6/10/2025

Columnas y opinión del periódico La Jornada martes 10 junio 2025

Trump envía 700 marines a Los Ángeles // Gobernador demanda al Presidente // Próxima reunión Sheinbaum-Trump
El Presidente Trump envió ayer lunes a Los Ángeles a 700 marines para reforzar a los 2 mil soldados de la Guardia Nacional que había desplegado antes para apoyar a la migra del ICE, pero hallaron una ciudad que despertó tranquila después de las manifestaciones del fin de semana. Se reportó un pequeño mitin frente al City Hall. Pareciera que los paisanos se hubieran esfumado. Los callejones del populoso Fashion District se ven desiertos. Las señoras que hacen aseo doméstico avisaron a las patronas que no irían a trabajar. Igual, muchos cocineros y meseros. Ya no están las personas que bloquearon la autopista 101. La cantante Gloria Estefan transmite un mensaje: Este país no es el mismo que era, no se están respetando los derechos de los seres humanos. (Ni luces del ‘ecologista’ Eugenio Derbez). Ha aparecido un arma que probablemente hará difícil que el zar de la frontera, Tom Homan,cumpla la meta de deportar a 3 mil indocumentados al día: los teléfonos celulares. Nuestros paisanos han aprendido a formar grupos en Internet que pasan la voz, adónde no ir porque anda la migra cerca, en cual suburbio se ven helicópteros zopiloteando. ¿Quiere decir que ya se apagó la protesta de Los Ángeles? No. Prendió y se está reproduciendo en numerosas ciudades de Estados Unidos.

Gobernador demanda al presidente
En vez de chocar con migrantes, los marines se toparon con un mensaje del gobernador de California, Gavin Newsom: ‘No deberían ser desplegados en suelo estadunidense enfrentando a sus propios compatriotas para cumplir la fantasía desquiciada de un presidente dictatorial’. Ya se traían ganas desde los incendios de principios de año que consumieron una zona del norte de Los Ángeles, pero los sucesos de este fin de semana recalentaron el enfrentamiento del gobernador del Partido Demócrata con el presidente del partido opuesto. Trump había sugerido que debería ser detenido por permitir el caos migratorio y el gobernador respondió con una demanda contra el ocupante de la Casa Blanca por violar la Constitución al tomar el mando de la Guardia Nacional sin su autorización, como corresponde. El problema está en el centro del debate de los políticos estadunidenses.

Claudia se reunirá con Trump
Finalmente ocurrirá el encuentro cara a cara de Claudia Sheinbaum y Donald Trump. Asistirán a la reunión representantes del G-7, el grupo de naciones de mayor desarrollo (Estados Unidos, Alemania, Japón, Francia, Reino Unido, Italia y Canadá, y sin ser un miembro formal, también participa la Unión Europea). El encuentro tendrá lugar del 15 al 17 de este mes en Kananaksis, un exclusivo spa de la provincia de Alberta, Canadá; acudirá como invitado especial el primer ministro, Mark Carney. Sheinbaum y Trump han conversado en siete ocasiones por teléfono. En su agenda hay problemas críticos: aranceles, narcotráfico, T-Mec, frontera, migración, a los que se ha sumado, recientemente, el proyecto de ley para gravar con un impuesto las remesas de nuestros paisanos.

Díselo a Claudia
Asunto: los green-card
Presidenta: los agentes del ICE están sacando de Estados Unidos a personas que tienen tarjetas de trabajo (green-card) y con muchos años viviendo, trabajando y con familia aquí. Esa es una ilegalidad, costó mucho tiempo y dinero conseguir una. No nos deje solos.
Margarita López, Los Ángeles, California

Twiteratti
Michelin informó a la Secretaría de Economía que ha decidido fusionar la planta de Querétaro con la que tiene en León, Guanajuato. La fusión es porque en ésta se producen las llantas más adecuadas al mercado actual de nuestro país. Michelin mantiene su presencia y compromiso con México.
Marcelo Ebrard C. @m_ebrard

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Trump, cortina de humo y elecciones // Distraer de caso Musk // Quiere incendiar California//Debilitar al gobernador Gavin Newsom
D

onald Trump está usando el tema de los migrantes como cortina de humo después del escandaloso choque con Elon Musk y como instrumento de desestabilización de California con la vista puesta en la siguiente elección presidencial.

Al decadente mandatario de Estados Unidos le urgía un distractor para que no se ahondara en los puntos críticos develados en el primer intercambio de metralla política y mediática con quien, hasta hace poco, era su principal aliado y una especie de socio en el ejercicio del poder inmediato y en el diseño de un futuro dominado abiertamente por la plutocracia y la tecnología avanzada.

De un lado, subsidios públicos para vehículos eléctricos (Tesla, necesitado), contratos federales cuantiosos y ventajosos para faenas espaciales (Musk, de nuevo); del otro, videos y evidencias de cercanía o contubernio con personajes de depredación sexual (Epstein, el mensaje para Trump), rechazo rotundo al bello presupuesto de Donald (abominable, dijo el tecnólogo) e intenciones de crear un nuevo partido (¿el partido X?).

Obstinado en ese plan político-electoral, Trump está arrojando gasolina militar sobre la seca pradera de migrantes sin regularización documental y de ciudadanos estadunidenses de origen latinoamericano, sobre todo mexicanos. Por primera vez en seis décadas ha echado mano de la Guardia Nacional (una fuerza de reserva de la fuerzas armadas) a contrapelo de la opinión del gobernador del estado, en este caso el demócrata Gavin Newsom, quien aspira a pasar de Sacramento, la capital de California, a la Casa Blanca en la próxima elección (ayer, el mandatario estatal criticó el envío de marines, con la intención de enfrentar a sus propios compatriotas para cumplir la fantasía demente de un presidente dictatorial).

Pero no es todo: a la hora de cerrar esta columna se informaba del despliegue de 700 marines en Los Ángeles, sumados a unos 4 mil elementos de la Guardia Nacional, destacados para enfrentar las protestas, mayoritariamente pacíficas, aunque con escenas violentas que ganaron la atención mediática.

Aparte de acelerar la batalla futurista entre el trumpismo, que tiene al vicepresidente Vance como principal aspirante a la siguiente elección, y el Partido Demócrata, que tiene como carta más notable al gobernador de California, Newsom, el intento de incendio político y social de esta entidad, de enorme poder económico, ha activado, apenas indicativamente, la idea de que California podría separarse o distanciarse de alguna manera de Estados Unidos: un Calexit.

Respecto al gobierno claudista, el belicismo electoral de Trump sólo ha tenido por respuesta un cierto tono un poco más elevado en el discurso presidencial (en el realismo político, ¿es posible algo más que la retórica?). Ni la administración de López Obrador, ni la actual, han depurado y reorganizado el aparato diplomático para defensa real de paisanos en Estados Unidos. Invocar la red consular da la medida de la insuficiencia y la negligencia: no hay verdadera línea de defensa, si acaso discursiva, e incluso en esto, deficitaria.

El gobierno de México prefiere eludir golpes relacionados con la política y el crimen organizado, consolidar la elección judicial que rechazan algunos ámbitos de élite de Estados Unidos, reducir el impacto de los gravámenes a las remesas (que ayudan a sobrellevar la difícil situación económica) y esperar a que un deterioro del poder de Trump vaya menguando su agresividad contra México.

Y, mientras Estados Unidos aprieta contra los hijos de El Chapo que se quedaron en México, ofreciendo hasta 10 millones de dólares por información que lleve a la detención de quienes se han quedado en el control de la parte Guzmán del deteriorado cártel de Sinaloa, todo ello en el contexto de las declaraciones como colaboradores que otros hijos del citado Chapo rendirán dentro de semanas en el vecino país, ¡hasta mañana!

X : @julioastillero, Facebook: Julio Astillerojuliohdz@jornada.com.mx

El nuevo fetichismo
Hace más de 150 años, Marx escribió un capítulo en El capital sobre el fetichismo de las mercancías, en el que explica que los productos adquieren vida propia. Ahora, un nuevo fetiche toma la delantera; se trata de la inteligencia artificial, a la cual se le otorgan atributos sobrehumanos.

Científicos y políticos presentan un escenario apocalíptico sobre esta tecnología, algo parecido al monstruo creado por el doctor Frankenstein, que piensa, siente y actúa en forma autónoma. Muchas personas plantean que hay que ponerle freno a la inteligencia artificial, ya que gana autonomía y pronto superará a sus creadores, por lo que controlará a la humanidad.

A lo largo de la historia, el desarrollo científico y tecnológico siempre ha sido visto con suspicacia. Las máquinas fueron estigmatizadas al sustituir a los obreros; con los automóviles pasó lo mismo, al aparecer como una creación del mismísimo demonio; la energía atómica también fue rechazada, ya que puede acabar con cualquier signo de vida en la Tierra… y así podemos señalar miles de ejemplos del temor que genera el progreso en la sociedad.

Junto con ese fenómeno se presenta la antropomorfización de cosas y animales (atribuir formas y funciones humanas a ideas, animales y cosas). Diversas culturas se imaginan a Dios como un ser humano, a las mascotas se les atribuyen comportamientos y sentimientos que no tienen y a las cosas también se les da un valor intrínseco inexistente.

A la inteligencia artificial se le otorgan poderes que van más allá de lo racional. Los propios creadores de esta tecnología, como Yoshua Bengio, señalan grandes peligros: Construimos máquinas cada vez más inteligentes. Y un día serán más inteligentes que nosotros y serán autónomas. Sus objetivos podrían no coincidir con los nuestros, señala.

Pero al igual que el resto de las tecnologías, se trata simplemente de una herramienta. Se puede usar para el bien o para el mal, como la energía atómica, pero es el ser humano quien lo decide. Es el hombre el que da sentido a su creación y no al revés; la tecnología no nos da sentido.

La inteligencia artificial es una herramienta compleja, pero nunca se comparará con los atributos humanos.

Trump, enloquecido // Ahora, los marines // Tratado migratorio, ya
Como si en sus escasos meses en la presidencia estadunidense no hubiera puesto patas arriba la frágil estabilidad global –siempre con el gran garrote en la mano–, ahora el inefable Donald Trump se anima a inducir una crisis política interna (quiere encarcelar al gobernador de California), aumentar el nivel de la crisis social (en abierta violación de los derechos humanos) y de pasadita espolear una crisis diplomática con el gobierno mexicano (aunque éste trata el tema con pinzas) por la brutal represión en contra de los paisanos. Entonces, salvaje, irracional, provocativo, amante del enfrentamiento y, desde luego, supremacista.

Trump se suma al interminable inventario de inquilinos de la Casa Blanca que se han negado a negociar un tratado migratorio con México (el Programa Bracero fue para trabajadores huéspedes), a pesar de lo obvio: primero, que nadie es ilegal en territorio robado; segundo, que todas las políticas de contención (muro incluido) y punitivas en contra de los migrantes mexicanos han sido un rotundo fracaso; tercero, que es innegable la necesidad que tiene la economía gringa de la mano de obra mexicana; cuarto, que la creciente interrelación entre ambas naciones (que incluye prácticamente todo… menos la migración, a pesar de que más de un millón de gringos viven en México sin mayor trámite que cruzar la frontera hacia el sur) no se limita al ámbito comercial, y muchos más elementos por los cuales, si se tratara de un gobierno racional y realista, ya se hubiera firmado ese tratado. Pero le gana el amor a la capucha blanca segregacionista. Ahora, si no está de acuerdo, si tanto le molesta, pues que regrese el territorio robado, con California para empezar, y todo resuelto, porque los mexicanos seguirán ocupando tierra mexicana.

El salvaje de la Oficina Oval ya se ganó un pleito judicial: el gobernador de California, Gavin Newsom ( Newscum, le llama), presentó una demanda contra Trump por desplegar ilegalmente a la Guardia Nacional. Esta es una crisis fabricada; siembra el miedo y el terror para tomar el control de una milicia estatal y violar la Constitución; es ilegal e inmoral. Todo gobernador, republicano o demócrata, debe rechazar esta escandalosa extralimitación. Este es un paso inequívoco hacia el autoritarismo.

Y Trump, que en eso de las artes de la convivencia, el raciocinio y la civilidad es una verdadera bestia, se mostró a favor de arrestar al gobernador Newsom. “Yo lo haría si fuera Tom (Homan, zar fronterizo, otro esperpéntico personaje segregacionista). Me parece genial; Gavin ha hecho un trabajo pésimo; es tremendamente incompetente, todo mundo lo sabe” ( La Jornada).

Pero el energúmeno de la Casa Blanca no está satisfecho con la ilegal movilización de 2 mil elementos de la Guardia Nacional. Irracional, va más allá: “Alrededor de 700 marines (oficialmente una fuerza anfibia) estacionados en el Centro de Combate Aéreo-Terrestre en Twentynine Palms, California, recibieron la orden de desplazarse a Los Ángeles para ayudar a proteger a los agentes y edificios federales tras las manifestaciones contra las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas ( La Opinión). ¿Qué sigue? ¿Ejército y Fuerza Aérea?

Mientras los paisanos no bajan la guardia y mantienen la protesta por las salvajes redadas del fuck ICE, la presidenta Sheinbaum subrayó: México siempre ha planteado que se requiere una reforma migratoria integral para el reconocimiento de esos mexicanos; primero, respeto a los derechos humanos por encima de todo. No estamos de acuerdo con estas acciones que violentan los derechos humanos de las personas migrantes, que los criminalizan, como si lo fueran. Son trabajadores honestos que ayudan a la economía de Estados Unidos; las redadas y estas formas de atender este fenómeno migratorio no son la mejor forma. Asimismo, dio a conocer un documento oficial en el que se destaca que la migración debe ser abordada desde una perspectiva integral, humana y con corresponsabilidad regional. México reitera su disposición de colaborar con el gobierno de Estados Unidos en la búsqueda de soluciones que privilegien el respeto a los derechos humanos, la legalidad y el desarrollo compartido.

Sin embargo, tratándose de Trump, esto último es pedir peras al olmo.

Las rebanadas del pastel

Instalada en su paraíso mexicano y sin que nadie le toque un pelo, a la banca que opera en el país le faltan manos para contar sus ganancias netas: de enero a abril del presente año, acumularon 100 mil 300 millones de pesos, a razón diaria (incluidos sábados, domingos y días festivos) de 836 millones, o si se prefiere, 35 millones por hora... 10 de junio no se olvida.

X: @cafevegacfvmexico_sa@hotmail.com

Los engaños de Trump // En la OEA, continuidad del nuevo mandamás // Estrellas Michelin patito
Hace días quisimos explicar aquí mismo que estaba en marcha una campaña del gobierno de Estados Unidos contra México y los últimos hechos, desafortunadamente, nos han dado la razón: sí, ninguna frase salamera de Donald Trump hacia la presidenta Claudia Sheinbaum puede cambiar la realidad. La mandataria no se debe dejar engañar. El magnate le ha mentido.

Ayer Ciudad Perdida ofreció datos concretos sobre lo que es la Organización de Estados Americanos (OEA) para nuestro país y nuestro continente. La idea era, y es, tratar de entender por qué esa organización pide que no se siga el procedimiento hecho en México para reformar el Poder Judicial.

No hace mucho en la OEA hubo elecciones y el pleno de la asamblea eligió a un nuevo secretario general, que tomó posesión el 26 de mayo. Se trata de Albert Ramdin, quien fue canciller de Surinam y de momento representa la esperanza de un cambio en el organismo, aunque los más enterados aseguran que andará por el mismo camino de su antecesor, Luis Almagro, a quien se califica en todas partes como un títere de los caprichos de la Casa Blanca.

Pero el asunto, por el momento, es la recomendación de un grupo de observadores que llegó a México con la consigna clara de descalificar la elección y, de ser posible, todo el proceso con el que se plantea arrancar de fondo la corrupción bien conocida, del Poder Judicial.

Acabar con la corrupción no es aceptable para las agencias encargadas de la intriga y la falsedad, cuyas posturas se replican sin reflexión alguna en muchos medios de comunicación, siempre listos para hacer suya cualquier maquinación ordenada por los intereses que cruzan los pasillos de las agencias intervencionistas.

Nada fácil acabar con eso, y es que como no pueden convencer a nadie porque no tienen argumentos, compran voluntades cuando no las tienen bien seguras. Los datos que hablan de la corrupción en la DEA, por ejemplo, no son pocos y siempre apuntan a operaciones violatorias de la soberanía; por eso, disculpa por delante, Andrés Manuel López Obrador les impidió seguir haciendo de México su laboratorio del crimen y la corrupción.

Así las cosas, el equipo de intervención que envió Almagro a México, debemos decirlo fuerte, no tiene credibilidad en ningún ámbito serio y la prueba más contundente son los números que presenta la inversión extranjera directa que a diario aumenta, pese a la insidia que tratan de imponer la OEA y otras figuras del arsenal político del gobierno de Estados Unidos.

Y luego, como prueba de la campaña contra México que también contiene el impuesto a las remesas, están las redadas en Los Ángeles, una ciudad santuario respecto a la migración que fue ultrajada por órdenes de Donald Trump. Soldados y policías para perseguir a mexicanos, principalmente o únicamente, en una acción condenada por los de dentro y fuera.

No hay duda, Los Ángeles es la segunda o la tercera ciudad más poblada por mexicanos en todo el mundo, así que definitivamente fue un ataque a los mexicanos, por eso Sheinbaum debe tener en cuenta que Trump quiere engañarla, dorarle la píldora y eso no debe suceder.

De pasadita

En las colonias Roma y Condesa han proliferado los restaurantes y taquerías que dicen tener el reconocimiento Michelin, pero a duras penas podrían estar por encima de las cocinas económicas o de las loncherías de esos mismos rumbos, que digan lo que digan, sí las hay.

En el asunto de los alimentos, ni hablar, ni en sabor ni en cantidad son mejores los que exhiben una estrella de la famosa guía de restaurantes, así que si lo que usted pretende es comer bien y sabroso cuídese de los lugares que ostentan ese reconocimiento.

Un ejemplo del mal servicio y pésima cocina, pero bien estrellada, es uno de cuyo nombre no quiero acordarme, pero está en la calle Durango y Plaza Río de Janeiro –no confundir con la cantina Filomeno–, donde la experiencia de quien cae por ahí será funesta, se lo aseguro.

EDITORIAL
El domingo, elementos de la Fuerza de Reacción Inmediata Pakal (FRIP) del gobierno de Chiapas sostuvieron una refriega durante varias horas con presuntos miembros del crimen organizado en las inmediaciones de Ciudad Cuauhtémoc, fronteriza con Guatemala. De acuerdo con el relato de las FRIP, al verse superados los delincuentes se replegaron hacia ese país vecino con algunos uniformados como rehenes, por lo que los pakales cruzaron la línea divisoria con el propósito de rescatar a sus compañeros.

El gobernador de Chiapas, el morenista Eduardo Ramírez Aguilar, intentó justificar la incursión indebida con el argumento de que las autoridades de seguridad de Guatemala se encuentran coludidas y al servicio de la delincuencia organizada, como se podría apreciar en un video en el que fuerzas guatemaltecas permanecen inmóviles mientras los supuestos criminales se internan en su territorio.

El incidente se produjo en un contexto de deterioro de la situación de seguridad en todo Chiapas y, en particular, en las comunidades fronterizas o ubicadas sobre vías de comunicación que se dirigen a Centroamérica. Durante meses, los ciudadanos han quedado a merced de las bandas que se disputan el control de esta zona por donde transcurren al menos cinco rutas terrestres, una aérea y una marítima por las que se trasiega droga hacia Estados Unidos, y tanto los habitantes como organizaciones de defensa de los derechos humanos han denunciado cómo la presencia de los cárteles vuelve imposible la vida cotidiana.

La frontera es, en ambas direcciones, un facilitador de la actividad delictiva, pues se trata de una división volátil, porosa, extremadamente difícil de controlar debido a la naturaleza selvática y montañosa de la región y que ha sido testigo de grandes movimientos irregulares de población al menos desde la década de 1980, cuando la brutal embestida de las dictaduras militares contra los pueblos indígenas obligó a centenares de miles de guatemaltecos a buscar refugio a este lado del Suchiate.

El actual gobierno de Guatemala, aunque progresista y bienintencionado, padece todo tipo de complicaciones para afianzarse y encara el acoso constante de los grupos oligárquicos causantes de la violencia pasada y de la sempiterna pobreza que sufre la gran mayoría de la población.

Lo cierto es que la incursión de la FRIP no sólo violentó el derecho internacional, sino que arriesgó la creación innecesaria de un conflicto con una administración con la cual México se relaciona en los mejores términos. Como lo señaló ayer mismo la presidenta Claudia Sheinbaum, no está bien. El entendimiento entre los respectivos ejecutivos federales ha conjurado por el momento una escalada indeseable tanto para Guatemala como para México, pero es necesario garantizar que estos hechos no se repitan.

El mandatario chiapaneco debe deponer su actitud de confrontación con el país vecino, recordar que los asuntos bilaterales son competencia de la Federación, esclarecer sin dilaciones lo ocurrido y revisar los protocolos de actuación de los pakales. Esta corporación, creada por Ramírez hace apenas seis meses en respuesta a la coyuntura de inseguridad descrita arriba, se ha ganado ya señalamientos por abuso de autoridad, agresiones contra los ciudadanos, violaciones a los derechos humanos e incluso colusión con grupos delictivos, pese a lo cual se mantiene como insignia de la estrategia de seguridad del gobernador. Si éste se encuentra convencido de que su proyecto estrella es el indicado para devolver la tranquilidad a sus conciudadanos, habrá de depurarlo a fin de que se conduzca con apego a las normas y se abstenga de actuar al margen de la ley; en este caso, de la legalidad internacional.

Netanyahu ordenó raptar a peligrosísima activista adolescente

El mayor genocida del siglo, Benjamin Netanyahu, manda secuestrar a una adolescente activista, conocida por desafiar al statu quo, que lleva alimentos a un pueblo que se muere de hambre y de bombardeos indiscriminados. Netanyahu debe considerarla una peligrosísima enemiga. Vaya paradoja criminal, vaya desatino despreciable. Y lo que falta.

Marco Antonio Campos

Condena silencio de la oposición ante represión a migrantes

Desde Dignidad Migrante en Canadá vemos con rabia las imágenes de paisanos ensangrentados por las políticas del presidente Donald Trump, quien miente sobre sus razones para usar la violencia contra la población civil en Los Ángeles, California. ¿Cómo no vemos al Prian-MC condenar el autoritarismo contra sus conciudadanos? ¿Acaso su silencio festeja la represión a los mexicanos?. El gobierno trumpista ha violado las leyes del estado de California y tratados de derechos humanos, pero no hay acciones de los organismos del ramo reprobando esta agresión que transmite a través de televisión y a todo color. La valentía con que nuestros connacionales ejercen su derecho a la manifestación merecen más que el pasmo de los gobernantes y políticos, o las meras declaraciones de nuestra Presidenta y los protocolos consulares. Le solicitamos al gobierno demande el cese a la represión y presioné en los foros multilaterales para frenar la barbarie a nuestros paisanos.C Como la protección de los demás es la defensa de nosotros mismos, convocamos a expresar la más amplia solidaridad con los migrantes en todas las sedes estadunidenses del mundo. Hoy la brutalidad contra los migrantes es en Estados Unidos, ¿mañana dónde?. Para coordinarse en México proporcionamos el siguiente numero: 55-8013-3419

Alma Torres y Raúl Gatica, asistente de la mesa directiva de Dignidad Migrante en Canadá

Maestros allanan el camino en la lucha por los derechos laborales

Se van las y los maestros con la misma dignidad con la que llegaron, aunque con una gran enseñanza que dejan a quienes defienden verdaderamente los intereses no sólo de los trabajadores, sino de la mayoría de los mexicanos. Cargaron las conciencias de muchos y dejaron claro que los verdaderos cambios al modelo neoliberal deben venir desde abajo y con la organización del pueblo; ahora les toca a ellos continuar su lucha, pero sobre todo a las organizaciones de izquierda retomar ese camino para que haya una verdadera transformación que tanto necesita el país. Lo que no quedó claro fue la respuesta del gobierno al decir que tienen razón en mucho los maestros; sin embargo, que no hay presupuesto cuando vemos que de enero a abril el costo financiero de la deuda fue más de 389 mil millones de pesos y a ese ritmo superará para fin de año 1.4 billones de pesos, creciendo ese pago en 9.1 por ciento, por intereses del fraude del Fobaproa alrededor de 60 mil millones de pesos. Entonces, ¿por qué no auditar y renegociar lo ilegítimo y criminal de esas deudas? La inversión pública en ese periodo se redujo en 7.6 por ciento, con tal de aminorar el déficit fiscal de 5.9 a 3.5 para, entre otras cosas, saldar esas cargas, mas hace falta atender en mayor medida la deuda social. De qué modelo estamos hablando cuando la economía creció 0.2 por ciento en el primer trimestre y los bancos obtuvieron para variar ganancias récord que superan 100 mil millones de pesos en los primeros cuatro meses de este año, mientras la inversión pública va a la baja. Los números no mienten, sí hay dinero, sólo que mal repartido.Gracias maestras y maestros que nos ayudan a entender mejor estas cosas con su lucha y sus planteamientos.

Benito Mirón Lince

Invitaciones

Conferencia

El Colectivo Morena Chilangos (Comochi) invita a la conferencia La 4T, rumbos y desafíos ante la ya lograda reforma judicial, que impartirá el periodista Carlos Fernández-Vega. La cita es hoy a las 18 horas en el Albergue del Arte, ubicado en Alberto Zamora 32, casi esquina con Felipe Carrillo Puerto, paralela a Miguel Ángel de Quevedo, colonia Villa Coyoacán.

Disertación

El Centro Académico de la Memoria de Nuestra América (Camena) y el seminario de Pensamiento Contemporáneo de la UACM invitan, en el marco del ciclo de conferencias ¿De qué hablamos cuando hablamos de guerra?, a la charla con la doctora Karina Kloster, quien reflexionará sobre la guerra y la lucha de clases. La cita es hoy a las 17 horas, en la sala de conferencias de Camena de la UACM, ubicada en San Lorenzo 290, colonia Del Valle. Transmisión en vivo en el canal de YouTube Camena Media


Hace 45 años, a finales de mayo de 1980, miles de maestros oaxaqueños se trasladaron a la Ciudad de México por primera vez. Inauguraron una ruta de protestas que no ha cesado.

La movilización se convirtió en catalizador para demandar la revisión de salarios de los trabajadores de la educación de todo el país. Fue exitosa. La SEP, otorgó un incremento nacional de 22 por ciento y un bono de 500 pesos para quienes laboraban en zonas rurales.

En 1982, después de incesantes luchas, los profes de la sección 22 del SNTE nombraron a sus dirigentes y lograron que se reconocieran legalmente. Pedro Martínez Noriega, hijo de maestros rurales y él mismo egresado de la Normal Rural de Reyes Mantecón, fue escogido para representar al magisterio de ­Oaxaca.

Simultáneamente a la lucha por el reconocimiento de sus líderes, levantaron un intrincado tejido institucional basado en la democracia de base y acordaron principios rectores, en mucho como influencia de la vida comunitaria indígena en la entidad y el comunalismo. Tras una amplia consulta, se integraron a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), convirtiéndose en uno de sus pilares fundamentales.

Aunque su periodo al frente de la sección 22 debió terminar en 1985, la intransigencia del charrismo sindical encabezado por Carlos Jonguitud (del que Alfonso Cepeda es heredero), obligó a Pedro a representar al magisterio estatal hasta 1989, en que fue sustituido por Aristarco Aquino https://shorturl.at/AzAf0). Sólo se logró el congreso para el recambio después de caminatas a la Ciudad de México, plantones y una huelga general. Así se templó el acero que hoy vemos en las jornadas de lucha para abrogar la reforma a la Ley del Issste de 2007.

En enero de 1986, para exigir la convocatoria para renovar liderazgos, los profes se fueron al paro indefinido y mil 300 maestros recorrieron a pie 545 kilómetros al Distrito Federal. En la Catedral de Oaxaca, 21 hicieron una huelga de hambre. El arzobispo Bartolomé Carrasco dio fe de su autenticidad. Cuando preguntaron a Alberto Miranda, el secretario general de entonces, durante la realización del congreso nacional del SNTE en La Paz, Baja California, su opinión del ayuno, respondió: Eso es bueno. Ya comerán.

La vida del profesor Martínez es un ejemplo de la existencia del magisterio oaxaqueño. Él recuerda: con cuatro o cinco años, como hijo de profesores, me tocó vivir en la localidad de Díaz Ordaz, en una casa del maestro que tenía habitaciones, una cocina comunitaria y baños de regadera. La gente surtía a los maestros de leña para que pudieran hacer sus alimentos.

Pedro cursó la primaria en el internado General de División Ignacio Mejía. Con 13 años de edad, siguió sus estudios en la Normal Rural de Comitancillo. Obtuvo una de las 30 becas disponibles. Al cerrar ésta, se trasladó a Reyes Mantecón, donde tomó clases de oratoria, herramienta formidable en su futuro. No tuvo necesidad de adaptarse a la normal porque venía de un internado. Cuenta: Me pareció maravilloso. Se abrió un mundo totalmente diferente para mí. Había un movimiento dentro de la escuela y en la primera asamblea nos informaron que había que destituir al director. Para mí era una novedad.

Veía revistas de la Unión Soviética, se sentía la influencia de la revolución cubana y leía Siempre! “Era –dice– como una Biblia para nosotros. Nos cooperábamos entre varios para comprarla”. Admiró a sus maestros y destacó en atletismo. Aprendió a escribir en letra Palmer y a cortar el pelo. Disfrutó su adolescencia. Salió de la normal en 1965.

Comenzó a enseñar en el Porvenir, municipio de San Juan Cotzocon, en una escuela de organización completa, a la que llegaba a caballo. De allí pasó a Etla. Para ir y salir de su centro de trabajo caminaba entre cuatro y cinco horas. Se relacionó con otros maestros a través del deporte.

Según él, la movilización oaxaqueña de 1980 surgió de manera circunstancial. “Nadie –explica– se puede adjudicar el yo fui. Se dio por múltiples circunstancias. El fondo real fue un problema de pagos de los maestros. También, el que los ex dirigentes de Vanguardia, querían acaparar la representación sindical”.

Pedro sobresalió en el movimiento porque, además de ser secretario general de la delegación sindical de Etla, era el más conocido por practicar el atletismo. Asistió a juegos deportivos en la Ciudad de México, San Luis Potosí y Puebla. Por eso sabían de él.

Martínez Noriega enfrentó todo tipo de presiones mientras estuvo al frente de la sección 22. No se dobló. En los momentos más difíciles (intentos de charrazo, represión, protestas de alta intensidad), condujo las movilizaciones y negociaciones con responsabilidad, honradez y buen juicio. Logró mantener el equilibrio entre las corrientes político-sindicales del movimiento. Fue un dirigente sindical íntegro y recto.

Tras su periodo, fue nombrado director de Tránsito. No participó más en la lucha sindical, ni tuvo privilegios. En 2019, su vida dio un vuelco trágico. Su hijo, el médico Miguel Ángel Martínez Cruz, de 43 años, fue asesinado. Sigue exigiendo que se haga justicia.

La sangre del normalismo rural que corre por la venas de Pedro, el comunalismo y la conciencia de clase que permea en el conjunto del movimiento magisterial oaxaqueño son claves que explican su persistencia a lo largo de estos 45 años. Si la CNTE ha sobrevivido a nueve presidentes y a linchamientos y persecuciones en su contra es porque, además de la enorme pluralidad política a su interior, está hecha de la misma madera que el maestro Martínez Noriega.

Pd. Aviso para navegantes. A cuenta de sus patrocinadores, los chafas copiones de Emilio Uranga (sin su talento e inteligencia) que chambean como textoservidores en las cloacas del poder, ensayan en X y YouTube nuevas versiones de El Móndrigo. Su resultado es lamentable.

Twitter: @lhan55

Como instrumento de las élites estadunidenses y expresión de las ideas más nefastas del supremacismo yanqui, el programa político que encabeza Donald Trump busca recuperar el cercenado poderío imperial de Estados Unidos. Su estrategia: combinar la guerra total a escala global contra los países enemigos, exacerbar la sumisión de países y entes político económicos ya subordinados y construir y eliminar a un enemigo interno en lo nacional.

A través de identificar a los inmigrantes como el enemigo interno, Trump construye el relato de que esa población–en especial la latina, asiática y africana– es la causa de todos los problemas del país. Las redadas contra migrantes se iniciaron bajo el argumento que sólo se deportarían a personas con una situación migratoria irregular que hubieran cometido algún delito. Pronto esto se demostró falso. Las deportaciones al centro de detención en El Salvador y a otros países incluyeron incluso a ciudadanos estadunidenses y a personas sin siquiera una multa de tránsito. Entre los criterios para identificarlos como delincuentes, además de aplicar el criterio racial, era que ellos tenían tatuajes (¡uno de cada tres estadunidenses tiene tatuajes!).

Desde el fin de semana pasado, la política antimigrante de Trump topó con la realidad: una rebelión espontánea de latinos –principalmente mexicanos– en la ciudad de Los Ángeles. Las redadas del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) fueron directamente a centros de trabajo en busca de personas indocumentadas. Eso detonó la ira popular. Cientos de personas las enfrentaron, impidiendo sus labores. Los combates se extendieron contra policías, personal de la FBI, de la DEA y de la oficina de seguridad del suelo patrio. Fue entonces que Trump envío a 2 mil tropas de la Guardia Nacional y 500 marines para sofocar la rebelión y, hasta ahora nada han podido hacer.

La Guardia Nacional es la reserva militar de Estados Unidos. Ese cuerpo represivo y de ocupación, fundado en 1663, antes de que Estados Unidos existiera como país independiente, fue enviado sin la anuencia del gobernador de California (algo que no ocurría desde hace 60 años). Su presencia en las calles, atacando a la población, pone en evidencia una guerra civil en curso, que había permanecido soterrada. Los inmigrantes, como enemigo interno, son el objetivo de la guerra interna.

El estado de California representa por sí solo la quinta economía más grande del mundo y Los Ángeles la ciudad más desigual de Estados Unidos. Un tercio de sus residentes viven en la línea de la pobreza. Mientras el precio por metro cuadrado de tierra está entre los 10 más caros del mundo, 80 mil ciudadanos viven en las calles. Es una de las ciudades en que el proceso de desindustrialización de fines del siglo XX avanzó de manera ejemplar con la gentrificación de barrios, la especulación inmobiliaria y la superexplotación de los trabajadores, sacando una renta extraordinaria de los inmigrantes sin papeles.

En la década de 1990, el urbanista crítico Mike Davis en Ciudad de Cuarzo resaltó su carácter de promesa utópica y de vertedero posmoderno del sueño americano. Alertó sobre los desastres sociales que podían venir a causa de la estructura imperante. En 1992, ante la exoneración de cuatro policías que habían golpeado casi hasta la muerte al taxista afro Rodney King, estalló en esa ciudad una revuelta de enorme magnitud: 63 personas fueron asesinadas por la policía, miles fueron detenidas y decenas de miles de negocios fueron incendiados. Por aquel entonces, Los Ángeles era la segunda ciudad con mayor población afro de Estados Unidos. Hoy la revuelta migrante alerta sobre un conflicto de proporciones inéditas: más de 40 por ciento de su población es latina.

No todo es rebeldía. La gente también tiene miedo. El terrorismo de Estado sigue siendo funcional. Los restaurantes mexicanos registran poca afluencia. Mucha gente teme ser deportada. Algunas personas han dejado de salir de sus hogares. Esta guerra interna amenaza con quebrar lazos comunitarios muy profundos.

La rebelión rebasó a las organizaciones sociales. Los sindicatos están paralizados y sumidos en su periodo de negociación contractual. Las fuerzas más activas y beligerantes son las de las agrupaciones vecinales que luchan por la vivienda, defienden a la población inmigrante y fortalecen la vida comunitaria. Para ellas el desafío de hoy radica en combinar el alzamiento espontáneo con estrategias de resistencia a largo plazo. Identifican que la verdadera batalla será en los barrios y por periodos prolongados.

Si el conflicto se sostiene o aumenta, lo más probable es que las élites políticas intentarán decantar las contradicciones a través de las disputas político electorales entre demócratas y republicanos y sus ONG afines, tratando de hacer discreta una guerra interna que, como ocurre con las guerras externas, requieren tanto del garrote como de la zanahoria.

*Filósofo

Este 10 de junio se cumple un aniversario más de la masacre cometida el Jueves de Corpus de 1971, cuando el gobierno de Luis Echeverría, a través de un grupo paramilitar, conocido como Los Halcones, golpeó y asesinó a decenas de estudiantes politécnicos y universitarios en la zona aledaña al Casco de Santo Tomás, en la Ciudad de México.

Así como el régimen dictatorial encabezado por Porfirio Díaz tuvo dos acontecimientos emblemáticos que desnudaron su naturaleza represiva contra los movimientos populares en las huelgas de Cananea y Río Blanco, también el régimen de partido de Estado construido por la corriente triunfadora de la Revolución, que se fue alejando progresivamente de sus orígenes revolucionarios y de la tradición reformista del gobierno de Lázaro Cárdenas, tuvo también dos fechas emblemáticas que mostraron con crudeza su naturaleza autoritaria, criminal y antipopular: el 2 de octubre de 1968 y el 10 de junio de 1971.

Esas dos represiones mostraron hasta dónde podía llegar el Estado mexicano, en el marco de la guerra fría, para ahogar a sangre y fuego protestas y movilizaciones democráticas de sectores estudiantiles urbanos. Desde luego, no eran las primeras represiones ni serían las últimas perpetradas por los gobiernos mexicanos en las décadas que van de 1940 hasta el fin de la guerra fría y aun después. El Leviatán posrevolucionario mexicano había reprimido, a veces con saña, rebeliones agrarias, huelgas y movimientos sindicales, así como a grupos urbanos de maestros, médicos y enfermeras. Había cometido asesinatos, encarcelamientos y persecuciones contra líderes y organizaciones campesinas, obreras, magisteriales y aun contra algunas protestas estudiantiles.

Pero el 2 de octubre y el 10 de junio fueron las represiones más visibles, más descarnadas y más cínicas, por su magnitud, contra miles de personas, por el costo en sangre, con cientos de muertos y heridos, y porque fueron represiones a la luz pública, ante los ojos de México y del mundo empleando toda la fuerza represiva del Estado, legal e ilegal, pues en ellas actuaron contra las movilizaciones policías, Ejército y tropas de élite, en el caso del 2 de octubre, y fuerzas paramilitares el 10 de junio, los tristemente célebres Halcones.

El Jueves de Corpus de 1971, los estudiantes decidieron organizar una manifestación en solidaridad con el movimiento estudiantil que defendía la autonomía en la Universidad de Nuevo León. La marcha en la Ciudad de México tenía un significado especial, pues trataba de recuperar el derecho a manifestarse en la calle, derecho que se había perdido después de la brutal matanza del 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco.

La manifestación salió ordenadamente del Casco de Santo Tomás. Cerca de 10 mil jóvenes partieron, gritando consignas y portando mantas en favor de la libertad y la democracia. Al llegar a la avenida De los Maestros la marcha fue detenida por un bloque de granaderos, quienes los dejaron pasar una vez que el contingente estudiantil entonó el Himno Nacional. Era una trampa. Metros más adelante fueron agredidos por jóvenes armados con varas de bambú, rifles y pistolas, rapados, quienes gritaban “¡ Che, Che, Che Guevara!” mientras los agredían. La marcha se dispersó. Muchos jóvenes cayeron heridos en las calles; muchos de sus compañeros que trataban de ayudarlos fueron heridos por los francotiradores apostados en los alrededores. Por más de cinco horas siguió la persecución en esa zona. Incluso, se allanó el hospital Rubén Leñero para sacar y llevarse por la fuerza a estudiantes heridos o para rematarlos. Decenas de personas fueron asesinadas; centenares más fueron heridas y golpeadas, incluyendo periodistas y gente civil que pasaba por ahí.

La matanza del 10 de junio de 1971 fue perpetrada por el gobierno del presidente Luis Echeverría, quien trató de presentar lo ocurrido como una pugna dentro del régimen en la que los emisarios del pasado, como los calificó, habían montado una provocación para afectar a su gobierno. Sin embargo, esa mentira fue inmediatamente desenmascarada por los jóvenes sobrevivientes y por muchos periodistas y fotógrafos que presenciaron los hechos y denunciaron valientemente en sus periódicos y revistas lo que vieron y fotografiaron.

Quedó así al descubierto la existencia de un grupo paramilitar, Los Halcones, reclutados y entrenados especialmente por el gobierno como una fuerza de choque, quienes fueron los autores materiales de la masacre. El halconazo fue un crimen de Estado, organizado desde la cúpula del poder para impedir las libertades políticas y la lucha democrática. Cincuenta y cuatro años después, ese crimen sigue impune. Ninguno de los autores materiales ni intelectuales fue investigado ni castigado. La impunidad que caracterizaba al régimen entonces vigente protegió a los asesinos y jamás se preocupó por las víctimas. No obstante, la verdad del crimen cometido pudo conocerse y evidenciarse y se desmontó la mentira del gobierno de Echeverría. El ejemplo de los estudiantes caídos el 10 de junio no se olvida, y sirvió para impulsar la lucha democrática por una sociedad más justa, con más libertades y derechos en los años siguientes.

*Historiador

Ya escribí por aquí que en diciembre de 2018 el profesor Leonel Manzano Sosa salió caminando del penal de Puente Grande, amnistiado por el presidente López Obrador junto con otros 11 luchadores sociales encarcelados por el PRI-gobierno (https://acortar.link/tPgCCw). Lo que no escribí esa vez fue que si salieron de la cárcel se debió en buena medida al reclamo infatigable de personas como la compañera de Leonel, la también maestra Carmen Sánchez Parada, y de compañeros que siempre los defendieron, como Pedro Hernández, hoy secretario general de la sección 9 democrática de la CNTE, y Paco Ignacio Taibo II, hoy director general del Fondo de Cultura Económica.

Tras unos meses de descanso y de readaptación a la normalidad en Oaxaca, Carmen y Leonel emprendieron una tarea titánica: sembrar hasta las más remotas comunidades de Oaxaca libros, historia, arte, debate y organización en torno a la lectura. Y he tenido el honor de que 10 o 12 veces me hayan invitado. Con ellos y otros compañeros he recorrido Oaxaca. La semana pasada nos tocó en la Costa: desde Santiago Tetepec hasta San Pedro Mixtepec mi colega Raúl González Lezama y un servidor dimos seis conferencias en las que el público mayoritario fueron estudiantes de bachillerato, con los que luego de nuestras pláticas, el equipo de Carmen realizó talleres de escritura y de lectura. Siendo Oaxaca, no faltaron la música y la danza, el mole y las tortillas del comal. La vez anterior recorrí con ellos (y el librobús del Fondo de Cultura Económica) el Istmo desde Salina Cruz hasta San Juan Guichicovi, con la amorosa compañía de Claudia Morales Escobar, que hacía brillar los ojos de las jóvenes estudiantes con las historias de las mujeres zapatistas; y antes, vistamos las escuelas normales de la Mixteca con el jefe Paco Ignacio Taibo II, y así, y así, con otros compañeros.

Esta vez hicimos coincidir el trabajo institucional de Carmen, al frente del Instituto de la Lectura del gobierno del estado, con el proyecto Sembrando Historia, iniciativa surgida de la Presidencia de la República y que opera con austeridad y acierto Abraham Carro Toledo, director general del Instituto Mexicano de la Juventud. Otras veces fuimos con otros proyectos, pero siempre con el mismo objetivo: sembrar libros, lecturas, inquietudes y círculos de estudio (que coordina Leonel). Porque no se trata de llegar a la comunidad e irse: en cada sitio se preparan –o los hay de antemano– promotores de lectura y coordinadores de círculos que dan continuidad a los trabajos con los jóvenes. Naturalmente, siendo Oaxaca, la mayoría de promotores de lectura y coordinadores de círculos de lectura son profesores de la sección 22 identificados con la CNTE y/o con Morena. Porque Carmen y Leonel también son maestros, también nacieron en comunidades pequeñas vinculadas al trabajo agrícola (por eso, siguen criando gallinas y destilando mezcal del bueno), comunidades de las que salieron para estudiar y para ser maestros.

Pero no todos son maestros: nos encontramos algún arquitecto, un ingeniero petrolero, un músico profesional que en sus ratos libres encabezan los círculos de lectura y, entre 100 historias, la de un sargento primero retirado del Ejército nacional, que a sus 17 años causó alta en las filas como soldado raso, sin saber leer ni escribir y hablando apenas unas palabras de español, y que 20 años después regresó a su comunidad con ese grado y la preparatoria terminada justo cuando los maestros descubrían que en el último censo ya no se registraba ningún hablante de ayuuk (mixe) menor de 18 años y entonces, además de los círculos de lectura, impulsaron las primarias bilingües para que rescataran la lengua.

Los círculos de lectura del Fondo de Cultura Económica, los proyectos culturales locales como el que en Oaxaca dirigen Carmen y Leonel, el proyecto Sembrando Historia que recién iniciamos, son soluciones reales a problemas reales casi tanto como pueden serlo las becas que hacen hoy (lo constatamos en las preparatorias u colegios de bachilleres de Oaxaca) que personas como Carmen y Leonel no sean una excepción, sino que cada vez más jóvenes puedan educarse y elegir la vida que quieren vivir, en el marco de sus circunstancias. Todos estos proyectos, surgidos de la sociedad, hoy cuentan en Oaxaca con la colaboración de los tres niveles de gobierno.

En un país, en una entidad donde no cesa una violencia que no cesará mientras compartamos más de 3 mil kilómetros de frontera con la gran potencia cuyos habitantes son los primeros consumidores de drogas ilícitas y los primeros fabricantes de armas (entre ellas las de uso personal, letal y cotidiano), sembrar historia, sembrar libros, sembrar organización es una de las formas más eficaces para paliar esa violencia, esas circunstancias.

En 1925 se publicaron dos libros que marcaron el siglo XX, cuyas tétricas reverberaciones, a más de 100 años, aún nos alcanzan con su danza macabra: una novela inconclusa impresa de manera póstuma contra la voluntad de su autor y una autobiografía que incluye los planes a futuro de un convicto. Ambos nos sumergen en un universo de pesadilla.

Me refiero a Mi lucha, de Adolfo Hitler, cuya circulación millonaria fue el preludio de un abismo. Con la caída del régimen nazi, su proscripción fue inevitable. Se destruyeron miles de ejemplares, y quienes, décadas después, osaron desenterrar y vender alguna de sus primeras ediciones, fueron llevados a prisión. En 2015, 70 años después de la muerte de Hitler, el libro pasó al dominio público. La controversia, sin embargo, continúa, pues en algunos países su circulación sigue vedada. Seguro imaginan un cortafuegos necesario ante el temor de reavivar la llama oscura del nazismo, esa brasa que se creía extinta.

El otro libro es El proceso, de Franz Kafka, que sólo fue proscrito por su autor. Pidió a su amigo Max Brod que a su muerte destruyera diarios y manuscritos, pero lo traicionó para fortuna de nosotros. Sin su desobediencia no habríamos conocido El proceso ni sus novelas América ni El castillo.

Jorge Luis Borges, con su genio incisivo, capturó, en mi opinión, la esencia de Kafka: su don para transmutar las circunstancias y las agonías en fábulas, tejiendo sórdidas pesadillas en un estilo límpido. Para Borges, Kafka no era menos que el gran escritor clásico de nuestro atormentado y extraño siglo. Un judío, paradójicamente, en cuya obra jamás se permitió pronunciar la palabra judío.

¿Qué habría escrito Kafka si hubiera conocido al macabro Netanyahu empeñado en arrancar de la haz de la Tierra a los niños palestinos? ¿Qué habría reportado como periodista Max Brod que, huyendo del nazismo, se asentó en el entonces Mandato Británico de Palestina, hoy convertido en inmenso campo de exterminio? La limpieza étnica emprendida por el actual gobierno israelí que reduce a los gazatíes como seres humanos de segunda, es copia fiel del sueño macabro de Mi lucha aplicado contra los palestinos.

Ni El proceso ni Mi lucha han perdido su inquietante actualidad. Con otros rostros, otras sociedades y otros actores, parecen un remake inacabable que se ha repetido a lo largo del siglo. Lo vemos con las figuras sombrías de Trump y Netanyahu, Milei, Meloni, Bolsonaro y en los kafkianos trámites que padecen los detenidos en California, Texas, Nueva York, Chicago. O en la desoladora escena de los desalojados del Multiforo Alicia, despertando de un ensueño musical para encontrarse con 200 uniformados armados. Todos ellos, Josefs K lanzados a un laberinto judicial inexplicable y enigmático, donde la razón se desvanece.

El poeta José Emilio Pacheco, con su lúcida precisión, nos recuerda cómo en El proceso Kafka desmenuza la acumulación del miedo, presentando de forma alucinante el modelo clásico del Estado convertido en instrumento de terror. Describe la maquinaria anónima de un mundo en el que todos pueden ser acusados y culpables, la siniestra inseguridad que el totalitarismo instala en la vida humana, el tedio sin rostro de los asesinos, el sadismo furtivo.

Según Pacheco, desde que Kafka escribió El proceso el golpe nocturno ha sonado en innumerables puertas. Es legión el número de los que, a semejanza de Joseph K, han sido arrestados para ser arrastrados a morir como perros.

Esta novela inconclusa ha sido elogiada por grandes pensadores, como Walter Benjamin y Theodor Adorno. Pero no a todos ha cautivado. Julio Cortázar, por ejemplo, confesó: a Kafka lo respeto, pero no le tengo afecto, porque lo siento casi inhumano a ratos, una distancia que revela la cruda verdad de su obra.

En su esclarecedor posfacio a la edición publicada por Arca, Luis Fernando Moreno Claros sintetiza muy bien la idea de que El proceso es una novela sobre el poder: El poder que anonada al individuo, que lo somete y zarandea a su antojo, y que lo envuelve en unas redes de las que finalmente le es imposible zafarse.

Josef K es cualquiera de nosotros. El atrapado en las redadas implementadas por Trump o Netanyahu. Dos monstruos de ese poder inasible cuyas sombras oscurecen al mundo, recordándonos que las pesadillas de 1925 siguen vivas y son aterradoras.

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