Eduardo Ibarra Aguirre
Opiniones que reflejan distintas visiones sobre la movilización magisterial, los derechos de la niñez a la educación de calidad y de los transeúntes a desplazarse libremente, quedaron de manifiesto la semana pasada al comenzar lo que algunos dirigentes llamaron “pausa” en el “paro nacional” que no lo fue pues sólo se produjo en Chiapas, Guerrero, Michoacán y Oaxaca, –lo que sucede desde hace décadas– y más tarde en la sección IX de la Ciudad de México.
Para el dirigente capitalino los logros más importantes son “la reactivación” de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y “la salida a las calles unitariamente”, ahora se inicia otra etapa. “La principal tarea de la CNTE es reorganizarse, articularse y seguir insistiendo en que tenemos una propuesta de educación, la propuesta en el salón y en la calle”, comentaron los dirigentes la semana pasada.
Es decir, que para Pedro Hernández y sus pares que dirigen la CNTE –fundada en diciembre de 1979– era sumamente importante romper con el ayuno de paros de labores a lo largo de más de cinco años y que recordaba con cierto orgullo el presidente Andrés Manuel, para reinstalarse en una rutina anual que convirtió a los paros que son el último recurso de la lucha sindical en uno de los primeros; a las marchas, bloqueos, plantones y arrebatos de violencia y de franco vandalismo, ahora hasta en Palacio Nacional, en la pesadilla de millones de transeúntes y automovilistas, a las mayorías que son las más afectadas y también tienen derechos garantizados por la ley de leyes, así como los niños a clases.
Los sufridos automovilistas y peatones capitalinos saben que el Día del Maestro de cada año, la dirigencia y militantes intentan apropiarse de la Ciudad de México desgraciando la vida de millones de personas y sin el apoyo de las cuales jamás lograrán sus más caras y con frecuencia justas demandas. Pero ellos suponen que el daño se lo causan a las autoridades, al gobierno ahora representado por López Obradora al que no apoyan porque retrasaría “la transformación revolucionaria”. Están muy equivocados, la afectación principal y con frecuencia injustificable es a los alumnos y sus padres.
Por ello fue oportuna y al parecer sincera la reflexión de López Obrador y que la dirigencia magisterial debería tomar nota y debatirla sin prejuicios y a la luz de 45 años de lucha con resultados insatisfactorios. AMLO consideró que hay muchas maneras de luchar por los intereses sociales, por eso planteó a la Coordinadora la necesidad de mantener el trabajo con las bases sindicales, porque luego ocurre que en una organización gremial sus dirigentes se desprenden de sus bases, y empiezan a desconocer sus demandas sociales, se convierten en líderes políticos, expertos o ideólogos alejados de su realidad social. “No hay que abandonar la sabiduría popular y estar siempre con la gente, y no a la violencia”. Los actuales líderes de la CNTE saben mejor que nadie que incluso tuvieron dirigentes ahora enriquecidos y no precisamente de experiencias e ideas sino de bienes e inmuebles.
Es para registrarse que más allá de lo logrado en la visión estrecha, interna, de “reorganizarse y articularse” desde las filas de la CNTE, los movilizados obtuvieron un incremento salarial de 13%, luego de que el 15 de mayo el presidente Obrador anunció que era de 10%; la reinstalación de los cesados también es importante, aún faltan algunos y además lograron, dicen, la interlocución con el gobierno. Ésta no dejó de existir desde el 1 de diciembre de 2018.
Acuse de recibo
Los resultados del 2 de junio reconfirman que la derrota es huérfana, la arquitecta del fracaso electoral, Xóchitl Gálvez Ruiz, ahora se dedica a buscar culpables sin plantarse frente al espejo y ponderar sus graves errores, dislates y ocurrencias que la condujeron a contradecirse de un día para otro y ganarse el mote de la Chimoltrufia, personaje de Roberto Gómez Bolaños: “Como digo una cosa, digo otra”… Y por supuesto, en primerísimo lugar está la “guerra sucia, pero en serio”, como recomendó el “estratega” Jorge Germán Castañeda que acumula dos estrepitosos fracasos en la puja por la Presidencia con Ricardo Anaya y Bertha Xóchitl… Carmen Aristegui descubrió un poquito tarde que “Claudia Sheinbaum es una calca de López Obrador”, desde 2023 se lo planteó Azucena Uresti en su cara: “Habla usted igual que López Obrador, hasta usa las mismas palabras”, a la entonces (ante pre) candidata durante entrevista colectiva para canal 6.1 de Milenio Televisión. Después Uresti salió corriendo a Radio Fórmula porque le ofrecieron unos cuantos pesos más de salario… Desde la elección presidencial de 2006, Dante Delgado repite cada seis años que MC es “La fuerza política que más creció”, el 11 de junio lo presumió en la manta que presidió el acto de balance... El economista Xicoténcatl González, integrante del Grupo María Cristina, falleció el 15 de junio de 2019. Un abrazo para Emérita, sus familiares y amigos.
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