Escrito por Daniel de la Garza
1994
fue un punto de inflexión en la historia de México. No sólo se trató
del año de la insurrección del EZLN, de elecciones presidenciales que se
esperaban fuesen mucho más competidas de lo que reflejó el resultado
final y en que acontecieron los primeros magnicidios a políticos de alto
perfil en décadas, sino que hizo insostenible la permanencia del
entonces partido de Estado en el poder. Por si fuera poco, ese año
turbulento culminó con una grave crisis económica a escasos días de que
el nuevo presidente tomara protesta del cargo.
La descomposición del sistema fue
evidente como nunca, y en los años subsecuentes la reforma al régimen
político se percibía como inevitable. Sólo 12 años de gobierno panista
pudieron lograr lo impensable: Que millones de mexicanos añoraran ese
pasado y consideraran darle su voto a quien representa a muchos de los
protagonistas de aquella debacle, al son de la canción Todo tiempo pasado fue mejor.
El 8 de Junio se estrenó en 450 salas cinematográficas el filme de Carlos Bolado (Sólo Dios Sabe, Baja California: Límite del Tiempo), Colosio, el asesinato. Más allá de la inevitable lectura política que pueda derivarse, se trata de un filme excepcional.
Con excelentes actuaciones y una estructura que en algunos momentos recuerda a J.F.K (1991)
de Oliver Stone, una de las principales virtudes del filme es que logra
combinar muchas de las variables sobre el magnicidio del candidato
priista a la presidencia en una narrativa clara que genera las mismas
emociones que un thriller de suspenso, aún cuando el espectador se encuentre familiarizado con los sucesos.
Casi siempre resulta riesgoso realizar
una obra cinematográfica que refleje una historia relativamente
reciente, porque la escenografía no tiene tantos cambios cuantitativos
en referencia al presente, pero cuya clave es la atención que se preste a
los detalles que dan autenticidad a la recreación de la época. En ese
sentido, el trabajo que se realizó para Colosio, el asesinato
es de primer nivel: nos remonta a mediados de los 90, una era que parece
hoy en día tan lejana como ha sido la intensidad del acontecer nacional
desde entonces.
Por otra parte, el filme sale bien
librado en la siempre difícil recreación de personajes históricos, ya
que la mayoría de quienes encabezan la trama son personajes ficticios,
que se entrelazan con apariciones (la mayoría de ellos mencionados sólo
por su primer nombre o mediante alguna referencia que no deja lugar a
dudas) de intérpretes fílmicos de José Francisco Ruiz Massieu, Joseph
Marie Córdoba Montoya, Manuel Camacho Solís, Fernando Gutiérrez Barrios,
Miguel Montes, Luis Donaldo Colosio, Diana Laura Riojas, Raúl Salinas, e
incluso una breve aparición de Carlos Salinas de Gortari.
Destaca en el filme una de las mejores interpretaciones en la carrera de Daniel Giménez Cacho como El Doctor,
en una recreación de Córdoba Montoya. Pero la realización cuenta
también con un sólido elenco que incluye a Tenoch Huerta, Kate del
Castillo, José María Yazpik, Emilio Echevarría, José Sefami, Enoc Leaño y
Ximena Gónzalez-Rubio.
Carlos Bolado recrea los sucesos a
partir de la investigación que quedó plasmada en el informe que entregó
en el año 2000 la fiscalía que fue creada para la investigación del
asesinato, y lo hace con un estilo virtuoso que dejará satisfecho tanto a
cinéfilos demandantes como aquellos que buscan una buena alternativa de
entretenimiento. Pero en el contexto en el que se estrena el filme, es
previsible que la audiencia en general no podrá desvincular las
incógnitas planteadas en el filme del proceso electoral en curso.
Es por ello que la cinta resulta una
excelente opción para una nueva generación que votará por vez primera el
próximo 1 de Julio, pero que durante los sucesos que se narran en la
obra acaban de nacer o se encontraban en una infancia temprana.
Aquellos comunicadores que apoyan con
fervor la teoría del asesinato solitario, seguramente atacarán algunas
de las licencias históricas que toma el guión escrito por el propio
Bolado, Hugo Rodríguez y Miguel Necoechea. Son las mismas críticas que
se han hecho sobre películas que plantean preguntas difíciles como el
trabajo de Oliver Stone en la menciona J.F.K y Nixon: Lo
relevante de dichas recreaciones históricas es la confirmación de que
el público general no sólo desconfía de la verdad oficial, sino que
tiene elementos de sobra para ello.
Si películas como El Infierno (2010), Miss Bala (2011) y Días de Gracia (2012) reflejan el convulsionado país gobernado por Acción Nacional, Colosio, el asesinato es
un retrato de la penúltima administración en la larga fase de gobiernos
ininterrumpidos del PRI, en los que su agenda económica fue la misma
que siguieron sus sucesores del blanquiazul.
A mediados de los 90 se sentaron las
bases de una alternancia que terminó por decepcionar a una mayoría de
los ciudadanos, porque se dio con base en concertacesiones en
la que el sistema permitió las mínimas modificaciones indispensables
para mantenerse vigente. Lo que es historia nos pertenece a todos, por
ello no deja de llamar la atención que además del documental de
Discovery Channel El Caso Colosio, en 18 años existan pocos registros fílmicos o documentales de una época clave en la historia mexicana.
Pero la película de Carlos Bolado hace
justicia a esa omisión, en lo que será sin duda una experiencia para
muchos que permanecerá durante días después de haberla presenciado.
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