrían con barriles de 100 y algunos dólares más.
Cuando Peña Nieto se instaló en Los Pinos en el precio promedio del barril mexicano de exportación rozaba los 102 dólares. El pasado viernes se vendió a 44.28, y la abismal diferencia es el brutal impacto, contante y sonante, en las finanzas públicas despetrolizadas. Y de lo perdido, lo que aparezca: la Secretaría de Hacienda informó que el pasado 7 de diciembre el gobierno mexicano recibió 2 mil 650 millones de dólares por concepto de cobertura sobre los ingresos petroleros para el ejercicio fiscal 2016.



Al avanzar el año avanza también el deterioro externo de la economía; un desequilibrio estructural que se ha agravado por la conceptualización errónea de una movilidad transfronteriza de mercancías, servicios, inversiones y capitales sin límites ni regulaciones, que por cierto el nuevo gobierno estadunidense planea dinamitar con perjuicios inciertos para México en lo inmediato... pero con efectos positivos si somos capaces de responder con inteligencia y digno nacionalismo al oprobioso desafío, y redireccionar al país.
Balanza de pagos
Por lo pronto, al tercer trimestre la Cuenta Corriente acumula un elevado déficit externo de -23 mil millones (mm) de dólares y un déficit comercial de -12 mil; y la Cuenta de Capital muestra un superávit disminuido a 17 mil m, pues aunque se disparó el endeudamiento externo (público y privado) a 26 mil millones, cayó la inversión extranjera directa y de cartera. De esta última incluso se registra una desinversión (salida) del mercado de dinero (valores) por -6 mil millones (Gráfico 1).
Pero lo más grave es la impúdica fuga masiva de capitales "mexicanos" que va a bancos del exterior y que de enero a septiembre era ya de -27 mil millones de dólares, cifra equivalente en pesos al presupuesto 2017 de Educación, Agricultura, Salud y Desarrollo Social juntos, y es 26% superior a lo ingresado por inversión extranjera.



Nos cuentan aquí que estamos en un mundo post-verdad, donde la realidad ya no se define por hechos y verdades, sino por afirmaciones basadas más en la fe en quien las expresa que en algún conocimiento común sobre que es o no la verdad. Dicen que es algo nuevo.
Una lluvia fuerte está por caer, cantó Patti Smith en Noruega, en la ceremonia de la entrega del premio Nobel de Literatura al ausente pero omnipresente Bob Dylan. Es una canción que nace ante amenazas de guerra nuclear, grabada por primera vez en 1962, en la coyuntura de lo que se conoce como la crisis de los misiles en Cuba. Es una canción desesperada, comentó Dylan en aquel tiempo, en el texto que acompaña el disco The Freewheelin’ Bob Dylan (considerado uno de los 500 más grandes de todos los tiempos por Rolling Stone). Cada línea en ella es en verdad el inicio de otra canción completa. Pero cuando la escribí, pensaba que no tendría suficiente tiempo vivo para escribir todas esas canciones; entonces puse todo lo que podía en esta.
A hard rain’s A-gonna fall, tema en el que un hijo cuenta lo que ha visto en el mundo, concluye cuando dice que regresará afuera antes de que caiga la lluvia, allá donde la cara del verdugo siempre está bien oculta/donde el hambre es fea, donde las almas están olvidadas/donde negro es el color, y nada es el número, y afirma: Y lo contaré, y lo pensaré, lo diré y lo respiraré/Y lo reflejaré desde las montañas para que todas las almas lo puedan ver/Y después me pararé sobre el océano hasta que empiece a hundirme/Pero aprenderé bien mi canción antes de empezar a cantarla.



Este fin de semana estuvo en Baja California Ivonne Ortega Pacheco, diputada federal priísta y ex gobernadora de Yucatán. Como todos los dirigentes de partidos y ocupantes de cargos de elección popular, no puede hacer abiertamente campaña por la Presidencia de la República en los comicios de 2018, así que oficialmente vino a dar una conferencia a las mujeres del tricolor.
Sin embargo, aprovechó reuniones con pequeños grupos locales para dejar claro que conoce el país, que tiene ideas claras sobre la reforma energética, las telecomunicaciones, la pobreza y muchos otros temas, y que está en la fila junto con el titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y el de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, José Antonio Meade Kuribreña.



Entre las toneladas de mentiras que el sistema emplea a diario para convencernos de que las cosas son como son y no como podemos hacer que sean, están los ríos de tinta para tratar de explicar, amabilizar u ocultar el arduo proceso de envejecimiento en todos los seres vivos del planeta, menos dramatizado entre los irracionales y complicado al máximo por los llamados racionales, a merced de desalmadas industrias como la financiera, farmacéutica, familiar o funeraria.
No obstante que todo cuanto nace ya ha empezado a morir como parte del ciclo de la vida, al sistema le interesa maquillar la muerte natural y, si interviene la libre voluntad, prohibirla con leyes como en el caso del suicidio asistido, las eutanasias o el aborto, al tiempo que difunde, falaz y perversa, todo el día, todos los días, accidentes, violencia, guerras, el rentable combate al narcotráfico y una calculada impotencia ante la corrupción y el crimen organizado.




La demanda de un grupo bipartidista de senadores estadunidenses de que se realice una investigación exhaustiva sobre los señalamientos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), de que el gobierno ruso intervino en las pasadas elecciones presidenciales en favor del ahora presidente electo Donald Trump, marca un ahondamiento del desbarajuste institucional generado en el país vecino por el triunfo del magnate republicano y por su inminente llegada a la Casa Blanca.

Juntos, zapatistas y morenistas deben debatir rumbo a 2018
El artículo del doctor Guillermo Almeyra, publicado ayer en La Jornada, pone el dedo en la llaga. Para no variar, y a riesgo de volver a ser atacado por los partidarios de ambos bandos (morenistas y zapatistas), señala claramente la falta de contenido en sus propuestas rumbo a 2018. La oligarquía local debe estar de fiesta ante el pobre espectáculo intelectual de ambos grupos que se disputan la pureza ideológica de lo que debe ser este país. Mientras, México como proyecto de nación va directo al precipicio. La enfermedad es grave y no hay trapitos o placebos que sirvan de remedio.

La promesa de Donald Trump de romper radicalmente con el establishment se desvaneció por completo en el momento de integrar su gabinete. La mayoría de los personajes que ha invitado a formar parte del próximo gobierno son parte integral del establishment político y económico. Por añadidura, será el gabinete con el mayor número de multimillonarios en la historia del país.

En recientes artículos hemos procurado poner de relieve que la salida del Ejército de los cuarteles para realizar actividades de seguridad pública e incluso directamente policiacas rompe claramente con disposiciones de carácter constitucional que formalmente imponen al Ejército, de manera restrictiva y precisa, funciones de resguardo de la soberanía nacional e integridad territorial, sin que haya referencias al orden público general o a la salvaguarda de los intereses comunitarios, que debieran corresponder a policías especializadas, según los delitos y el territorio. La conclusión evidente es que en México carecemos de este procedimiento jurídico o reglamentación específica que señale los límites que pueda y deba tener el Ejército en materias de índole propiamente policiaca.

El próximo sábado concluye en Cancún una importante reunión internacional: la Conferencia de las partes (COP13), máximo órgano de gobierno del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB). Este convenio suma la voluntad de 196 países en torno a temas claves relacionados con el buen estado de los recursos naturales del planeta, con políticas que eviten la destrucción de las especies animales y vegetales en tierra firme y el mundo marino. A esa voluntad se suman varios acuerdos multilaterales que, aunque no están específicamente en los objetivos de preservar, enriquecer y utilizar racionalmente la biodiversidad, sí se relacionan con ellos.

En las discusiones que tienen lugar en la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México ha resurgido el tema de los organismos autónomos; en la Comisión del Poder Judicial defendí sin éxito que la fiscalía general de justicia, nombre nuevo que se le da a la procuraduría, sea parte del gabinete del jefe del Ejecutivo y no un organismo autónomo con facultades y responsabilidades sin conexión con superior alguno; en ese punto, se siguió al pie de la letra la reforma que ya se aprobó a escala federal y sólo pendiente de implementarse en la práctica.

La Declaración Universal de Derechos Humanos cumple 68 años el 10 de diciembre. Es poco sabido que un momento crítico de su elaboración pasó en México y vale la pena echarle un vistazo, por un interés que, como se verá, no es simple curiosidad histórica.

El historiador Tony Judt escribió una serie de ensayos entre 1995 y 2010 que se publicaron el año pasado bajo el título de Cuando los hechos cambian. Esta frase es reminiscente de aquella que supuestamente habría usado Keynes y que remataba añadiendo “…cambio mi parecer. ¿Usted qué hace, señor?”

La economía macro y micro, las relaciones familiares y de trabajo, el sexo, la política de los gobiernos, la guerra, la delincuencia, el terrorismo, la socialización, el consumismo sin fondo, el odio racial o religioso, la mentira, el control represivo, y también la verdad, el conocimiento, la contrainformación, la articulación de redes auténticas y eficaces, la creación artística, la denuncia, la libertad. Todo acecha como amenaza y como esperanza (juntas y bien revueltas) detrás del dichoso espejo negro que actualmente acompaña, orienta, determina y entretiene a la mayoría de la humanidad; ésta, y la pobreza generalizada con la cual se intersecta, son las únicas mayorías en términos absolutos. Todo lo demás es ilusión, virtualidad. O dictadura enmascarada.



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