Por Guadalupe Cruz Jaimes
México, D.F, 21 feb 11 (CIMAC).- En México, hay al menos una organización que apoya a pacientes con cáncer de mama (CaMa) en cada una de las 32 entidades federativas, cuya labor está encaminada a reducir el número de muertes por este padecimiento.
Anualmente se registran en promedio 5 mil fallecimientos de mujeres mayores de 25 años de edad, de los cuales 60 por ciento son evitables, refieren las activistas.
Recientemente 18 asociaciones mexicanas, la mayoría del Distrito Federal, conformaron la Coalición Mexicana por la Salud Mamaria en México (Comesama) para exigir la detección temprana del CaMa en mujeres mayores de 40 años de edad.
Un antecedente de Comesama es la alianza de 16 Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) que en 2009 integraron la asociación Tómatelo a Pecho para elaborar el Reporte Rosa, un informe que retrata la realidad del CaMa en México.
En entrevista, Begoña Zabalza, secretaria técnica de Comesama, informó que las organizaciones buscan quitar “las piedras del camino” que las pacientes de CaMa enfrentan cuando acuden a los servicios de salud en busca de un diagnóstico o tratamiento.
La activista denunció que hay pacientes que esperan hasta seis meses para recibir tratamiento después de recibir el diagnostico de CaMa. “Esto no debe pasar, son meses de angustia para las mujeres, además de que conforme transcurre el tiempo, el cáncer avanza”, alertó. Según la Secretaría de Salud (SSa), cada año se registran 13 mil 648 casos de CaMa.
Entre sus labores, las organizaciones civiles demandan ante funcionarios públicos diagnósticos oportunos y calidad en los servicios para estas mujeres.
Durante 2009, Comesama se reunió con diputadas y diputados federales de la Comisión de Salud para elaborar una propuesta de punto de acuerdo para exigir a la SSa que cumpla con lo establecido en la actual Norma Oficial Mexica 041, para la prevención, diagnóstico y tratamiento para pacientes de CaMa, indicó Zabalza, también integrante de Fundación CIM*ab.
En la propuesta, aún en elaboración, se demanda que los mastógrafos del sector salud se utilicen en doble turno, pues –considera Comesama– están subutilizados debido a la falta de personal. Actualmente, cada uno de los 583 mamógrafos toma 4 placas al día cuando su capacidad permite tomar hasta 24.
Por ello, exigen también más plazas de técnicos radiólogos. Ahora hay cerca de mil, pero según la propia SSa, se requieren al menos 6 mil.
El borrador del punto de acuerdo señala la necesidad de campañas informativas locales que les indiquen a las mujeres mayores de 40 años clínicas y horarios en donde pueden practicarse una mastografía.
Las y los legisladores piden mayor certificación de hospitales en el Seguro Popular (SP) para que las pacientes de CaMa de todo el país tengan acceso al Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos (FPGC) y su tratamiento sea gratuito, ya que hasta 2010 en el país sólo había 33 hospitales e institutos nacionales certificados por el SP.
En Tlaxcala, Hidalgo, Quintana Roo, Morelos y Coahuila no hay ningún hospital certificado por el SP para que las pacientes de CaMa tengan acceso al FPGC.
Además de la incidencia en política pública, Comesama ofrece apoyo emocional a las pacientes y sobrevivientes, les informa dónde están los servicios de diagnóstico, tratamiento, horarios de atención, y recaudan fondos para esta causa, informó en entrevista Miriam Ruiz Mendoza, directora de Iniciativa Global Komen para la concientización sobre el CaMa en México.
Los grupos civiles se caracterizan por tener contacto con las mujeres que padecen la enfermedad, pero sus funciones son diversas, van desde la venta a menor costo de pelucas y turbantes que realiza CIM*ab, hasta la reconstrucción mamaria gratuita, que practica la asociación Alma.
Ruiz Mendoza aclaró que las organizaciones no pueden cubrir la demanda de servicios médicos especializados de las mujeres con CaMa, por ello, exigen a las autoridades que les garanticen su derecho a la salud.
De acuerdo con la activista, a las agrupaciones contra el CaMa les ocurrió lo que en los años 90 les pasó a las asociaciones que luchaban contra el cáncer cervicouterino: asumieron la defensa de derechos como bandera de lucha.
En entrevista, Felicia Knaul, secretaria ejecutiva de la asociación Tómatelo a Pecho, manifestó que el apoyo de las organizaciones es clave para la concientización de la población. A las mujeres se les enseña cómo cuidar y conocer su cuerpo y a los hombres sobre la discriminación y conductas machistas.
Knaul indicó que la labor de las asociaciones civiles ha dado frutos. Muestra de ello, dijo, es que el tema es de interés en la agenda pública pero aún falta “que logremos mayor inversión en detección temprana y tratamiento”.
La también médica observó que los desafíos para las mujeres aumentarán si en la NOM-041 se incrementa la edad de inicio de la mastografía de 40 a 50 años. Entonces, recalcó, “tendremos que hacer un trabajo renovado para enseñar a las mujeres a cómo cuidarse para que exijan una mastografía”.
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