Usaid
humanitariode EU– robó billones de dólares para impulsar la polémica agenda del Partido Demócrata, donde destacan las fétidas regalías
caritativasal
impolutoNYT, a George Soros (270 millones de dólares [mdd]); https://bit.ly/4aTuYCZ), al Foro Económico Mundial de Davos (más de 68 mdd), al pedófilo Epstein, Nancy Pelosi, Angelina Jolie (20 mil mdd para apuntalar al comediante jázaro Zelensky) y a la fundación Clinton. Al día siguiente Elon Musk tildó a Usaid de
organización criminal.
Da vergüenza publicar la pletórica cantidad de comunicadores
y
ONG –con sus excrecencias en México– que sucumbieron al becerro de oro
devaluado en billetes verdes. De los 10 mil lubricadores, más que
empleados de Usaid –cuya cuenta secreta era la ONG Internews Network que
colaboraba con 4 mil 291 multimedia (https://bit.ly/4jRgeZy)– sólo quedarán menos de 300, de quienes se hará cargo el secretario de Estado, Marco Rubio con diferente redireccionamiento.
Timofey Bordachev (TB), directivo del think tank ruso Valdai Club, asevera que el asalto de Trump contra Usaid puede cambiar la política exterior de EU para siempre
, cuando la “ofensiva del presidente contra el Estado dentro del Estado estadunidense
marca el fin de una era (https://on.rt.com/d4gv)”.
Más allá de que el zar Vlady Putin tenía muy presente el papel desestabilizador y disruptivo de Usaid, un genuino cartel criminal con máscara humanitaria
–diseñada para cándidos, oligofrénicos y desinformados–, TB comenta que Usaid ha servido como instrumento poderoso para impulsar la agenda global de EU
.
TB desglosa sus pletóricos recursos financieros, 40 mil mdd solamente en 2024, cuando Usaid ha sido el principal instrumento para la interferencia de EU en los asuntos internos de otros países
, cuya principal misión ha sido el soborno sistemático de las élites para asegurar su lealtad a los intereses de EU
desde Latinoamérica, pasando por Asia/Mundo Árabe hasta Europa. TB concluye que las acciones
de Trump contra Usaid significan un giro en la política foránea de EU,
pero también exponen las limitaciones del modelo estadunidense
, lo cual representa para Rusia una oportunidad en su política exterior
. Trump se va con todo contra un sector del legendario Deep State que se encuentra en pleno desasosiego y no se esperaba la brutal ofensiva para su desmantelamiento.
Después de haber sufrido varios atentados públicos, Trump instruyó a Elon Musk, considerado como el presidente en la sombra, de auditar los excesivos gastos en educación y el Pentágono que sumados, pueden representar una verdadera fortuna (https://bit.ly/42HDHWV).
Aquí ya había revelado que un día antes de lo que hoy parece haber sido el montaje de las Torres Gemelas del 11 de septiembre, se había esfumado una cantidad trillonaria de la contabilidad del Pentágono que desde entonces no ha podido ser cuadrada debido a sus extraños agujeros contables. Justamente hace casi un cuarto de siglo rastreé los faltantes de 35 billones de dólares (¡mega-sic!) en el Pentágono, donde resaltan el rabino jázaro (https://bit.ly/3QqemJr) Dov Zakheim, contralor del Pentágono, y el ex secretario Donald Rumsfeld (https://bit.ly/415QO2N).
Ya desde el 3 de diciembre pasado, Mike Benz, anterior funcionario del Departamento de Estado, en su entrevista con el célebre podcaster Joe Rogan, reveló que Usaid es un frente de la CIA
que “asiste al Pentágono en el frente de seguridad nacional, así como
al Departamento de Estado en un frente de operaciones clandestinas (https://bit.ly/3EEHVo4)”.
Hoy parece que la dupla Trump/Musk se encamina a liquidar al sector perdedor del Deep State en la guerra de Ucrania, donde destacan George Soros, BlackRock, los Clinton (Bill, Hillary y su hija Chelsea, casada con el especulador jázaro Marc Mezvinsky: rociados con las dádivas de 84 mdd de Usaid) y Nancy Pelosi, que recibieron suculentos sobornos. ¡Se trata de una verdadera guerra civil que ahora sí se atreve a decir su nombre!
http://alfredojalife.com, Facebook: AlfredoJalife
De ahí se desprende la llamada la Ruta de la seda, que conectó el comercio de Asia con Europa y Medio Oriente por varios siglos. Ahora, aunque la seda se produce en otros países, China continúa a la cabeza de la industria global con 75 por ciento de la producción y exportación mundial en una perfecta combinación entre tradición y moderna tecnología.
La producción comienza con el cultivo de los gusanos de seda. Los huevos se nutren cuidadosamente hasta que brotan para convertirse en larvas. Los gusanos se alimentan de hojas de morera, un frondoso árbol que pierde sus hojas en otoño. Sólo comen estas hojas.
La rapidez y una especie de voracidad en el consumo de hojas de morera los hace aumentar considerablemente de tamaño en corto tiempo. Secretan un líquido viscoso, que es la seda en su primera etapa; cuando entra en contacto con el aire, poco a poco se solidifica y así se forma el capullo que recubre y protege al gusano por un sinfín de pequeños filamentos.
Al visitar China, parte del recorrido turístico es la visita a una fábrica de seda donde se puede constatar que su producción, a pesar de ya haber sido industrializada, aún conserva en gran parte un carácter artesanal. Las regiones de Sichuan, Jiangsu y Zhejiang son las principales productoras de seda en China y han integrado algunas innovaciones tecnológicas para mejorar la calidad del producto, reducir costos y aumentarla.
Estas zonas preservan la tradición del tejido manual por parte de personal especializado incorporando maquinaria avanzada para la producción a gran escala. Aunque tradicionalmente la seda ha sido utilizada en prendas de alta costura y textiles decorativos, de forma reciente su versatilidad ha permitido que sea utilizada en otras áreas, además de la textil.
La seda se emplea como material para suturas en la medicina, también en productos cosméticos e incluso en áreas de la investigación biotecnológica. La seda es un material de alta resistencia y compatibilidad; al ser una fibra natural es biodegradable aportando soluciones textiles más amigables con el medio ambiente.
A lo largo de los siglos diversos productos de seda han llegado a tierras mexicanas, desde la época colonial por medio del Galeón de Manila, aquellas naves que cruzaban el océano Pacífico desde Manila, Filipinas, hasta los puertos de lo que era entonces la Nueva España.
La seda china sigue siendo un símbolo de lujo que llega a diseñadores y consumidores de todo el mundo.
Alia Lira Hartmann
Para desgracia de la tradición taurina de México –medio milenio el año próximo–, varios factores incidieron en su degradación y trivialización mucho antes de que aparecieran en escena animalistas y antitaurinos, entre otros la irrupción del neoliberalismo –mínima intervención del Estado y falsa autorregulación de las empresas– y, en consecuencia, la omisión o complicidad de las autoridades de todos los niveles en el negocio taurino, como si éste fuera ocurrencia empresarial y no valor cultural e identitario de nuestra sociedad que requería vigilancia y fortalecimiento ante los acosos neoliberales y los afanes globalizadores del pensamiento único.
Asimismo, la escasa visión de los taurinos de élite, que convirtieron un libre mercado sano en duopolio primero y en monopolio después para beneficio de los que dicen arriesgar su dinero para la supervivencia de la tauromaquia, incurriendo en una mañosa autorregulación que les ha permitido hacer lo que les venga en gana, al tiempo que, complejos de por medio, aumentan la dependencia taurina de México con respecto a España –mejor importar figuras con imán de taquilla que producirlas aquí–.
Igualmente, el descuido o connivencia del resto de los sectores –ganaderos, toreros y crítica especializada– que prefirieron someterse a los criterios de las élites taurinas a denunciar oportunamente las graves desviaciones de éstas, reduciendo el espectáculo taurino al círculo de amigos ganaderos, toreros y críticos, en tanto el público, ayuno de formación y a merced de una manipulada información, fue dejando de ir a las plazas o acude a estas resignado, sin más perspectiva de la tauromaquia que la que le ofrece esa minoría parasitaria disfrazada de promotores sin idea pero autorregulados.
Fiesta brava le siguen llamando, pero hace décadas estos parásitos con piel de empresarios la vienen convirtiendo en fiesta breve, en intensidad y en pervivencia, con el propósito de conseguir el cierre y demolición del magnífico cuanto desaprovechado inmueble denominado Monumental Plaza de Toros México y convertirlo a corto plazo en otro centro comercial, habitacional y de negocios, como antes ocurrió con El Toreo de la Condesa y El Toreo de Cuatro Caminos.
En su feria del 79 aniversario, estos parásitos de la fiesta –viven a costa de ella debilitándola, no engrandeciéndola– han ofrecido en seis de los nueve festejos anunciados un despliegue de mansedumbre y una sucesión de tedio más que de emociones, gracias a sus particulares criterios de amistad y de espectáculo. De 37 reses lidiadas –incluido el gracioso toro de regalo a Ponce–, tal vez siete u ocho han tenido rasgos de bravura, con su puyazo de trámite. Habiendo cerca de 250 ganaderías de reses bravas en el país, ¿sólo dieron cabida a las de sus amigos por mansas que resultasen? ¿Lo que cobran al público apenas alcanza para fomentar su amiguismo y despedir a desfiguros del toreo? ¿Por qué echaron a perder el mano a mano de las promesas? ¿Cuánto durará su especulación inmobiliaria? ¿No les importa ser unos fracasados como promotores de la fiesta de los toros?
Patriotases una agrupación tan extrema que acoge en sus filas a Alternativa para Alemania (AfD), el partido neonazi del que la mayoría de los políticos trata de desmarcarse oficialmente aunque comulgue con sus ideas.
Miembros destacados de la ultraderecha del Viejo Continente como la primera ministra italiana Giorgia Meloni no estuvieron en la cita, pues sus formaciones adhieren a Conservadores y Reformistas Europeos o a Europa de las Naciones Soberanas, las otras dos grandes coaliciones de ultraderecha que, en conjunto con Patriotas, disponen de más representantes en el Europarlamento que cualquier otro grupo.
Además de repetir sus consignas xenófobas y racistas, los oradores
hicieron del evento un culto al presidente estadunidense Donald Trump,
en quien ven un guía ideológico, un modelo de éxito político, y en quien
depositan su esperanza de tomar o perpetuarse en el poder. De hecho, la
cumbre fue bautizada Hagamos Europa grande otra vez
en obvio
homenaje al lema chovinista del magnate, y durante todo el encuentro se
ensalzó su figura. En esta identificación se delata la primera
contradicción de los participantes, quienes ensalzan el patrioterismo y
hablan de engrandecer a Europa mientras se ponen a sí mismos, a sus
partidos y sus países al servicio de un personaje que no ha
desperdiciado ocasión para mostrar su desprecio por la Unión Europea,
así como su completa ignorancia de la historia y la cultura del bloque.
Cabe suponer que la simpatía surja del desconocimiento compartido de
la historia europea. Sólo de este modo se explica que Santiago Abascal,
Marine Le Pen, Matteo Salvini, Viktor Orbán, Geert Wilders, Petr Macinka
y sus correligionarios se jacten de encarnar a Occidente cuando todo su
programa trata de revertir la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, en la cual se condensan los valores de la mejor versión de
Occidente, la que supo extraer lecciones de su tumultuoso pasado y darse
principios que evitaran nuevos horrores. Asimismo, tienen en común con
el trumpismo el uso –y abuso– del cristianismo como signo identitario al
mismo tiempo que dan la espalda a todas las enseñanzas de Cristo en su
trato a los migrantes y a los grupos vulnerables. Su distorsión
inquisitorial e intolerante del cristianismo cristaliza en el
inquietante llamado a la Reconquista
, es decir, a la expulsión de
las fronteras europeas de todos los musulmanes, tal como hicieron los
Reyes Católicos hace más de 500 años.
En esta misma visión de su labor como una redición fársica de las Cruzadas se inscriben sus esfuerzos por extender su ideario a América Latina, cuyas derechas se caracterizan por un profundo complejo de inferioridad que las lleva a renegar de la herencia indígena y a buscar hasta extremos patéticos la aprobación de las viejas metrópolis coloniales. Los intercambios entre los ultraderechistas europeos y sus pares latinoamericanos son un espectáculo grotesco en el que colonizadores nostálgicos coinciden con individuos que desean ver a sus naciones colonizadas. Este fenómeno es ejemplificado por Javier Milei, quien recibe aplausos cada vez que viaja a Europa a Estados Unidos por ofrecer Argentina al mejor postor y nominarse como adalid de los grandes capitales, así como por otros dirigentes menos pintorescos pero igualmente nocivos para sus países. La buena sintonía de los líderes golpistas venezolanos con la ultraderecha es otra muestra de las fuerzas a las que se enfrenta Venezuela en su determinación por defender su soberanía y sus recursos naturales.
A uno y otro lado del Atlántico, los pueblos han de responder con democracia, solidaridad y una reivindicación del humanismo secular a quienes pretenden que el futuro sea dominado por los discursos de odio, el cultivo del miedo como herramienta de manipulación y el colonialismo impulsado por prejuicios racistas.

La costumbre de considerarse un país superior por la capacidad militar más que por su fortaleza económica o comercial, ha convertido a la nación más poderosa del mundo en sombra de un pasado dominante, abusivo y depredador.
La historia no tiene marcha atrás, lo que fue ya no será, todo proceso político, económico y social busca y encuentra reacomodo en función de la actuación del conjunto de países libres, soberanos y autónomos, pero interdependientes; jamás ha sido posible la existencia humana individual o colectiva aislada o totalmente independiente.
momentopara, ahora sí, conducir a la República hacia un nuevo curso de desarrollo.
A pesar de que el tema del crecimiento económico ha sido prácticamente expulsado de la agenda nacional, la del gobierno y la de la oposición, así como la de los medios informativos, conviene insistir: no pueden seguir negándose las evidencias. De éstas emana una imagen de la economía en la que predominan la vulnerabilidad y unas relaciones sociales y estructurales apabulladas por una heterogeneidad que inevitablemente bloquea el curso de la economía.
Nuestro crecimiento ha sido socialmente insuficiente, propiciando un mercado laboral desestructurado y copado por elevados porcentajes de informalidad laboral (59 por ciento), inconmovibles frente a los datos de desempleo formal, de alrededor de 2.5 por ciento. Estos malos datos nos hablan de un corazón enfermo y débil que reclama reformularse en cuanto a sus objetivos maestros y los instrumentos de política a ser aplicados ya, sin perder de vista el mediano y el largo plazos.
Este menos que mediocre desempeño económico no es reciente y se explica, en buena parte, como señaló con maestría nuestro querido Jaime Ros, por la aplicación sostenida de políticas erradas que han priorizado los objetivos de estabilización y acotación de la inflación y el balance fiscal, dejando en la cuneta la dinámica económica y la consecuente transformación de la estructura productiva, el empleo y la redistribución. Este vademécum ha sido seguido y respetado por los gobiernos de la Cuarta Transformación, con excepción del aumento al salario mínimo que, sin duda aplaudible, sigue siendo del todo insuficiente para que una mayoría de mexicanos tenga mejores condiciones de vida.
Una economía renovada debería contemplar el propósito central de alcanzar y conservar un crecimiento anual del PIB de, al menos, 4 por ciento, que distribuya los frutos del esfuerzo colectivo. Como se ha dicho y reiterado desde diferentes y hasta opuestos miradores, esto implica incrementar de manera significativa la inversión pública y privada para desatar una transformación de la estructura productiva guiada por el convencimiento social de que la competitividad no debe estar basada en la precariedad y la pobreza laboral, sino apoyarse en capacitación, educación e innovación.
Pilar imprescindible para este nuevo curso es, sin equivocación ninguna, la reforma del Estado postergada una y otra vez en estas décadas de indudable transformación política y del propio Estado. Esta reforma debería arrancar con la reformulación integral de la política hacendaria, para hacer de la hacienda pública una palanca central de la redistribución justa del crecimiento.
Hemos aprendido, más mal que bien, que en la hacienda se inscriben y reproducen algunos de los convenios maestros para la estabilidad y la reproducción política y social. Por eso es que la revisión sugerida del entramado fiscal del Estado tendrá que partir de un gran acuerdo nacional que identifique y revise las prioridades nacionales para, desde ahí, presupuestar, diseñar, ejecutar.
Plantear(nos) este cambio de rumbo tiene fundamento y sentido; es
posible salir del callejón al que quieren llevarnos las bravuconadas del
presidente estadunidense, aprovechar la crisis como oportunidad. No se
trata de inventar ni la pólvora ni el hilo negro, sino de reivindicar la
economía política, la política traducida en política económica. Echar
toda la carne del asador intelectual al diseño de un programa nacional
de inversiones que desemboque en el Plan Nacional de Desarrollo
mandatado por la Constitución. Desplegar nuestra imaginación para trazar
objetivos y tiempos como punta de lanza para la (re)construcción
económica, que requiere planeación cuidadosa, y no sólo esquivar golpes
.
Que este malhadado incidente arancelario nos lleve a abrir las puertas a un crecimiento sostenido y sustentable, respetuoso y protector de la naturaleza, que se acompañe de procesos regionales de transformación de la estructura productiva y de las propias relaciones sociales. Desde luego, regresar al Estado sus funciones y construir un verdadero Estado de Bienestar. Pasos primeros e imprescindibles para que México pueda afirmarse, con seguridad, en los nuevos escenarios de una globalización cuarteada y rumbo a crisis recurrentes.
Son ya varias generaciones que viven bajo el dopaje. Desde militares, deportistas, artistas, intelectuales y juventud en general han hecho del uso de la mariguana, anfetaminas, del famoso LSD (dietilamida de ácido lisérgico), la cocaína y otros tóxicos más una forma de vida. Tal vez se trata de un escape de la realidad.
Esas mismas generaciones han tenido que asumir como suyas infinidad de guerras. En millones de familias estadunidenses existen veteranos de guerra y caídos en combate. Cada miembro del ejército se ha convertido en invasor criminal. Ellos han sido, a su vez, víctimas convencidas de que es correcto cometer acciones perpetradas a fuerza de engaños. Se alistan en el ejército supuestamente para cumplir con la responsabilidad de defender el mundo libre, la democracia y el estilo estadunidense de vida. O sea, luchan y arriesgan la vida por salvaguardar el punto de vista consumista que tienen de la libertad.
Nuestra pregunta es: ¿hasta cuándo el pueblo estadunidense soportará a un convicto en el poder?
El calificativo de abyecto no es una grosería de nuestra parte: es un diagnóstico de apreciación por todas las barbaridades que ha dicho desde que llegó al poder en su primer gobierno.
Ninguno de los reclamos de diversos estadistas del mundo han sido gratuitos o emitidos por animadversión hacia el pueblo estadunidense. Las amenazas que el gobierno de Trump ha programado son un insulto para la diplomacia mundial, para los principios de respeto universal y un atentado en contra de la civilización de cualquiera de nuestras culturas.
Gustavo Petro, presidente de Colombia electo democráticamente, señala que Trump es absurdo al declarar que los niños colombianos son criminales. Eso es un hostigamiento racista. Petro reclama a Trump: los menores de edad no deberían ser expuestos a malos tratos y mucho menos a procesos que los separan de sus familias. ¿Cómo va a decir que son delincuentes?
Definitivamente, Petro advierte al estadunidense que no aceptan el maltrato a los niños de Colombia por ser deportados desde Estados Unidos.
El presidente colombiano olvida que el gobierno de Estados Unidos es capaz de enjaular a personas, exponerlas como seres raros y separar a menores de edad de sus familias, exactamente como hacían los secuestradores de poblados africanos enteros para venderlos al mejor postor y explotar el negocio de la esclavitud. Aunque no olvidemos la historia de otros grupos esclavistas, como las capturas que hacían los piratas berberiscos en contra de los cristianos de las costas de Francia, España, Portugal y otros.
En la actualidad sucede algo similar: no les importa si están violando los derechos humanos, tampoco les afecta si reciben el repudio de la comunidad internacional. Ellos se sienten los amos del mundo, al estilo de los esclavistas del pasado.
Por su parte, el presidente Lula da Silva, de Brasil, afirmó con justa razón que el millonario Trump no fue elegido para gobernar al mundo. Y, si eso piensa, nuestro diagnóstico anterior debe ser considerado por el pueblo de Estados Unidos.
El presidente estadunidense debe respetar las relaciones democráticas
y civilizadas que tratan de mantener otros países del mundo, aunque le
cueste trabajo. El pueblo estadunidense merece otro Estados Unidos. Si
Trump quiere y entiende, su país será grande
otra vez, no a costa
de la barbarie que está imponiendo desde el primer momento en que se
sentó en la oficina oval de la Casa Blanca.
Esperemos que también entienda que las pésimas acciones políticas y comerciales propuestas por su gabinete y, especialmente, por su aliado Elon Musk, personaje sin identidad gentilicia, le traerán mucho más animadversión mundial. Dice Lula: lo que no puede pasar es que pensemos que un empresario puede ser dueño de la comunicación mundial y hablar mal del mundo a toda hora, interfiriendo en las elecciones de los países.
Desde Rusia, por supuesto, Trump ha recibido múltiples críticas, generadas por las agresiones verbales y amenazas estúpidas hacia ese país. El histórico odio de Estados Unidos hacia los países comunistas soviéticos, de hecho, no ha cesado.
Creemos que Donald Trump no se ha enterado de que ya no existe la Unión Soviética. Eso no sería nada raro, debido a la ignorancia cultural y política que muestra cada vez que habla. La incongruencia de criticar al presidente Vladimir Putin por no detener la guerra en Ucrania deja claro que no es el enfrentamiento bélico lo que le importa; de otra forma, exigiría a Benjamin Netanyahu detener el fuego contra Palestina y parar la invasión de Israel hacia ese país árabe.
El gobierno de Putin ha ofrecido diálogo para solucionar la amenaza arancelaria; sin embargo, el bravucón de la Casa Blanca no ha entendido que se debe recurrir, para un mejor entendimiento mundial, a acciones diplomáticas y llegar a un entendimiento comercial justo que a ambos países convenga.
Lo que tenemos que hacer desde nuestros países es buscar una salida diplomática, civilizada, lógica y pacifista pero lo suficientemente firme para detener al presidente abyecto.
(Colaboró Ruxi Mendieta)
En esos tiempos todavía se guardaban las formas, ahora Mr. Trump, mejor conocido como el trompas
por la comunidad latina, se salta al Congreso y a punta de decretos
reforma totalmente el sistema migratorio, con el argumento de la
seguridad nacional, aspecto que le da amplios poderes y presupuesto
ilimitado.
Se trata de una reforma integral, pero a la inversa, de lo que por años se demandó y se luchó: por una verdadera reforma migratoria que hiciera justicia y regularizara a millones de migrantes.
Las medidas de Trump están enfocadas en tres escenarios distintos, pero relacionados: el acceso al refugio, la frontera norte y los migrantes irregulares.
Estados Unidos tiene una larga tradición de refugio selectiva y al mismo tiempo impone medidas muy duras para determinados tipos de poblaciones. Pero sus leyes son claras, si alguien solicita refugio al interior de su territorio, deben aceptarlo y proceder a analizar su caso, además, las familias y menores de edad tienen ciertas preferencias.
Fue así como México, hace ya 15 años, se convirtió en lugar de
tránsito para acceder al refugio, simplemente cruzando la frontera y
entregándose a la patrulla fronteriza. Para Trump esta práctica
representa un abuso y ha cancelado cualquier posibilidad de acceso al
refugio a aquellos que crucen la frontera de manera subrepticia. También
ha cancelado el acceso legal por la plataforma CBP One que promovió el
gobierno de Joe Biden. Por otra parte, se han cancelado todas las
medidas conocidas como parole humanitario
.
Como quiera, aproximadamente 2 millones de solicitantes de asilo esperan su cita con el juez designado para analizar su caso. Esta población queda protegida hasta que se analice su situación. Pero Trump ya legisló que los jueces tienen 180 días para concluir un caso, ya no se pueden alargar años.
Por otra parte, hay 863 mil migrantes que cuentan con status temporal protegido (TPS) y que, en su mayoría, pasaron por México. De ellos, 334 mil son venezolanos, 200 mil haitianos, 180 mil salvadoreños, 54 mil hondureños y 50 mil ucranios, entre otros. Su protección requiere de renovación y depende de la situación en el país de origen. Ya se dio permiso para renovar a los salvadoreños y venezolanos, pero la puerta para acceder al refugio está cerrada, aunque sea una medida ilegal y contravenga las leyes de Estados Unidos.
En segundo lugar, Trump amenazó con cerrar la frontera
,
es decir, impedir el cruce clandestino de migrantes, sea para solicitar
asilo o introducirse de manera irregular en el territorio. La amenaza a
los que cruzan para solicitar refugio es la deportación inmediata, para
los migrantes irregulares también. Además, se van a reforzar las
barreras, dificultar el ingreso e incrementar la militarización de la
frontera. A estas medidas disuasorias se añade el castigo de dos años de
confinamiento a los reincidentes. Tendrán que pensarlo dos veces o
tres, pero para muchos deportados que dejaron a su familia en el otro
lado, es un dilema muy difícil asumir la deportación definitiva.
Cerrar la frontera para los mexicanos es imposible, para los extranjeros se dispone de 10 mil guardias nacionales que evitarán el tránsito y el tráfico de personas. Esperemos que la medida se extienda para desmantelar a las mafias que trafican y extorsionan a migrantes, pero la medida crea un problema adicional, el incremento de la población flotante de origen extranjero en México, que pretende quedarse o llegar a la frontera, a pesar de que han empeorado las condiciones.
En tercer lugar, se ha dispuesto de la deportación masiva de
migrantes irregulares, cerca de la mitad, unos 5 millones, son mexicanos
con familias y plenamente establecidos. No hay consideraciones
especiales para determinados trabajadores considerados esenciales
. Veremos qué pasa, sobre todo en la agricultura.
Al respecto, un alto funcionario respondió, que sí se deportará a los braceros y que luego se verá cómo solucionarlo con visas H2A, lo que implica a México, y hay un protocolo de entendimiento firmado que no se cumple por parte de los tramitadores y empleadores.
Negociar con la mano de obra es un arma de doble o triple filo. Históricamente no ha dado resultado. Exportamos a medio millón de trabajadores al año y, si recibimos a medio millón deportados, hipotéticamente tendríamos que enviar a un millón con visas H2A. ¿Es posible? ¿Nos conviene?
Por eso juega todas sus cartas en insinuaciones de todo tipo, para lo cual se apoya en los medios de comunicación que diariamente se encargan de levantar críticas infundadas al presidente, ya que supuestamente hizo declaraciones inapropiadas y no se pronunció sobre los temas preferidos por la derecha.
Las que serían alternativas centristas prácticamente han desaparecido. Los tucanos, que tradicionalmente habían polarizado la escena política con el PT durante varias décadas, desaparecieron como partido político, dejando sólo al gobernador de un estado. La derecha se ha dejado llevar por la extrema derecha. A la izquierda del PT, el PSOL, que había surgido con la idea de que el PT estaba equivocado y que Lula fracasaría, no tuvo éxito, porque el PT no estaba equivocado y Lula no fracasaría.
Esta polarización entre la extrema derecha y el PT marca profundamente la situación política brasileña. Frente a la hegemonía de las políticas neoliberales adoptadas por el capitalismo en este período histórico, el PT propone la prioridad de las políticas sociales, el fortalecimiento del Estado y la reanudación del desarrollo económico.
Estas políticas permitieron que la economía brasileña volviera a crecer, que el nivel de empleo llegara a ser el más alto que el país haya visto jamás y que la democracia se consolidara. Sin embargo, este rescate de la economía brasileña y de la propia democracia no se traduce –al menos en algunas encuestas– en un apoyo más amplio al gobierno. Según éstos, el nivel de rechazo a Lula habría aumentado y el apoyo a la derecha estaría en un proceso de crecimiento.
La extrema derecha centra sus ataques en la política y la democracia, identificados con el PT. Se basan en las viejas, pero siempre repetidas acusaciones de corrupción contra Lula y el PT que refuerzan la idea de descalificación de la política y del Estado.
Al mismo tiempo, la extrema derecha ataca las reivindicaciones de las minorías, incluidas la del feminismo, pero también las de negros y homosexuales.
Lo sorprendente es que Lula y el PT tienen un legado de varios gobiernos que redujo las desigualdades en el país, mientras que el legado de la derecha –el de Bolsonaro– es totalmente negativo, desde todos los puntos de vista.
Lula está haciendo un buen trabajo en el gobierno, pero está perdiendo la batalla de la comunicación. Él mismo ya se dio cuenta de esto y busca una nueva política al respecto. Pero éste no es solamente el papel del funcionario encargado, es toda la relación entre el gobierno y la sociedad la que tiene que cambiar; es una disputa política y no sólo comunicacional.
Objetivamente, las alternativas para Brasil son éstas: Lula o la extrema derecha. Subjetivamente, esta opción no se presenta así para la mayoría de la población. El mayor desafío político contemporáneo es llevar esta alternativa a la conciencia de la gente. ¿Lo lograremos?
Hasta entonces existían las pulquerías, y de más baja ralea, las
vinaterías, que eran establecimientos muy modestos que vendían
aguardientes baratos. Éstos fueron desplazados a la periferia y en las
calles céntricas de la ciudad proliferaron los salones
, de los que nos habla Salvador Novo en su deleitoso libro Cocina mexicana: Historia gastronómica de la Ciudad de México.
Dice Novo: Tenían altos mostradores de madera bruñida, con una
imprescindible barra de metal pulido a su pie, las mesillas de cubierta
de mármol, las sillas de bejuco, de las llamadas austriacas, los
camareros que atendían a la clientela con largos mandiles blancos,
albeantes de limpieza
.
Destacan en su crónica las sabrosuras que se ofrecían para comer por
el precio de la bebida, lo que ahora es la popular botana. Su vívida
descripción hace agua la boca: Había de todo: reluciente pavo al
horno, entre rodajas de limón y de cebolla que trascendía fragante;
aceitoso bacalao a la manera vizcaína, entre su salsa espesa en la que
resaltaba el verde oscuro de las aceitunas y ponían su preciosa nota de
color las gruesas rebanadas de los rojos pimientos morrones; rubias
milanesas muy bien rebozadas entre frescas hojas de lechuga; carne de
puerco en chile verde, la masa guinda de los frijoles refritos, barbacoa
que se deshacía de puro tierna y vaporizaba caliente, caldosas rajas
con queso fresco, abundante pan rebanado y altos rimeros de pequeñas y
delgadas tortillas con un hornillo cercano para calentarlas
.
Hay que aclarar que la actual botana no tiene esa abundancia, pero no deja de ser sabrosa; entre más copioso sea el consumo del etílico, así serán las viandas, llegando a constituir una comida completa.
Una de las que ofrece buena botana es el salón España; los viernes brindan platillos especiales que pueden incluir mojarras a la plancha o mixiotes; nunca falta un buen caldo y sabrosos guisados, además de sus célebres tortas y buenos platillos a la carta.
Como en todas las que conservan su carácter, hay dominó y cubilete que amenizan el rato agradablemente y no es raro que aparezca un trío para unas canciones de la nostalgia. También con botana: La Peninsular, La Montañesa, La Nueva Don León y la Río de la Plata.
Junto a éstas conviven otras más elegantes, que no ofrecen botana con la copa, pero algunas tienen buenos manjares a la carta como el elegante bar Mancera, El Gallo de Oro y el afamado La Ópera.
Esto nos lleva a constatar que la pasión por la buena comida no se ha perdido y continúa enriqueciéndose con influencias venidas de lejanas tierras.
En el barrio de La Merced, que lleva ese nombre por el convento que se estableció en ese lugar a fines del siglo XVII, se encuentra desde hace centurias una importante zona comercial que dio cobijo entre los años 20 y 50 del siglo XX a inmigrantes judíos, libaneses y españoles, que llegaron a esta capital buscando una vida mejor.
En su mayoría comerciantes, hicieron su hogar en las casas de vecindad, a unos pasos del negocio que frecuentemente era la calle misma. Ahí convivieron armoniosamente con los mexicanos, se hicieron amigos y compartieron costumbres.
Los recién llegados fueron imprimiendo la huella cultural de sus lejanas tierras; un aspecto trascendente fue la comida. En el rumbo se abrieron restaurantes y fondas de comida libanesa, española y judía, que vinieron a sumarse a los de comida mexicana de distintas partes del país. Los libaneses dejaron varios buenos restaurantes, entre los que destaca Al Andaluz, que ocupa una hermosa casona del siglo XVII, bellamente restaurada.
Los orientales dejaron su huella en los populares cafés de chinos
,
que continúan vigentes, al igual que los restaurantes del Barrio Chino.
A la llegada de los exiliados españoles, a fines de la década de los
30, comenzaron a surgir lugares de comida económica y abundante que
ayudaban a disminuir la añoranza de la patria chica; así nació el Centro
Vasco, el Catalán, el Gallego, el Castellano, la Casa Valencia y tantos
otros que se volvieron también favoritos de los capitalinos, al igual
que los especializados en carnes, que establecieron 30 años más tarde
los exiliados sudamericanos. Y así podríamos seguir, pero se acabó el
espacio. ¡Salud y buen provecho!
Constituimos la organización Movimiento Conciencia. Ya Elideth había visto a Aridjis en septiembre de 2024 en el Festival Cultural y Académico por los Derechos de los Animales que se hizo en el Complejo Cultural Los Pinos.
Dinámica, alta, segura de sí misma, Elideth levanta su voz por encima de la de los demás y logra que la escuchen.
–Me acredité en las mañaneras como corresponsal y como
fotodocumentalista en 2020 durante el gobierno del presidente López
Obrador. En la mañanera nunca antes se había tocado el tema de la
defensa de los animales. Esperé hasta que finalmente AMLO me reconoció y
dijo: Tú siempre vas a tener la palabra aquí
. Como vivo en
Morelos, no podía venir tan seguido a Palacio Nacional, pero hice el
esfuerzo de asistir con toda la frecuencia y la pasión de la que soy
capaz. Realmente entré a la mañanera no por mí, sino para salvar la vida
de un guajolote.
–¿Un guajolote de los que venden en la calle en época de Navidad?
–No. A Andrés Manuel le regalaron un guajolote en Oaxaca y no sabía qué hacer con el animal en Palacio, a pesar de que eran vísperas de Navidad. La gente cercana a él no quería matar al guajolote y le expliqué a AMLO que yo tengo un pequeño santuario y me diera el guajolote para salvarlo como símbolo de su compasión por los animales.
La primera vez que asistí a la mañanera fue el 23 de diciembre de 2020. López Obrador permitió que me llevara el guajolote a mi santuario y seguí yendo para tratar con él otros temas ligados con la protección de los animales. Desde entonces, fui tres o cuatro veces al año a Palacio Nacional y AMLO me dio la palabra apenas me veía en la concurrencia.
–¡Qué suerte!
–AMLO tuvo mucha paciencia conmigo porque el tema de los animales es poco conocido y tuve que dar en Palacio Nacional y frente a muchos oyentes un contexto muy amplio: ¿Por qué defiendes a un perro? ¿Cuál es la diferencia entre crueldad animal y maltrato animal? Me escucharon con respeto y hasta con simpatía.
Expliqué: “No nos han enseñado a respetar a los animales. Hay gente que quiere mucho a sus mascotas, pero la mayor parte de la población los maltrata mucho. Su actitud viene de hace tiempo, aunque un libro, Los perros de la Ciudad de México: De la Conquista al porfiriato, certifica que siempre hubo una gran crueldad contra los animales a pesar de su nobleza. Los perros y gatos no tienen un hábitat, su hábitat es la persona responsable de ese ser vivo que no tiene a dónde ir. Su nobleza le ha costado muy caro al animal doméstico. Aunque su dueño lo golpee, el perro sigue moviendo la cola cuando lo ve llegar y permanece a su lado pase lo que pase”.
A López Obrador le planteé la problemática de la sobrepoblación de perros y gatos, que afecta a toda la sociedad porque hay mucha violencia contra los animales que son parte de la vida cotidiana de los humanos. Cuando un niño sufre violencia, aprende a maltratar al más débil. A partir del trato familiar, un niño se puede volver empático y aprender a respetar al prójimo. Si la familia le enseña a respetar a un animal, va a respetar a su prójimo. Y si ve el maltrato de un padre de familia que le pega a su mujer, el niño hace lo mismo con el perro.
–¿La violencia va escalando según la conducta de la familia?
–Sí, hay una escalera de la violencia que no ha sido tomada en cuenta por la sociedad. Todo eso se lo dije en la mañanera al entonces presidente López Obrador y me escuchó con mucha atención. Hablé fuerte, largo y tendido, tú me conoces, Elena, la verdad es que yo sí exageré en mis exposiciones porque necesitaba informar y convencerlo.
–¿La protección de los animales es un tema que a todo el mundo le vale?
–Claro, y además hay mucho desconocimiento tanto de la sociedad como
de las autoridades. Yo expuse lo grave que es que la gente sea tan
cruel. Se ha sabido que por envenenar perros se han envenenado niños,
eso lo tengo documentado. La sobrepoblación de perros afecta a la
contaminación en las zonas más pobres de México en las que se calculan
alrededor de 600 mil perros en situación de calle. ¿Qué hacer con todo
eso? Si no hay un programa y un control ético, todo lo que hagas va a
ser malo, incluso una iniciativa personal. Lo último que le dije al
presidente es que todos tenemos responsabilidad en la protección a los
animales. La vecina de enfrente que abandona a su perro se autodenigra.
Si tú vas en la carretera y ves a un perro abandonado, sabes que lo van a
atropellar y va a morir. Meterlo a un asilo no soluciona el problema
porque los albergues ya están saturados. En ninguno de los que conozco
cabe un perro más. Ya no caben, Elena, no hay espacio para ellos. Si te
llevas animal a tu casa y lo hacinas se convierte en un infierno para
todos. ¿Lo dejas morir en la calle? La sociedad es culpable de esta
violencia, las autoridades también porque no han hecho nada. Y matar al
animal no soluciona el problema, al contrario, lo agrava. Yo pongo un
ejemplo muy burdo: Vamos a matar a todos los pobres, a ver si se acaba la pobreza
.
Perder valores es perderlo todo. Los antirrábicos dicen que no matan
pero siguen haciéndolo porque no pueden atender a tanto perro. Y, como
comprenderás, NO los matan bonito. Yo desconozco si sigan los métodos de
antes de electrocución. Puedo contarte cosas terribles de crueldad
humana. Toda esta información se la di a AMLO y me escuchó. Tan es así
que cuatro años después reformó la Constitución. En Europa, los animales
están considerados en la Constitución. México va a ser el epicentro, el
primero de América Latina en lograrlo, porque a través de la educación
puedes hacer los grandes cambios. Me reuní con la maestra Delfina Gómez
cuando era secretaria de Educación por instrucciones de López Obrador,
sucedió lo mismo con Rosa Icela cuando era secretaria de Seguridad
Pública. Cuando presenté el proyecto a AMLO, se descongelaron 13
iniciativas de protección a los animales. También el presidente indicó
que el tema del maltrato animal debía verse a través de la Semarnat: Presidente, reforme usted la Constitución, tome usted la iniciativa porque si no, no va a pasar
y me respondió: Me comprometo
.
El enemigo en casa. El primer episodio de La maldad no existe planteaba ya la situación de un hombre ordinario, trabajador aplicado y buen padre de familia, convertido en verdugo virtual al verse forzado a prestar sus servicios para la aplicación de la pena de muerte por ahorcamiento a opositores políticos del régimen. La premisa narrativa en la cinta más reciente de Rasoulof es parecida. El abogado arribista Iman (Missagh Zareh) acepta agradecido la promoción a un cargo como juez de instrucción en el tribunal revolucionario sin percatarse de que sus nuevas funciones incluyen supervisar y dar un expedito visto bueno a penas de muerte decididas de manera arbitraria. De este modo, el hasta entonces intachable ciudadano se ve atrapado en un engranage penal represor que, en el plano moral, hará de él un hombre irreconocible a los ojos de su familia. Para colmo de males, a Iman se le entrega una pistola para defenderse en casa de eventuales ataques suscitados por sus acciones, arma que desaparece misteriosamente haciendo que tanto la madre como sus dos hijas jóvenes se vuelvan sospechosas de la inexplicable sustracción de la misma. Esta situación desata una espiral de recelo y acoso contra las tres mujeres, donde el patriarca se transforma en un iracundo tirano doméstico, como reflejo claro de la brutalidad institucional misógina que a diario soportan las mujeres iraníes.
La novedad en La semilla del fruto sagrado es que las dos
hijas, en especial Rezban (Mahsa Rostami), la mayor, oponen una vigorosa
resistencia a la voluntad del padre. El contexto social favorece esa
postura, pues justo en ese momento se multiplican en las calles de
Teherán las protestas femeninas bajo el lema Mujer, Vida, Libertad
,
reivindicaciones que asumen sin rodeos Rezban y su hemana Sana (Setareh
Maleki) para desasosiego impotente de sus padres tradicionalistas. El
drama doméstico pronto se transformará en un thriller
trepidante con la polarización creciente de las posturas morales
irreconciliables en ese ámbito familiar, microcosmos de una sociedad en
crisis. Una escena notable muestra la confrontación directa de Rezban
con su padre, desmontando la primera las falacias y manías paranoicas de
quien, acostumbrado a detectar conspiraciones políticas y a
reprimirlas, ahora se ve obligado a resolver una inesperada sublevación
feminista en casa. En momentos en que la misoginia de Estado ha dejado
de ser característica exclusiva de países autoritarios en los que domina
el fundamentalismo religioso, para extenderse a democracias
occidentales inclinadas a la extrema derecha, la estupenda película de
Mohammad Rasoulof es una advertencia premonitoria.
Se exhibe en la sala 10 de la Cineteca Nacional Xoco a las 14 y 20 horas, en el Cine Tonalá y en salas comerciales.
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