Pedro Echeverría V.
1. La desaparición de los pactos militares entre EEUU y México es
imposible. Estos acuerdos entre gobiernos y sus ejércitos son un sostén
del sistema capitalista. Si en México se sufriera un problema grave de
gobernabilidad y el gobierno estuviera en real peligro de desplomarse,
las maniobras militares yanquis ocuparían el zócalo, todos los cuarteles
militares y puertos. Pero Trump ahora sólo amaga con rezagar muchas de
las iniciativas de Obama (del Partido Demócrata) y hasta de Bush (del
Partido Republicano). En este contexto está la llamada “Iniciativa
Mérida” de marzo de 2007.
2. Al presidente Trump le parece urgente revisar todos los acuerdos
Obama/México; sobre todo los diferentes fondos de apoyo en materia de
seguridad y lucha contra el tráfico de estupefacientes han tenido una
tendencia declinante. La partida principal, englobada en la denominada
Iniciativa Mérida, EEUU ha transferido 2 mil 624 millones de dólares a
México en 10 años, tiene prevista para 2017 una asignación de tan sólo
129 millones de dólares. Estos apoyos militares de EEUU han sido en
armas, aviones, escuela militares, vigilancia e inteligencia y todo lo
urgente.
3. La etapa de mayor auge del financiamiento estadunidense se produjo
entre 2008 y 2010 –en los primeros tres años de la Iniciativa- cuando
se transfirieron casi mil 500 millones de dólares al gobierno mexicano.
Las transferencias financieras y de equipo militar coincidieron con el
periodo en que escalaba la guerra contra el narcotráfico en México y
cuando se disparó la violencia que dejó miles de muertes en el
calderonismo. Así que no debe culparse solamente al presidente Calderón,
sino esencialmente al gobierno de los EEUU (a Bush) de ser el causante
de más de 100 mil asesinatos de mexicanos con sus armas y asesoría.
4. Con la Iniciativa Mérida en 2007, el gobierno de George W Bush dio
inicio formal a la integración militar. Si Bush dio el primer paso, el
gobierno de Obama se metió hasta el fondo. En 2009 comenzó en serio el
proceso de integración militar Estados Unidos-México a partir de la
visita de Hillary Clinton: se abrió la Oficina Binacional de
Inteligencia en Paseo de Reforma 265 –en el corazón de la Ciudad de
México– y donde opera, a unos metros del Ángel de la Independencia,
personal del Pentágono asignado a la Agencia de Inteligencia Militar, a
la Oficina Nacional de Reconocimiento y a la Agencia Nacional de
Seguridad.
5. Los presidentes De la Madrid y Salinas de Gortari, que continuó
Ernesto Zedillo como último presidente del PRI del siglo XX y luego
profundizaron los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón, del PAN.
Ahora, con el regreso del PRI y las firmas del PRD y el PAN en el Pacto
por México (que es un Pacto anti-México), está más que claro que Peña
continúa, con total fidelidad, las líneas que le dicta el
gobierno de Washington. (Ver Pablo Moctezuma) Por ello todas las
“resistencias” del gobierno de Peña al de Trump no parecen serias y
parecen más ridículos los apoyos de partidos y políticos a Peña.
6. Este asunto de las confrontaciones Trump/Peña no van a ir más
lejos porque para evitarlos existen los diplomáticos especialistas en
asuntos internacionales. Ambos gobiernos van a ceder con el argumento de
“malos entendidos”. Son cientos de miles de negocios que los amarran y
que no pueden disolverse sin causar problemas graves en los dos países.
Mientras tanto se seguirán viviendo las presiones entre ambos en
búsqueda de quien se queda con la parte más grande del botín.
Desafortunadamente los pueblos de México y EEUU sólo ven desde fuera o
de plano nada ven porque viven bloqueados para que no entiendan ni
participen. (27/I/17)
alterar26@gmail.com
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