1/09/2010
Los periodistas pal café.........
Carlos Fernández-Vega: México SA
Felicidades! Los integrantes de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión lograron su objetivo: citaron a los funcionarios responsables de aplicar los aumentos a los combustibles (quien dio la instrucción duerme en Los Pinos), y los heraldos calderonistas asistieron puntuales (el delfín disfrazado de Cordero y el titular de Pemex, porque Georgina Kessel no tuvo tiempo; tampoco el despachador de gasolina); les preguntaron y (nada) les respondieron; les volvieron a preguntar y les repitieron el añejo discurso técnico; les mostraron el músculo y los funcionarios se rieron; les mentaron la madre y les valió ídem. ¿Y el precio de gasolinas, diesel, gas, etcétera? Seguirán para arriba, compadre.
Trascendental comparecencia en San Lázaro del secretario de Hacienda, Ernesto –El Serra– Cordero, y del director general de Petróleos Mexicanos, Juan José Suárez Coppel (la señora Kessel no pudo asistir; lástima, con lo bien que siempre explica las cosas), en la que quedó claro, por si alguien tuviera dudas, que Calderón y sus heraldos son una muestra mal hecha de los tres changuitos (imposible llamarles los tres monos sabios): uno (chaparro, pelón y con lentes) ciego y sordo, entre otras artes, y los tres contumaces parlanchines que hablan hasta por los codos para no decir absolutamente nada.
Pero qué bueno. Los legisladores consiguieron su propósito: que comparecieran los funcionarios y les explicaran por qué aumentaron los precios de los combustibles. ¡Felicidades!, pero y ahora qué sigue, qué harán, porque el sonriente Cordero les dijo que lejos, muy lejos de echarse para atrás, o cuando menos congelar los aumentos ya dispuestos (sería actuar de manera irresponsable, aseguró), habrá más alzas a los combustibles, aderezadas con incrementos en tarifas eléctricas y todo lo que se les ponga enfrente.
Y lo anterior, según Ernesto Cordero, porque de no aumentar los precios el subsidio a las gasolinas habría sido equivalente a 60 mil millones de pesos, amén de que el propósito de los ajustes mensuales que se aplicarán durante todo el año es tener los recursos suficientes para financiar completamente el presupuesto de 2010. Nos permitirá enfrentar el gasto a plenitud, y con el compromiso de que es algo aprobado por el Congreso.
Si el pretexto es el dinero, el eficaz fabricante de seis millones adicionales de pobres en el país (hasta 2008) durante su paso por la Sedesol bien podría documentar (como ya lo ha hecho la dependencia pública en la que ahora despacha) que en 2009 las prestaciones de la alta burocracia le costaron a los mexicanos algo así como 200 mil millones de pesos, un monto más de tres veces superior al que ahora alega y lo escandaliza por subsidio a la gasolina. Así es, en poco más de un trimestre el gobierno federal gasta en prestaciones para su distinguidísima cuan eficiente alta burocracia lo mismo que en el subsidio a las gasolinas que (dice Cordero) se evita con el aumento permanente de precio, de tal suerte que es cuestión de tomar decisiones: en dónde se recorta el gasto público (las citadas prestaciones más los elevados salarios de los funcionarios, que en ambos casos se mantienen incólumes) o a partir de qué momento y con qué pretexto se exprimen los bolsillos a los mexicanos y se impulsa la inflación.
El asunto no es sólo tener ingreso, sino en qué y cómo se gasta, y en este tema los panistas son expertos en dilapidar lo segundo. El Congreso debe meter la mano. Puede detener la escalada de precios públicos, y de paso la de precios privados, pero no con discursos, ni con entrevistas en los medios electrónicos. Tiene capacidad constitucional para modificar o crear leyes y actuar en consecuencia. No es suficiente salir en la tele para asegurar que el gobierno federal tiene una semana para rectificar y congelar el precio de los combustibles; de lo contrario, el Senado podría iniciar un periodo extraordinario de sesiones este mes para frenar la escalada del costo a través de un decreto. Hay dos caminos: o el Ejecutivo en el uso de sus facultades congela el precio de los combustibles, como lo hizo en enero de 2009, o de no aceptar esta propuesta el Congreso tiene facultades para decretarlo (Carlos Navarrete dixit).
Para qué la semana de plazo. El inquilino de Los Pinos ya mandó a decir con su compadre Cordero que no, que de ninguna manera bajará los precios de los combustibles, que por el contrario los seguirá aumentando y háganle como quieran. Entonces, ¿qué parte del NO pasó desapercibido por Carlos Navarrete? Hasta dónde los científicos han descubierto, NO quiere decir NO, de tal suerte que el encargado de la tienda en Xicoténcatl se puede ahorrar la graciosa semana por él concedida (en el discurso) y actuar de inmediato para ofrecer algo real. El problema es que la decisión no es suya, sino de otro mejor peinado en el Senado.
Y con su enorme peso específico reapareció el doctor catarrito para presentarse en sociedad ya como gobernador del Banco de México, y lo hizo como a él le gusta, con frases contundentes y científicamente sólidas. Dijo Agustín Carstens que los nuevos impuestos pegarán sólo una vez a la inflación; tendrán un impacto de una sola vez sobre la inflación y se desvanecerá en el transcurso de este año. Su pronóstico es tan creíble como aquel que aseguraba un crecimiento económico de 3 por ciento a pesar de la crisis; o aquel de las finanzas públicas sólidas y en orden; o el del bache que tiene agua, o etcétera, etcétera. En sus tres años de secretario de Hacienda no dio una, y ahora como gobernador del Banco de México no tiene por qué cambiar de filosofía.
Muy al estilo de su contlapache de gabinetazo calderonista, el brillante Gerardo Ruiz Mateos (sería ocioso actuar), el doctor catarrito se aventó la puntada de hacer público que no moverá un dedo (en lo inmediato no habrá un ajuste en la política monetaria), porque en materia inflacionaria el aumento de precios públicos e impuestos tendría un impacto limitado, transitorio y se desvanecerá en el transcurso del año. Esto tampoco es novedad: en Hacienda nunca movió un dedo.
Las rebanadas del pastel
El carismático y eficiente Felipe Calderón presumía en su campaña electoral que él no bajaría los precios al chilazo, por decreto, porque a los mexicanos se lo cobran en tortillas.... Y tenía toda la razón: lejos de reducirlos, a los mexicanos se los ha cobrado en tortillas, pan, gasolina, gas, tarifas eléctricas, peaje, carne, pollo, galletas de animalitos, alimentos en general y, desde luego, en crecimiento, desarrollo y bienestar social, más uno que otro impuesto.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
Gloria Muñoz Ramírez: Los de Abajo
En el inicio de 2010 nos sorprendió la noticia del fallecimiento de Ricardo Robles, Ronco, incansable acompañante de los pueblos indios de México, asesor del EZLN durante los diálogos de San Andrés, hombre de ideas y de principios, de calidez entrañable y dueño de un humor a prueba de tempestades.El Ronco se fue de pronto, sin avisar. Ya está con Onoruame, dicen los rarárumi desde Sisoguichi, Chihuahua, lugar en el que lo sorprendió un infarto y donde se depositaron sus cenizas el pasado 7 de enero.“Hace cinco años –recordaba Ronco en un artículo publicado en este diario en agosto del 2009–, evoqué lo que ahora retomo: una plática en la selva chiapaneca. Fue unos meses después de Acteal. El motivo del encuentro era otro, pero yo traía una preocupación pendiente. Le pregunté al comandante Tacho cómo estaban, qué cambios del corazón les había traído Acteal. Me miró sorprendido y dijo, como solía decirme: don Ricardo, pero si eso ya lo habíamos hablado tu y yo, ya lo sabíamos. Y luego retomamos sus opciones zapatistas sobre la vida y la muerte, el ya estamos muertos tan sabido, sobre las provocaciones que montarían los gobiernos, sobre la necesidad de no caer en ellas y de cómo habría que resistir con lucidez y paz a la violencia gubernamental”.Nacido en San Luis Potosí un 19 de mayo de 1937, Ricardo fue ordenado sacerdote en 1969. Más de la mitad de su vida la compartió con los rarámuri, pueblo indígena al que acompañó en la lucha por sus derechos.Pero para hablar de él, en un modesto homenaje, habla mejor su legado: “Son las lealtades quizá, ésas que se van acumulando revueltas con los sueños y las amistades profundas. Son, tal vez, los antiguos sentimientos que reviven dentro sin expresiones conceptuales precisas porque ellas nunca logran expresar cabalmente lo profundo. Son, a lo mejor, los impactos que nos han transformado, impactos del amor o del dolor, de la injusticia, del otro o de los otros tan golpeados, tan ofendidos, que alguna vez no nos dejaron ser como éramos. Que sean lealtades, sentimientos o impactos es lo de menos, de cualquier modo son huellas gratuitas que nos deja la vida, ofrecidas como don por los vejados, los pobres, los desdeñados. Y como al fin de las cuentas son esas huellas las que terminan dando sentido y rumbo a nuestra propia vida, son las que nos urgen a clamar ante el horror del poderoso sobre el menospreciado…”Y para despedirlo, las palabras de su amigo, el sacerdote jesuita Alfredo Zepeda : “Lo extraña el pueblo Rarámuri del que aprendió la vida verdadera para poder vivir la eterna… Todo nos lo dejó dicho el Ronco antes de irse. Pero todos también lo extrañamos porque todavía nos va a faltar su palabra, su rostro y su corazón”.losylasdeabajo@yahoo.com.mx.
Enrique Galván Ochoa: Dinero
Cómo te pinta el nuevo 2010? En lo personal y familiar sólo bien, dice el 47 por ciento de los 2 mil 128 encuestados de esta semana; estoy muy contento, manifiesta el 30 por ciento; y el 20 por ciento opina que ‘le pinta mal’. En cuanto a propósitos de Año Nuevo, la preocupación está centrada en el trabajo: conseguir empleo dice el 19 por ciento de nuestros encuestados; conseguir un mejor empleo expresa el 16 por ciento, obtener un aumento de sueldo, piensa el 17 por ciento. Otros propósitos, como los tradicionales bajar de peso, dejar de fumar y hacer más ejercicio tienen menor importancia.MetodologíaLa encuesta de esta semana registraba hasta ayer 85 por ciento de respuestas. Los participantes tienen la opción de acompañar sus votos con su opinión. Enseguida aparecen algunos fragmentos, el texto completo puede leerse en el foro.OpinionesSe dice que un pesimista es un optimista bien informado. Pues bien, yo me considero una persona bien informada. Creo que con esto es suficiente para que imaginen mi estado de ánimo.Álvaro Mora Pérez/Distrito FederalCreo que a menos que fuéramos presidente, diputado, senador, secretario de Estado, líder de SNTE, del sindicato de la CFE, o de la CTM, sólo así nos reiríamos de la crisis.Ignacio Rojas Rodríguez/Querétaro
Andrea Bárcena: Infancia y sociedad
El escritor italiano Alberto Moravia tuvo entre sus principales preocupaciones la situación de niños y jóvenes del mundo. Por ello formó parte de diversas comisiones humanistas del Parlamento Europeo, en el que representó a Italia desde 1984 hasta su muerte, en 1990. Desde esa plataforma, declaró alguna vez que la familia es el enemigo número uno del espíritu comunitario.
Esta idea, que puede horrorizar al pensamiento conservador, ilumina, en cambio programas progresistas ahí donde se busca que los niños no sean sólo propiedad y responsabilidad privadas, sino un bien público y que a la libertad de los padres para educarlos se sume el derecho y la responsabilidad del Estado para que en la niñez se cumplan los programas del proyecto nacional, cuando lo hay.
De este modo, no sólo se trata de velar por el bienestar de nuestros propios hijos y que nada nos importen los del vecino, pues a fin de cuentas los otros niños son y serán parte del entorno humano de nuestros propios hijos.
Es decir, que esos niños que hoy no recibieron ni siquiera una pelota de los Reyes Magos (yo los conozco), serán quizá los secuestradores o enemigos frontales de los niños que son excesiva y, a veces, patológicamente colmados de juguetes en estas fechas, por padres que reciben sueldos o ganancias de escándalo.
Precisamente las fiestas navideñas, que son esencialmente de familias cerradas en sí mismas, ponen en alto relieve estos mecanismos de reproducción de la inequidad social.
Somos una sociedad salvaje, eso queda demostrado con los datos de la situación de la infancia nacional, en un contexto de privilegios inauditos para una clase política parasitaria, ineficiente y antipatriótica.
Un esfuerzo social de autoconciencia puede ser un buen ejercicio para iniciar el año nuevo: por la situación de nuestros niños, que son pobres en su mayoría; por los 49 niños muertos trágicamente, víctimas de la corrupción en la guardería ABC, de Hermosillo; por los muchos niños muertos, que nadie cuenta, en los fuegos cruzados de la pelea contra el narco; por nuestra incapacidad para construir y defender las oportunidades de nuestros niños y jóvenes, en un contexto de despilfarro y abuso político, somos una sociedad de barbarie, enferma, perversa, disfuncional, somos una espantosa vergüenza, señores panistas, en la que los niños se prostituyen para comer, señores priístas, en la que la patria se nos muere de tristeza, señores jueces, y en las que el futuro está siendo cancelado, señores legisladores.
Y sin embargo, diremos con Galileo, la Patria se mueve y a 100 años de la Revolución, le deseamos un feliz 2010 lleno de valientes y efectivos ¡Ya basta!
derechosinfancia89@gmail.com
Javier Hernández Chelico: En el Chopo
Estoico. Poeta. Músico. José Cruz sigue en pie de lucha contra la esclerosis múltiple. Durante, y a pesar de, su enfermedad ya produjo un disco –Lección de vida–, redito su libro, De los textos del alcohol –con chidas ilustraciones del maestro Ahumada– y se ha presentado en diferentes foros, haciendo lo que el sabe: blusear. Ahora estará en el teatro Metropólitan con su banda –Los Jikuris– el próximo viernes 29 de enero, a las 20 horas. José hará un recorrido –con voz, poesía y ritmos– por viñetas sonoras con olor a noches, a Besos de ginebra, a Soledad y sol; evocará Un mediodía triste, y Al rojo de la tarde buscará La medicina para estar a Contraley. Por supuesto, interpretará rolas de su más reciente producción y extraerá algunas líneas de su poemario recién publicado.
Libro y discos estarán a la venta esa noche. Lo recaudado por la comercialización de estos artículos es en apoyo para costear los medicamentos prescritos a José Cruz... /tocando el piano/ hasta el final...
El rock de Rod Levario
El cartel de esa noche –29 de enero– en el Metro (así le dice la banda, al Metropólitan) tiene variantes: estará Rod Levario, músico que ha caminado por diversas vertientes del rock en México: fundó Dama, una de las primeras bandas que grabó una rola de Rockdrigo, allá por los años 80; después estuvo en Heavy Metal y ha palomeado con El Haragán y El Tri, por ejemplo. Ahora, con su banda estrena disco grabado en vivo: Una noche en el teatro, cedé que captura 10 canciones en vivo, un esbozo de lo que Rodrigo hace en sus presentaciones. Seguramente, Rod Levario Band se echarán, en el escenario de la calle de Independencia, El rebelde, Es por ti, Huevos con nopales, A mi me gusta el rocanrol y las versiones de Chavo de onda y No tengo tiempo, del Rockdrigo.
Inicia el año del 30 aniversario
El Tianguis Cultural del Chopo arranca los preparativos para el festejo de su 30 aniversario. Durante los siguientes 49 sábados –las actividades inician el próximo día 23– los conciertos, exposiciones, funciones de cine, mesas redondas, conferencias, performances y presentaciones de publicaciones tendrán carácter festivo por el onomástico chopero. Habrá –se espera– una gran pachanga por estos seis lustros de ofrecer rock y parefernalia inherente al gran ritmo a diferentes generaciones de rocanroleros y empíricos antropólogos citadinos.
En los planes está realizar diferentes tareas para mejorar el aspecto general del Tianguis, refrescar el paisaje, tanto físico como cultural, del entrañable mercado; igualmente, se tratará de evitar las infiltraciones oportunistas de quienes quieran colgarse de esta fiesta para su beneficio personal. Por lo pronto, se le está dando una manita de gato a las galerías itinerantes (carpas habilitadas para tal fin), así como a las lonas de Radio Chopo; además se está calendarizando de manera escrupulosa los conciertos que se ofrecerán.
chelico@mexico.com
El Correo Ilustrado
Reporta prolongado apagón
En la colonia Miguel Hidalgo llevamos un apagón de 14 horas (8 enero).
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Ilán Semo: Bloc de notas
Historia fatal de un concepto. El concepto de revolución es tan antiguo como la obra de Aristóteles. El filósofo griego lo empleó para traducir a la política la forma en que los griegos entendían el tiempo. No sólo el de la política, sino el del mundo en general. Como es sabido, esa forma estaba definida por la idea del eterno retorno. En La política se puede leer esa versión fantástica y paradigmática que entiende a los cambios de la polis como si estuvieran regidos por la fatalidad o la esperanza de una historia circular. En esta historia, la monarquía estaba destinada a devenir oligarquía; la oligarquía, una democracia; y la democracia, un paso de retorno hacia el comienzo: la monarquía. Aristóteles no creía en el cambio; creía en una armonía fundada en las desavenencias de la épica trágica.
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Gustavo Gordillo: 2010: Contra el pensamiento congelado, audacia
El desenlace de uno de los conflictos bélicos más sangrientos, la Primera Guerra Mundial, fue decidido en el primer mes de combate, como lo explica la estupenda historiadora Barbara Tuchman en su clásico The Guns of August. Las cuatro grandes potencias de entonces: Alemania, Rusia, Francia y el Reino Unido, marchaban desde el principio del siglo XX inexorablemente hacia una guerra que soñaban y prohijaban.
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Bernardo Bátiz V.: Justicia en la ciudad
Se ha despertado recientemente –o quizá no ha dejado de estar presente– interés por los mecanismos de administración y procuración de justicia en la ciudad de México. Hace unos días el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) publicó una estadística derivada de entrevistas a reos recluidos en penales de la zona metropolitana que, por supuesto, resultó adversa a las autoridades. No hay reo que no diga, con o sin razón, que hay injusticia o irregularidades en su caso.
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Juan Arturo Brennan: Elegía del desarraigo
La compositora, pianista y etnomusicóloga griega Eleni Karaindrou (Teichio, 1939) es una de las personalidades más interesantes de la escena musical de su país. En 1967, la junta militar de gorilas en turno la obligó al exilio en París, y desde su regreso a su patria se ha convertido en una voz musical inconfundible, reconocida sobre todo por sus importantes contribuciones al cine, el teatro y la televisión. Como compositora fílmica, ha colaborado con realizadores como Jules Dassin, Chris Marker y Margarethe von Trotta, pero su bien merecida fama proviene sobre todo de su larga e intensa colaboración con Theo Angelopoulos, uno de los mayores poetas del cine contemporáneo.
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María Teresa Priego
El anonimato en las redes cibernéticas
En una placita de Roma está la estatua de “Il Pasquino”. Es uno de los “mármoles hablantes” de la cultura popular romana. El Pasquino de la realidad fue un sastre del siglo XIV, rebelde y de lengua afilada para la sátira. Denunciaba la injusticia de los poderosos, criticaba al papa. Pasquino ya más que muerto, repararon su calle, y encontraron una estatua. La colocaron frente a su casa y le dieron su nombre. Comenzó la costumbre de pegar en la estatua las denuncias anónimas. Contra el gobierno. Contra los “enemigos del pueblo”. Il Pasquino no descansó en paz, se le atribuían aún cien años después, las sátiras que circulaban impresas.
Existe en Roma otro personaje entrañable, por los poderes que le atribuye la vox populi: La bocca della veritá. Una escultura de un rostro con la boca abierta. Una hace una afirmación en voz alta, y después, se arriesga a deslizar su mano dentro de la boca. Si lo que dijo es falso, la boca se cerrará y la mano quedará atrapada. El anonimato de las sátiras del Pasquino protegía la integridad de las personas, como ha sucedido con los pseudónimos en la historia (Aurore Dupin, firmando George Sand. Mitterrand, “alias” Morland, durante la ocupación nazi). El anonimato, en tiempos de represión, protege el derecho a expresarse y defender la verdad. Las esposas en las muñecas funcionan al contrario de la bocca. Atrapan las manos por decirla. Tenemos pruebas de que en México sucede. Por supuesto. ¿Es una amenaza para quien participa con una opinión en un internet?
Leyendo a Álvaro Cueva Acabemos con Esteban Arce, regresé a una pregunta: ¿Cuál es la función del anonimato hoy, en las redes? La denuncia a Arce por homofobia llegó a Conapred. Fue un logro de las redes. “Contra toda forma de discriminación”. En los medios y en la vida cotidiana. El hecho es una prueba de la relativa, pero creciente democratización de los espacios de opinión, y de nuestra toma de conciencia de una también creciente fuerza ciudadana. Internet permite cadenas de opinión. Transitar de “islas a continentes”.
Pero cuando decimos “Contra toda forma de discriminación” (Abuso o injusticia), sería importante preguntarnos: ¿”Contra” cómo? Cito a Álvaro: “Vi, oí y viví todo el escándalo, desde los insultos de la gente de internet… el asunto en las redes sociales fue todavía más serio porque ahí la gente, protegida por el anonimato y la distancia, tira a matar con salvajismo impresionante”. No se trata de defender al indefendible Arce. El punto es que un debate, o una persona, detona, no la crítica reflexionada, sino una descarga de odio, insultos y descalificaciones a su vez discriminatorios. Desde la, aquí sí, dudosa “protección” del anonimato.
“Habría que matarlos”, “¿Por qué no lo linchan a él y a toda su familia?, (comentarios contra políticos en blogs). Los insultos feroces se dan con frecuencia, entre navegantes del mismo espacio. Cuando se llega a semejantes excesos, pareciera que “la causa a defender”, “El daño a denunciar” o “la diferencia de posturas políticas”, se convierten en un pretexto para dejar salir una furia, que quizá tiene poco que ver con el debate en sí. La rabia que estalla ¿tendrá sólo que ver con la situación del país? ¿O cuando hablamos en esos tonos que devastan, algo más íntimo nos está pasando? El odio ciego nos atrapa y deshumaniza. Entre ser complaciente y “tirar a matar”. Hay un abismo.
¿Qué sucedería si empezáramos a firmar con nombres y apellidos? Si con tanta frecuencia los comentarios están dirigidos a hacer propuestas, señalar responsabilidades o irresponsabilidades de otros, hablar de honestidad, de valor. ¿No sería lo coherente? La rendición de cuentas y exigir que las “autoridades”, representantes de partidos, instituciones, asuman responsabilidades, es uno de los ejes de las opiniones. ¿Por qué entonces quien escribe no asume el acto de firmar?
¿Qué atraviesa la firma? En la realidad y en lo simbólico. Asumir la responsabilidad de las propias palabras. Un acto de congruencia. ¿Corremos el riesgo de ser identificados? ¿Por quienes? ¿Por qué no lo correríamos si estamos expresando nuestra verdad? Producto de nuestro análisis, historia, vivencias. Una verdad singular que se ha formado al amparo de ese sello identitario y comprometido que es el nombre propio. (No me refiero a los espacios de testimonios íntimos, allí las razones del pseudónimo son claras)
Las opiniones que se desbordan hacia el odio: ¿Una persona diría lo mismo y de la misma forma, si su nombre apareciera y tuviera que asumir sus palabras? Creo que no. El anonimato a veces es una vía fast track a la descarga inmediatista. El espacio para canalizar odios vastos y antiguos. No causas justas, sino resentimientos mal procesados. Firmar obliga a detenerse. A reflexionar. El digno Pasquino, nos heredó la palabra peyorativa “pasquín”. No es lo mismo, una denuncia trabajada e inteligente, que un pasquinazo.
El anonimato de las redes tiene lúdica. Invención y viaje. La creación de un espacio “Otro” en que podemos jugar a ser otros. Alias. Alter. Juego de imágenes y de imaginarios. Creatividad. Pero el anonimato como descarga emocional es violento y estéril. No sana a nadie. No propone nada. ¿Qué gana un blogero con humillar al otro? ¿Un segundo de superioridad a su costa? ¿Y luego?
Cada quien tiene sus razones o sinrazones para el anonimato. Pero el anonimato no construye, cuando se convierte en ley de la selva. ¿Por qué no detenernos ante nuestras opiniones y la manera en que serán expresadas, con la misma responsabilidad que sentiríamos si las firmáramos? Lo mínimo que nos debemos. Tantos de quienes critican (con razón) la impunidad de la clase política, se hacen fuertes de un sentimiento de impunidad —el Nick— desde el que se permiten el abuso verbal hacia los demás. La falta de límites. Desde lo personal, la repetición de los mecanismos que critican en lo social. Arbitrariedad. Desprecio. El respeto al otro ¿implica la posibilidad de ser identificable? ¿O es un asunto de conciencia? Ante una/o misma/o. Ante ese México de legalidad, análisis, propuestas y respeto, que deseamos.
Escritora
Porfirio Muñoz Ledo
Brasilula
La expresión compuesta que empleo designa la combinación exitosa entre la historia de una nación, el vigor de un pueblo y el liderazgo excepcional de una personalidad. Combinación que explica tanto la insólita presencia global de un país del sur, como el reconocimiento universal al talento político de quien ha sabido culminarla y concretarla.
Brasil fue el único país de América Latina que transcurrió un siglo XIX estable, gracias a la prolongación autónoma del imperio lusitano. Depósito de uno de los mestizajes más creativos de la tierra y de uno de sus territorios más feraces y diversos, ha sido lastrado por la desigualdad pero iluminado por su vocación de grandeza.
Su ecuación primigenia comienza a ser resuelta gracias a una política de inclusión social como fundamento de la expansión económica y la independencia política. Luiz Inacio da Silva la encarna biográficamente: hijo de una familia proletaria de ocho hijos, sufrió todos los penares de su clase hasta que encontró, en la solidaridad sindical, la vía de la autoestima colectiva y la realización profesional.
Propala la autoridad de una dirigencia auténtica y comprometida, por ende respetable. Cuando comenté su visita a Washington subrayé los términos naturales de igualdad con que enfrentó a Bush. Lula explicó que, según su experiencia, había que dialogar con los “patrones” mediante el reconocimiento expreso de las diferencias y desde la perspectiva polar de cada actor. En esa medida, habló por todos nosotros y reeditó el diálogo norte-sur.
Subrayé la acumulación de hechos históricos que dan peso a las palabras: la suma virtuosa de capacidades estratégicas, científicas, militares y hoy políticas que ha desplegado Brasil. Como afirma Rodríguez Zapatero: siguiendo el sendero abierto por su predecesor —Fernando Cardoso— ha transformado al Brasil, del “país del futuro en una asombrosa realidad”.
Ante los embates de la crisis, su gestión ha mantenido un crecimiento del 5% anual y combinado la confianza objetiva de los sectores financieros con el apoyo social y la credibilidad internacional. Su papel en la cumbre de Copenhague fue central: el desenlace ocurrió cuando Obama acudió a parlamentar con el grupo de los cinco —China, India y Sudáfrica, encabezados por Brasil y con la deplorable ausencia de México.
Lula es hoy merecedor de incontables reconocimientos internacionales. Le Monde lo ha designado “hombre del año” por su “recorrido singular de dirigente obrero hasta la cabeza de un gran país” y por su “lucha a favor del desarrollo, contra las desigualdades y en defensa del medio ambiente”, así como por su calidad de “abanderado de los países emergentes y de los menos avanzados, que lo perciben como un líder solidario”.
Me precio de su amistad desde hace 20 años. Recuerdo la fruición con que lo acompañaba a mítines sindicales en Sao Paulo, cuando me pedía “darle duro” a las políticas neoliberales desde la tribuna. También su rostro jocundo y su calidez ontológica, compendiada en el abrazo entrañable y sudoroso de manga corta.
He sido inquirido sobre las razones de su habilidad y su fuerza. Mi respuesta ha sido sociológica: reconozco la sagacidad y el poderío de los “liderazgos naturales”: los que emanan de la pandilla, la asociación estudiantil, la dirigencia sindical o la organización comunitaria. Con escasos asideros institucionales, pero necesitados de inventar otros nuevos.
Cabría reflexionar también en el significado profundo de la autoestima y en el valor moral de la redención como motivaciones de la acción política. La conjunción entre antiguos sentimientos nacionales y saberes populares con proyectos de ambición compartida. El éxito es quizá convertir el imperativo de una dignidad personal en plataforma de una dignidad colectiva.
Esa podría ser una reflexión fundacional del bicentenario que nos es común: cada generación debiera procrear las dirigencias que sinteticen nuestro pasado y contengan nuestras aspiraciones. En México, ello tiene la urgencia del patetismo.
Diputado federal (PT)
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