La Otra Ruta Migratoria
Migración desde Nicaragua desata explotación infantil
Por: Nelson Rodríguez, corresponsal
Cimacnoticias | Rivas, Nicaragua.-Entre 30 y 40 niñas y adolescentes emigran anualmente de tres de los nueve municipios de la provincia nicaragüense de Rivas, ubicada a 111 kilómetros al sur de Managua y a 40 kilómetros de la frontera con Costa Rica (CR). Aunque la cifra podría ser mayor porque ésta es una zona de constante migración hacia el sur.
Estos son sólo algunos de los casos que ha encontrado la Fundación UNO en los municipios de Belén, Potosí y Buenos Aires. “Los padres se llevan a las niñas más grandes y a los adolescentes, a los que les pueden ayudar en el trabajo y allí no podemos hacer nada”, dijo Josefa Cabrera, encargada del proyecto Erradicación del Trabajo Infantil “Primero Aprendo”, de la fundación UNO.
El proyecto que se ejecuta en esos tres municipios ha identificado casos de migración, especialmente por temporada de siembra o de levantar cosechas en CR, en los que los padres ven la oportunidad de mejorar sus ingresos y deciden emigrar por lapsos de tres a seis meses, explicó Cabrera.
Agregó que la migración se acentúa en temporada de vacaciones escolares, pero hay casos en que los padres deciden prolongar su estancia de trabajo en CR y así la de sus hijas de 9 a 11 años, especialmente las que les pueden ayudar a trabajar en ese país.
En el proyecto les hablan a los padres sobre la importancia de que las y los hijos permanezcan en las escuelas, incluso se les facilitan zapatos, vestuario y útiles escolares para que las y los niños dejen de trabajar y permanezcan en los colegios, pero muchas veces los padres por mejorar su situación económica deciden viajar a CR y se llevan a sus hijas e hijos.
Ante la falta de empleo en Nicaragua, la oferta más cercana que tienen muchos nicaragüenses en esa zona es emigrar al país vecino, y en los casos que no tengan personas de confianza para cuidar de sus hijos, deciden llevárselos, dijo Adilia Amaya, directora de la Federación de Organizaciones que trabajan con la Niñez y la Adolescencia (CODENI).
Los padres ven en las adolescentes la oportunidad de mejorar sus ingresos en los diferentes trabajos, o para que les apoyen en las tareas del hogar, mientras ellos salen a laborar.
Perla es una de las madres originarias de Cárdenas, municipio de Rivas, que en época de cosechas de naranjas viaja junto a su pareja y una de sus hijas, la mayor de 12 años, para que le ayude en los trabajos del hogar, mientras ellos trabajan.
Según la mujer, su hija cursa el quinto grado de primaria y se ha retrasado dos años debido a los viajes que realiza, pero asegura que lo hace por la necesidad de ganar un poco más de dinero, porque en CR obtiene mejores ingresos que en Nicaragua.
El gobierno nicaragüense hace esfuerzos para la retención escolar, asegurando la educación gratuita, la entrega de paquetes escolares y hasta el desayuno a las y los niños de educación primaria, pero los padres en muchos casos no tienen empleo formal y esto los obliga a salir del país, sostuvo Adilia Amaya.
Hay organizaciones que trabajan para mantener la retención escolar y el gobierno también hace su esfuerzo, pero la realidad es que los padres sin empleo o con bajos ingresos buscan mejores oportunidades laborales y la oferta más cercana que tienen es CR.
La decisión de emigrar es personal, cada madre y padre de familia tendrá que valorar los beneficios y los perjuicios al respecto, acotó Amaya.
Uno de los problemas con la migración de los padres con sus hijas e hijos en estas condiciones es que se reproduce el trabajo infantil de nicaragüenses en CR, dijo la directora de la CODENI. Agregó que así también se disminuye la oportunidad de que estas niñas, niños y adolescentes estudien y tengan un mejor futuro.
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