Escrito por Miriam Ruiz Mendoza |
México, marzo 12, 2012 (SEMlac).- La lucha de las mujeres sindicalistas en México, en resistencia total, tuvo este 8 de marzo la presión del creciente desempleo femenino y de la juventud, además de la subcontratación y precarización del mundo laboral que involucra al 44 por ciento de las mexicanas. Mujeres líderes en sus sindicatos -telefonistas, educadoras-, así como académicas y de organizaciones civiles se dieron cita, a propósito del Día Internacional de la Mujer , en el foro "La agenda de las trabajadoras en el panorama político nacional", donde 26 agrupaciones lanzaron la Alianza de Mujeres Trabajadoras para dialogar y dar seguimiento a las políticas laborales actuales. Martha Heredia Figueroa, vicepresidenta de Equidad y Género de la Unión Nacional de Trabajadores, recordó en entrevista con SEMlac que la mayoría de las mexicanas ganan de uno a tres salarios mínimos y 33 por ciento de ellas son jefas de familia. "Aunque no hay datos desagregados por sexo, 10 por ciento de los trabajadores en México están sindicalizados, cifra que se ha mantenido estable en las últimas décadas", agregó Heredia, quien consideró que tales estadísticas se han mantenido así al margen de crisis económicas y neoliberalismo. Lo que sí cambió fueron las condiciones para las mujeres sindicalistas, tal y como se dijo una y otra vez durante del foro. Hoy, en México, la andanada de la derecha ha convertido a los sindicatos en un grupo de resistencia para defender los derechos laborales mínimos de la población con trabajos más precarios, especialmente si son mujeres. Por ello, las sindicalistas se pronunciaron por defender el trabajo de calidad y no cejar en el esfuerzo de mantener la contratación colectiva. Lorraine Clewer, representante en México de la AFL-CIO, que engloba a los sindicatos estadounidenses, resumió, entre otras acciones clave, la de enfrentar el outsourcing o subcontratación, modalidad que entre otras cosas busca esquivar al sindicalismo. "Los sindicatos tienen que estar en todas partes. Hay que negociar cláusulas que impidan el outsourcing. Tenemos que ir detrás de las grandes empresas y organizar a trabajadores", agregó la ciudadana británica, quien también se sumó al llamado generalizado para que haya "más mujeres en la base de liderazgo de los sindicatos y en la política." Las asistentes agregaron que, a la lucha por el respeto irrestricto a los derechos laborales en los contratos colectivos y a una mayor representación femenina en el sindicalismo, se suman las presiones externas de la caída del empleo femenino, una tendencia mundial, y el crecimiento del outsourcing. "Nuestros hijos e hijas ya no entienden de sindicalismo", comentó una telefonista, mientras una extrabajadora trajo al foro la realidad actual en México: "con 35 años es muy tarde para que te contraten". Columba Domínguez, sindicalista ya jubilada de la Universidad Nacional Autónoma de México, sostuvo que "a partir de 1982 hemos perdido fuerza, pero ya hay agendas de política pública. Tenemos que dar seguimiento a las agendas. Nos han dejado el cuidado de las familias otra vez a las mujeres, con la pérdida de seguridad social". La brecha salarial se mantiene en 30 por ciento, pero con el creciente desempleo ellas son las primeras en ser despedidas aun de los trabajos más precarios, dijo Martha Heredia a SEMlac. Las mujeres se mantienen contratadas en sectores de servicios, en el del cuidado a otras personas, en ventas por catálogo y pequeños negocios. La nueva Alianza pondrá el acento en que no bastan las políticas públicas, sino su aplicación y recursos, así como la obligación de que el Estado mexicano aplique y armonice convenciones con la legislación nacional, la ratificación pendiente de los convenios 156, 183 y 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que se refieren a la maternidad y el trabajo digno.
RECUADRO Cifras internacionales El más reciente informe sobre trabajo femenino de la OIT, de 2010, indica que la tasa de actividad de la mano de obra femenina aumentó de 50,2 a 51,7 por ciento entre 1980 y 2008, mientras que la tasa de actividad de la mano de obra masculina bajó de 82,0 a 77,7. Como resultado, la brecha de género en la tasa de actividad de la mano de obra disminuyó de 32 a 26 puntos porcentuales. Sin embargo, casi la mitad (48,4%) de la población femenina con más de 15 años permanece económicamente inactiva, comparada con 22,3 por ciento de los hombres. En algunas regiones todavía hay menos de cuatro mujeres económicamente activas por cada 10 hombres activos. Asimismo, las mujeres que quieren trabajar tienen más dificultades que los hombres a la hora de encontrar trabajo y, además, si lo encuentran, reciben menores salarios y beneficios que los hombres en posiciones similares, subrayó la OIT. |
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