7/19/2020

Columnas y opinión del periódico La Jornada domingo 19 julio

Urge una verdadera oposición
Anuestro sistema democrático le falta un elemento, una verdadera oposición: una coalición o un partido no sólo capaz de criticar al gobierno, sino dotado de un programa alternativo de políticas públicas.
Una oposición fuerte es característica de todos los sistemas democráticos. En nuestro país es urgente porque el gobierno y el partido en el poder necesitan no sólo de la crítica, sino de una opción que amenace con sustituirlos en 2024.
Los actuales partidos de oposición forman poderosas minorías en ambas cámaras. Además el PRI tiene 12 gobernadores y el PAN nueve, así como tres y siete mayorías en congresos locales, respectivamente. Por lo tanto, técnicamente la oposición es fuerte y podría conquistar el poder si ofrece una alternativa a la población. En 2021 podría ganar la Cámara de Diputados y hacer perder el control del Congreso al partido dominante. Una ventaja inédita es que el gobierno actual se ha comprometido a respetar la voluntad popular en los próximos comicios y que las autoridades electorales han madurado al punto de que tuvimos elecciones limpias y justas en 2018 y 2019.
La oposición también tiene sus debilidades: según las encuestas, los partidos políticos, incluido Morena, han perdido apoyo popular. Las próximas elecciones serán las más complejas y aquí la oposición podría tener oportunidad, pero sus críticas a veces calumniosas y/o catastrofistas se refieren sólo a los aspectos políticos, a pesar de que ellos saben cómo las libertades públicas se han respetado como nunca antes. Todas estas críticas, válidas y bienvenidas, carecen de un programa coherente y alternativo de política social y económica. La oposición no ha podido hasta ahora ofrecer una solución distinta a los graves problemas sociales y económicos, particularmente a la desigualdad.
Un buen ejemplo es el manifiesto reciente de un grupo de intelectuales al que hay que agradecer el estar bien escrito y ser breve. Además de la crítica a la supuesta tendencia autoritaria del Presidente, no ofrecen ninguna otra solución, máxime que algunos de los más destacados suscriptores apoyaron a regímenes muy conservadores que arruinaron al país. Firma también Gabriel Zaid, quizá el mayor pensador y el más honrado crítico de México, quien es probablemente leído por el Presidente de la República.

Lanzamiento histórico de bonos soberanos en yuanes por Rusia: ¡a temblar el dólar!
Desde 2017, Rusia planea(ba) la primera venta de bonos en yuanes con el fin de atraer a los inversionistas en búsqueda de fondos, según The Wall Street Journal ( on.wsj.com/2OBTDm8 ). Por alguna razón, la sonada venta por mil millones de dólares a 5 años no se concretó.
El roadshow había sido encabezado por el chino ICBC, primer banco del mundo (bit.ly/3fFc9pz),), con Gazprombank de Rusia.
A los bonos en yuanes emitidos fuera de China se les conoce en forma simpática como “bonos dim-sum” –en alusión a las botanas gastronómicas chinas– y que serán listados en la bolsa de Moscú. Ello conlleva la virtud de acelerar lainternacionalización del yuan, que pronto será la segunda divisa de reserva global, debido a que China ostenta las mayores reservas y oro (sic) en el mundo, con US$3.4 millones de millones (trillones en anglosajón) (dato de 2020; bit.ly/3eJ5rgZ), cuando Estados Unidos se encuentra muy por detrás en un raquítico lugar 20 con US$123 mil 300 millones, inclusive detrás de México con US$175 mil 300 millones (cifras del 2017; bit.ly/2ZFf6Rq).
Cuando se suma todo el circuito étnico chino –China, Taiwán, Hong Kong, Singapur y Macao– sus reservas alcanzan unos azorantes US$4.6 millones de millones. ¡Las reservas son ya amarillas!

Chile, Piñera tendrá que renunciar si obstaculiza ley de apoyo a trabajadores
Casi todos los medios del país austral destacan la aprobación por la Cámara de Diputados de una reforma que autoriza el retiro anticipado de 10 por ciento de los fondos de pensiones para aliviar la situación económica en que la pandemia ha hundido a trabajadores y pensionados. La medida, promovida por la oposición con clamoroso apoyo ciudadano y férrea oposición del gobierno pasa esta semana al Senado, donde Piñera está en minoría. La renuencia del gobierno a conceder ese alivio de unos 20 mil millones de dólares se debe, sobre todo, a lo que las Administradoras de Fondos de Pensiones(AFP) significan simbólicamente. Las AFP, explica el senador Alejandro Navarro en entrevista con Nodal son la base fundamental del modelo neoliberal en Chile, defendidas por el gobierno sobornando incluso parlamentarios, como en los últimos días. Afirma que los eventuales beneficiarios de esta medida se sienten traicionados por el gobierno, que no les ha brindado ningún apoyo económico durante la cuarentena. Alerta que de no ser aprobado el retiro del 10 por ciento provocará un levantamiento popular mayor que el de octubre del año pasado. El gobierno ha dicho que si se aprueba el 10% se rompe el pacto político firmado el 15 de noviembre para un plebiscito de Nueva Constitución. Si es así y el gobierno desconoce o renuncia al acuerdo político, la gente va a salir a la calle en medio de la pandemia y la única salida será la renuncia de Piñera.
Cuestiona informe de ONU disminución de la pobreza
Según estadísticas de organismos internacionales, entre 1990 y 2015 se habría logrado reducir el número de pobres de mil 900 millones a 736 millones. Pero según el informe presentado en Ginebra por el experto Olivier De Schutter, relator especial de la ONU sobre la extrema pobreza, esa cifra se basa en una medición insatisfactoria de la pobreza aplicada por el Banco Mundial, que fija el piso de la misma en 1,90 dólares diarios. Si se estableciera en 2.50 dólares diarios, casi no se percibirían mejorías, sino un empeoramiento de la situación, especialmente en África subsahariana y el Medio Oriente.

La esperanza económica y ambiental para Vietnam son las empresas con tecnología verde
Las empresas ecológicas están en pleno auge en Ciudad Ho Chi Minh, donde una población joven bien conectada, un vivero de programadores a buen precio y un sector prometedor en el país, especialmente vulnerable al cambio climático, han hecho de esta urbe la Silicon Valley del sudeste asiático.
Le Thanh tuvo una idea: fabricar calzado a partir del poso del café y venderlo en línea. Lanzó ShoeX en 2017 y su iniciativa llamó la atención en la edición vietnamita del famoso programa de televisión Shark Tank, en el que empresarios invierten en proyectos prometedores. Obtuvo 200 mil dólares.
En plena pandemia, la empresa dejó de fabricar en abril zapatos deportivos para enfocarse en las mascarillas protectoras reutilizables, con filtro biodegradable, siempre a base de café.
Nos han encargado 500 mil hasta finales de 2020 y esperamos multiplicar nuestra producción por cuatro o cinco, explica entusiasta Le Thanh, que envía una parte de su producción a Estados Unidos, Europa y Japón.
El país comunista es el número dos en el sudeste de Asia, por detrás de Indonesia, pero por delante de Singapur en términos de fondos inyectados en sus empresas emergentes.
Las que se dedican a la tecnología verde despiertan especial interés, sobre todo en Vietnam, uno de los 10 países más afectados por el calentamiento mundial, según el Índice de Riesgo Climático Global.
Con la pandemia, las inversiones se han interrumpido, pero el país se dispone a retomar la tendencia, asegura Eddie Thai, del fondo de inversiones especializado 500 Startups.
Las previsiones apuntan a un crecimiento del PIB en 2020 de 2.7 por ciento, según el Fondo Monetario Internacional, al contrario de muchas economías en el mundo que entrarán en recesión.
La población es muy joven, con 70 por ciento de los 97 millones de habitantes menor de 35 años, y muy conectada (hay 55 millones de internautas), otro factor positivo para estas compañías. El precio de la mano de obra es bajo, incluso comparado con China o India.
Sin embargo, la pesada burocracia de este país autoritario de partido único es un freno en este tipo de inversiones. Para un extranjero, invertir en el país es siempre un proceso largo y complicado. Repatriar el capital exige también mucho tiempo y burocracia.
La reglamentación ha mejorado mucho desde los años 80, pero todavía queda mucho por hacer, comenta Eddie Thai.

Las maniobras de un camión repartidor impiden que la combi avance. Lizbeth decide bajarse y hacer el resto del trayecto a pie. Eso le dará oportunidad de distraerse mirando las mercancías que se exhiben en los puestos callejeros. Se detiene frente a uno donde se vende ropa interior. Si tuviera dinero se compraría el body rojo con flecos dorados. Contrariada por la imposibilidad de satisfacer su capricho, se aleja hacia Circunvalación. A punto de dar vuelta en la esquina escucha que alguien la llama y se vuelve. Enseguida reconoce a Gregoria, la dueña de la fonda donde come con La Liebre, quien es también trabajadora sexual.
Lizbeth: –¿A estas horas chachareando? A poco tienes cerrado el negocio.
Gregoria: –No, pero me dan ganas. Llega muy poca gente. Y tú, ¿no me digas que ya volviste a chambear?
Lizbeth: –Aunque quisiera, no puedo. Los dos hoteles adonde siempre iba están cerrados, y en los otros, El Pitufo no quiere darme chance.
Gregoria: –Mejor para ti, puede ser peligroso. ¿Qué tal si el cliente está infectado y te contagia?
Nomás de decirlo, sentí feo. Cuéntame, ¿qué andas haciendo?
Lizbeth: –Voy a ver a la Rita. A lo mejor me da chance de quedarme con mis niños en su casa mientras vuelvo al trabajo y puedo rentar un cuarto.
Gregoria: –¿No estabas rentando uno por Santo Tomás?
Lizbeth: –Allí sigo, pero el dueño ya me lo pidió porque le debo cuatro rentas. Le digo que me espere tantito, que en cuanto vuelva a trabajar lo primero que gane se lo doy, pero no quiere. Está terco en que me salga.
Gregoria: –Y Lucio qué, ¿no te ayuda?
Lizbeth: –Ese vaquetón... Bueno, mejor otro día te busco y platicamos. Ahorita me tengo que ir porque ya es tarde.
Gregoria: –Pues córrele. Ojalá puedas arreglarte con Rita, pero si no, llámame a la fonda por si sé de algo.
Lizbeth: –Pero que no pase de mil. Es lo que me dieron por mi tele y estaba casi nueva. Nos vemos.

II
Lizbeth vuelve a oprimir el timbre. Un muchacho que sale del edificio le recomienda no insistir porque no hay luz. Ella agradece el informe y desde la banqueta llama a gritos a su amiga, quien al fin aparece en un balcón del que cuelgan ropas húmedas.
Rita: –Y ora tú, ¿qué milagro?
Lizbeth: –Y eso que no soy virgen. (Sonriente) Baja, ¿no? Necesito hablar contigo.
Rita: –Mejor sube tú, porque no me he vestido. Ahí te va la llave, pero la empujas fuerte porque a veces se traba.
Después de varios intentos, Lizbeth logra abrir la puerta del caserón convertido en vecindad y donde a esas horas se mezclan las músicas, los rumores de la vida doméstica y los gritos de los niños que juegan en el patio. Desde la puerta de su vivienda Rita le hace otra advertencia:
Rita: –Sube con cuidado porque algunos escalones están flojos. Ya varias personas se han caído. Pásale, pero cierra los ojos porque tengo un tiradero espantoso. (Despeja una silla.) Siéntate por favor.
Lizbeth: –Vine porque necesito que me hagas un favor. Mi casero me ha estado pidiendo el cuarto porque ya le debo varias rentas y ayer de plano me dijo que si no me salgo va a botar mis cosas a la calle. Si estuviera sola no me importaría que me echara, pero con los niños necesito encontrar dónde meterme.
Rita: –Aquí todo está alquilado. Vas a tener que buscar en otra parte.
Lizbeth: –No puedo. Llevo meses sin trabajar y ya sólo tengo lo que me dieron por mi tele.
Rita: –Ve con la Yolis para que te preste.
Lizbeth: –No está. Hace como una semana me llamó para decirme que su hermano Federico, el que era cocinero en Nueva York, se había contagiado del virus y murió. Ella acababa de recibir sus cenizas y fue a llevarlas a Oaxaca. No ha regresado.
Rita: –Pobre, ya me imagino cómo estará. A ver, dime, ¿para qué soy buena?
Lizbeth: –Necesito pedirte un favor: ¿crees que pueda quedarme aquí mientras vuelvo a trabajar y consigo un cuarto?
Rita: –Si estuviera sola, ¡encantada!, pero están viviendo conmigo mi mamá y mi tía Fina. Como las dos perdieron el trabajo no tienen para la renta.
Lizbeth: –Todo es tan horrible... Te juro que a veces me dan ganas de tirarme por la azotea.
Rita: –Y tus hijos, ¿no que los adoras tanto?
Lizbeth: –Sí, pero a veces me desespero: he buscado por todas partes y ¡nada!
Rita: –¿No has pensado en trabajar en las casas?
Lizbeth: –¿Crees que no? Ya fui a varias, pero están pagando muy mal. En la última me ofrecieron setenta pesos diarios. Eso ¿para qué me sirve? Disculpa que haya venido a molestarte. Ya me voy porque mis niños están solos.
Rita: –¿Ya qué edades tienen?
Lizbeth: –Cinco y cuatro, pero son bien listos. Como les he dicho que chambeo en un tianguis a cada rato me preguntan cuándo voy a volver al trabajo para que les compre su videojuego. Me gustaría dárselos; ahorita, ¡imposible! Pronto lo haré.
Rita: –¿Piensas volver a trabajar en... en..?
Lizbeth:–Sí, en la calle. No me queda de otra.
Rita: –Sabes que es peligroso.
Lizbeth: –Más peligroso sería vivir a media calle con mis hijos.

Terminamos la anterior entrega con la frase: ¡Las cocinas pueden llevarnos a una revolución económica, social y cultural! Porque la recuperación de cocinas centenarias, y en muchas partes milenarias, podría ser el germen de nuevas revoluciones locales que, en conjunto, revolucionarían el mundo, dando a la humanidad un rumbo basado en el cambio de la lógica de la productividad en masa, que destruye los ecosistemas, desplaza mano de obra, impone los precios de mercado según la tasa de ganancia del producto, en general monopolizado y especulado, y que no siempre se destina a paliar el hambre, sino que se usa como materia prima de una tecnología ajena a la alimentación. Verbigracia: los usos del maíz.
En efecto, el capital invertido en la producción de maíz en el mundo apuesta poco a la ganancia en el mercado alimentario directo, en su lugar acapara tierras y agua, utiliza mano de obra local a precios irrisorios, vende productos químicos para incrementar o proteger las cosechas de semillas mejoradas (ahora transgénicas) y, al final, transforma a las poblaciones en consumidores de comestibles con base en maíz procesado, sin calidad nutricional, o como alimento para ganado y aves pero, sobre todo, emplea este cereal como insumo de la aeronáutica y otras industrias rentables. En otras palabras, la producción de los alimentos básicos en el actual sistema predominante no tiene como objeto alimentar sino producir ganancias al capital invertido, de tal manera que en caso de escasez se acusa al pueblo de ser culpable de su hambre por generar sobrepoblación, para la cual ¡no hay alimentos que basten!
Sistema hábil para poner vendas en los ojos de los dirigentes gubernamentales y sociales, que suelen caer en la trampa de agilizar trámites para abrir nuevas tierras al cultivo extensivo con químicos, por un lado, mientras por el otro destruyen los espacios vivos, para abrirlos al extractivismo, en vez de prevenir e impedir que sean usados recursos materiales y legales contra los productores directos, permitiendo el despojo de tierras desde la contrarreforma agraria y permitiendo, si hay resistencia campesina, usar la fuerza del decisor invisible a través de sicarios y paramilitares que producen muertos y miles de desplazados y emigrantes.
Pero esto no es un fenómeno particular en nuestro país, África y Asia, Australia y Oceanía, de norte a sur, lo experimentan desde las respectivas conquistas que sufrieron sus pueblos por parte de los europeos y estadunidenses a partir del segundo milenio de nuestra era, cuando la soberbia cultural de Europa, basada en su desarrollo bélico tecnológico, fue imponiendo la lógica del capital en el mundo, que rompió el equilibrio de las poblaciones con su producción local de alimentos y el intercambio en mercados equitativos y enriquecedores. Por lo mismo, una revolución virtuosa estaría motivada por la reconquista de la autosuficiencia excedentaria de los alimentos tradicionales (cambio estructural económico y social), a fin de recuperar las respectivas cocinas ancestrales (reconstrucción de la sociedad y cultura) desechando, de paso, los productos de la industria mal llamada alimentaria y sus bastardos, como la droga, la trata, los desplazamientos humanos, la contaminación y la destrucción de Natura. ¡Viva el inicio de esta revolución!

Editorial
Aun cuando nadie sabe a ciencia cierta cuándo y cómo terminará la pandemia de Covid-19, las estimaciones sobre los efectos que tendrá en materia económica y social dan una idea de la dimensión y profundidad que ha alcanzado, y pintan un futuro poco halagador para la mayoría de la población que habita las naciones afectadas, que son prácticamente todas. De hecho, se prevé que más allá de las definiciones fáciles (como la de nueva normalidad) las cosas ya no volverán a ser como antes, y que se producirá una reconfiguración en ámbitos como el del comercio, el turismo, los espectáculos masivos, la mera interacción entre las personas y, por supuesto, el empleo.

Porque tenemos memoria
Artistas, investigadores, docentes y profesionistas del sector cultu-ra y otras instituciones de educación superior suscribimos las consideraciones expresadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador en respuesta al desplegado firmado por un grupo de intelectuales el pasado 15 de julio. Los abajo firmantes expresamos nuestro apoyo a las transformaciones encabezadas por el mandatario para lograr una verdadera democracia y justicia social.

Desde el pasado 4 de mayo, el machi o autoridad espiritual mapuche, Celestino Córdova, se encuentra en huelga de hambre en la cárcel de Temuco, en Chile, demandando el derecho a pasar la crisis sanitaria en su espacio sagrado conocido como rewe. El 16 de julio, después de 73 días de huelga, tuvo que ser internado en el hospital más cercano a la penitenciaria y su vida se encuentra en peligro por los estragos que el ayuno ha dejado en su salud.

Poco a poco se van develando las claves de la visita de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a la Casa Blanca. Para el Presidente de México los agravios de Donald Trump son asunto del pasado, no se compró el boleto, ni se puso el saco de Enrique Peña Nieto.
El mayor resultado en la producción de la industria automotriz en México fue el de la fabricación de automóviles eléctricos. Pero en cuanto a la producción de diversos artículos los resultados han ido a la baja. Sin embargo, si las empresas extranjeras cumplen con el pago de sus impuestos a los dividendos reajustados en este gobierno, de forma justa, el impacto del deterioro de la economía sobre la industria automotriz de autos eléctricos, será menor.

Sí la pandemia nos habla de una enfermedad que afecta a toda la población, lo que obliga a adoptar o reforzar medidas que de otra manera no se seguirían; el momento y la intensidad en que ocurrió la recesión, es un ejemplo magno de lo que, desde la otrora mano sepultada del Estado, puede auspiciarse legítimamente.
La columna vertebral para la recuperación del campo que propone el gobierno federal es la autosuficiencia alimentaria. Pero ésta es imposible con un mercado abierto, ya que las importaciones no ocurren sólo por falta de producción, sino por ventajas en las condiciones financieras, logísticas, de precios, influidas por las condiciones climáticas y los subsidios que otorgan otros países a la producción y exportación de sus productos.
La ordenación urbana ha sido una preocupación constante en esta ciudad desde su creación. Cada gobernante azteca realizó obras que fueron conformando la espléndida metrópoli que encontraron los españoles. Bella y ordenada, con sus cuatro barrios, el mismo número de amplias calzadas y decenas de acequias que facilitaban la comunicación y una rica vida comercial.
Foto
▲ Manuel Peimbert es miembro titular de la AMC y la APS. Foto cortesía del investigador

Carlos Bonfil: Un hoyo en la pared
En estos largos tiempos de contingencia sanitaria, en los que teatros y cines permanecen cerrados y las opciones de entretenimiento audiovisual favorecen la hegemonía de las plataformas digitales, el trabajo de reseñista de cine se ve amenazado, de igual manera que tantos otros, por la relativa escasez de propuestas fílmicas de calidad. De modo parecido a la vieja labor de destacar en la cartelera comercial o en el circuito independiente de cine de arte, una película susceptible de despertar el interés de los lectores, ahora es preciso revisar continuamente las plataformas o las propuestas de distribuidoras o instituciones culturales, para conseguir algo mínimamente parecido a la reseña oportuna de una película valiosa o al menos interesante, en espera siempre, por supuesto, de tiempos más venturosos.

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