Peligran acuíferos por esa práctica
Se deberá detener la apertura de nuevos pozos, señalan expertos
▲ Las empresas privadas que realizan fracking hoy no requieren permiso de los propietarios, sólo tienen que dar una compensación por el uso del territorio.
El gobierno federal debe modificar la Ley de Hidrocarburos para establecer la prohibición del fracking,
con el propósito de evitar que quede sólo en una declaración del
Presidente, pero al mismo tiempo tendrá que impulsar la transición
energética y detener la apertura de nuevos pozos, señaló Francisco
Cravioto, de la Alianza Mexicana contra el Fracking.
Además sólo en Canadá, China, Argentina y Estados Unidos se realiza
la práctica de fracturación hidráulica, que consiste en la extracción de
gas natural por medio de lutitas que se fracturan en el subsuelo y cada
pozo requiere al menos 400 millones de litros de agua en un lapso de 10
años, sostuvo por su parte el experto Antonio Hernández Espriú, durante
el seminario No al fracking que se realizó en Flacso.
Cravioto, en su intervención, detalló que es necesaria la
modificación del artículo 96 de la Ley de Hidrocarburos, ya que
establece al fracking como una actividad de utilidad pública,
interés social, orden público y preferente sobre otro uso o
aprovechamiento del terreno, al igual que la minería. Además hay
artículos, entre el 100 y el 117, referentes al acceso a la tierra, en
los que se plantea que no se requiere solicitar el consentimiento de
propietario, asamblea ejidal o de bienes comunales, y que sólo se da
compensación por el uso del terreno.
Por su parte, Alejandra Jiménez de la Coordinadora Regional de Acción
Solidaria que trabaja en Papantla y la región Totonacapan, en Veracruz,
destacó que el primer resultado del planteamiento del presidente Andrés
Manuel López Obrador sobre el “no al fracking” parece debilitar el rechazo a los proyectos, pero falta visibilizar las luchas.
El cambio de gobierno zarandea el sistema, pero a la sociedad le falta mucho por exigir.
Hernández Espriú se refirió a la relación entre el agua y ael fracking,
dijo que hay un problema del que se habla muy poco, que es el agua
producida, es decir la que se inyecta al subsuelo en el proceso de la
fracturación hidráulica y se recupera con hidrocarburos, pero viene con
el líquido que se inyecta y el agua natural del acuífero, es un desecho
que se debe disponer y recordó que en Estados Unidos se vuelve a
inyectar al acuífero.
Sostuvo que en Oklahoma, donde se realiza fracking, la
sismicidad se multiplicó en cinco años, ya que se llegó a 2 mil 500
episodios, con intensidades de tres a 5.7 grados en la escala Ritcher,
mientras quedurante los 30 años previos a esta actividad se presentaron
800. Además, estos se relacionan con la inyección de agua, indicó.
Foto Alfredo Valdez
Angélica Enciso L.
Periódico La Jornada
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