Mumía Abú-Jamal
7/2/09
En el Condado Luzerne de Pensilvania, hay 9 jueces en la Corte Menor de Justicia. Dos de ellos acaban de declararse culpables de conspiración para procesar y sentenciar a jóvenes a una prisión privada, para sacar mordidas de los constructores y de los dueños de las prisiones.
Según noticias publicados, el Juez Mark A. Ciavarella y el Juez Michael T. Conahan, éste a punto de retirarse, mandaron a cientos de menores de edad, hombres y mujeres, a una carcel privada, y se llenaron los bolsillos con cerca de dos millones y medio de dólares en mordidas.
Esto pasó no sólo por la corrupta avaricia de los jueces, sino también porque casi ninguno de esos menores tuvieron representación legal.
Cuando El Centro Legal para Menores, de Filadelfia, hizo una petición a la Corte Suprema de Pensilvania diciendo que es inconstitucional la práctica del condado de procesar y sentenciar a prisión a unos 250 menores de edad sin representación legal, la más alta corte del estado negó la petición el 8 de enero de 2009. Para hacer las cosas peores, información criminal sentada recientemente dice que los dos jueces usaron su poder e influencia para que retiren los fondos de la prisión juvenil del condado, precisamente cuando ellos estaban enviando a jóvenes a la prisión privada. (Hombre... ni que hablar de
privatización!)
Casi un mes después, la Corte de Justicia más alta del estado cambió de opinión, dando marcha atrás en el rechazo.
¿Qué había pasado?
Bueno, para empezar, los dos jueces se declararon provisionalmente culpables de los cargos federales de fraude usando líneas telefónicas.
Cientos de menores de edad son mandados a la cárcel, después de procesos obviamente anti-constitucionales sin representación legal, y la corte más alta del estado si siquiera parpadea.
Los medios de comunicación reportan sobre estos abusos, pero la Corte Suprema de Pensilvania no pone el menor interés.
Esta es hoy la naturaleza de los juicios, incluso los niños son forraje que se puede sacrificar en beneficio del complejo industrial de prisiones.
El Condado Luzerne es el décimo más grande condado del estado, con sólo un poco más de 300,000 almas.
Por lo menos el 22% de sus jueces han admitido ser corruptos, en el sórdido negocio de vender la libertad y el bienestar de jóvenes pobres para obtener ganancias personales.
--(c) '09 maj
Fuente: Investigador Legal, (Legal Intelligencer, 2/3/09; 2/4/09.)
Traducción libre del inglés enviado
por Fatirah, litestar@aol.com, hecha en
REFUGIO DEL RIO GRANDE, Texas, EE.UU.
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