8/18/2019

¿Trump busca comprar Groenlandia para contener a Rusia y a China en el Ártico?

Bajo la lupa
Alfredo Jalife-Rahme
La Jornada


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▲ Donald Trump contempla a Groenlandia pieza importante para los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos.Foto Ap
ANTECEDENTES: Desde hace 12 años sigo la geopolítica del Ártico donde Rusia y China han sembrado a EU: La nueva guerra gélida por los hidrocarburos del Ártico (https://bit.ly/308c3PH); Rusia nacionaliza las aguas profundas del Ártico (https://bit.ly/2NdAojo); Rusia y China, juntos a la conquista del Ártico (https://bit.ly/2YYbmMq); La Ruta de la Seda polar de China: un país casi ártico (https://bit.ly/2L4TQwj ); Rusia y China impulsan la Ruta de la Seda del Ártico y siembran a EU (https://bit.ly/2KFIT5h).
Recientemente abordé que Rusia se posiciona en el Ártico con apoyo de China y la hostilidad de Estados Unidos y el Reino Unido (https://bit.ly/2DLeL4w) y EU niega el cambio climático y exaspera al Consejo del Ártico en la reunión de Finlandia (https://bit.ly/2Yu8Cl0).
HECHOS: No es ninguna broma, como se han burlado los políticos en el reino de Dinamarca, la oferta inmobiliaria de Trump para comprar Groenlandia.
The Wall Street Journal ( WSJ), muy cercano a Trump, reveló el interés del presidente por el autónomo territorio de más de 2.16 millones de kilómetros cuadrados (un poco más que México) con 56 mil habitantes nativos inuit, estratégicamente situado entre el Nor-Atlántico y el Ártico (https://on.wsj.com/31GW5wa).
WSJ comenta que Trump contempla a Groenlandia, de enorme relevancia geopolítica, como pieza importante para los intereses de seguridad nacional de EU y con quien poseen un tratado añejo de defensa, extensivo a Dinamarca (miembro de la OTAN), donde destaca la base aérea Thule (desde 1952), donde espían a Rusia con sus radares.
EU busca descarrilar los esfuerzos chinos para tener un pie económico en Groenlandia, donde el Pentágono bloqueó a China para financiar tres aeropuertos en la mayor isla del planeta.
No es la primera vez que EU compra territorios, cuando no los obtiene por la fuerza militar ( v. gr. con México, a quien le arrancó más de la mitad de su territorio en el siglo XIX): Louisiana (con 15 estados, comprada a Napoleón en 1803 por Thomas Jefferson), Alaska (comprada en 1867 a Rusia) y las Islas Vírgenes (vendidas, por cierto, por Dinamarca en 1916).
La motivación de Trump, según WSJ, radica en su deseo de tener una adquisición tipo Alaska para su legado.
Trump se mueve en el linaje de Andrew Johnson y Truman quien en 1946 intentó comprar Groenlandia que ya había sido objeto de la codicia de EU desde 1867.
Más allá de las consabidas perogrulladas sobre los recursos primarios de Groenlandia –minerales de tierras raras, oro, carbón, zinc, cobre, hierro, uranio, diamantes, gas, petróleo, depósitos de pescados, el agua más pura, etcétera–, Trump usa su compra para contrarrestar el nuevo dominio del binomio de Rusia y China en el super estratégico polo Ártico que con el cambio climático se transformará en una de las principales Tres Rutas de la Seda.
El legislador del Partido Republicano, Mike Gallagher, reclamó que se trata de una jugada geopolítica inteligente y recalcó que EU tiene un irresistible (sic) interés estratégico en Groenlandia (https://bit.ly/2KPhXyN).
The Economist aduce que su valor estratégico consiste en “controlar un vital punto de estrangulamiento ( choke point) marítimo”: el “corredor entre Groenlandia, Islandia y Gran Bretaña, conocido como la brecha GIUK que fue un importante conducto para los submarinos rusos que entraban al Átlántico durante la guerra fría”, donde ahora la Flota Norte de Rusia ha incrementado 10 veces su patrullaje submarino (https://econ.st/2YXingf).
CONCLUSIÓN: En medio de alarmantes sucesos en el Gran Tablero del Ajedrez Mundial contra China –guerra comercial de EU; anexión de Cachemira por India; venta de armas de EU a Taiwán; estímulo por Gran Bretaña a la secesión en Hong Kong (https://bit.ly/2HcfJZ9) etcétera–, la temeraria jugada estratégica de Trump es susceptible de provocar a Rusia, lo cual desembocaría en la militarización de la región del Ártico.
Los políticos daneses afirman que Groenlandia no está en venta. Lo peor es que quizá no sepan que Trump va a arrebatar y/o liberar Groenlandia al estilo antimexicano del siglo XIX.
Facebook: AlfredoJalife

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