Arturo Balderas Rodríguez
Como en novela de suspenso, a fin de cuentas se consumó el secuestro anunciado. A partir del primero de marzo el gobierno estadunidense inició el recorte de 85 mil millones de dólares al presupuesto, afectando una amplia gama de programas y dependencias oficiales en todo el país.
Los efectos del recorte no se dejarán sentir de inmediato. En el transcurso de las próximas semanas las dependencias gubernamentales aplicarán las medidas de emergencia para cumplir con el
secuestro del presupuesto. Por lo pronto, 4 mil controladores aéreos serán suspendidos cada día que dure el secuestro y la consecuencia es que cientos de vuelos nacionales e internacionales sufrirán demoras.
Habrá que tomar precauciones extras al consumir alimentos, debido a que más de 2 mil inspectores sanitarios dejarán de trabajar. 70 mil niños en edad preescolar deberán permanecer en casa, porque no habrá dinero para cubrir el programa responsable de su cuidado. 14 mil maestros y empleados de escuelas también se quedarán en casa, porque no habrá dinero para cubrir sus salarios. 125 familias mil podrían dormir en la calle, pues la asistencia para pagar su renta será suspendida. 600 mil madres y niños perderán el apoyo del programa de nutrición que será cancelado.
También se verán afectados aproximadamente mil programas de investigación científica en rubros tan variados como prevención de la piratería en Internet o los usos de energía alterna. Otros programas esenciales para la salud, como los de la prevención del cáncer y el sida, serán retrasados e inclusive suspendidos. Es sólo parte de la lista de recortes publicada en The New York Times la semana pasada.
El liderazgo republicano en el Congreso ha dicho que el Presidente ya aumentó impuestos a quienes ganan más, por lo que ahora le toca recortar los gastos del gobierno para disminuir el déficit. Lo que no han dicho es que en el planteamiento original también estaba cerrar la puerta a otras formas de evasión, como los cuantiosos subsidios que reciben corporaciones y un buen número de los directores que trabajan para ellas. Esa es la parte que el Presidente insiste que también debe ser aprobada por el Congreso.
Si se revisa la lista de los recortes previstos por el secuestro , se advierte que casi todos tienen que ver con disminuir el número de empleos en el sector público. Se pretende reducir el tamaño y las funciones del gobierno. Se repite la eterna disputa en que los valores entre lo social y lo individual, lo público y lo privado viven en constante tensión.
La paradoja es que por lo menos 2 mil migrantes indocumentados que estaban encarcelados han sido puestos en libertad, debido a la necesidad de ahorros en las cárceles federales.
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