Tomás Mojarro
El entrevistador: ¿Considera justo que el papa Wojtyla excomulgase y combatiese a los lideres?
Francisco: Ciertamente le daban un sesgo político a su ideología, peromuchos de ellos eran creyentes con un alto concepto de humanidad.
La Buena Nueva, mis valedores. Eso viene a significar el Evangelio, base y mística y rumbo de la Teología de la Liberación, tantas veces golpeada porJuan Pablo II y la Inquisición camuflada de Congregación para la Doctrina de la Fe, con Joseph Ratzinger cuando inquisidor. Quién pudiese, con qué autoridad moral, intentar nuevamente la desaparición de la benemérita Teología de la Liberación. En el espectáculo, impío para la catolicidad, de un ojeroso, tembloroso pontífice al que acosan denuncias, acusaciones y la fuerza de la ley, nunca más oportuna la noticia anunciada hace dos, tres años, por Elio Masferrer, especialista en temas de religión.
La Buena Nueva es que la Teología de la Liberación resurge en México y en toda nuestra América Mestiza. Y cómo pudiera ser de otro modo, si quienes intentaron masacrarla, tanto el que falleció como el que mal sobrevive, soportan sobre sus lomos el descrédito de pontífices que en su momento solaparon el delito de pederasta y paidofilia en curas y obispos de multitud de países. Quién pudiese, con qué autoridad moral, intentar nueva cuchillada a la Teología de la Liberación. Cómo, en qué forma volver a los tiempos del anticomunista furioso Juan Pablo II, con Ratzinger el inquisidor motejando a los impulsores de la Teología de la Liberación de pseudo-teólogos, y cuántos sacerdotes de tal tendencia religiosa fueron afectados: el brasileñoLeonardo Boff, el peruano Gustavo Gutiérrez, y Helder Cámara, Ernesto Cardenal, Casaldáliga, Samuel Ruiz, Raúl Vera y tantos más. Horroroso.
Por que nos quede claro ese retorno a la palabra viva del Evangelio que los satanizados por Ratzinger han proclamado en esta nuestra América Mestiza “que aún reza a Jesucristo y aún habla en español” (todo con sus asegunes), aquí sintetizo voces, historia, mensajes, definiciones del Evangelio, la Buena Nueva para los jodidos de siempre, palabra del dueño de Televisa y de un entrenador de futbol. Los jodidos de México, el México de los jodidos, Dios.
Que esa corriente evangélica nace después del fracaso del desarrollismo (años 50) que tantas expectativas produjera en tantos. Que es entonces cuando el subdesarrollo de los pueblos pobres, como un hecho global, aparece en su verdadera faz: como el subproducto histórico del desarrollo de otros países. La dinámica de la economía capitalista lleva al establecimiento de un centro y una periferia, y simultáneamente genera progreso y riqueza creciente para los menos y desequilibrios sociales, tensiones políticas y pobreza para los más. Campo abonado para la nueva catequesis, porque, asegura el teólogo:
“Caracterizar a América Latina como un continente dominado y oprimido conduce, naturalmente, a hablar de liberación y, sobre todo, a participar en el proceso que lleva a ella. Se trata de un término que expresa una nueva postura del hombre latinoamericano”.
Liberación. Surge, por un lado, el foquismo guerrillero, que a corto plazo pretende movilizar a las masas. Fracaso total. Dígalo, ni no, la estrategia de Ernesto Guevara, el símbolo. Se intenta, por otro lado, la tan cuestionable “vía electoral”. Tampoco. Otra opción:
Cada vez más sacerdotes y religiosos buscan participar de manera más activa en las decisiones pastorales de la Iglesia.
(Sigo mañana.)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario