馃摴"#Superman no es simplemente un personaje. Es un dispositivo emblem谩tico de la industria y la guerra cultural estadounidense, un signo hegem贸nico de salvaci贸n individualista, una m谩quina narrativa que encarna la l贸gica del mes铆as armado con super-poderes, invulnerable y externo al mundo."
Superman no es simplemente un personaje. Es un dispositivo emblem谩tico de la industria y la guerra cultural estadounidense, un signo hegem贸nico de salvaci贸n individualista, una m谩quina narrativa que encarna la l贸gica del mes铆as armado con super-poderes, invulnerable y externo al mundo. Con el disfraz se crea una de piel ideol贸gica que algunos sujetos adoptan no s贸lo para jugar, sino para vivir imaginariamente, un rol que compensa angustias, frustraciones o impotencias reales. En el coraz贸n de ese acto se tejen relaciones patol贸gicas entre el deseo, el poder y el sentido. Un h茅roe fetiche semi贸tico.
Superman, creado en 1938 por Jerry Siegel y Joe Shuster, apareci贸 en el contexto de la Gran Depresi贸n estadounidense. Su invenci贸n no es neutral: aparece como respuesta semi贸tica a un mundo convulsionado, con masas empobrecidas y poderes pol铆ticos d茅biles. Desde el inicio, el personaje encarna una soluci贸n m谩gica: alguien que, sin necesidad de procesos colectivos, resuelve conflictos con fuerza sobrehumana y moral incuestionable. El "hombre de acero" se convierte as铆 en un operador semi贸tico de la ideolog铆a dominante: Promueve el culto a la fuerza f铆sica como v铆a de justicia. Refuerza la mitolog铆a del individuo redentor que act煤a por fuera del Estado y del pueblo. Esconde su identidad tras una m谩scara de "normalidad" burguesa (Clark Kent, periodista). Refuerza el excepcionalismo estadounidense como destino manifiesto planetario.
Es un n煤cleo estructurante de una gram谩tica del poder que se infiltra, masivamente, en los consumos culturales y en los imaginarios sociales. Disfrazarse como 茅l es adoptar, aunque sea de forma transitoria, esa gram谩tica y sus valores: invulnerabilidad, superioridad moral, unilateralidad, despolitizaci贸n del conflicto, desprecio por la organizaci贸n popular. Es la patolog铆a de la identificaci贸n: Deseo de poder sin conciencia de clase. Quienes se visten, real o virtualmente, como Superman no son culpables, sino efectos de un proceso m谩s amplio. El sujeto que se disfraza, activa operaci贸n semi贸ticas que lo llevan a encontrar placer o consuelo. Hay aqu铆 una patolog铆a semi贸tica del deseo: el deseo de ser superhombre, de vencer con facilidad, de "salvar" sin mancharse, de imponer orden sin conflicto dial茅ctico.
Tal identificaci贸n es regresiva, en tanto promueve una fantas铆a de omnipotencia deshistorizada, despolitizada y desconectada del devenir colectivo. Es la l贸gica del poder sin proceso, del triunfo sin lucha de clases, de la justicia sin justicia social. Es el culto a la soluci贸n r谩pida, apol铆tica y espectacular. Esa patolog铆a tiene, al menos, cinco s铆ntomas semi贸ticos: Anulaci贸n de la fragilidad humana: disfrazarse de Superman implica negar la fragilidad, el dolor y la contradicci贸n, que son constitutivos de la vida humana y del proceso revolucionario. Disoluci贸n de la praxis colectiva: se sustituye el poder popular organizado por un poder individual vertical. Naturalizaci贸n de la violencia "salvadora": el "superh茅roe" act煤a desde el uso del poder f铆sico, legitimando la violencia monopolizada y moralmente "pura". Idealizaci贸n de la identidad burguesa blanca: Superman no es cualquier cuerpo: es un var贸n blanco, musculoso, heterosexual y de mirada recta. El disfraz repite ese canon. Escapismo compensatorio: ante un mundo injusto, el sujeto en vez de transformarlo se evade simb贸licamente, disfraz谩ndose del que "lo resolver铆a todo" por 茅l.
Delirios de espect谩culo semi贸tico. La cultura del disfraz masivo —alimentada por industrias como Hollywood, Disney, DC Comics y Marvel— no es un fen贸meno marginal. Es parte del complejo industrial de la distracci贸n, que no s贸lo vende productos, sino que vende formas de ser. El disfraz es un dispositivo de interpelaci贸n que invita al sujeto a encarnar el signo. No se trata ya de ver al h茅roe, sino de serlo, aunque sea simb贸licamente. Este fen贸meno produce lo que podr铆amos llamar una espectacularizaci贸n de la identidad: el sujeto se convierte en soporte viviente de un signo dise帽ado para reproducir valores funcionales al orden vigente. En vez de preguntarse por su lugar en la historia real, en las luchas de su tiempo, se transforma en actor de una historia falsa, simulada, en la que los conflictos se resuelven con rayos l谩ser y vuelos supers贸nicos.
El disfraz no es neutro. Funciona como una pr贸tesis semi贸tica del yo. El que se disfraza como Superman se acopla a un significante que ofrece seguridad, prestigio, reconocimiento, "hero铆smo" sin sacrificio. Pero esa pr贸tesis es tambi茅n una c谩rcel simb贸lica. Desde la Filosof铆a de la Semiosis, todo signo encarna una relaci贸n de poder. Superman, como figura semi贸tica, encarna un anti-humanismo de masas. No s贸lo porque niega la fragilidad, la contradicci贸n o el proceso, sino porque impone un modelo de humanidad separado del pueblo, superior a lo humano.
Mientras las luchas hist贸ricas reales nos ense帽an que la emancipaci贸n es un proceso conflictivo, imperfecto y colectivo, Superman impone una versi贸n esteticista, vertical, rom谩ntica y alienante de la salvaci贸n. Se eleva la imagen de un ser venido de otro planeta, con dones superiores y sin pasiones humanas. Disfrazarse de 茅l es, semi贸ticamente, disfrazarse contra la historia. Es cancelar la genealog铆a de las luchas reales. Es negar la posibilidad del h茅roe colectivo organizado, del sujeto popular hist贸rico, del ser que cambia el mundo aliado con otros y con sus limitaciones, pero tambi茅n con su conciencia.
No debemos detenernos en la superficie del disfraz, hay que desmontar los dispositivos ideol贸gicos que lo producen. Una Filosof铆a de la Semiosis comprometida con la emancipaci贸n tiene el deber de desnudar las m谩scaras del poder simb贸lico, de analizar sus mitolog铆as, sus gram谩ticas emocionales y sus dispositivos de naturalizaci贸n. No se trata de condenar la imaginaci贸n ni el juego. Todo lo contrario. Se trata de rescatar a la especie humana de su secuestro mercantil, de liberarnos la fantas铆a del monopolio de los superh茅roes neoliberales. Se trata de imaginar otras formas de hero铆smo, otras est茅ticas de la transformaci贸n, otros ropajes que no nieguen lo humano, sino que lo celebren en su potencia colectiva. Se trata de transformar la semi贸tica del disfraz en una herramienta de lucha simb贸lica, y no en un placebo emocional.
En un mundo donde millones de personas son despojadas, bombardeadas, explotadas o aniquiladas por los "verdaderos super-poderes" (esos que lanzan drones, bloqueos y mentiras) disfrazarse de Superman es una expresi贸n prepotencia, amenaza y extorsi贸n. Nuestra Filosof铆a de la Semiosis no se conforma con observar los signos: los interpela, los combate, los resignifica. Y desde esa trinchera transparentar todo miseria simb贸lica. No necesitamos hombres voladores que nos "salven" desde el cielo mientras nos explotan y saquean en la tierra. Necesitamos pueblos que se levanten desde esa tierra. Hacia una criptonita semi贸tica emancipadora.
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