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Por Alejandro Almazán
aalmazan@eme-equis.com.mx
Ilustración: Leticia Barradas
Si todo se alinea, en estos días los ciudadanos se sorprenderán con los inusitados y sorpresivos acuerdos de los partidos. De las cenizas se levantarán para quitarse la soga que la industria de la radio y de la televisión les había colocado. Y eso habrá de redimirlos. O por lo menos, les habrá ayudado a quitarse la bota del cuello. De eso trata esta historia: de los pactos de El Caballito, en los que en medio de una coyuntura complicada rumbo al primer Informe de Gobierno de Felipe Calderón, las tres principales fuerzas políticas del país habrán dado un paso más hacia la democracia. Si todo se alinea, no habrá un solo peso público más para las televisoras y la radio por campañas electorales. Si todo se alinea, el gran negocio electoral, el de los spots, se habrá extinguido. Si todo se alinea…
I.– El principio del fin de Luis Carlos Ugalde y demás consejeros del IFE, de los magistrados del Tribunal Electoral, de los partidos pequeños y de las costosas campañas empezó hace tres meses.Sí, en los últimos 90 días, PAN, PRD y PRI acordaron lo que hoy son los principales puntos de la reforma electoral: un nuevo Consejo General del IFE, reducción de los costos y tiempos de las campañas políticas, el recuento voto por voto, entre otros tantos acuerdos. Siete reformas a la Constitución en las que no hay marcha atrás.Pero en las próximas horas estaría por emerger un acuerdo inédito en el país. Un consenso que, de llegar a concretarse, tocaría el corazón de un factor que ha hecho sentir su fuerza en las últimas campañas electorales. Un monstruo de varias cabezas y enorme gula que en la última campaña presidencial engulló más de 10 mil millones de pesos: los medios electrónicos. La radio y la televisión.Los acuerdos aún se tejen. Legisladores y líderes de los tres partidos debaten la posibilidad de que en ninguna elección se invierta centavo público alguno en la televisión y en la radio. Se propone que los candidatos únicamente utilicen los tiempos oficiales del Estado.Los momios son altos: el fin sería cuestión de horas.Si eso sucede, Televisa, TVAzteca y las radiodifusoras verán mermadas seriamente sus cuentas bancarias.Y entonces, todos recordarán el día en que cambió la relación entre los partidos políticos y los medios electrónicos.
Las horas, los días decisivos
emeequis / redacción
Este 1 de septiembre nos ha tomado casi por sorpresa. A nueve meses del arranque del gobierno de Felipe Calderón, el país político se ha sacudido por un inesperado giro en los acontecimientos. De pronto, todo el escenario se agitó: los partidos decidieron que sus prioridades eran otras, que los consejeros electorales sí eran un estorbo para los acuerdos, que el sistema se había quedado atrapado y que hoy es preciso darle una vuelta de tuerca a las cosas. Este es un recuento de cómo se dieron los últimos jaloneos. El pataleo final, el que puede ser definitivo. Las palabras son de ellos, de los consejeros y los políticos.
“El IFE en los últimos meses ha dicho una y otra vez que los ciudadanos son los actores centrales de la democracia, y que antes de responder a los intereses de los partidos la reforma electoral debe responder a los intereses de los ciudadanos, y los ciudadanos han sido muy claros en lo que piden. Piden más rendición de cuentas de los partidos, piden un financiamiento menos oneroso para los partidos, piden más legalidad, piden campañas más propositivas, piden una democracia de más calidad que responda a sus expectativas, y creo que esa es la manera cómo debe concebirse una reforma electoral”. Luis Carlos Ugalde, 13 de agosto de 2007, en la presentación del proyecto Campus Virtual, en la sede del Instituto Federal Electoral.
...“Espero que los partidos y los diputados, y los políticos y los senadores tengan la suficiente visión histórica para que su reforma sea una reforma en beneficio del país, en beneficio de los votantes. No quiero anticipar ningún juicio, pero como autoridad electoral de una institución ciudadana, es mi obligación defender a los ciudadanos y por eso estoy diciendo que los ciudadanos quieren en una reforma 10 puntos y uno de ellos es menor dinero en la política y menos dinero a los partidos. La meta de la democracia mexicana es tener una democracia de más calidad y que tenga menor costo, y que tenga mayor imparcialidad frente a quienes pagan las campañas. Ahora los ciudadanos en su vida cotidiana están frustrados y molestos por lo que consideran un dispendio en las campañas. Eso no es el asunto medular de una reforma electoral, simplemente estoy diciendo que los ciudadanos están molestos”. Luis Carlos Ugalde, 21 de agosto de 2007, al concluir los trabajos del seminario internacional sobre reforma electoral en la sede del Instituto Federal Electoral.
...“No depende de Ugalde decidir si se queda o no se queda, yo creo que todo lo que va por la vía legal se puede hacer. El Congreso toma decisiones y no pregunta si quieren o no quieren, sino que solamente las aplica cuando ya han sido votadas y se votan por mayoría”. Carlos Aceves del Olmo, senador del PRI, 29 agosto de 2007.
...“Jamás voy a renunciar a un cargo que tiene un mandato constitucional al que debo responder. Que quede claro en mi lenguaje no existe ni presión ni chantaje, ni temor, ni mucho menos renuncia. No entiendo cuál es el argumento de renuncia. Los legisladores dicen que porque cometimos fraude. Si nosotros hubiéramos cometido fraude electoral nos debieron hacer juicio político, y el Tribunal Electoral debió haber declarado la elección inválida, y no fue el caso. “La remoción de los consejeros se ha convertido en un instrumento de presión política, de intercambio de fichas políticas, en un momento donde se conjuntan diversos factores: la necesidad que tiene el país de tener más recursos fiscales a través de una reforma, la necesidad de llevar a cabo solemnemente un informe de gobierno, de concretarse una reforma electoral. “Por eso remover a los consejeros por un falso argumento de confianza es matar la independencia del IFE, y sería regresar a los 90. Lo que está en juego es la independencia del instituto o entregarlo al control de los partidos políticos. Quizá el Congreso encuentre la vía legal para la remoción y la logra, pero eso no ayuda al futuro de la democracia y no es la reforma electoral deseable”. Luis Carlos Ugalde, 28 de agosto de 2007, en entrevista con el periódico Excélsior.
...“No hay condiciones para ir en las mismas condiciones en 2009, el árbitro requiere el consenso de los jugadores y este árbitro no tiene la confianza por lo menos de los partidos que integran el Frente Amplio Progresista y tampoco del PRI. En estas condiciones, ¿cómo se puede librar una contienda? Sería envenenarla antes de que inicie la contienda”. Arturo Núñez, senador del PRD, 27 agosto de 2007.
...“Si el Congreso aprueba la remoción de los consejeros electorales estaría aceptando que políticamente hablando, hubo fraude electoral en 2006, porque no se podría entender de otra manera por qué tenemos que irnos cuando hemos cumplido de manera legal con nuestra responsabilidad”. Luis Carlos Ugalde, 29 de agosto de 2007, en entrevista al concluir la sesión del IFE.
...“Este llamado de honestidad intelectual, de honestidad política y de responsabilidad con el futuro del país es extensivo a todos los actores políticos dentro del Legislativo y dentro del Ejecutivo que participan en el diseño finalmente, en la aprobación de una futura reforma electoral.“Yo haría dos preguntas como reflexión sobre el futuro de la democracia: la celebración de un informe de gobierno, en los términos previstos por la Constitución, y con la formalidad que amerita la investidura presidencial, ¿puede ser parte de una negociación sobre el futuro y la independencia del IFE? Y la segunda es: ¿si la negociación política, tan importante para el futuro social y económico del país, puede estar dependiendo de otra reforma que, siendo importante, no tiene nada que ver con ella, como es la reforma electoral?“¿Cómo evitar la perversión que se da cuando el dinero compra la política y a los políticos?” Luis Carlos Ugalde, 29 de agosto de 2007, en entrevista al concluir la sesión del IFE....“Yo no sé exactamente cómo vayamos a concluir la negociación, pero de ninguna manera aceptaría que la modificación de la integración del consejo signifique que hubo fraude en la elección del pasado 2 de julio. Es un argumento poco serio. No existe ninguna negociación sobre los consejeros electorales a cambio del formato para el informe presidencial y la reforma fiscal, no son moneda de cambio”. Héctor Larios, coordinador de la fracción parlamentaria del PAN, 29 agosto de 2007.
...“Creo que se adelanta una declaración por parte del presidente del Consejo General del IFE, cuando no hay una notificación, una declaratoria, pero finalmente las instituciones se reforman a través de las leyes, que se reforman a su vez por medio de consensos en el poder legislativo”. Cristian Castaño, vocero de los diputados del PAN, 29 agosto de 2007, en entrevista con Excélsior.
...“Me preocupa que vea al IFE por encima del Congreso y de la nación. Me preocupa la pérdida de piso, se lo digo con toda franqueza, a partir de sus declaraciones. Yo creo que debería ubicarse. Si le preocupa mucho su estancia en su lugar, la mejor forma de mantenerse ahí es ubicarse, hacer el papel que le compete y como institución no estar generando campañas que deterioren a las otras instituciones, pretendiendo poner por encima de las demás a una. Nosotros somos muy serios, creemos en el IFE”. Jesús Murillo Karam, secretario general del PRI, 29 agosto de 2007.
...“¡Él ya salió, lo que pasa es que nadie le ha avisado, pero ya salió! No tiene la menor importancia. ¡Se volvió loco! Javier González Garza, coordinador de la fracción parlamentaria del PRD, 29 agosto de 2007.
John Ackerman, especialista del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
Por Fátima Monterrosa
Los partidos políticos han decidido despedir al árbitro electoral y todo depende de semanas, días, horas. Las señales apuntan a un hecho ineludible: la permanencia de los consejeros del Instituto Federal Electoral, incluido el consejero presidente, Luis Carlos Ugalde, entró en su fase final. Y es en este preciso momento, dice John Ackerman, uno de los más reconocidos especialistas del país en asuntos electorales, habría que solicitar a los consejeros del IFE y a Luis Carlos Ugalde que “acepte con humildad su salida, que asuma lo mismo que ha exigido a los partidos políticos: actuar con la mirada alta y de largo plazo. Lo que vemos es una actitud arrogante de su parte, que él es el IFE, y no, el IFE es mucho más que él”.En esta semana salieron a la luz pública los resultados de largas negociaciones entre los partidos políticos. Las malas noticias terminaron alcanzando a los funcionarios del IFE. A todos. El mensaje de los representantes de los partidos, sobre todo del PRI y del PRD, deja sin esperanzas a los consejeros para seguir en el cargo. La reacción de cada uno de ellos ha sido inusitada. John Ackerman, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, tiene su lectura del posible relevo en el IFE: “Los nueve consejeros deben actuar de manera republicana; no obstaculizar los cambios que proponen los partidos en la iniciativa de reforma electoral, sobre todo si es lo mejor para la democracia, para la autonomía y la institucionalidad del país. Puede haber mucha confianza en el IFE, pero no hay confianza en ellos”.
...Ante las declaraciones de los partidos que han anunciado su salida del IFE, Ugalde asumió una actitud, a juicio de Ackerman, autoritaria, arrogante y antidemocrática:“Ahora desprecia a los partidos. Se dedica a denostar y criticar a los partidos, a deslegitimarlos y renunciar a la democracia cuando dice que lo importante es quién tiene la razón, no quién tiene más votos”.El investigador recuerda que en 1996 los entonces integrantes del mismo organismo fueron removidos del cargo –habían sido electos para siete años y sólo llevaban dos en funciones– debido a que el Congreso de la Unión estableció nuevas reformas para crear una nueva institución.“Miguel Ángel Granados Chapa, Santiago Creel, José Agustín Pinchetti, José Woldenberg y Fernando Zertuche, en aras de abrir la cancha, pusieron a disposición su cargo, no quisieron ser un obstáculo. Pero ahora, aunque se les está ofreciendo la salida más digna y más institucional, los consejeros están confundiendo sus individualidades con la institución”.Los consejeros se aferran al puesto sin importarles que el órgano electoral se encuentre más allá de las personas. Para él es lamentable y peligrosa la actuación de Ugalde: “Hoy le estaba exigiendo a los partidos políticos que fueran estadistas, que tuvieran la mirada alta y de largo plazo. Aquí habría que pedirle lo mismo a Luís Carlos Ugalde, quien debería aceptar con humildad su salida.–¿Generan confianza los consejeros del IFE?–No, en absoluto. Las últimas encuestas señalan que 46% de la población cree que hubo fraude en la contienda pasada. Estos consejeros han perdido legitimidad. Argumentan que las encuestas todavía ubican al IFE como una institución de carácter legitimo, pero Ugalde y los consejeros no son el IFE. Puede haber mucha confianza en el IFE, pero no hay confianza en ellos.–Ugalde argumenta que su salida será una negociación entre partidos.–Dice que aceptar su dimisión, removerlo, sería ceder la plaza a los partidos. Más bien, con su nombramiento se cedió la plaza a los partidos en el 2003. Ese nombramiento opaco, de espaldas a la ciudadanía, de negociación política entre Elba Esther Gordillo y Santiago Creel, fue lo que los llevó ahí. Lo que se busca ahora es romper con ese legado y desempeño pobrísimo al margen de la ley, para empezar una nueva etapa del desarrollo democrático del país.El 31 de octubre del 2003, los diputados del PRI, PAN y PVEM aprobaron el nombramiento del presidente del Consejo General del IFE, Luís Carlos Ugalde, y de ocho consejeros: Alejandra Latapí, Virgilio Andrade, Marco Antonio Gómez Alcántara, María de Lourdes del Refugio López Flores, Arturo Sánchez Gutiérrez, Teresa González Luna, Rodrigo Morales Manzanares y Andrés Albo Márquez. El PRD y el PT no avalaron la designación de los nuevos integrantes del consejo general del IFE.John Ackerman se detiene en algunas de las declaraciones del presidente del IFE.–Estoy preocupado por algunas cosas que ha dicho Luis Carlos Ugalde, como por ejemplo sus ataques contra los partidos, que son opacos, que no rinden cuentas, que el voto no es lo importante sino quién tiene la razón y que él tiene razón porque no hubo fraude. Esta es una actitud profundamente autoritaria. Como Luis Carlos mismo dijo el 6 de julio: “en la democracia se gana y se pierde por un voto”.Considera que el hasta hora todavía presidente del IFE pretende supeditar su permanencia en el puesto, aprovechando la desconfianza que generaron los resultados de la contienda presidencial del 2006.–Luis Carlos Ugalde ha pedido a los partidos políticos y al presidente Felipe Calderón que actúen con honestidad –Dice que si lo sacan, sería aceptar una mentira histórica de que hubo fraude. ¡Eso es grave! Si la existencia o no del fraude depende de la permanencia de un individuo en su cargo, ya me empezó a preocupar más. ¿Será que realmente está diciendo que él está protegiendo la información que comprueba que sí hubo fraude? ¿Será que con su salida y la llegada de nuevos consejeros podríamos descubrir lo que pasó en la elección presidencial de 2006?Ackerman confía en que con la formación de un nuevo órgano electoral se podría conocer más información. “El nuevo consejo podría decidir si da a conocer las nuevas boletas para hacer un escrutinio independiente. Ese consejo tendría que averiguar la condición de los paquetes electorales y la posibilidad de permitir acceso a los ciudadanos”.–¿Los consejeros podrían destruir las boletas antes de irse?–¡Claro! Pero eso ya sería el descaro total. Sería una confesión pública de que hubo fraude.–¿Cree que la reforma electoral se encuentre atada a otro tipo de negociaciones?–La política es el arte de la negociación. Desde luego, la negociación no es un problema, el acuerdo es el arte de la política. Esperemos que los legisladores estén buscando ir a fondo con esta reforma electoral. La cuestión del cambio de los consejeros es fundamental, absolutamente central. No conozco a nadie que diga que es secundario.El autor de diversos libros en materia electoral propone a los legisladores crear condiciones de equidad en las contiendas, reglamentar el uso de propaganda política en los medios de comunicación y recomienda a todos los partidos políticos no convertir las negociaciones en un intercambio de posiciones e intereses personales sino pensar en el bien de la República.–¿Qué viene?–Hay una oportunidad muy importante para reformar los mecanismos de nombramiento de los consejeros electorales. Que se realice una convocatoria pública, que participe la sociedad civil con propuestas, análisis y reflexiones. Que hayan dictámenes, ternas, que haya un debate real y comparecencias reales de los candidatos.Es importante que la votación sea la cuarta o quinta parte en lugar de dos terceras partes de los legisladores para asegurar consenso en el nombramiento. Es importante señalar que esto no viene en la reforma electoral, se proponen cambios mínimos en los mecanismos de selección y de ninguna manera se propone transparentarlo a la ciudadanía. Todavía gran parte de las propuestas de partidos políticos se quedan en el cambio de favores de cuotas partidistas. Y no tendría ningún sentido que salgan estos consejeros si entran unos iguales de comprometidos con ciertos partidos políticos.
Jaime Cárdenas *
Los órganos electorales federales del país se encuentran en una grave crisis de credibilidad. Las razones son claras: su incapacidad para transparentar su funcionamiento, principalmente su administración, y porque en los procesos más recientes no han sabido estar a la altura de las circunstancias que el momento político e histórico exigía. El último escándalo de presumible corrupción en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ha contribuido a incrementar los cuestionamientos sobre la viabilidad de estas instituciones.Por lo que toca al Instituto Federal Electoral y como se sabe, el origen de su actual Consejo General obedeció al concierto de voluntades del PAN y del PRI, con la exclusión del resto de las fuerzas políticas. En la negociación para la designación de este Consejo tuvo un papel fundamental la profesora Elba Esther Gordillo, quien en los últimos años ha estado muy cerca del gobierno panista.Esto significa para muchos priístas la existencia de una hegemonía del PAN en el Consejo General del IFE, hegemonía que se extiende a funcionarios del primer nivel del IFE y a muchos asesores de los consejeros electorales y de los directores ejecutivos. La queja priísta es que no existe pluralidad en el IFE, que prevalece un control por parte de una de las fuerzas políticas.Para el PRD y los partidos que integran el Frente Amplio Progresista, las quejas tienen que ver, sobre todo, con la actuación de los consejeros durante el pasado proceso electoral. El Consejo no actuó a tiempo para detener las campañas negras que prevalecieron; el Consejo no fue lo suficientemente contundente para impedir la obvia injerencia del ex presidente Vicente Fox y se rompió con ello la equidad electoral; el IFE no actuó con suficiencia ante el gasto de mil 700 millones de pesos que el gobierno federal utilizó en campañas gubernamentales, lo que implicó en los hechos una campaña paralela; el IFE no empleó ningún mecanismo para rechazar la contratación de tiempos en radio y televisión efectuadas por el Consejo Coordinador Empresarial y otros grupos empresariales que violaron abiertamente el artículo 48.13 del Cofipe; el IFE no se comportó como autoridad para supervisar las contrataciones en radio y televisión de los partidos —artículo 48.8 del Cofipe— y no exigió el cumplimiento de la Ley de Radio y Televisión para insistir a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes la difusión de las tarifas en los medios de comunicación electrónica; el IFE no reguló el derecho de réplica que establece el Cofipe; el IFE no sancionó a tiempo al PAN por la interferencia indebida del ex presidente español José María Aznar en la campaña electoral mexicana; el IFE tuvo graves errores de comunicación con la ciudadanía para transmitir completos los resultados electorales, entre ellos los del PREP; las oficinas centrales del IFE recomendaron a los presidentes de los Consejos Distritales que se evitara abrir paquetes electorales a partir del miércoles siguiente al día de la elección. En fin, para los dirigentes del Frente Amplio Progresista, el Consejo General del IFE no cumplió con sus obligaciones legales.En cuanto al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, cabe decir que la percepción de muchos sectores de la población y políticos es que tampoco estuvo a la altura de las circunstancias en el pasado proceso electoral; que no se comportó debidamente, entre otras cosas, porque a su principal resolución, la que declaró la validez de la elección, siendo jurisdiccional le dio un carácter administrativo para autolimitarse y no ejercer las atribuciones que la ley establece, como la de ordenar la práctica de medidas para mejor proveer, requerir pruebas a las autoridades que habían sido ofrecidas por la Coalición por el Bien de Todos, y resolver con plena jurisdicción. En estos momentos, y después del nombramiento de sus nuevos titulares, el Tribunal Electoral pasa por una crisis que difícilmente sería superable en una sociedad democrática. El escándalo de corrupción derivado de la presunta compra de un inmueble previo pago de una comisión probablemente ilegal, debió dar lugar a la renuncia de los magistrados electorales implicados. Como ello difícilmente se producirá, la ilegitimidad de esa institución se profundizará.La solución a las dudas que suscitan estos órganos pasa por una reforma constitucional y legal de carácter electoral que diseñe instituciones con más competencias y con más transparencia.Es verdad que el asunto de la salida de los funcionarios de estas instituciones no es lo más importante, pero es fundamental. La autonomía e independencia de los órganos electorales constituye, desde luego, un principio constitucional, pero es un principio inferior al de la legitimidad de las instituciones. Si las autoridades no son legítimas no abonan a la gobernabilidad ni a la consolidación del estado de derecho y deben por ello ser sustituidas.
*Doctor en derecho, ex consejero electoral del IFE e investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM
jaicardenas@prodigy.net.mx
Por Emilio Ulloa Pérez *
Escribo estas líneas sin saber aún qué pasó el día 1 de septiembre en la Cámara de Diputados, cuando el señor Felipe Calderón debió entregar a los legisladores el primer Informe en su carácter de detentador titular de la administración pública federal. Más allá de lo acontecido, lo cierto es que pocas cuentas alegres puede entregar quien es, al fin y al cabo, un simple continuador de las políticas públicas que han confirmado, una y otra vez, su fracaso para lograr el bienestar de la nación. Las cifras no mienten: quien en su campaña prometió ser el “Presidente del empleo” se ha convertido en el primer causante del desempleo en el país. No sólo no se han creado empleos formales suficientes para atender al millón de jóvenes que cada año exigen incorporarse a la estructura productiva del país, sino que la tasa del desempleo abierto incluso llegó a 3.95 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), la mayor tasa alcanzada en el último cuatrimestre. Aunque en realidad, y como han demostrado analistas económicos como David Márquez Ayala, el desempleo abierto es de 13.1 por ciento de la PEA, es decir que casi 6.5 millones de mexicanos no tienen trabajo.Las Caravanas de la Salud, por medio de las cuales se pretendía atender a los municipios más marginados del país, no han llegado siquiera a 10 por ciento del total de los ayuntamientos, mientras en promedio cinco mujeres en edad productiva mueren diariamente por el cáncer cérvico uterino, la obesidad afecta hasta a los niños, y las enfermedades crónico–degenerativas y las originadas por la pobreza van en aumento. La última evaluación del aprendizaje de los niños de educación básica demuestra que la inmensa mayoría de los infantes carecen del dominio de destrezas culturales indispensables como la lectura y la escritura, y del dominio de operaciones formales esenciales como la lógica y las matemáticas. En materia de combate a la inseguridad y el crimen organizado, no obstante la militarización implantada por el señor Calderón en contravención de las disposiciones constitucionales, los resultados son poco alentadores, ya que en los últimos meses han sido asesinados casi mil 400 mexicanos en enfrentamientos relacionados con el narcotráfico, mientras que los delitos del fuero común siguen creciendo a razón de uno denunciado por minuto. De la impunidad de la que gozan gobernantes y funcionarios por violaciones graves a las garantías individuales, en los casos de Atenco, Oaxaca, Pasta de Conchos, Acteal y Minera San Javier, ni hablar.Al mismo tiempo, el país se encamina al despeñadero económico, no sólo por la recesión por la que atraviesa la economía del vecino país del norte —con el que sostenemos 90 por ciento de nuestras operaciones comerciales y a donde han emigrado, en los últimos 10 meses, un promedio de 400 mil mexicanos en busca del american dream a cambio de su pesadilla mexicana—, sino también por la disminución paulatina de los ingresos petroleros, así como de las remesas que los mexicanos que viven allende el río Bravo. Si no fuera por esas remesas, cientos de miles de familias mexicanas no seguirían en pie.Y empecinado en seguir entregando buenas cuentas a quienes financiaron ilegal e inmoralmente su campaña presidencial, el señor Calderón solamente ha enviado una iniciativa importante al Congreso de la Unión: la propuesta de reforma hacendaria, por medio de la cual, entre otros aspectos importantes, se pretende gravar más a las pequeñas y medianas empresas, que son precisamente las que más empleos generan en el país. Además, es inflacionaria, pues considera un gravamen de 5 por ciento a las gasolinas y al diesel, lo que desencadenaría un incremento a los precios de los productos básicos en perjuicio de, por lo menos, 60 millones de mexicanos que viven en condiciones de pobreza y extrema pobreza. Mientras, deja intocado los paraísos fiscales, las ganancias de los especuladores bursátiles y los sofisticados sistemas de elusión y evasión fiscal de los grandes corporativos.En pocas palabras, más desempleo, desnutrición, analfabetismo funcional, inseguridad, impunidad, emigración, inflación y descontento siguen siendo los saldos de un gobierno empecinado en proteger los intereses de los Slim, los Salinas Pliego, los Azcárraga Jean, los Onésimos Cepedas y demás pléyades que, el año pasado, se llenaron la boca para decir que Andrés Manuel López Obrador era un peligro para México, cuando en realidad queda claro que era un peligro, sí, pero para sus privilegios e impunidades.En el rubro de cultura, más allá de los pocos recursos que la Secretaría de Hacienda ha liberado en favor de éste, existe honda preocupación y enojo por parte de intelectuales y artistas ante la posible llegada de Fernando Landeros, presidente de la Fundación Teletón, a la dirección de la Comisión Organizadora de los Festejos del Bicentenario de la Independencia y Centenario de la Revolución. Sin considerar las propuestas que han surgido desde la sociedad civil, a la que se le sigue considerando menor de edad en materia cultural, el señor Calderón, que hizo de lo mediático su principal estrategia de campaña, pretende con la inclusión del señor Landeros entregar a los millonarios monopolistas de Televisa, ni más ni menos, la dirección de los festejos de las dos gestas históricas que, en su momento, se opusieron a los monopolios y a los grandes detentadores del poder y la riqueza nacional. Como dice el maestro Guillermo Tovar y de Teresa, presidente del Consejo de la Crónica de la Ciudad de México: con esa decisión y con las propuestas cursis, ramplonas y hasta ignorantes del legionario de Cristo Fernando Landeros, “se degrada la historia, se degrada el civismo y se degrada la cultura”.El Estado mexicano no puede abdicar de sus responsabilidades constitucionales. La naturaleza de los festejos requiere de gente comprometida con la historia nacional sin distingos ideológicos y, desde luego, sensibilidad popular, atributos de los que carece el presidente de la Fundación Teletón. Es necesario que la Secretaría de Educación Pública y el subsector cultural coordinado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, rechacen tajantemente la participación del señor Landeros por los intereses monopólicos y mediáticos que representa y porque “los cumpleaños de la patria” no pueden ser tratados desde la perspectiva de la limosna filantrópica y la sensiblería comercial.En estas circunstancias, queda claro que el contenido del Informe del señor Felipe Calderón, como su propio origen electoral, es y será un Informe con saldos espurios pero, sobre todo, es y será el Informe de un señor que soñó con ser presidente de la República y terminó siendo el mesero de un banquete en el que se hartan los de siempre, mientras que los más permanecen afuera.
* Presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputadosemilioulloa6@hotmail.com