En entrevista con Clarín.cl José Reveles, analiza la ocupación militar y denuncia los crímenes de lesa humanidad durante la guerra del régimen de Felipe Calderón; el prestigiado periodista mexicano afirma: “No es gratuito que aquí se multiplicaron las ejecuciones, los desaparecidos y los feminicidios, estadísticamente las cifras se elevaron más de 20%, de 150 a 160 asesinatos que habían en 2007, durante el año 2010 hablamos de 2,500 asesinatos en Ciudad Juárez, ¿y cuándo ocurren?, a partir de la ocupación militar, justamente coinciden, es lo que te hace pensar que las propias fuerzas del gobierno están cometiendo miles de asesinatos y falsos positivos, como dijo un General del Ejército en Quintana Roo: ‘si yo veo un delincuente, no lo interrogo’. En México sobrevivimos ante el fuego cruzado de una invasión militar, como si fuera la de un Ejército extranjero”.
MC.- José, ¿qué lectura haces de la cobertura mediática sobre la Caravana convocada por Javier Sicilia?
JR.- Más que sorprenderme, era lo mínimo que esperaba; el “estamos hasta la madre” de Sicilia era el grito definitorio de lo que pasaba en el país, se demostró en la Marcha de Cuernavaca al DF y en la Caravana por la Paz que el dolor vivía oculto, que habían demasiadas denuncias calladas; por fin vimos un subregistro de las atrocidades que pasaban en México, no se visibilizaban los casos y datos exactos de las desapariciones forzadas, lo que las autoridades llaman: “levantones”, esa categoría se me hace criminal, porque el “levantón” no existe en el Código Penal, es una palabra que descalifica a las víctimas, el gobierno no investiga porque es un “levantado” o en “algo andaba”, en lugar de tipificar el delito como desaparición forzada o secuestro permanente, porque mientras no se demuestre lo contrario, la autoridad es responsable de que la gente desaparezca; en este momento quién tiene respuestas a la identidad de más de 400 cadáveres que están todavía sin identificar en las fosas clandestinas de Durango y Tamaulipas, se han identificado sólo 12 cuerpos, más de 400 cadáveres no tienen ni origen ni destino, no sabemos quiénes son: serán producto de la limpieza social, gente de la calle, falsos positivos –es decir, gente asesinada en un sitio y llevada a sepultar en otro lugar-, serán personas del crimen organizado, o gente que se negó a participar, policías locales, quiénes son. Incluso la Procuradora General de la República dijo que habría que hacer un banco de datos con los cadáveres encontrados, estamos en un país donde miles de personas buscan a sus familiares desaparecidos y cientos de cadáveres aparecen en las fosas clandestinas, pero no empatan los datos de los que buscan, con los cuerpos que encuentran, se ha duplicando la tragedia.
MC.- Cuando Javier Sicilia llegó a Ciudad Juárez, la señora Luz María Dávila le dijo: “usted sí es bienvenido”; después de la masacre en Villas de Salvárcar, Luz María gritó en la cara de Felipe Calderón, “fuera de Ciudad Juárez, usted no es bienvenido”…
JR.- Precisamente es un reflejo de la realidad, Felipe Calderón tiene un origen espurio e ilegal, llegó a la Presidencia mediante un fraude electoral. Javier Sicilia se ha ganado a pulso y con su enorme dolor una gran credibilidad –que ni siquiera buscó, pero ahí está-, la gente ve en Sicilia una figura emblemática, como dicen en Sudamérica: “Sicilia es un adelantado”, es muy importante establecer la diferencia entre un gobernante que viene a Ciudad Juárez para hacer política a partir del dolor de las familias y un poeta que no busca el lucro, sino que viene con un mensaje para recomponer el tejido social del país, desde la Ciudad Mártir –yo bauticé así a Ciudad Juárez hace muchos años-, no es gratuito que aquí se multiplicaron las ejecuciones, los desaparecidos y los feminicidios, estadísticamente las cifras se elevaron más de 20%, de 150 a 160 asesinatos que habían en 2007, durante el año 2010 hablamos de 2,500 asesinatos en Ciudad Juárez, ¿y cuándo ocurren?, a partir de la ocupación militar, justamente coinciden, es lo que te hace pensar que las propias fuerzas del gobierno están cometiendo miles de asesinatos y falsos positivos, como dijo un General del Ejército en Quintana Roo: “si yo veo un delincuente, no lo interrogo”, o como dijo el General Juárez –asesinado en Satélite- cuando era Oficial Mayor de la Secretaria de la Defensa Nacional (SEDENA) “mi orden de cateo es el marro”, y exactamente utilizaron un marro en el allanamiento al Centro de Derechos Humanos Paso del Norte de Ciudad Juárez. Creo que el movimiento de Javier Sicilia es el inicio del ¡Ya Basta! que debimos decir cuando salieron los militares de sus cuarteles; en España salieron los indignados, aquí también pero estábamos desorganizados.
MC.- En los casos de feminicidios, las madres comenzaron buscando a 300 hijas desaparecidas, ahora buscan a más de 13,000; vemos en Ciudad Juárez una paramilitarización y la excesiva presencia del Ejército…
JR.- Escuché decir algo terrible al Secretario de Gobierno de Tamaulipas: “Yo creo que el hubiera es el verbo de los tontos, porque si el gobierno federal hubiera reaccionado cuando ejecutaron a los 74 centroamericanos en México, no hubieran aparecidos más de 200 cadáveres en las fosas de Tamaulipas”, lo dijo Jaime Canseco en entrevista con Carmen Aristegui; la diferencia es que los cadáveres de la fosa de San Fernando son de los últimos 3 meses y los cuerpos de la fosa en Durango pueden tener una data anterior. El visitador de la Comisión de Derechos Humanos en Ciudad Juárez –Gustavo de la Rosa- dijo algo escalofriante: “el fenómeno de los policías o poliZetas llevan al matadero a la gente”, es uno de los efectos perversos de la ocupación militar, porque los militares llegan y le quitan toda razón de ser a las policías locales, porque los sobrepasan, los avasallan e imponen, les quitan las patrullas: 1,000 vehículos policiales ya se los acabaron los militares, porque los chocaron o los volvieron vehículos particulares al borrarles folios, logotipos y registros. En México sobrevivimos ante el fuego cruzado de una invasión militar, como si fuera la de un Ejército extranjero, para desgracia de la población los policías son relegados a funciones administrativas o están desempleados y entonces se dedican a delinquir.
MC.- ¿Está confirmado que agentes del Estado mexicano participan en las desapariciones forzadas y en los falsos positivos?
JR.- Sí, documenté el caso del hijo de la señora Yolanda Morán, un licenciado en administración de empresas de 33 años que lo secuestraron militares en activo, se confirmó porque los militares andaban en el vehículo de la víctima –en la navidad del 2008- y hasta la fecha no aparece. Aquí hablamos de crímenes de Estado, son muy difíciles de documentar porque la gente tiene miedo a denunciar por las represalias, tampoco hay seguimiento y la autoridad desvía la investigación, sin embargo con la Caravana Nacional por la Paz con Justicia y Dignidad se generó la confianza entre la ciudadanía y llegó un alud de quejas, que no se quedará en la catarsis, sino en una base de datos de la impunidad para comenzar a presionar a las autoridades locales.
MC.- Emilio Álvarez Icaza y Javier Sicilia anunciaron que acudirán al Sistema Interamericano de Justicia, participarán en una audiencia pública de la CIDH/OEA…
JR.- Qué bien, porque estamos en el país de la impunidad, incluso en casos evidentísimos no se hace Justicia. Leyendo la prensa local de Ciudad Juárez, puedes comparar el caso de 4 jóvenes asesinados por la policía juarense -dos días antes del asesinato de Juan Francisco Sicilia y sus amigos en Morelos-, el problema es que los policías de Ciudad Juárez están consignados por el robo del vehículo de los jóvenes y no por su asesinato, aparecieron los 4 cadáveres -3 semanas después-, pero no sabemos qué paso, es un ejemplo en paralelo del Caso Sicilia. O está el caso de la familia Alvarado, 3 integrantes fueron detenidos por militares en diciembre de 2009 y a la fecha continúan desaparecidos, una de las secuestradas logró comunicarse con su familia y dijo: “me tienen detenida en una zona militar” y en ese momento le quitaron el teléfono, está confirmado que la autoridad es perpetradora de los delitos; el Caso de la familia Alvarado llegó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, porque el Centro de los Derechos Humanos de las Mujeres en coordinación con la ONG Justicia para nuestras hijas presentaron la querella y documentaron el expediente de la detención militar de Paola, Rocío y Juan Ángel Alvarado.
MC.- El régimen de Felipe Calderón insiste en diferenciar a “los buenos” –Ejército y Policía Federal- de “los malos” del crimen organizado…
JR.- Es la versión oficial: los que comenten los crímenes son los delincuentes y se asesinan entre ellos, entonces criminalizan a las víctimas, al etiquetarlas como narcomenudistas o daños colaterales. Pero la verdad, es que existen muchísimos casos donde agentes del Estado son responsables de desaparición forzada, falsos positivos y ejecuciones extrajudiciales; no hay frontera entre autoridad y delincuencia, estoy buscando cuáles casos puedo documentar dentro de la Caravana para escribir un libro.
MC.- Javier Sicilia cree en “tocar el corazón” de la clase política y de los criminales; pero durante todo el trayecto sólo el Procurador de Nuevo León recibió a 9 víctimas de la Caravana para estudiar los expedientes y se comprometió a resolver los crímenes de Monterrey…
JR.- La autoridad se desentiende, deja pasar, porque siempre le apuesta al olvido, a la falta de constancia y seguimiento. Si el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad prende, lo importante será mantener la llama encendida; lo peor que podría pasar es que se convierta en “llamarada de petate”, se debe generar más organización y deben darle seguimiento a las víctimas, para luchar contra la impunidad, se debe obligar a la autoridad para que responda, porque si los procuradores estatales y los jueces no sienten la presión, por eso muchos casos no se atienden sino hasta que llegan por la presión mediática o internacional, los procuradores y jueces entienden como las moscas, a periodicazos (risas).
MC.- ¿Por qué acompañaste la Caravana en Ciudad Juárez?
JR.- Es un hecho histórico, vine por mi cuenta, me parece que puede nacer un súper movimiento social en defensa de los derechos humanos, ojalá no tome un rumbo partidista, ni se utilice para intereses particulares; de pronto no me gusta ver a ciertos personajes por ahí, de los que sabemos están cerca de la autoridad federal, personajes que están cooptados o son proclives a favorecer a la autoridad, pero creo que la historia los va separando solitos…
MC.- ¿A quién te refieres?
JR.- A la señora María Elena Morera.
MC.- Ella sólo marchó de la UNAM al Zócalo, se deslindó de la Caravana cuando Javier Sicilia pidió la renuncia de Genaro García Luna…
JR.- A María Elena Morera el gobierno le dio una enorme cantidad de dólares de la Iniciativa Mérida, para que ella supervise el control de confianza de los policías, es empleada de Genaro García Luna. Un hijo de María Elena Morera servía en la Secretaría de Seguridad Pública Federal, esa familia y García Luna son uña y mugre.
MC.- ¿El arresto del corrupto Jorge Hank Rhon fue un intento de opacar a la Caravana por la Paz?, ¿estamos frente a la politización de la Justicia?
JR.- Sí, fue un distractivo, también es un arresto a destiempo, todo mundo sabe el nivel de corrupción de Hank Rhon, pero el gobierno federal respondió a una llamada anónima que denunció un arsenal de alto calibre en su domicilio, no tienen investigación previa, ni trabajo de inteligencia, el Ejército cedió al detenido a la Procuraduría, y no son capaces de fincarle los delitos que ha cometido, sólo el acopio de armas, nunca lo investigaron. Desde la época cuando Hank Rhon quería ser gobernador de Baja California estaba señalado, le cancelaron la visa en los Estados Unidos por sus vínculos delictivos, había otros antecedentes; uno es periodista, pero se supone que la Procuraduría debe hacer las investigaciones, sin embargo el arresto de Hank Rhon es una forma de pegarle a Peña Nieto y al Grupo Atlacomulco. Son gente de la misma mafia, son las peleas entre la cúpula de la mafia.
MC.- En tu libro “El cártel incómodo. El fin de los Beltrán Leyva y la hegemonía del Chapo Guzmán” (Editorial Grijalbo, 2010), documentas la parcialidad de la justicia en el combate al narcotráfico…
JR.- En lugar de pegarle a un capo del narco, mejor quítale su dinero; yo hago la broma: “los únicos dólares que la autoridad ha incautado son los que sembraron en el pecho del abatido Beltrán Leyva”. Escucha el anuncio del gobierno: “Llevamos más de 20 capos capturados”, en realidad está desactualizado el anuncio, son 29 capos arrestados, de 38; pero se supone que ganan 40 mil millones de dólares al año, ¿dónde está el dinero y las propiedades incautadas?, ¿dónde están las empresas fantasmas del narco y sus cuentas bancarias?, si fuera en serio el combate al narcotráfico habría inteligencia financiera, pero el gobierno de Felipe Calderón sólo hace distracciones mediáticas.
MC.- Finalmente, el párrafo 6 del Pacto Nacional propuesto por Javier Sicilia, incluye: la revocación del mandato, el plebiscito, el voto en blanco y la abolición del fuero a los políticos; ¿la discusión entrará a tiempo para las elecciones presidenciales de 2012?
JR.- Habrá una oportunidad para debatir ahora que los legisladores se reúnan con Javier Sicilia, Emilio Álvarez Icaza y otros líderes de la Caravana; porque hay foros, si tú planteas la revocación del mandato en Villas de Salvárcar no sería el escenario adecuado. Javier Sicilia debe plantear el Pacto Ciudadano ante el Congreso de forma precisa, para que los diputados no tengan margen de maniobra con su demagogia legislativa; Javier Sicilia ya se metió en este camino y no tiene marcha atrás.
Fuente: http://www.elclarin.cl/web/index.php?option=com_content&view=article&id=1647:jose-reveles-en-mexico-sobrevivimos-ante-el-fuego-cruzado-de-una-ocupacion-militar-&catid=7:entrevista&Itemid=8
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