9/26/2024

Columnas y opinión del periódico La Jornada jueves 26 de septiembre 2024


Opereta española: si no invitan al rey, no voy // Los desempleados del gabinete // Gana Alessandra; Palacio Nacional en territorio panista

Dicen los churumbeles que fue extemporánea, sin sentido, la petición del presidente López Obrador al rey Felipe VI de España para que se disculpara por el saqueo, la corrupción, la esclavitud, los horrores que sufrieron los pueblos indígenas durante su dilatado dominio. Sin embargo, olvidan que el papa Juan Pablo II pidió perdón humildemente, y en más de una ocasión, por los métodos de intolerancia y violencia cometidos por la Inquisición. España, como ustedes saben, es una monarquía parlamentaria. Al rey Felipe VI no lo quiere la izquierda, dice que está harta de mantener a una familia real de parásitos. El padre de Felipe, el rey Juan Carlos I, tuvo que abdicar envuelto en sonados casos de corrupción. Las redes sociales cuentan historias de infidelidades tormentosas. España tiene un presidente socialista, Pedro Sánchez, se religió por segunda vez gracias a acuerdos con los partidos de oposición y el rey, y no lo quieren los conservadores por algunas políticas sociales que ha implementado. En los últimos tiempos ha venido ganando presencia la infanta Sofía, probable heredera del trono. Es una joven agradable, en ella deposita la monarquía su esperanza de sobrevivir.

Si no invitan al rey...

La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, decidió no invitar al rey a su toma de posesión, pero sí al presidente Sánchez. Al final, no vendrá ninguno. Se emberrincharon. Dice Sánchez que le da mucha tristeza que no haya invitado al rey y tiene que solidarizarse con él. Ahora bien, ¿por qué no lo invitó Claudia? Como les digo, hay el antecedente de que el presidente López Obrador le pidió públicamente que se disculpara y el rey ni siquiera se dignó a contestar. Claudia obró en consecuencia. No es personal, es México, es el pueblo mexicano, libre y soberano. El incidente no empaña la toma de posesión. Los banqueros y empresarios españoles hacen fila para tener una invitación. Los bancos Santander y BBVA ganan más dinero en México que en España.

Los desempleados del gabinete

La presidenta electa puso a circular en redes un video en el que presenta a los miembros de su gabinete. No figuran algunos de los funcionarios actuales, entre ellos, el director de la CFE, Manuel Bartlett; tampoco Román Meyer Falcón, de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano; Víctor Villalobos, de Agricultura; el doctor Jorge Alcocer, de Salud, quien en mi opinión tuvo un buen desempeño. No fueron convocados a formar parte del nuevo gobierno el doctor Hugo López-Gatell, resultó muy desgastado en la pandemia; Jorge Nuño, Comunicaciones; Miguel Torruco, Turismo; Bertha Alcalde, Issste; Carlos Martínez, Infonavit; María Elena Álvarez-Buylla, Conahcyt; Ana Gabriela Guevara, Conade; Francisco Garduño, Instituto Nacional de Migración; David Aguilar Romero, Profeco, y Jesús Ramírez Cuevas, vocero presidencial. No desesperen, todavía faltan algunos huecos por llenar en el equipo de la presidenta electa, y además están las embajadas.

Golpe al nepotismo

La sala superior del Tribunal Electoral federal reconoció el triunfo de la candidata del prianismo Alessandra Rojo de la Vega en la alcaldía Cuauhtémoc. Desechó por unanimidad las impugnaciones presentadas por su opositora morenista Caty Monreal. El cacigazo de su papá, Ricardo Monreal, ha sufrido un severo descalabro. Irónicamente, la sede del Poder Ejecutivo, Palacio Nacional, quedó ubicado en territorio de la oposición. Entró en acción la futura jefa de Gobierno, Clara Brugada, para tender puentes de colaboración, no les vayan a cerrar el Zócalo, ya ven que son muy llevados.

Twitterati

Dos veces el presidente @lopezobrador_ pidió al rey de España que se disculpara por los desmanes de la Conquista. Ni siquiera respondió. Es lógico que la presidenta @Claudiashein deje claro que México no es un pueblo de súbditos, sino una República de mujeres y hombres libres.

Gerardo Pisarello @G_PisarelloEx vicealcalde de Barcelona. Diputado

@SomComuns.

X: @galvanochoaFacebook: @galvanochoaCorreo: galvanochoa@gmail.com

Pues, ¿qué esperaba el tal rey? // Desprecio a demanda de disculpa // Piden a Claudia giro por 43 // Recomponer, no hostigar
No es infundado ni extravagante que México haya demandado a España la emisión de una disculpa pública por los abusos cometidos durante la colonización. Hay razones históricas probadas y antecedentes de otras naciones que han exigido y obtenido desagravios públicos. Por ello, el presidente López Obrador informó en marzo de 2019: envié una carta al rey de España y otra carta al Papa para que se haga un relato de agravios y se pida perdón a los pueblos originarios por las violaciones a lo que ahora se conoce como derechos humanos. Hubo matanzas, imposiciones. La llamada Conquista se hizo con la espada y con la cruz.

Esa exigencia, llanamente desatendida por el jefe de Estado del reino de España, el rey Felipe VI, es el telón de fondo de que la invitación a la toma de posesión de Sheinbaum se hubiera enviado sólo al presidente del gobierno, Pedro Sánchez, del PSOE, y no al monarca hispano.

Cierto es que no corresponde a ningún gobierno extranjero calificar las formas de go­bierno que cada nación se imponga, y en circunstancias ordinarias se debió haber invitado al mencionado rey en cuanto la Constitución hispana lo define como jefe de Estado (la simple mención del cargo, y del aparato parasitario y mercantil que le acompaña, genera repulsa en este tecleador, además del cochambroso y delictivo expediente del antecesor, Juan Carlos, padre de Felipe VI).

Pero, en el caso, no se trata de una intromisión en el régimen hispano (una monarquía parlamentaria), sino una forma de protesta contra la figura protocolaria de mayor importancia en ese régimen por la grosería y el menosprecio de no atender ni responder de manera adecuada la exigencia del mandatario mexicano. Y, a fin de cuentas, más allá de estos diferendos diplomáticos e históricos, están a salvo los intereses empresariales españoles (bancos, construcción, comercio), con grandes beneficios económicos, mayores incluso que en su matriz.

Más de 350 académicos, intelectuales, artistas, activistas y periodistas (entre los que se incluye al autor de esta columna) firmaron un pronunciamiento:

“Hoy, al terminar el sexenio, en el caso Ayotzinapa NO HAY VERDAD NI JUSTICIA. Por ello (...) demandamos a la presidenta electa:

“–Un compromiso renovado para restablecer las investigaciones con una fiscalía consensuada con las madres y padres de los 43 y los organismos defensores de derechos humanos que los acompañan, para retomar las pesquisas interrumpidas tras la renuncia del fiscal Omar Gómez Trejo.

“–El cese inmediato del hostigamiento mediático desde la Presidencia hacia las madres y padres de los 43 y los organismos defensores de derechos humanos.

“–El firme compromiso de verdad y justicia por parte del nuevo gobierno, para asegurar que los responsables, civiles o militares, sean llevados ante la justicia, sin exoneraciones políticas ni mediáticas, hasta que las investigaciones concluyan.

“–Retomar el proceso de Ayotzinapa como una cuestión de Estado, indispensable para la democracia, el estado de derecho, el combate a la impunidad y, en particular, para la memoria, la verdad y la justicia.

“–Y La entrega inmediata de los 800 folios militares relativos a la desaparición forzada de los 43 compañeros normalistas.”

También se señala que la indignación por los 43 desaparecidos no es sólo por este caso, sino por las miles de personas desaparecidas que hay detrás de ellos. También se mencionan las comisiones e instancias creadas por la actual administración federal, y consideran “importante destacar el reconocimiento de las desapariciones forzadas en Iguala como un crimen de Estado.

Sin embargo, a partir de 2022, estos avances comenzaron a revertirse, descarrilando el proceso de investigación y deteriorando la relación entre la Presidencia y las madres y padres de los 43. En especial las investigaciones se entorpecieron cuando se hizo visible el papel del Ejército. El listado completo de firmantes puede revisarse en: https://goo.su/68nAPAi , y quien lo desee puede sumarse con su firma en: https://goo.su/dBwjB. ¡Hasta mañana!

X: @julioastillero, Facebook: Julio Astillerojuliohdz@jornada.com.mx

Felipe, persona non grata // No más oro por espejitos // Fuera racismo y soberbia
Con profunda La Jornadatristeza, cabizbajo y desconsolado, el pueblo mexicano se ha enterado que quien dice ser rey de España por obra y gracia de Franco, Felipillo VI, no vendrá a México a la toma de posesión de Claudia Sheinbaum, y no lo hará por una sencilla, pero poderosa razón: nadie lo invitó. Él tiene todo el tiempo libre del mundo, dado que, como monarca–al que nadie eligió–, no hace nada salvo cortar listones, jugar a los soldaditos y hacer negocios propios o a nombre de sus trasnacionales (como su padre), pero como no fue requerido hizo berrinche y envió a su mandadero, Pedro Sánchez, disfrazado de dirigente socialista, a declarar, junto con el partido de la derecha, que es inaceptable la exclusión del susodicho de la citada ceremonia, como si en realidad su presencia hiciera falta. Qué calamidad, con lo entusiasmado que estaba.

¿Y por qué no lo invitaron? Sencillo: como país, necesitamos respeto de parte del Felipillo. Eso es todo, dijo la presidenta Sheinbaum. Además, porque no respondió, como habría correspondido a la mejor práctica diplomática de las relaciones bilaterales, a la carta que le envió de manera personal el presidente López Obrador el 1º de marzo de 2019, donde le solicitó que su país pida perdón por los agravios cometidos a los pueblos indígenas ( La Jornada, Alma Muñoz). En síntesis, España no agravió a AMLO; agravió al pueblo de México.

Titular del Poder Ejecutivo a partir del próximo martes, subrayó que para su gobierno el reconocimiento de los pueblos indígenas es fundamental para continuar avanzando en la transformación de nuestra vida pública, pues es ahí donde se encuentra la grandeza cultural de México; la relación entre ambos países se beneficiaría con una renovada perspectiva histórica, acorde al desarrollo de nuestros pueblos y en la que el reconocimiento cabal a nuestras identidades sea el eje de una relación respetuosa, sólida y fructífera (ídem).

En marzo de 2019, el presidente López Obrador confirmó públicamente que envió cartas al tal Felipillo y al papa Francisco para iniciar un proceso de reconciliación rumbo a los 500 años de la conquista de Tenochtitlán a partir de que se pida perdón; que se haga una revisión histórica, sobre todo que se reconozcan los agravios que se cometieron y sufrieron los pueblos originarios; que la corona española haga este reconocimiento y lo mismo la Iglesia católica, porque no se trató sólo del encuentro entre dos culturas. Fue una invasión y se cometieron actos de avasallamiento, se asesinaron a miles durante todo este periodo; aunque se niegue, hay heridas abiertas. Es mejor reconocer que hubo errores.

Pero el tal Felipe estaba muy ocupado jugando a las colonias, y no contestó (lo que sí hizo el papa Francisco), pero sí tuvo tiempo para filtrar a la prensa la citada carta, dijo ayer López Obrador. Es importante también aclarar que estas diferencias con el gobierno de España no se tienen con el pueblo español, estamos hablando de diferencias con la monarquía española, a la que se le solicitó, se le pidió, de manera respetuosa, que ofrecieran una disculpa a los pueblos originarios, a los pueblos indígenas de México por las atrocidades cometidas durante la invasión europea a nuestro país, y no hubo respuesta; pero no sólo no hubo respuesta, sino que filtraron la carta y desataron toda una campaña en contra de nosotros, del gobierno de México. Debe cambiar esa postura prepotente y contar ya la historia de otra manera a las nuevas generaciones de españoles, hacer a un lado el racismo, la prepotencias, la arrogancia.

El tal Felipe recién cumplió una década en la beca … perdón en el puesto, y junto con los gobiernos de izquierda y derecha se ha dedicado a proteger a buena parte de la escoria política mexicana (Salinas, Calderón, Peña Nieto), y es la cara visible de una monarquía corrupta e hija de Franco. Pero todavía hace berrinche.

Entonces, como dicen en su tierra, que al rey le den por culo.

Las rebanadas del pastel

Luisa María Alcalde es resultona y efectiva: desde el pasado 3 de septiembre a la Secretaría de Gobernación le cancelan, progresivamente, el servicio de Internet ¡por falta de pago! Adeuda cerca de 64 millones desde enero de 2024, lo que entorpece en grado sumo la entrega-recepción por el cambio de gobierno. Mientras, la susodicha se placea por su nuevo hueso.

X, antes Twitter: @cafevegacfvmexico_sa@hotmail.com

Dos autores: Costa-Gavras y Mike Leigh
lyne Canto, el director Konstantinos Gavras, Charlotte Rampling y Ángela Molin.Foto Afp
Lo dicho. Este año la competencia ha resultado bastante superior al de ediciones anteriores. Por lo pronto, el franco-griego Costa-Gavras nos ha sorprendido en Le dernier souffle ( El último aliento) con una de sus mejores realizaciones. Y eso que el hombre ha cumplido ya los 91 años y uno suponía que su obra más representativa la había filmado en los años 70.

El cineasta es también el autor del guion, derivado de un libro filosófico de Régis Debray y Claude Grange, una meditación sobre la vida cercana a la muerte. Su acierto es expresar ese tema a través del diálogo dado entre el filósofo francés Fabrice Toussaint (Denis Podalydès), quien se ha hecho varias tomografías como chequeo, y el doctor Augustin Masset (Kad Merad), jefe de la unidad de servicios paliativos de un hospital parisino.

El doctor se vuelve el guía para ilustrar la preocupación de Toussaint sobre lo que significa morir en la actualidad, cuando la atención médica moderna ha prolongado la vida de los ancianos hasta provocar una sobrepoblación de estos. A través de varios casos supervisados por Masset, atestiguamos las diversas instancias que algunos pacientes terminales escogen para finalizar sus días, generalmente rodeados por sus familiares más cercanos.

El efecto cumulativo de dichas anécdotas hace que Le dernier souffle sea el título más emotivo y humanista de la filmografía de Costa-Gavras, quien más bien es conocido por el interés político de su obra. Debido quizás a que uno empieza ya a sentir pasos en la azotea, ese tema cobra especial relevancia en estos tiempos. (En el festival hay además dos miradas españolas al bien morir: Los destellos, de Pilar Palomero, y La habitación de al lado, de Pedro Almodóvar, que se exhibe mañana).

El británico Mike Leigh tiene diez años menos que Costa-Gavras, pero sigue haciendo un cine particularmente suyo. Después de dos producciones de época – Mr. Turner (2014) y Peterpool (2018)– ninguna de las cuales se exhibió en México, Leigh ha vuelto en Hard Truths ( Verdades duras) a un territorio más conocido, el de la familia londinense de clase media.

En este caso, una familia británico-jamaiquina, comandada por la temible Pansy (Marianne Jean-Baptiste), una madre malhumorada y agresiva que ataca verbalmente a cuanto ser humano tiene la desgracia de cruzar su camino. No es un personaje que suscite afecto, ni mucho menos. Pero ese el chiste. En su humanismo, Leigh nos da pistas de la clase de temores y traumas experimentados por Pansy que la convirtieron en semejante arpía (la película abre con ella despertando de un sueño con un grito de terror).

En contraste, su hermana Chantelle (Michele Austin), es una presencia amable con una familia amorosa. Uno entiende por qué la de Pansy es tan disfuncional: el hijo Moses (Tuwaine Barrett) es un niñote gordo de 22 años sin oficio ni beneficio, y su marido Curtley (David Webber) es prácticamente mudo.

A primera vista, Hard Truths no es la película de Leigh de mi preferencia. Tal vez necesite de una visión adicional para acabar de entender a su protagonista.

Nomás por no dejar, menciono que también concursó la española El llanto, el poco promisorio debut de Pedro Martín-Calero, una fallidísima película de horror que no consigue un solo segundo inquietante. Evidentemente, un relleno para completar la cuota de cine español en la sección oficial.

X: @walyder

Alain Derbez // ¿Jazzabías?
Terminábamos Alain y yo de platicar sobre la cuarta edición de su libro El jazz en México, cuando surgió el extraño y sorprendente tema de aquellos músicos que sencillamente no te dan información sobre sus propias carreras, sobre su andar en los escenarios o en los estudios de grabación. Y ya por abulia o… porque se sienten más a gusto en el nicho sagrado que los protege de la intemperie, se envuelven en sí mismos y se mantienen al margen de los periodistas y de los grandes públicos. Y no quieren proyectar su trabajo más allá de su inmediatez geográfica o de sus amigos y parientes más cercanos.

No es broma. Así nos ha sucedido en no pocas ocasiones.

“Sí, así es –comenta Derbez –. Por más que se quiera, todavía, cuatro ediciones después, te puedo decir que hay muchos jazzistas que por más que les hayas dicho: ‘oye, me interesa que me pases tu información, me interesa que vayas a mi programa’, etcétera, etcétera, pues no. Hasta después se llegan a dar por enterados.”

Bueno. Platiquemos mejor de ¿Jazzabías o hasta ahorita? Es un programa de televisión que, más allá de los datos duros y la información, tiene una cantidad impresionante de imágenes. ¿Cómo le haces para conseguir tanto material visual?

Algo de esto es parte de la película de Roberto Bolado, que es el director del programa. Pero además hay un equipo de Tv UNAM que está muy clavado buscando las cosas que les digo que necesitamos; y las encuentran, es gente realmente muy profesional, que sabe hacer su trabajo.

Independientemente de lo que tú haces y dices, y de toda esta lluvia de imágenes, el ritmo del programa es excelente. Y esto, por supuesto, tiene que ver con el trabajo de edición, con el montaje. ¿Roberto Bolado dirige y edita?

Sí, él dirige visualmente y hace la edición. La compaginación de toda la información la hacemos todos en contubernio. Pero finalmente, Roberto es un muy buen editor.

Todavía poca gente le da el crédito justo a los editores en cine y en televisión. Y es un trabajo fundamental, vital, para la belleza –o no– de estas espirales. Bueno, en tu guion enlazas fragmentos de la historia de México con fragmentos poco conocidos de la historia de nuestro jazz.

Sí. Es un poco hacer una revisión de una historia que mucha gente insiste que no existió. Y ahí estamos viendo que sí existe.

¿Cuáles eran tus intenciones específicas al empezar a armar este proyecto?

“Desde siempre ha habido una carencia de programas en televisión con el tema del jazz en México, en los canales privados o en los públicos. Ahora hay dos (programas simultáneamente); eso es algo para echar cuetes. Pero en un principio, le sugerí a Iván (Trujillo), el director de Tv UNAM, que le diéramos continuidad a lo que habíamos hecho hace algunos años en el programa Jazz estacionario, también aquí en Tv UNAM; que le diéramos continuidad a una presencia del jazz en México, invitando gente, entrevistando. Aunque también hacer un programa ante una cifra –que es muy laxa– de los 100 años de la presencia de eso que se llama jazz en México. Y hacerlo un poco de década tras década.”

Después fuimos a platicar con Roberto Bolado, director y editor del programa, y esto nos dijo:

“dirijo las partes de locución de Alain Derbez. Pongo las dos cámaras, o se me ocurren algunas caminatas con él. Luego me encargo de poner el material en orden y de agregar cosas que se me van ocurriendo. Todo sobre el guion de Alain. Hace años también íbamos a trabajar juntos en Jazz estacionario, pero no se pudo dar. Hasta ahora logramos hacer la dupla.”

¿Por qué no lograron un programa semanal?

Bueno, va a salir uno cada mes durante seis meses. Y se hizo de esa manera ya que, si no, no había forma. La UNAM no cuenta con los recursos suficientes; lo tendríamos que haber empezado mucho antes y entonces se complicaba. La única manera de lograrlo era salir una vez por mes. En esta primera temporada son seis programas; el segundo apareció el 17 de septiembre, y si les gusta, se extenderá a otros seis. Va a aparecer cada cuatro martes.

Tú como cineasta has hecho ya algunas cosas en el jazz, ¿verdad?

“Sí, primero hice un cortometraje para el disco Incendio, de Los Dorados. Después, el 4 de septiembre de 2009, leo una nota tuya en La Jornada donde hablas de la desaparición de Hilario Sánchez, y a raíz de eso surge el mediometraje Hilario, músico extraviado. Y el año pasado apareció Notas de una vida, que es ya un largometraje sobre el jazz en México.”

Salud

EDITORIAL
Se cumple hoy una década de la atrocidad cometida en Iguala la noche del 26 de septiembre de 2014, cuando un grupo de alumnos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa fueron brutalmente agredidos por efectivos policiales asociados a estamentos de la delincuencia organizada, hechos que dejaron un saldo de seis asesinados, 40 heridos y 43 estudiantes víctimas de desaparición forzada. Lamentablemente, este aniversario ocurre en un contexto de estancamiento de la investigación del caso, que en los meses recientes ha motivado crecientes actos de protesta de alumnos de dicho centro educativo, familiares de las víctimas y sectores sociales que los apoyan.

El esclarecimiento de lo ocurrido la noche del 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, y sus inmediaciones representa una asignatura pendiente para el gobierno que finaliza dentro de cuatro días. Sin duda, es terrible que no se haya podido cumplir ese compromiso tan emblemático del proyecto político encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador pese a la voluntad política empeñada por él y varios integrantes de su gobierno.

A casi seis años del inicio de esta administración, ha quedado claro que las resistencias y las redes de intereses que obstaculizan la acción de la justicia son mucho más densas de lo que se supuso en un inicio. Este entramado ha ocasionado que, a una década de los hechos, sigamos preguntándonos qué ocurrió en Iguala, dónde están los muchachos y a quién se encubre con el pacto de silencio establecido durante el sexenio de Enrique Peña Nieto y que evidentemente sigue en pie. Significativamente, en agosto de 2022, el entonces subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, encargado de la comisión gubernamental creada para esclarecer los hechos, informó que hasta entonces habían fallecido o habían sido asesinados 26 testigos claves que habrían podido aportar información sustancial para conocer la verdad de los hechos.

Es palpable que existe un designio de proteger, pero no se puede afirmar con certeza a quién: los padres, por ejemplo, sostienen que solapa a los militares, pero 11 miembros de las fuerzas armadas –entre ellos dos generales– se encuentran sometidos a proceso, una realidad que pone en entredicho la supuesta protección al ámbito castrense.

Por otra parte, la causa ha sido instrumentada para el golpeteo político contra el gobierno federal por personajes y organismos que acompañan a los padres, así como por miembros de la comentocracia que ignoraron o hasta atacaron a éste y otros movimientos sociales durante el peñato y que hoy despliegan una hipócrita solidaridad para atacar al mandatario. Estos sectores son contraproducentes para la justísima lucha de los familiares de los normalistas, pues siembran una desconfianza que enturbia el ambiente social y entorpece los avances que son tan insatisfactorios como innegables.

Ante los actos conmemorativos que se realizarán hoy y de cara al futuro del movimiento de Ayotzinapa, cabe llamar a que el derecho a la protesta se ejerza sin violencia, no porque el mobiliario y el patrimonio urbanos importen más que el esclarecimiento o la justicia, sino porque se encuentra probado que la impulsividad desprestigia a la causa. Asimismo, los arrebatos de furor dan pábulo a quienes quisieran regresar a prácticas represivas que se desterraron durante el actual sexenio y que no deben volver.

Por último, es deseable una vuelta al diálogo entre los familiares y Palacio Nacional, y el cambio de gobierno ofrece una ocasión para restablecer la comunicación sin la carga negativa acumulada. En la medida en que ambas partes desplieguen una verdadera voluntad de entendimiento, mayores serán las probabilidades de dar con el paradero de los muchachos y sancionar a los responsables de una atrocidad que no debe repetirse nunca más.

El Correo Ilustrado
Acusa insolencia del rey de España hacia el pueblo de México

Insolencia, descortesía, grosería y más, mucho más ha cometido el rey de España, Felipe VI de Borbón, contra el gobierno y pueblo de México. El denso y magnífico editorial de La Jornada de ayer describe con absoluta precisión y certeza la aborrecible arrogancia del citado rey. Y el presidente Andrés Manuel López Obrador, junto con la Claudia Sheinbaum, ha puesto en alto la dignidad de nuestro país al no tolerar los berrinches monárquicos.

Nada le costaba a Felipe VI, cuando tiempo atrás se lo solicitó López Obrador, expresar un acto de desagravio a los pueblos originarios de México que fueron invadidos, saqueados y sometidos por los conquistadores de España y la República independiente mexicana.

Felipe VI, el rey, el que supuestamente debe caracterizarse por una elemental empatía por los humillados, los dolidos del mundo, se torció, se volcó en un inmundo e inadmisible silencio, delegando al Ministerio de Relaciones Exteriores de España una indolente respuesta.

El perdón que nuestro Presidente le solicitó presentar quedó para el citado Felipe VI en el mayor de los olvidos. En contraposición, el pueblo español con su historia ha mostrado una ejemplar solidaridad humana en su relación con los pueblos del mundo, incluyendo nuestro país. Felipe VI debe rectificar su inexplicable actitud.

José Lavanderos

Exige justicia para los 43 normalistas
La marcha de Ayotzinapa exige una resolución definitiva a su demanda de justicia y el castigo a todos los responsables de este crimen de Estado. Esto implica que no puede posponerse indefinidamente su solución, a 10 años de la desaparición forzada de los normalistas.

En el ambiente nacional se habla de una transición hacia un gobierno justo y democrático, y es cierto: ese nuevo régimen es indispensable para dotar a este país de una vida digna que permita una mejora cualitativa de la nación. Ayotzinapa es un paso necesario en la construcción de un país realmente democrático, desde abajo hacia arriba, en el que la ciudadanía mexicana pueda participar colectivamente. Sólo así podremos entrar en un verdadero Estado plural y tolerante que garantice las condiciones necesarias para superar las terribles desigualdades que padecemos, que sea fruto de la organización y lucha del pueblo de México. Un país real es resultado de una nación que vive colectivamente con justicia y dignidad.

Rubén Venadero Valenzuela, Valeria Venadero, Susana Alanís, Eduardo Venadero, Emiliano Benítez Tiverovsky, Gloria Mosqueda, Gloria Venadero, Jonathan Lara, Mario de la Rosa, Antonio Reyes, Ana Tapia y Enrique González Ruiz (responsable)

No habrá verdad en el caso Iguala mientras se encubra a EU, asegura
Al cumplirse 10 años de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, persiste el problema más serio: el encubrimiento al actor que conoce a perfección lo que ocurrió en Iguala antes, durante y después del 26 de septiembre de 2014: Estados Unidos.

Este grave encubrimiento se debe a que los centros de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez y de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, así como Fundar y la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, acompañantes de la lucha que encabezan los padres de los normalistas, fueron activas promotoras de la catastrófica Iniciativa Mérida (IM) firmada por los presidentes George W. Bush y Felipe Calderón en 2007 y aprobada por el Congreso estadunidense en 2008.

En dicha carta (dada a conocer en boletín de prensa por el Centro Pro el 29 de mayo de 2008), las organizaciones pidieron que les fuesen otorgados fondos de la IM a fin de monitorear su aplicación e informar de ello a Estados Unidos.

Peor aún. El propio Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes jamás exigió públicamente al gobierno estadunidense que diera a conocer todo lo que sabe sobre la tragedia de Iguala.

Por desgracia, mientras persista el encubrimiento a Estados Unidos, no habrá verdad ni justicia para Ayotzinapa.
Primitivo Rodríguez Oceguera

A 10 años de la muerte de Raúl Álvarez Garín
Hoy hace una década falleció uno de los dirigentes con mayor claridad política del Consejo Nacional de Huelga (CNH) de 1968. Me refiero a Raúl Álvarez Garín, quien ayudó a conducir de manera acertada y sin sectarismos el accionar del CNH en julio, agosto y septiembre del convulsionado año olímpico. La incansable labor del compañero no ha terminado, pues estoy seguro de que donde está se dedica de tiempo completo a organizar la resistencia contra el despojo, la discriminación y la desigualdad. A partir de 1968, las concepciones ideológicas y sociopolíticas de México cambiaron sustantivamente, y la lucha por la transformación ha sido constante. Honor a Raúl, que se nos adelantó.
Enrique Ávila Carrillo, delegado al CNH por la Escuela Normal Superior

Aclaración a nota sobre Los Hermanos Rincón
En la nota publicada el 20 de septiembre en la sección Cultura a propósito de la despedida que familiares y amigos dieron a Valentín Rincón, del grupo Los Hermanos Rincón, por un error cambié el nombre de mi entrevistado, Andrés Rincón. Ofrezco una disculpa a él y a los lectores.
Jesús Abraham Hernández

Invitaciones
Paulo Freire en memoria
Legado a los maestros universitarios. Desde Santa Clara, Cuba (en directo). La participación como proceso desde la educación popular. A cargo del maestro Ramón Rodríguez Díaz.Universidad Central Martha Abreu de las Villas, Santa Clara, Cuba.
Jueves 26 de septiembre. De 10: a 12 horas (Ciudad de México). De 12 a 14 horas (La Habana).
Google Meet: meet.google.com/kzr-zfyd-jma
Informes:Programa Galatea
https://cutt.ly/cwCRjMGE
programa.galatea@uacm.edu.mx

Mesas de Diálogo Marxistas
La Comisión Organizadora de las Mesas de Diálogo entre Marxistas invita a la primera sesión de las Mesas de Diálogo entre Marxistas con el tema: Situación internacional, imperialismo y socialismo, retos y tareas, a realizarse el próximo sábado 28 de septiembre de 10 a 13 horas, en Insurgentes 98, 8° piso, colonia Tabacalera, en la Ciudad de México, sede del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). La sesión podrá seguirse también de manera virtual por Zoom:
https://us02web.zoom.us/j/89264545040?pwd=xCZOEDvJaf4boJ9w3IEvii2VpNrAnA
ID de reunión: 892 6454 5040 Código de acceso: 970585
Para más información puede consultarse: https://mesasdialogomarxistamx.blogspot.com/
Comisión Organizadora de las Mesas de Diálogo entre Marxistas Mx-2024
Julio Diego Zendejas Maximo

Conmemoran la nacionalización de la industria eléctrica
La Coordinación Nacional de Electricistas CFE-Suterm, invita al foro: En conmemoración de la nacionalización de la industria eléctrica, que se efectuará el próximo 27 de septiembre del presente año a partir las 15 horas, en la Casa Rafael Galván, ubicada en la calle Zacatecas 94, colonia Roma.

El gobierno de la 4T está en contra de la Reforma Energética peñista y ha intentado reformas para fortalecer a la CFE, en la que se lleva a cabo la apertura al capital extranjero que fue impulso por el neoliberalismo, mediante los productores independientes, auto abastecedores y las subastas con la creación del mercado eléctrico, disminuyendo la generación estatal de electricidad.
¡Democracia sindical y defensa de la industria eléctrica y nacionalizada!
Informes: 5529412712, 5514818298, correo: cne-cfe-suterm@hotmail.com
Jesús Navarrete Castellanos

Opinión 
Tras su viaje a China, Pedro Sánchez lo recibe en el palacio de La Moncloa. Mientras, los ex presidentes Felipe González, Mariano Rajoy y José María Aznar lo reconocen como presidente electo. Para dotar de solemnidad dicho acto, la derecha española saca adelante en la Cámara de Diputados y el Senado una propuesta no de ley, instando al gobierno a reconocer a Edmundo González Urrutia como ganador de las elecciones y presidente electo de Venezuela. A la par, sus eurodiputados en la Eurocámara solicitan que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sea investigado por crímenes de lesa humanidad. En menos de un mes, Edmundo González tiene cobertura institucional para desplazarse por toda Europa.

Para el Partido Popular y Vox, el asilo de Edmundo González, concedido por el gobierno de coalición, encabezado por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), es difícil de encajar. Alberto Núñez Feijóo ha reivindicado ser el candidato más votado en las parlamentarias de 2023, correspondiéndole formar gobierno. El corolario, el PSOE cometió fraude para acceder a la presidencia, al apoyarse en partidos independentistas, los hijos de ETA y los comunistas bolivarianos. El resultado, un gobierno filoetarra, chavista y bolivariano. No resulta extraño que sea un argumento recurrente en la derecha, para descalificar al gobierno de coalición.

¿Cómo encajar que el PSOE conceda asilo político a Edmundo González? Mientras la derecha venezolana en España guarda silencio, Vox y el Partido popular lanzan diatribas contra Pedro Sánchez, el ministro de Exteriores y el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, tendentes a demostrar la complicidad del PSOE con el gobierno venezolano, afirmando que el exilio de Edmundo González constituye un golpe de Estado a favor de Nicolás Maduro. Su actitud, interpelando a los ministros para identificar el régimen político en Venezuela como una dictadura, es machacona. En esta lógica, hay quienes dentro del PSOE aceptan el envite. La ministra de Defensa, Margarita Robles, no duda y el ex presidente Felipe González aprovecha para arremeter contra Rodríguez Zapatero, acusándolo de avalar a un dictador y hacer lobby para un régimen totalitario.

A la derecha en España poco le importan los venezolanos o las inversiones de empresarios; sólo busca desgastar al PSOE, cuya mayoría condicionada por el chantaje de algunos de sus socios lo obliga hacer malabares para sacar adelante leyes y, lo peor: bloquear los presupuestos generales del Estado para 2025. La coyuntura, exilio mediante, es propicia para que el PP reclame el fin de la legislatura, recalque el carácter ingobernable del país, disuelva las cortes y llame a elecciones. La similitud en las estrategias de la derecha española y venezolana es visible. España vive un secuestro de la democracia, está en manos de un gobierno ilegítimo, nacido del fraude electoral, sólo que dicho fraude, a diferencia de Venezuela, se ha producido en el Parlamento y no en el conteo de los votos.

La llegada de Edmundo González a Madrid es un problema para la oposición venezolana afincada en España. Más allá de las descalificaciones, su firma en Caracas, reconociendo el triunfo electoral de Nicolás Maduro, es síntoma de su hastío y la mala sintonía con María Corina Machado. La derecha venezolana encaja mal los resultados. En su desesperación y fracasado el golpe de Estado programado para los días subsiguientes a las elecciones del 28 de julio, acuden a la quema de edificios públicos, organizan atentados a cooperativas agrarias, bloquean carreteras, persiguen a dirigentes sindicales, líderes comunales, y amenazan a observadores internacionales que declaran su confianza en el sistema electoral vigente en Venezuela.

Mientras, en Madrid, ¿podrá convivir Edmundo González, acusado de traidor, cobarde y abandonar a María Corina Machado a su suerte, con sus socios de coalición residentes en España? No son pocas las personas que se sienten incómodas con su presencia. Algunos son conocidos: Antonio Ledezma, Lilian Tintori, Leopoldo López, Julio Borges o el ex general golpista Miguel Rodríguez Torres. En esta coyuntura, Edmundo González deberá esperar hasta el 10 de enero de 2025, fecha para la conformación del nuevo gobierno salido de las urnas. ¿Cuál será su función en la estrategia desestabilizadora orquestada desde Madrid y diseñada por Estados Unidos? ¿Habrá nuevas peticiones de asilo? En el impasse, González Urrutia puede comprar un apartamento en la zona noble de la ciudad, hacer turismo político recorriendo España. Pero no debemos olvidar que su carta negando las presiones del PSOE y su embajador en Venezuela constituye un aval al gobierno de Pedro Sánchez, constituyendo un revés para ambas derechas, la española y venezolana.

La fuerza de una profecía no radica en prever el futuro, sino en dar forma a los avatares del presente. Si tan sólo la historia cuando se repite lo hiciera, en efecto, primero como tragedia y, después, como farsa (Marx dixit), Europa debería dormir sin sobresaltos. Hace poco tiempo, sus franjas de ultraderecha aparecían como una suerte de rincón de delirantes, otra escaramuza histriónica del pasado. ¿Qué representaba Vox en España si no la incontinencia del deslave posfranquista? En 2023, Fratelli d’Italia no había logrado más que (de)mostrar la inviabilidad del Estado orgánico. La catástrofe económica inglesa –acelerada por el Brexit– devino la advertencia más eficiente para quienes dudaban de su permanencia en la unión. Y la supuesta amenaza de Marine Le Pen, en Francia, representaba tan sólo el blasón favorito del centro político para arrebatar votos a la izquierda de Mélenchon, acaso la más articulada del continente.

Y, sin embargo, la banalidad de este espectáculo circundó toda medida. En 2024, la farsa devino tan sólo un juego de máscaras. Y por detrás de ellas, la otra Europa, la profunda y a veces atroz. Agrupación Nacional se reveló como una formación capaz de ganar comicios nacionales y derrotar a Macron en la primera vuelta. Giorgia Meloni se fotografía del brazo de Ursula von der Leyen en el Parlamento Europeo como si fueran por el té a las 4 de la tarde. Y, por primera vez después de 1945, un partido neofascista sin reservas, Alternativa para Alemania (AfD), obtiene el triunfo en unas elecciones regionales.

Es evidente que la historia no enseña nada a nadie. Y tampoco hay quien aprende de ella, porque sólo representa una condición de posibilidad. En ello yace, precisamente, la posibilidad de que una cultura abrace sin condiciones su parte más ominosa. Desde el triunfo de AfD en Leipzig, celebrado al ritmo del Candor en el jardín (la tonada preferida de Himmler), la prensa europea no deja de preguntarse: ¿cómo se llegó hasta aquí?

En primer lugar, el rechazo ya masivo a la emigración proveniente de África y Medio Oriente. Se trata de una intensificación de las narrativas racistas, ahora convertidas en política de Estado; porque nadie protesta contra los refugiados que provienen de Ucrania y Europa del Este. Por el contrario, el Bundestag aprobó recientemente la prohibición de la repatriación de refugiados ucranios –¡en el momento en que las tropas de Zelensky se quedan sin reclutas!–. En una encuesta europea reciente, la mayoría de los entrevistados exigen la expulsión de los musulmanes. Antes eran los judíos, ahora el Islam. Europa nunca elaboró la experiencia del fascismo; sólo la negó. Y bien, ¿cómo podrá el Viejo Continente ponerse al día en la competencia digital sin técnicos de India y Asia? ¿Quién habrá de trabajar en sus calles por menos del salario mínimo?

En segundo lugar, la inverosímil paradoja de que la ultraderecha –siempre cercana a Putin– es la que exige detener la guerra en Ucrania. De facto, hay un subtexto en esta exigencia: un ascenso del antiamericanismo, que todavía nadie se atreve a blandir en público. El cierre de los recursos energéticos de Rusia impuesto por EU ha provocado alzas en los precios de 80 hasta 150 por ciento. Ninguna economía europea puede competir globalmente bajo estas condiciones. El dilema es que el centro político europeo ya no puede desligarse de la codependencia con Washington. No es casual que en la mayoría de los países enfrente un colapso electoral.

En tercer lugar, los partidos de centro, que hasta ahora habían fincado su consenso en un cerco a la ultraderecha, están cambiando en dirección opuesta. Ahora se enfilan hacia una alianza que impida el crecimiento de una izquierda cada día más ascendente –como en Francia o la Liga Sara Wagenrecht, en Alemania–.

En cuarto lugar, en el esquema neoliberal, Estados Unidos muestra un déficit en sus exportaciones. Pero los capitales europeos que resultan de ello son depositados en Wall Street. No hay semana que no se escuche a un gobierno local lamentarse de la falta de inversiones. Europa se está desindustrializando. No es casual que amplios sectores del empresariado apoyen la emergencia neofascista.

Hay algo en la historia de los años 30 que se olvida con frecuencia. A partir de 1919 –y hasta 1931– las grandes potencias occidentales se obstinaron en imponer a Alemania los saldos del Tratado de Versalles. Un joven John Maynard Keynes advirtió que se trataba de una estrategia para desmantelar Alemania. Durante la República de Weimar, ninguna fuerza representada en el Parlamento logró impedir este declive. Y fue la alianza entre los nazis y el empresariado la que lo enfrentó con una guerra mundial. El neonacionalismo del empresariado europeo es una de las señales más explosivas y peligrosas de la situación actual.

¿Insistirá Estados Unidos en conducir a Europa, una vez más, a este abismo?

Cuba es una isla sin barco a la vista. En La Habana, desde cualquier altura en que se divise la bahía, el mar es una línea azul prolija y pasan días antes de que un carguero se atraviese en el horizonte.

No fue siempre así. A fines del siglo XVIII y buena parte del XIX, 40 por ciento del tráfico entre América y España pasaba por Cuba, Puerto Rico y Santo Domingo. En el puerto de La Habana se amontonaban las cajas de azúcar y de tabaco destinadas a ser exportadas, y por allí transitaban en sentido contrario los víveres importados de América del Norte. Nueva Inglaterra, las Antillas, África y Europa se ligaron en un juego complejo de mecanismos trasatlánticos, que quedó grabado en la iconografía de la época. En El siglo de las luces, el novelista cubano Alejo Carpentier describía a La Habana como el gran emporio que todos los barcos del mundo frecuentan.

En 1962 John F. Kennedy declaró el bloqueo naval durante la llamada crisis de los misiles. Ningún barco entró ni salió de Cuba por más de un mes, y cuando aflojaron las tensiones nucleares y se levantó el cerco marítimo, el bloqueo se quedó 60 años más para que los puertos jamás recuperaran su antigua vitalidad.

Sin embargo, ni en los peores años de la implosión soviética, en los que Cuba perdió más de 80 por ciento de su capacidad importadora, se había visto tal quietud en las aguas territoriales. La ley Torricelli, aprobada por el Congreso de Estados Unidos en 1992, impide que barcos de terceros países que toquen puerto cubano puedan ingresar a territorio estadunidense en un plazo de 180 días, excepto aquellos que tengan licencia del secretario del Tesoro. Cualquier naviera se lo piensa tres veces antes de desafiar esta medida.

Las penalidades a los bancos que comercian con Cuba hacen estragos por su parte. En un programa de televisión reciente, el ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Óscar Pérez-Oliva, reconocía que entre marzo de 2023 y febrero de 2024 abortaron 155 operaciones comerciales del gobierno cubano, la mayoría para hacer llegar alimentos de primera necesidad a la isla por mar. Ante el temor por las represalias que supone comerciar con un país que el gobierno de Estados Unidos ha incluido en su lista de naciones patrocinadoras del terrorismo, medio centenar de bancos extranjeros se negaron a realizar las transacciones con entidades cubanas (el ministro listó 28 bancos de Europa, 14 de América Latina y seis del resto del mundo). Recontratar otras empresas provocó demoras de entre 40 y 105 días en los embarques hacia Cuba.

Otros dos ministros cubanos han expresado con dolor el drama de aquellos pocos barcos que logran llegar a puerto. La ministra de Comercio Exterior, Betsy Rodríguez, admitió a inicios de septiembre que el arroz de la canasta básica del pueblo de Cuba estaba sobre los buques y hasta que el gobierno no ejecutara los pagos a los armadores no se descargarían. Eventualmente el arroz ha ido llegando por goteos a cada casa, pero a las puertas de octubre la misma historia está por comenzar.

Otro tanto ocurre con el combustible. El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O, explicó el enorme sacrificio financiero que significa para el gobierno descargar los fletes de diésel, gasolina, gas licuado, fuel oil y turbocombustible, en un país que se sostiene con la cuenta corriente. Cuando entra un poco de dinero a las arcas del Estado, se paga el flete y luego se descarga la mercancía en medio de enormes tensiones financieras. Las consecuencias son graves: apagones de hasta 10 horas diarias en más de la mitad del país, basura sin recoger en las calles, industrias paralizadas, crisis en el transporte público, escasez de medicinas...

Nueve días antes de dejar la Casa Blanca, la administración Trump designó a Cuba como Estado patrocinador del terrorismo, la última de las más de 240 medidas que ejecutó ese gobierno contra la isla. El secretario de Estado, Mike Pompeo, declaró entonces que con esta acción, haremos una vez más responsable al gobierno de Cuba. Cuatro años más tarde, Pompeo y los estrategas que armaron este diseño diabólico viven sus burocráticas vidas a miles de kilómetros del sufrimiento que han causado, mientras la Plaza de la Revolución está ahí mismo y los barcos dejan de navegar hacia la isla.

Es un momento importante la llegada de la nueva presidenta Claudia Sheinbaum al gobierno de México. Tiene la oportunidad de hacer propuestas sobre aquellos asuntos que requieren su atención. El tema migratorio es uno de ellos. La propuesta inicial de AMLO fue totalmente distinta a lo que se vio obligado a implementar ante las amenazas de Donald Trump de aplicar aranceles a los productos mexicanos. La decisión más cuestionada fue utilizar a la Guardia Nacional para cuidar las fronteras, lo que de inmediato fue interpretado como una forma de criminalizar a los migrantes, convertidos en enemigos que requieren la fuerza pública para impedir que entren al país. Esa fue una estrategia equivocada y peligrosa, porque ese cuerpo de seguridad no está calificado para tener contacto con migrantes, lo que llevó a enfrentamientos absolutamente reprochables. Hay que remover a ese grupo de seguridad. Por otro lado, es urgente que se revise la composición del Instituto Nacional de Migración (INM), que ha sido un centro de corrupción. Se trata de un personal que tiene nada menos que la responsabilidad de las admisiones al país, pero sin pasar por el más mínimo control de confianza.

El INM debe ser dirigido y manejado en su totalidad por personal calificado en derechos humanos, esa es la orientación que les va a permitir entender que las personas salen de sus países por absoluta necesidad, que el horizonte de una nueva vida los lleva a enfrentar todo tipo de tragedias. Por supuesto, no puede haber centros de detención para los migrantes, sino refugios en espera de sus documentos, equipados con todas las facilidades de higiene, alimentación, cuidados para infantes, vengan con familia o solos, en cuyo caso nunca deben ser repatriados; es el Estado mexicano el que debe hacerse cargo de ellos, es decir, educación, salud, atención sicológica, etcétera. Urgen programas públicos impartidos en todos los medios de comunicación que hagan explícita esta visión cercana a los derechos humanos, fundamental para superar el desconocimiento de este fenómeno que lleva a inaceptables demostraciones de xenofobia y racismo.

Quedó bastante claro que las posiciones de los demócratas en la figura de Kamala Harris y el republicano Donald Trump en relación con la situación de los migrantes en el país vecino no plantearon nada nuevo, más allá de los dichos risibles y patéticos de Trump, de que los migrantes haitianos se comían a las mascotas de los ciudadanos de Ohio, lo que ha servido para regalar más material a los comediantes como dice David Brooks. Esto quiere decir que los migrantes mexicanos, centroamericanos o de otras latitudes que pretendan llegar al vecino del norte encontrarán el mismo recibimiento que han tenido hasta ahora. Importa poco si son demócratas o republicanos.La realidad es que el fenómeno migratorio es utilizado por unos y otros para sus propios intereses.

Por tanto, hay que pensar cómo revertir la tendencia de la migración forzada. Sin duda, exige transformar las condiciones que la generan, es decir, cambios en el modelo de desarrollo de los países cuyos gobiernos los concita a salir porque sus oligarquías vinculadas a las internacionales despojan a los pueblos de sus recursos naturales, otorgan concesiones mineras a extranjeros, firman acuerdos de libre comercio que sujetan a los países a denuncias impagables, bancos cuyas matrices se llevan los beneficios descapitalizando a los países, etcétera. Élites que impiden un cambio de rumbo, ejerciendo la ya famosa lawfare y, por supuesto, llamando a los poderes internacionales para que intervengan al país. Es posible confirmar lo señalado cuando se observan las dificultades del gobierno mexicano, que intenta revertir el modelo anterior, y concretamente con la reforma judicial, cuyos integrantes son la representación clarísima de un modelo que exige cambios sustanciales. Las élites internas se oponen furiosamente, llegando a extremos peligrosos, y no puede soslayarse la intervención del propio Estados Unidos, a través de algunos senadores, medios de comunicación y el mismísimo embajador Ken Salazar, manifestando su inconformidad, insistiendo en que la reforma judicial afectará al T-MEC, a la democracia, etcétera.

Y ésta es otra vertiente con la que hay que lidiar, Estados Unidos, país que se arrogó el papel de policía del mundo libre. Al terminar la Segunda Guerra Mundial, formó una maquinaria militar global para lanzarse contra la supuesta amenaza soviética, a pesar de que no había el más mínimo dato para ello, pero convenció al mundo occidental y se lanzó a una cruzada contra los soviéticos, los socialistas, los comunistas, los rusos a los que había que destruir (Baran y Sweezy). Y el primer país que cayó bajo su cruzada fue, por supuesto, Cuba. Era inaceptable que un pequeño país se saliera de su área de influencia y menos iban a permitir que se convirtiera en un modelo exitoso, serían el gran peligro que se podía contagiar.Por tanto, había que destruirlo. Lo demás es historia tristemente conocida en América Latina, Asia y África.

Sin embargo, la historia no ha cesado, esa cruzada, ahora apoyada por el brazo genocida de Israel, continúa hasta hoy, porque, por lo visto, todos los países son amenazas y hay que destruir a los rusos, a los chinos, a los palestinos, a los iraníes, a los libaneses, a los sirios, a los yemeníes, etcétera.

Ha llegado al final la primera administración federal de la 4T. Es posible hacer un balance ponderado del funcionamiento de la economía. Este balance necesario, además, establece la base para plantear algunos desafíos que enfrentará la nueva administración en su periodo de gobierno y, particularmente, en el primer año. Por supuesto, la primera cuestión es que en el sexenio de AMLO la economía mexicana enfrentó una crisis derivada del covid, que afectó a todos los países, aunque en diferente medida.

Salvo este hecho absolutamente impredecible y cuyas consecuencias son conocidas, ha habido estabilidad en todas las variables macroeconómicas. No hemos tenido sobresaltos relevantes. El primer asunto a considerar en este balance es el comportamiento del PIB. En esta materia las metas no pudieron cumplirse: AMLO planteó que creceríamos en el sexenio a una tasa promedio anual de 5.3 por ciento. Con el crecimiento esperado al cierre de este 2024 de 1.7 por ciento, el crecimiento del PIB en el sexenio será de apenas uno por ciento. Consecuentemente, el PIB per cápita se estancó o incluso retrocedió ligeramente. De modo que tenemos que señalar que el pastel apenas creció.

El segundo asunto relevante es cómo se distribuyó ese pequeño crecimiento del producto y, de manera más general, cómo se distribuyó lo que produjo la economía mexicana. La cuestión es cómo se distribuyó el pastel. La información relevante remite a la distribución del ingreso. La más reciente ENIGH, con información de 2022-2016, muestra que la desigualdad se redujo significativamente. La relación entre los ingresos del 10 por ciento más rico y el 10 por ciento más pobre en 2016 fue de 20.75, es decir, ese año los más ricos tuvieron un ingreso promedio 20.75 veces mayor que el de los más pobres. En 2022 se redujo a 14.96 veces. Hubo una mejoría significativa de la distribución del ingreso.

La muy importante reducción observada se debe a que aumentaron los ingresos de los más pobres al pasar de 3 mil 713 pesos mensuales a 4 mil 470, un incremento de 20.37 por ciento. En cambio, el ingreso del 10 por ciento más rico disminuyó: de 77 mil 75 pesos en 2016 a 66 mil 898 en 2022, una reducción de 13.2 por ciento. El aumento del ingreso no ocurrió solamente en el 10 por ciento más pobre, el decil I, sino también en el decil II, III y IV, es decir en el 40 por ciento más pobre del país. Utilizando otro indicador relevante de la desigualdad, la tasa Palma que indica que la relación del ingreso promedio entre el 10 por ciento más rico y el 40 por ciento más pobre debiera ser de uno para que hubiera una distribución equilibrada: en 2016 esta relación fue de 2.6 y en 2022 se redujo a 1.99. De modo que el pastel que produce nuestra economía ciertamente creció muy poco, pero se distribuyó mejor. De nuevo es clara la conclusión: el pastel se distribuyó menos inequitativamente.

En este mejor reparto de lo que produce el país la política pública fue decisiva. Mejoró la distribución del ingreso porque aumentaron los salarios mínimos más de 100 por ciento en términos reales, los programas sociales prioritarios distribuyeron entre la población recursos que crecieron 131 por ciento en términos reales. A esto debe agregarse un elemento que no deriva de una decisión pública: las remesas recibidas por las familias de nuestros migrantes. Este proceso redistributivo pudo lograrse sin comprometer las finanzas públicas. En los primeros cinco años se mantuvieron las metas establecidas para el déficit fiscal y para la deuda pública.

Otro indicador para hacer el balance económico es el déficit fiscal, que se había mantenido en niveles manejables los primeros cinco años, creció significativamente en el cierre del periodo sexenal, llegando a 5.9 por ciento del PIB. Aquí el gobierno de AMLO deja un problema relevante, que obliga a tomar una decisión importante para 2025: ¿el paquete económico propondrá una consolidación fiscal que lo reduzca a 3.5 por ciento del PIB?, o bien, ¿se reducirá el déficit fiscal pausadamente comprometiendo un 4-4.5 por ciento? El tema indica una decisión económica mayor: ¿la política económica para 2025 buscará estimular una economía que crecerá uno por ciento para llevarla a 1.5-2.5 por ciento?, o bien ¿se privilegiará la consolidación fiscal prevista, aunque haya una recesión?

Esta decisión se complica porque en el cambio de gobierno se están confrontando dos visiones para la conducción económica La que señala que hay que avanzar concretando el plan C y la que indica que hay que frenar para tranquilizar a los autodenominados mercados. Todo indica que nos moveremos por el primer rumbo, pero eso veremos si se concreta en el paquete económico 2025.

Jacques Bellefroid murió la mañana del 20 de septiembre de 2024. Escribo esta frase poco más de 24 horas después de sucedido este escándalo indecible. Las fechas se me confunden y los días no cesan de girar en la ruleta de las horas, que se repiten al infinito, los mismos, siempre y para siempre. Como tu muerte, Jacques, como tu vida, como nuestro amor. No comprendo cómo puedo seguir viva mientras tú estás muerto, al menos es lo que me dicen. Lo que me dijo Tania ayer en los inicios de una tarde asoleada, aquí, en el hospital Charles Foix, en las afueras de París, donde estoy hospitalizada y sigo viva cuando tú ya te has ido de aquí a no sé dónde. ¿Cómo podré encontrarte de nuevo en la infinita inmensidad adonde te has ido? Búscame, te pido que me busques. Sólo tú puedes encontrarme en este laberinto sin túneles ni pasajes, sin muros ni puertas, sin señales ni sentidos.

¿Recuerdas? Era aún el invierno, abrigos todavía. Tú estabas sentado en la orilla de un sofá en casa de Colette. Habían pasado ya 10 años desde que ella y tú se divorciaron. Tal vez por eso, bálsamo del tiempo que barre con todo –dejar, oh dioses, al tiempo hablar: ese es el Paraíso–, platicaban sin huellas ni ofensas ni rencores. Tú y yo comenzábamos el diálogo que nos llevaría la vida. ¿Cómo íbamos a saberlo? No éramos ni somos: tú adivino, yo clarividente. Pero sabemos que nos amamos. Como ya lo sabíamos desde ese primer encuentro. Eso es lo único que importa, me repetiste miles de veces, tú sin cansarte de decirlo, y yo sin fatigarme de escucharlo, a cada uno de los parpadeos que eran nuestras fugaces separaciones, esos alejamientos que más nos acercaban el uno al otro como si la distancia disminuyera con el tiempo que no cesa de escurrir sus gotas de eternidad entre los dedos de las manos. Y seguimos amándonos así: tú, desde ese más allá que no cesa de alejarse y acercarnos, donde creemos avanzar inmóviles; yo, en este aquí que me cerca, me encadena, me acorrala y me extravía dentro de mí misma, hundida en mí, en ti, en esta tierra baldía donde hemos nacido para morir, donde moriremos para seguir muriendo, siempre vivos en la radiante atmósfera de luces, amándonos durante el tiempo de una muerte sin fin y sin principio.

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