7/22/2009
Periodistas pal café.....
Julio Hernández López: Astillero
El visor oficial de las operaciones de compraventa electoral en el país, Leonardo Valdés Zurita, considera que ha llegado el momento de prepararnos para un idílico futuro hildebrándico. Nada mejor que entregar el humano proceso del depósito de votos y su conteo a confiabilísimos sistemas computacionales, apostando por la tecnología y evitando doble desgaste de los funcionarios de las mesas de casilla y, posteriormente, de los consejos distritales. El danzón dedicado a la banda de los algoritmos, y sistemas que le acompañan, se escuchó en el foro de análisis de la reforma electoral 2007-2008 que organizó la oficina del jefe en vías de pasar atrás del trono senatorial, Manlio Fabio Beltrones. Emocionado, propositivo, moderno, Leonardo Hildebrando Valdés Zavala se permitió la desmemoria de establecer que la tecnología ha sido aliado natural de la construcción de confianza en los procesos electorales, así es que, ya encarrerados, ¿por qué no estudiamos la posibilidad de aprovechar los avances tecnológicos y la creatividad de nuestros científicos para concebir instrumentos de votación electrónica que sean confiables y que den certeza a los ciudadanos y a los partidos políticos en la emisión del sufragio y, por supuesto, en el cómputo de la votación?
Pensar en la etapa superior del fraude, perdón, del proceso electoral, proviene de un peculiar raciocinio mueblero hecho por el presidente gourmet del IFE (antes fue un mago, ahora un catador): Lo que vivimos tanto en 2006 como en 2009 podríamos interpretarlo como la antesala de nuestra democracia futura; es decir, nos enfrentamos a las primeras contiendas en las que las propias reglas propician resultados más cerrados. ¡Sopitas de pollo (que no sea de las Guarderías Bachoco)! ¿Así es que apenas hemos estado modosamente sentados en la antesala de nuestra democracia futura, para ver si somos recibidos o no, y si nuestras expectativas y votos merecen atención, desdén o trampa? ¿Y ahora resulta que el fraude 0.56% se debió a las propias reglas, tan irrespetadas como incluso lo reconocieron los dictámenes vergonzosamente cínicos de los integrantes del tribunal electoral federal que aceptaron la presencia de múltiples infracciones pero se abstuvieron de castigar o anular esos resultados amañados?
En la antesala del baño de sangre, el decorativo Leonel es llamado al Distrito Federal para que dialogue hasta que se canse con el gabinete calderónico de seguridad, mientras en el campo michoacano de batalla los miles de militares desarrollan su estrategia de castigo familiar. En otro tipo de espera, el teórico de las intervenciones, Carlos Pascual, cumple con la parte senatorial que le permitirá ser aprobado como embajador gringo en el México fallido. Y en Honduras (lo que es un signo para toda Latinoamérica y las expectativas de gobiernos liberales o, por llamarlos de algún modo genérico, de izquierda), el resplandor progresista de Obama es ahogado por las fuerzas reales del poder imperial, de tal manera que gana tiempo el golpe de Estado, que nunca se habría podido dar sin la aprobación o cuando menos la tolerancia del Pentágono, y en el fondo de todo subyace una maniobra regional para castigar los acercamientos a Hugo Chávez y la postulación de reformas que dañen a los grandes capitales de determinado país.
Astillas
Un periodista español de larga historia, José María Siles, director de la agencia ANews, domiciliada en Bélgica, está demostrando lo que todo mundo sabía pero Televisa pretende negar (o atenuar): que la exagerada presencia de Enrique Peña Nieto en las pantallas, disfrazada de información, se paga con dinero del gobierno del estado de México. Una prueba de ello ha sucedido luego que a mediados de marzo se desató una campaña de imagen que pretendía colocar a Quique Gaviotón a niveles de estadista internacional sólo porque decidió asistir a un foro mundial sobre agua, en Estambul, y pronunciar algunas palabras de húmeda demagogia. Televisa, que transmitió ampliamente esa importantísima intrascendencia proselitista, contrató a ANews para que diera cobertura a la gira del despilfarrador funcionario mexicano. Un funcionario de la televisora gobernante le dijo a Siles que no se preocupara por sus honorarios: Televisa cobra del estado de México (sic) y Enrique Peña Nieto es una prioridad informativa. Además, tenemos un acuerdo con ellos para cobrar por esas coberturas, le dijeron funcionarios de la televisora, según escribió el periodista español en su blog. Pero, más delante, le dijeron que el gobierno de Peña Nieto pagaría todo. Y Siles considera que quien debe pagar es Televisa y no el erario del estado de México. Por ello escribió: Aunque no estén ustedes puestos de lo que se cuece en la escena política mexicana, detrás del cubilete y de la morosidad de Televisa está la suculenta historia de cómo se fabrica un presidente. Saber lo que hay detrás del cubilete de Televisa nos va a tener entretenidos... Y, mientras Felipe ahora sale con que la crisis ha hecho caer 9 por ciento a la economía, pero en materia de empleos no tanto, o menos de lo que se temía, o en un descuido hasta mejor nos está yendo, ¡hasta mañana, con El valiente Gómez Mont apareciendo (en espera) en la Lotería michoacana!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Enrique Galván Ochoa: Dinero
Justicia tardía es injusticia, dice un aforismo. Y más cuando es a medias. Guillermo Ortiz finalmente se atrevió a dictar las primeras, tímidas disposiciones para moderar los abusos de los bancos comerciales en el cobro de ciertas comisiones. Sin embargo, las tasas de interés –terreno sagrado, intocable– siguen siendo tabú para el Banco de México. En los últimos tiempos han sido incrementadas desmesuradamente, no obstante que el banco central ha decretado sucesivas disminuciones de la tasa líder. Así que, con temor y temblor, Ortiz estrenó las nuevas facultades que recientemente recibió del Congreso de la Unión. Hay algunas disposiciones interesantes: 1) Los bancos ya no cobrarán comisión por la devolución de cheques que hayan recibido para abono en alguna cuenta de depósito del cliente. Venían haciendo cargos de casi mil pesos por cada rebote, pero, en conjunto, ya no representaban un ingreso importante para los banqueros. 2) Tampoco cuando el cliente exceda el saldo de su cuenta de depósito asociada –¡ojo!– a una tarjeta de débito. 3) Asimismo, no cobrarán comisión por mantener un saldo promedio mínimo. Entran en vigor el 21 de agosto. Dicen por ahí que en los detalles está el Diablo. Vamos a ver cómo interpretan los señores banqueros las disposiciones de Ortiz. Aunque se comenta que primero se puso de acuerdo con ellos. Habrían acordado –entre otras cosas– dejar el tema de las tarjetas de crédito totalmente fuera, negocio en el que se cometen abusos terribles. Y así fue.
Comisionistas de Chapala
Treinta y tres comisionistas del lago de Chapala fueron sancionados por la Comisión Federal de Competencia. Se pusieron de acuerdo en el cobro de la comisión que deben pagarles sus clientes y eso va en contra de una sana competencia. Las multas oscilan entre 24 mil pesos y 4 millones y medio de pesos. La comisión encontró que los agentes acordaron fijar una sola comisión por la prestación de servicios inmobiliarios, anulando la competencia entre sí a costa de los consumidores. Entre ellos se encuentran el Grupo Inmobiliario del Lago y la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios Sección Chapala.
Celulares
Hay servicios que el consumidor no acepta sacrificar a pesar de que sus ingresos se han visto afectados por la crisis. Uno de ellos es el teléfono celular. Le parece más importante recargar su tarjeta que traer 100 pesos en la bolsa. América Móvil –la firma que los usuarios conocen familiarmente como Telcel– obtuvo una utilidad neta de 22 mil 507 millones de pesos en el segundo trimestre de este año (abril a junio). Es 27.5 por ciento más alta que la del mismo trimestre del año anterior. El consejo de administración lo preside Patrick Slim Domit, el más joven de los hijos del fundador de la dinastía.
Alfredo Jalife-Rahme: Bajo la Lupa
El discurso de Barack Obama en Europa sobre un mundo libre de armas nucleares fue escamoteado por los multimedia anglosajones, controlados por el complejo financiero-militar-industrial, amén de haber sido calificado de fantasioso por los belicosos de costumbre.
La temeraria visión de Obama (ver Bajo la Lupa, 5/7/09) puede abrir las puertas a la desnuclearización de Medio Oriente –sin excepciones paleobíblicas (v.gr. la dotación de Israel de un máximo de 400 bombas atómicas, según el Boletín de Científicos Estadunidenses)–, en medio de la cual se sitúa la crisis iraní, según De Defensa (13/7/09).
Debka (20/7/09), presunto portal del Mossad (servicios de espionaje israelíes), revela parte del contenido del paquete de propuestas ofrecido a Occidente por Irán, en medio de su crisis electoral, que coloca en el foco del desarme medioriental a las más de 200 (sic) ojivas nucleares de Israel.
El portavoz del Ministerio de Exterior de Irán, Hassan Qashqavi, comentó que no podemos hablar de un Medio Oriente desnuclearizado sin discutir las más de 200 (sic) ojivas del régimen sionista de Israel.
¿Son más de 200 ojivas, según los iraníes, o el máximo de las 400, expuesto por los científicos de Estados Unidos, que posee en forma clandestina Israel?
La única manera de averiguarlo es mediante una inspección de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), rechazada obviamente por Israel, que aún no firma el Tratado de No Proliferación (NPT, por sus siglas en inglés) y goza de selectivas canonjías celestiales que discriminan al resto de los países del planeta.
Por cierto, los sionistas locales, autoadscritos a la defensa de los derechos humanos en cualquier lugar del mundo que no sea Israel, han guardado silencio obsceno sobre el trato infrahumano propinado al pacifista Mordechai Vanunu, técnico nuclear israelí, quien reveló la dotación atómica de su país en Dimona hace dos décadas.
En ese contexto de fragilidad conceptual, que flagela la antiproliferación, el egipcio y de esposa iraní Muhamed El-Baradei, saliente director de la AIEA, aduce que se requieren ideas audaces (sic) para avanzar en la no proliferación (The Daily Star, 19/8/09).
Exalta la visión de Obama sobre un mundo libre de armas nucleares y el vínculo entre la no proliferación atómica y el desarme de los estados nucleares, y admite que el NPT, que data de 1970, se encuentra en desorden, pero que Obama, por fortuna, ha prometido revitalizar.
Identifica cinco problemas del NPT:
1. Las cinco principales potencias nucleares (nota: los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU) no han tomado en serio (sic) sus obligaciones en el NPT para el desarme atómico. Al contrario, han modernizado sus arsenales y carecen de la autoridad moral (sic) para persuadir a otros de no adquirir armas nucleares, que son fuente de poder e influencia y garantía contra un ataque.
2. No existe nada (sic) que pueda detener a los países firmantes del NPT a que lo abandonen (el caso de Norcorea).
3. La AIEA se encuentra vergonzosamente subfinanciada para investigar el programa encubierto de un país: sus laboratorios analíticos son vetustos, carece de acceso adecuado a la imagenología satelital, y sus inspectores tienen las manos atadas al no tener permiso de acceso a todas las localizaciones.
4. Los controles de exportación han fracasado en prevenir la difusión de la sensible tecnología atómica, como es el caso de las sofisticadas redes clandestinas del científico nuclear paquistaní A.Q. Khan. Nueve países disponen de armas atómicas (nota: además de los cinco grandes, los cuatro clandestinos: Israel, India, Pakistán y Norcorea) y “cierto número de países con programas nucleares de energía tienen la capacidad de manufacturar ese tipo de armas (…), ya que han dominado la tecnología crítica del enriquecimiento de uranio y el reprocesamiento del plutonio”. Tal dualidad civil-militar es el talón de Aquiles del NPT.
5. El Consejo de Seguridad (sic) de la ONU ha estado paralizado frente a los desafíos a la seguridad internacional y ha sido inefectivo (sic) en responder a los casos sospechosos de proliferación.
El saliente director de la AIEA alaba el paso decisivo de recortar los arsenales de Estados Unidos y Rusia, que juntos disponen de 95 por ciento de las 27 mil ojivas que pululan en el mundo.
Existen otros pasos principales: aplicar el Tratado Integral de Abolición de Pruebas Nucleares (CTBT, por sus siglas en inglés), negociar un tratado verificable para prohibir la producción de material fisionable para su uso en armas nucleares; mejorar la seguridad física de material atómico y radiactivo, que puede caer en manos de terroristas, y fortalecer a la AIEA.
Propone una medida principal: la creación de un banco de uranio de bajo enriquecimiento (LEU, por sus siglas en inglés), a cargo de la AIEA, para garantizar el abastecimiento a países que necesitan combustible atómico para sus reactores. Su financiamiento es viable gracias a las aportaciones de Nuclear Threat Initiative (la ONG fundada por Ted Turner y Sam Nunn) y del empresario Warren Buffett.
Una característica del LEU (uranio de bajo enriquecimiento) es que no puede ser usado para fabricar armas y dicho mecanismo será esencial conforme más países introduzcan la energía nuclear: “sin criterios políticos ni discriminatorios (…) la AIEA tendría a su disposición un almacenamiento físico de LEU como reserva de última instancia para los países con programas atómicos que enfrentan una interrupción del abastecimiento por razones no comerciales” y requieran desarrollar su propia capacidad de enriquecimiento de uranio o reprocesamiento de plutonio.
Cita el caso anómalo de Irán después de la revolución islámica de 1979, cuando no fueron cumplidos los contratos para combustible y la tecnología para sus plantas nucleares planificadas (léase por Estados Unidos).
Comenta que las consecuencias de dicha decisión son todavía resentidas 30 años más tarde, en crítica alusiva al unilateralismo nuclear de Estados Unidos frente a Irán: ningún país será obligado a cesar su derecho a desarrollar su propio ciclo de combustible, siempre y cuando cumpla sus obligaciones atómicas de salvaguarda (nota: que pisotea Israel).
Concluye que todas las actividades nuevas de enriquecimiento y reprocesamiento serán colocadas exclusivamente bajo control multinacional y todas las instalaciones existentes pasarán de control nacional a multinacional.
Sí que es audaz la idea de El-Baradei, ya que en la presente involución de la civilización occidental es inimaginable que Estados Unidos, ya no se diga Israel, admita controles nucleares que no domine en su suelo y en el de los demás.
Carlos Fernández-Vega: México SA
Ya lo dijo el siempre claridoso amigo de su amigo: que en el primer bienio del calderonato 6 millones de mexicanos ingresaran a las por sí gruesas filas del ejército de pobres, no es más que un bache; que en ese mismo periodo, por día de estadía felipista en Los Pinos empobrecieran 8 mil 200 paisanos es sinónimo de que no tenemos elementos que indiquen que haya un riesgo de problema social; y, en fin, que casi 51 millones de pobres al cierre de 2008 lo único que confirman es que vamos por buen camino. En resumidas cuentas, es la misma versión del catarrito económico, pero ahora aplicada al sector social.
Entre su cinismo e ineficiencia, los del círculo íntimo todavía se dan tiempo para reírse por el acelerado deterioro de la calidad de vida de los mexicanos, como en el caso de Ernesto Cordero Arroyo, secretario de Desarrollo Social de su amigo, quien de plano se aventó la puntada de asegurar que no es un reflejo de la realidad el resultado del análisis realizado por el Coneval sobre la pobreza en el primer bienio del calderonato, y basado en los resultados de la Encuesta Nacional Ingreso-Gasto de los Hogares (ENIGH) 2008, levantada por el INEGI.
El bache, según Cordero”, adquiere proporciones de cráter cuando se sabe que en tan sólo dos años sin crisis –de acuerdo con la versión calderonista–5.7 por ciento de los mexicanos pasó a formar parte, ya oficialmente, del ejército de pobres. Si para ellos lo anterior indica que no hay un riesgo de problema social y que el gobierno del Felipillo va por buen camino, entonces habrá que preguntarles qué entienden por riesgo y qué por mal camino.
En un bienio, 6 millones adicionales de pobres. Si ese fue el resultado positivo con un crecimiento anual promedio de 2.25 por ciento en 2007-2008, entonces ¿qué consecuencia, en ese mismo sentido, tendrá el desplome de 7-8 por ciento en la economía nacional en 2009? Es de suponer que algo un poco más profundo que un bache.
Para el titular de la Sedeso la superación de la pobreza es sencilla: depende de la generación de empleo y no de la política social, ya que ésta es para brindar oportunidades a los mexicanos más pobres. Así de fácil, aunque de inmediato surge la duda: ¿qué no fue exactamente eso lo que en campaña prometió su amigo Felipe, es decir, generar empleo formal para vivir mejor, brindar oportunidades y superar la pobreza? Ah, pero es que aquí también se reporta un bache: en dos años de estadía en Los Pinos, la generación de empleo, en términos netos, ha sido nula.
Entonces, fueron los precios de los alimentos que crecieron mucho, explica el amigo del amigo. Cómo no recordar el cierre de 2006, y los arranques de 2007 y 2008 con brutales escaladas de precios: leche popular, tortilla, maíz, frijol, pan, harina, aceite, frutas, verduras, carne, pollo, huevo, gas, electricidad, gasolina, transporte, educación, tarifas en general, cigarros, refrescos y lo que se cruzara en el camino, al tiempo que se reforzó la política de topes salariales nunca mayores al crecimiento inflacionario oficial y aumentaron impuestos. Bien, pero ¿qué no fue el propio Cordero Arroyo quien, a punto de estrenar puesto en enero de 2008, aseguraba que no existe un riesgo de espiral inflacionaria en el país? y ¿no fue su amigo Calderón el que puso en marcha un pomposo cuan ineficiente programa para proteger la economía de las familias mexicanas, en especial las más pobres, frente al alza internacional en el precio de los alimentos? Si no fue nada de eso, entonces el culpable debe ser el sereno, dirán los expertos, pero el hecho es que 6 millones de mexicanos se sumaron al ejército de pobres en tan sólo un bienio.
Y mientras a Cordero se le agotaban las cartas para culpar a alguien por el veloz aumento de la pobreza en tiempos sin crisis, su amigo Felipe pregonaba que hemos desplegado todos nuestros recursos para proteger la economía, la misma que ya habían blindado, fortalecido, estimulado, amarrado, embellecido (¿envilecido?), etcétera, etcétera, y que de cualquier suerte se ha desplomado.
Inspirado, el inquilino de Los Pinos le puso número a la tesis del catarrito: en el primer semestre de 2009, se estima que la caída de la economía pudo haber sido de 9 por ciento, o más, a tasa anual; 9 por ciento anual de recesión en México en los primeros seis meses del año, lo que quiere decir que la misma economía, pero entre abril y junio (tres meses) se desplomó cuando menos 10 por ciento adicional al resultado de enero-abril (–8.2 por ciento), de tal suerte que más allá del discurso oficial los signos alentadores siguen sin aparecer.
Lo mejor del caso, según Calderón, es que la variación que hemos registrado en el empleo formal en el año ha sido de 3 por ciento, nada más; lo cual implica que, verdaderamente, hemos podido contener los impactos recesivos, hasta cierto límite, lo que era esperable, y estamos trabajando arduamente, no sólo para superar la crisis económica, sino para poder salir adelante con más rigor y más fuerza, sobre todo ahora que comienzan a verse algunos signos alentadores que hacen pensar en una pronta, aunque sea pausada, recuperación económica.
Qué bueno, pero el nada más del inquilino de Los Pinos equivale a 307 mil empleos formales cancelados en la primera mitad de 2009, o si se prefiere a la pérdida de casi 700 mil puestos de trabajo desde que se le ocurrió reconocer, en octubre de 2008, que el catarrito había subido de tono. Pero un dato más puntual es el comportamiento de la tasa oficial de desempleo abierto en el país: pasó de 3.58 por ciento de la población económicamente activa el primero de diciembre de 2006 a 5.6 por ciento al cierre de junio de 2009, es decir, un incremento de 56 por ciento en el periodo, o lo que es lo mismo, alrededor de 2.5 millones de mexicanos en tal condición.
Eso sí, no saben quién o quiénes son los responsables del tenebroso incremento de la pobreza en el país en tiempos sin crisis. Y desde luego los mexicanos les creen.
Las rebanadas del pastel
Cartelera. El dueto cómico César Nava-Gustavo Madero y su gustada sección cuéntame una mentira que sea obvia: “Felipe Calderón no pretende gobernar al Partido Acción Nacional… No hay línea (de Los Pinos) para que César(ín) sea el dirigente nacional del PAN… No hay fracturas en el partido por la elección del nuevo dirigente”… No vengo de porrista, ni seré la (segunda) Pájara Peggy del sexenio (la primera fue Germancito).
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
Crisis económica y déficit de medidas
El Banco de México (BdeM) anunció ayer la aplicación de restricciones, a partir del próximo 21 de agosto, al cobro de comisiones en algunos rubros bancarios. Entre los cargos que serán eliminados figuran los correspondientes a saldos por debajo del mínimo, cancelación de cuentas o por exceder el saldo en tarjetas de débito, así como por cancelaciones de servicios (consultas por Internet, tarjetas de crédito o débito o domiciliación de pagos).
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El Correo Ilustrado
Felicita a colonos por proyecto de agricultura urbana
Quiero felicitar a los colonos que viven cerca de la barranca del río San Borja, en Álvaro Obregón; a los agrónomos de Chapingo que los han apoyado con asesoría, así como a las autoridades de la delegación por ese trabajo conjunto de agricultura urbana. Gracias por el esfuerzo llevado a cabo, gracias por el propósito social de proveer de frutos y trabajo a familias pobres, así como de dar empleo a adultos mayores que necesitan un espacio para demostrar que son útiles. En lo particular, gracias porque me refrescan la certeza de que en este México tan vapuleado en todos los aspectos todavía quedan seres humanos positivos, bellos, buenos, y que no todo es cinismo, corrupción e impunidad. Bien por esos colonos; ojalá que otros podamos seguir su ejemplo.
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Bernardo Barranco V.: Schulenburg, el abad de las contrariedades
Guillermo Schulenburg fue abad de la Basílica de Guadalupe durante 33 años. Fue un actor eclesiástico poderoso e influyente en la vida pública de México. Gracias a su estrecha relación con Emilio Azcárraga Milmo, de manera audaz y pionera logra posicionar sus misas dominicales y Mañanitas guadalupanas las madrugadas del 12 de diciembre en la televisión abierta, brincándose toda norma prohibitiva. Probablemente su mayor logro fue haber construido la nueva basílica entre 1974 y 1976, empresa millonaria que sorteó con las aportaciones empresariales y principalmente de los gobiernos de Luis Echeverría y de José López Portillo, en apariencia dos garantes y defensores del Estado laico.
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Arnoldo Kraus: Suicidio de parejas
Amuchos les gustaría ser Filemón y Baucis. Pocos, muy pocos, lo logran. Filemón y Baucis fue un matrimonio de la mitología griega que tuvo el tino en ser los únicos que permitieron entrar a su hogar a los dioses Hermes y Zeus, que se presentaron disfrazados de mortales. Tras la negativa de los habitantes de Frigia para acogerlos, tocaron a la puerta de Filemón y Baucis, viejos y pobres campesinos, quienes los recibieron y compartieron su comida y vino. Como castigo contra los habitantes de Frigia, los dioses destruyeron la ciudad con una inundación, preservando únicamente la casa de Filemón y Baucis, la cual se transformó en templo.
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José Steinsleger/ II y última: América Latina (1760-2010)
En los últimos 20 años de nuestra América, los pueblos emprendieron la marcha final en pos de la segunda independencia, y para decidir de una vez sobre sí mismos. Caracas (febrero de 1989) y Chiapas (enero de 1994) oxigenaron los nuevos modos de entender la emancipación social efectiva. Ambos estallidos no surgieron del repollo. En coincidencia con el bicentenario de Simón Bolívar (1983), un grupo de oficiales del ejército venezolano fundaron una célula revolucionaria antimperialista, y en el simbólico 1992 los indígenas chiapanecos derribaron la estatua del conquistador español Diego de Mazariegos erigida en el centro de San Cristóbal de las Casas.
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Luis Linares Zapata: Daños de la mediocracia
La transición democrática en México está atenazada por dos pinzas: la partidocracia y su cómplice en disolventes aventuras: la mediocracia. Ambas deformaciones corren en paralelo y se retroalimentan en un sinfín de tareas y campos. Ambas son nonatas del modelo productivo y de gobierno que aprisiona las energías creativas de la sociedad. Estas malformaciones, que son sendos fenómenos de poder, se hermanan para provocar la injusticia distributiva que distingue, como vergonzoso estigma, a la sociedad mexicana. La perpetuación inclemente de privilegios a sus beneficiarios es la palanca motora de su existencia. Al mismo tiempo, dichos fenómenos van incubando los anticuerpos para su remoción y perfeccionamiento futuro.
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Alejandro Nadal /I: Calentamiento global: la ley Waxman-Martey
En diciembre 2008 la Oficina de Manejo de Tierras del estado de Utah llevó a cabo una subasta de concesiones para realizar perforaciones de gas natural. Casi todos los participantes eran representantes de compañías petroleras y gaseras. Pero había uno que no lo era: se trata del estudiante de economía de la Universidad de Utah, Tim DeChristopher, que se introdujo en la subasta y participó haciendo ofertas cada vez más elevadas. Obligó a que las pujas de los demás se fueran al cielo y varias de las compañías terminaron adquiriendo concesiones a un costo muy superior al que habían planeado. Al mismo DeChristopher se le adjudicaron concesiones por una cifra de un millón 300 mil dólares. Pero éste no tiene la menor intención de pagar un céntimo por las concesiones que adquirió.
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Vilma Fuentes: Los escondites de los libros
Tratar de poner orden en una biblioteca es correr un riesgo semejante al que representaría intentar una travesía por el océano en una chalupa. Del fondo de los libreros, como del mar, emergen los seres vivos más extraños y diversos, a veces con rasgos parecidos a los nuestros, en ocasiones nunca soñados por la más demencial imaginación.
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Javier Aranda Luna: Las lecciones de El Nigromante
Si usted cree que el Presidente de la República es otro empleado de la nación aunque éste sea designado por elección popular y que por ello debemos contar con formas y procedimientos concretos para removerlo, como a cualquier empleado carente de la capacidad profesional con que se ofreció y que no pueda resolver los problemas nacionales; si cree que mantener en el puesto a los incapaces hace perder tiempo al país y grandes cantidades de dinero al erario, usted piensa lo mismo que uno de los grandes pensadores mexicanos de todos los tiempos.
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Mauricio Merino
Por el bien de todos, primero los pobres
La primera vez que escuché esa frase no fue en la campaña de López Obrador sino en Tabasco, hace 25 años, cuando Enrique González Pedrero gobernaba ese estado e iniciaba el programa de redistribución del ingreso más ambicioso que haya conocido el sureste de México, a través de las obras públicas, la prestación de servicios y la organización social que gestionaban de manera directa las comunidades más pobres de aquella entidad. Se trataba de los llamados centros integradores, cuyo diseño y resultados siguen siendo motivo de análisis hasta nuestros días.
En pleno ajuste estructural tras la crisis de 1982, la política social de González Pedrero no sólo estaba apoyada por un altísimo presupuesto, derivado de los ingresos petroleros, sino por un esfuerzo de organización que ponía a los seres humanos, a la gente de carne y hueso, en el centro de la implementación. Esa experiencia mexicana tuvo lugar cinco años antes de la registrada más tarde en Porto Alegre (Río Grande do Sul, Brasil), bajo el nombre de presupuesto participativo y que, a la postre, no sólo le daría vuelta al mundo sino que se convertiría en la base de la estrategia del exitoso gobierno brasileño del presidente Lula da Silva.
En el mismo periodo, Julieta Campos puso en marcha el Laboratorio de Teatro Campesino e Indígena de Tabasco, concebido por María Alicia Martínez Medrano, como una estrategia que no sólo apelaba a la idea del desarrollo humano, en el sentido más literal de este concepto (y mucho antes de que fuera divulgado por el PNUD en busca de un índice de alcance mundial, construido a partir de las ideas de Amartya Sen), sino que quería que las comunidades de la entidad se reconocieran a sí mismas a través de su identidad cultural y, desde ahí, construyeran opciones reales para dejar atrás la marginación. Y así fue: el teatro de Oxolotán se convirtió pronto en un símbolo universal de cultura (reconocido y aplaudido en Europa y en Estados Unidos) y su gente salió del atraso y modificó para siempre su visión y su relación con el mundo.
Tras aquella experiencia notable, González Pedrero y Julieta Campos publicaron varios libros para contarla y para decirnos que, aunque quizá fuera imposible impedir las crisis cíclicas que produce el capitalismo (y que siempre vienen de fuera, aunque siempre nos sacuden por dentro), es viable enfrentarlas cuando se piensa en quienes padecen y reproducen la pobreza como seres humanos y no como datos o registros anónimos: ya como empleados, ya como clientela política o ya como mendigos y pedigüeños.
Julieta Campos, en particular, escribió ¿Qué hacemos con los pobres? (Aguilar, 1995), con el angustiado deseo de contribuir a evitar la multiplicación de las condiciones políticas y sociales, pero sobre todo de las culturales, que generan la marginación política, la exclusión social y su consecuencia económica, que es la pobreza.
Es decir, la falta de medios para sobrevivir en una sociedad descarnada, que mide el éxito por el acceso a los bienes que ofrece el mercado y por el volumen de las cuentas individuales de banco. Un éxito cifrado, literalmente, por la lógica de los números que acreditan que un producto, una idea o una persona valen más porque son más consumidos, más comprados o más leídos. Y que desecha, a la vez, cualquier cosa que no logra subirse a la máquina de la acumulación y el consumo masivo.
Lo que Julieta Campos le regaló muchos años después a López Obrador no era una frase destinada a ganar votos, ni a agotarse en una sola campaña, ni mucho menos a quedar marcada por el nombre y los conflictos gestados por el político que la usufructuó. Tras ella había una experiencia exitosa, comparada con muchas otras del mundo. Y yo añado que también había la esperanza de comprender que las políticas públicas que no buscan la mayor igualdad entre los miembros de una comunidad nacional no valen la pena. Se caen de su peso y, a la postre, pueden generar muchos más descalabros.
Hoy México tiene más de 50 millones de pobres. Más de 18 millones de ellos no tienen recursos suficientes ni siquiera para comer todos los días. Han quedado excluidos de todo, precisamente porque son pobres. Pero su sola existencia debería bastar para comprender y dimensionar el resto de los problemas de México. Son esas personas las que nos dicen, con su vida precaria y sin esperanza, que todos hemos fracasado como nación. Y eso no es cosa de un solo partido ni, mucho menos, de una sola persona. Tras la publicación de los nuevos datos sobre la enorme y desesperante pobreza de México y, en memoria de quien realmente acuñó esa frase, me gustaría repetir: por el bien de todos, primero los pobres.
Profesor investigador del CIDE
Ricardo Sepúlveda
Paradojas de los derechos humanos
Una de las paradojas mexicanas, de ésas que nos singularizan frente a otros pueblos, es el de ser un país de gran desarrollo institucional, de grandes leyes y decretos, pero de mínima efectividad. Esto es aplicable al tema de derechos humanos y es el diagnóstico más severo que se puede hacer, pero es tan real como compartido.
Ningún país tiene el sistema de protección de derechos humanos que tenemos en México, ni en tamaño ni recursos, y son pocos los que han ratificado —como nosotros— casi la totalidad (95%) de los tratados internacionales de derechos humanos.
En muchos lugares se envidiaría contar con la dimensión y los recursos de una Comisión Nacional de los Derechos Humanos como la que tenemos en México, para potenciar su estado de derecho y mejorar la actuación de las autoridades.
Somos también un lugar donde en la primera oportunidad se habla de aplicar la ley, de libertad y de estado de derecho. El discurso de los derechos humanos es un valor dado de la ortodoxia gubernamental y social.
Sin embargo, frente a estos avances “formales”, se presentan en México violaciones a derechos humanos propias de las peores épocas de autoritarismo. No hace falta mirar demasiado lejos para advertirlas: inseguridad, privilegios, impunidad, corrupción. En los llamados derechos civiles y políticos, lo primero que resalta es la incapacidad de las estructuras de seguridad y justicia para garantizar ambos derechos. Los abusos en el uso de la fuerza siguen siendo una constante, la tortura no se ha podido erradicar de los ámbitos de procuración de justicia y del penitenciario, particularmente en el nivel local.
Esto se ha recrudecido en el contexto de una creciente priorización de las acciones de combate al crimen organizado y de su militarización, en las que uno de los derechos más amenazados en México es el derecho a la vida.
En el caso de los derechos económicos, sociales y culturales, los problemas que enfrentamos son de dimensiones mayúsculas por las condiciones de pobreza y desigualdad que genera nuestro sistema económico. Además, a los programas de desarrollo social les hace falta una perspectiva de derechos humanos, que reconozca que cualquier individuo tiene verdaderos derechos exigibles para una educación de calidad, servicios de salud dignos, etcétera.
A lo anterior cabe añadir que nuestro sistema jurídico de protección de derechos humanos es muy endeble, incluso comparándolo con el que tienen algunos países latinoamericanos. Por ejemplo, nuestro juicio de amparo, que es el principal recurso de defensa de derechos humanos, no produce efectos generales y resulta poco efectivo para hacer valer los derechos sociales o los derechos llamados difusos, amén de haberse convertido en un recurso complicado, caro, técnico y que las autoridades pocas veces cumplen.
La paradoja es grande, sin duda, y la pregunta que resulta obligada es por qué las acciones que hemos tomado como país no han logrado cambiar la faz de los derechos humanos.
Podríamos contar ya 17 años desde que en 1992 se creó la CNDH y que se tomó como decisión constitucional para que se respetaran los derechos humanos en México. Sin embargo, esto no se ha reflejado en cambios de fondo y efectivos.
Por eso la solución no debe estar ni en crear más instituciones, ni siquiera más leyes, comisiones, decretos, fiscalías, sino en hacer que las que tenemos funcionen. ¿De qué sirve una ley que no se aplica? ¿O de qué una Comisión de Derechos Humanos que guarda silencio?
En el fondo existe una falta de compromiso público y social con el tema de los derechos humanos, que se traduce en una equivocada visión en la que se considera que promover los derechos humanos es sinónimo de debilitar la capacidad del gobierno para mantener el orden, o de proteger a la delincuencia, o bien, en el caso de los derechos económicos y sociales, que su cumplimiento dejará sin recursos al Estado para atender las necesidades sociales —¡otra paradoja!.
El gran reto de México es adoptar una política de Estado en derechos humanos, que asegure el compromiso de toda autoridad; sin esta decisión de fondo las acciones seguirán siendo “avances formales” que no permitirán cambiar las circunstancias de vida de los ciudadanos. La oportunidad está en adoptar esta visión renovada que permita el verdadero desarrollo del país partiendo de respetar los derechos de cada persona.
Director del Centro Jurídico para los Derechos Humanos
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