7/06/2013
Cuerpos desmembrados: manipulación digital y violencia contra las mujeres
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La violencia hacia las mujeres se puede prevenir
Pulicado por Sandra Chaher
La Organizacion Mundial de la Salud acaba de publicar un informe llamado Estimaciones mundiales y regionales de la violencia contra la mujer: prevalencia y efectos de la violencia conyugal y de la violencia sexual no conyugal en la salud en el que recopila datos mundiales sobre la violencia dentro del ámbito conyugal y la violencia sexual dentro y fuera de la pareja. Algunas de las conclusiones son que el el 35% de las mujeres son víctimas de violencia física y sexual por parte de sus parejas o violencia sexual por parte de personas externas a la pareja y que el 38% del total de homicidios femeninos fue perpetrado dentro de la pareja. El informe también explicita que la violencia se puede prevenir y que para ello es necesario abordar los aspectos socioculturales y económicos que fomentan esta violencia. Reproducimos un resumen del informe y la posibilidad de descargarlo por completo, por ahora sólo en inglés.
“Existe una verdad universal, aplicable a todos los
países, culturas y comunidades: la violencia contra
la mujer nunca es aceptable, nunca es perdonable,
nunca es tolerable”
Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon (2008)1
COMUNICAR IGUALDAD- La violencia contra la mujer es
un importante problema de salud pública, así como una violación
flagrante de los derechos humanos de la mujer. En este informe,
elaborado por la Organización Mundial de la Salud, la Escuela de
Higiene y Medicina Tropical de Londres y el Consejo Sudafricano de
Investigaciones Médicas, se presenta el
primer examen sistemático y un resumen del conjunto de datos
científicos sobre la prevalencia de dos formas de violencia contra la
mujer, a saber, la violencia ejercida por la pareja (violencia
conyugal) y la violencia sexual infligida por otra persona distinta de
la pareja (violencia sexual no conyugal). Por primera
vez, se presentan estimaciones agregadas a nivel mundial y regional de
la prevalencia de estas dos formas de violencia, obtenidas a partir de
datos demográficos mundiales recopilados de manera sistemática.países, culturas y comunidades: la violencia contra
la mujer nunca es aceptable, nunca es perdonable,
nunca es tolerable”
Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon (2008)1
Las conclusiones del informe son llamativas:
• Globalmente, el 35% de las mujeres del mundo entero han sido víctimas de violencia física y/o sexual por parte de su pareja o de violencia sexual por parte de personas distintas de su pareja. Aunque las mujeres pueden estar expuestas a muchas otras formas de violencia, esta cifra ya constituye un elevado porcentaje de la población femenina mundial;
• En su mayor parte, se trata de casos de violencia conyugal. En todo el mundo, casi un tercio (el 30%) de todas las mujeres que han mantenido una relación de pareja han sido víctimas de violencia física y/o sexual por parte de su pareja. En algunas regiones, esta cifra puede llegar a ser de hasta el
38%;
• a nivel mundial, el 38% del número total de homicidios femeninos se debe a la violencia conyugal, una cifra muy alarmante;
• las mujeres que han sido víctimas de abusos físicos o sexuales por parte de su pareja corren un mayor riesgo de padecer una serie de problemas de salud importantes. Así, por ejemplo, tienen un 16% más de probabilidades de dar a luz a bebés con insuficiencia ponderal, y más del doble de probabilidades de sufrir un aborto o casi el doble de probabilidades de padecer una depresión y, en algunas regiones, son 1,5 veces más propensas a contraer el VIH, en comparación con las mujeres que no han sido víctimas de violencia conyugal;
• a nivel mundial, el 7% de las mujeres han sido agredidas sexualmente por una persona distinta de su pareja. Aunque se dispone de menos datos sobre los efectos de la violencia sexual no conyugal en la salud, de los datos existentes se desprende que las mujeres que han sufrido esta forma de
violencia son 2,3 veces más propensas a padecer trastornos relacionados con el consumo de alcohol y 2,6 veces más propensas a sufrir depresiones o ansiedad.
Por lo tanto, hay que redoblar los esfuerzos en varios sectores, ante todo para prevenir esta forma de violencia, y para ofrecer los servicios necesarios a las mujeres que la sufren. La variación observada en la prevalencia de la violencia en el seno de las comunidades, los países y las regiones, o entre
estos, pone de manifiesto que la violencia no es inevitable, y que se puede prevenir. Existen programas de prevención prometedores, que habrá que probar y ampliar.
Cada vez hay más datos sobre los factores que explican la variación observada a nivel mundial. Estos datos ponen de manifiesto la
necesidad de abordar los factores económicos y socioculturales que fomentan una cultura de violencia contra la mujer, incluida la importancia de cuestionar las normas sociales que refuerzan la autoridad y el control del hombre sobre la mujer y que sancionan o consienten la violencia contra la mujer; reducir el grado de exposición a la violencia en la infancia; reformar las leyes sobre la familia; promover los derechos económicos y jurídicos de la mujer, y acabar con las desigualdades de género en el acceso al empleo asalariado en la economía formal y a la enseñanza secundaria.
También es necesario ofrecer servicios a las víctimas de la violencia. El sector de la salud debe desempeñar un papel más importante a la hora de dar respuesta a la violencia conyugal y a la violencia sexual contra la mujer. Las nuevas directrices clínicas y normativas sobre la respuesta del sector de la salud a la violencia contra la mujer ponen de manifiesto la necesidad urgente de integrar estas cuestiones en la enseñanza clínica.
Es importante que todos los dispensadores de atención de salud entiendan que la exposición a la violencia y la mala salud de las mujeres están estrechamente relacionadas, y que puedan dar respuestas adecuadas. Un aspecto clave es hallar oportunidades para ofrecer apoyo y remitir a las mujeres a otros servicios que precisan – por ejemplo, cuando las mujeres tratan de acceder a servicios de salud sexual y reproductiva (como la atención prenatal, la planificación familiar o la atención posterior al aborto) o a servicios de detección del VIH, de salud mental o de emergencia. Debe garantizarse la disponibilidad de servicios integrales de atención para las víctimas de violaciones y el acceso a los mismos a una escala mucho mayor que actualmente.
El informe pone de relieve que la violencia contra la mujer es un fenómeno omnipresente en todo el mundo. Sus conclusiones nos transmiten el enérgico mensaje de que no se trata de un pequeño problema que sólo afecta a algunos sectores de la sociedad, sino más bien de un problema de salud pública mundial de proporciones epidémicas, que requiere la adopción de medidas urgentes. Es necesaria una intervención a nivel mundial: una vida sin violencia es un derecho humano fundamental, al que deben aspirar todos los hombres, mujeres y niños.
INFORME COMPLETO (SÓLO EN INGLÉS)
Luchar por el poder a través de "armas políticas"
Entrevista con Wendy Cruz, de Vía Campesina Centroamérica
“Debemos
crear las condiciones de dignidad e igualdad para las campesinas de
todo el mundo”, dijo a Radio Mundo Real la representante de Vía
Campesina Centroamérica, Wendy Cruz. La dirigente de Honduras dio su
opinión sobre la situación de las campesinas de diversas partes del
mundo y del reto para lograr la igualdad entre hombres y mujeres en la
lucha por soberanía alimentaria.
Insistió
además en el compromiso necesario para dar mayor efectividad a la
campaña de Vía Campesina contra la violencia hacia las mujeres, con el
fin de contribuir a conseguir la justicia social a nivel internacional.
Cruz viene de un país gobernado por una sucesión del golpe de Estado de 2009, en el que más de 30 personas son perseguidas y asesinadas por día, y en el que decenas de periodistas fueron aniquilados en los últimos cuatro años, al igual que más de 100 campesinos en la zona del Bajo Aguán, en el departamento de Colón.
La campesina fue entrevistada por Radio Mundo Real durante la VI Conferencia Internacional de la Vía Campesina, realizada en la capital indonesia, Jakarta, del 6 al 13 de junio, luego de haber finalizado la IV Conferencia Internacional de Mujeres de ese movimiento.
Cruz mencionó los principales desafíos a los que la Vía Campesina debe enfrentarse. El movimiento tiene el deber de considerar y debatir sobre las cuestiones del feminismo en el seno del mundo campesino y popular, consideró la dirigente, y por este motivo las mujeres de la Vía Campesina incluyeron esa temática en su Manifiesto. Asimismo, también se incluyó el reto referido a la situación de gran inseguridad en la que tienen que vivir cada día y que muy a menudo se traduce en violencia y migraciones forzosas.
“Otro eje fundamental que las mujeres planteamos es nuestra preocupación por todo lo relativo al tema de la militarización, que está surgiendo en todos los países y que afecta en primer lugar a las mujeres”.
La contribución de las mujeres al movimiento campesino va más allá de su participación en la organización. De hecho, ellas se encuentran en el origen de más de la mitad de la producción alimentaria mundial. Alrededor del 60 por ciento de los alimentos que llegan a las mesas de los hogares a nivel global son producidos por mujeres. Por este motivo, una de las propuestas de la Vía Campesina consiste en luchar por una soberanía alimentaria que fortalezca la justicia de género.
«Estamos hablando de la agricultura a pequeña y mediana escala y no de una agroindustria que alimente a todo el mundo, pues son sin duda los campesinos y las campesinas” quienes se encargan de alimentar a la humanidad, especificó Cruz.
En este sentido, la cercanía de las mujeres con la tierra se traduce en algunas prácticas como la agroecología. De acuerdo con Cruz, esas prácticas se deben fomentar para poder resistir a fenómenos como el cambio climático.
“Estamos viviendo una crisis alimentaria y una crisis climática. Una amiga me decía que estamos viviendo una crisis hasta de valores, de ética y de moral, y por lo tanto las mujeres y todo el movimiento campesino en general debemos dar respuesta al desafío de impulsar verdaderos procesos colectivos como el de la igualdad de género. Procesos en los que hombres y mujeres seamos conscientes de que todos somos necesarios y de que debemos trabajar codo con codo, juntos».
Cruz se alegra de que las mujeres hayan conseguido imponerse y organizarse en torno al movimiento y repitió el eslogan: “somos las madres de la soberanía alimentaria”. Del mismo modo, añadió a la idea de un mundo más justo un llamado a las mujeres de todo el mundo para que reivindiquen sus derechos y su dignidad.
Por otra parte, Cruz habló de la situación de Honduras, con lágrimas en sus ojos, pues el país vive una grave crisis en lo referido a derechos humanos, que afecta sobre todo a pueblos indígenas y a campesinos, que luchan por el acceso a la tierra. Cerca de 3.000 personas se encuentran actualmente en prisión por el simple hecho de reclamar mayor acceso a la tierra, más los cientos de perseguidos y asesinados luego del golpe de Estado de 2009.
Así pues, los líderes de los movimientos indígenas y campesinos se han implicado en una “lucha de resistencia cotidiana”. Semanas atrás hubo una gran defensa popular de la activista Bertha Cáceres, del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), que fue judicializada arbitrariamente. Finalmente la dirigente resulto sobreseída, pero los movimientos y organizaciones sociales se mantienen alertas en torno a ese caso.
Wendy recordó la importancia de una “solidaridad internacional” que no pierda de vista la situación en la que se encuentra Honduras, donde las persecuciones y asesinatos se unen a una tasa de pobreza del 74 por ciento. Según la opinión de la activista, en Honduras nadie espera nada de la justicia, puesto que existen leyes que criminalizan la protesta social. Esto significa que la policía ha declarado “la guerra” abiertamente al pueblo hondureño, consideró Cruz. El Bajo Aguán, que posee los recursos más ricos del país, sigue siendo la región en la que se concentra más fuertemente la lucha y la resistencia por el acceso a las tierras.
“Es lamentable saber que todas las semanas, o cada quince días, muere asesinado uno de nuestros compañeros, pero tampoco podemos renunciar a nuestra lucha”.
De acuerdo a la militante, el golpe de Estado de 2009 ha dejado paso a un contexto político en el que ya no quedan instituciones, sino dirigentes que le roban al pueblo sus tierras y sus recursos. Según Cruz, la reciente aprobación de las “ciudades modelo” supone una verdadera violación a la soberanía de la población. Finalmente, la campesina mencionó una propuesta en trámite que tiene como fin crear una delegación de observadores internacionales que garantice que el proceso electoral en Honduras de noviembre se desarrolle sin fraude.
Foto: Vía Campesina.
Cruz viene de un país gobernado por una sucesión del golpe de Estado de 2009, en el que más de 30 personas son perseguidas y asesinadas por día, y en el que decenas de periodistas fueron aniquilados en los últimos cuatro años, al igual que más de 100 campesinos en la zona del Bajo Aguán, en el departamento de Colón.
La campesina fue entrevistada por Radio Mundo Real durante la VI Conferencia Internacional de la Vía Campesina, realizada en la capital indonesia, Jakarta, del 6 al 13 de junio, luego de haber finalizado la IV Conferencia Internacional de Mujeres de ese movimiento.
Cruz mencionó los principales desafíos a los que la Vía Campesina debe enfrentarse. El movimiento tiene el deber de considerar y debatir sobre las cuestiones del feminismo en el seno del mundo campesino y popular, consideró la dirigente, y por este motivo las mujeres de la Vía Campesina incluyeron esa temática en su Manifiesto. Asimismo, también se incluyó el reto referido a la situación de gran inseguridad en la que tienen que vivir cada día y que muy a menudo se traduce en violencia y migraciones forzosas.
“Otro eje fundamental que las mujeres planteamos es nuestra preocupación por todo lo relativo al tema de la militarización, que está surgiendo en todos los países y que afecta en primer lugar a las mujeres”.
La contribución de las mujeres al movimiento campesino va más allá de su participación en la organización. De hecho, ellas se encuentran en el origen de más de la mitad de la producción alimentaria mundial. Alrededor del 60 por ciento de los alimentos que llegan a las mesas de los hogares a nivel global son producidos por mujeres. Por este motivo, una de las propuestas de la Vía Campesina consiste en luchar por una soberanía alimentaria que fortalezca la justicia de género.
«Estamos hablando de la agricultura a pequeña y mediana escala y no de una agroindustria que alimente a todo el mundo, pues son sin duda los campesinos y las campesinas” quienes se encargan de alimentar a la humanidad, especificó Cruz.
En este sentido, la cercanía de las mujeres con la tierra se traduce en algunas prácticas como la agroecología. De acuerdo con Cruz, esas prácticas se deben fomentar para poder resistir a fenómenos como el cambio climático.
“Estamos viviendo una crisis alimentaria y una crisis climática. Una amiga me decía que estamos viviendo una crisis hasta de valores, de ética y de moral, y por lo tanto las mujeres y todo el movimiento campesino en general debemos dar respuesta al desafío de impulsar verdaderos procesos colectivos como el de la igualdad de género. Procesos en los que hombres y mujeres seamos conscientes de que todos somos necesarios y de que debemos trabajar codo con codo, juntos».
Cruz se alegra de que las mujeres hayan conseguido imponerse y organizarse en torno al movimiento y repitió el eslogan: “somos las madres de la soberanía alimentaria”. Del mismo modo, añadió a la idea de un mundo más justo un llamado a las mujeres de todo el mundo para que reivindiquen sus derechos y su dignidad.
Por otra parte, Cruz habló de la situación de Honduras, con lágrimas en sus ojos, pues el país vive una grave crisis en lo referido a derechos humanos, que afecta sobre todo a pueblos indígenas y a campesinos, que luchan por el acceso a la tierra. Cerca de 3.000 personas se encuentran actualmente en prisión por el simple hecho de reclamar mayor acceso a la tierra, más los cientos de perseguidos y asesinados luego del golpe de Estado de 2009.
Así pues, los líderes de los movimientos indígenas y campesinos se han implicado en una “lucha de resistencia cotidiana”. Semanas atrás hubo una gran defensa popular de la activista Bertha Cáceres, del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), que fue judicializada arbitrariamente. Finalmente la dirigente resulto sobreseída, pero los movimientos y organizaciones sociales se mantienen alertas en torno a ese caso.
Wendy recordó la importancia de una “solidaridad internacional” que no pierda de vista la situación en la que se encuentra Honduras, donde las persecuciones y asesinatos se unen a una tasa de pobreza del 74 por ciento. Según la opinión de la activista, en Honduras nadie espera nada de la justicia, puesto que existen leyes que criminalizan la protesta social. Esto significa que la policía ha declarado “la guerra” abiertamente al pueblo hondureño, consideró Cruz. El Bajo Aguán, que posee los recursos más ricos del país, sigue siendo la región en la que se concentra más fuertemente la lucha y la resistencia por el acceso a las tierras.
“Es lamentable saber que todas las semanas, o cada quince días, muere asesinado uno de nuestros compañeros, pero tampoco podemos renunciar a nuestra lucha”.
De acuerdo a la militante, el golpe de Estado de 2009 ha dejado paso a un contexto político en el que ya no quedan instituciones, sino dirigentes que le roban al pueblo sus tierras y sus recursos. Según Cruz, la reciente aprobación de las “ciudades modelo” supone una verdadera violación a la soberanía de la población. Finalmente, la campesina mencionó una propuesta en trámite que tiene como fin crear una delegación de observadores internacionales que garantice que el proceso electoral en Honduras de noviembre se desarrolle sin fraude.
Foto: Vía Campesina.
“Mujeres sembradoras”
Un video de AlbaTV y ZinTV sobre la IV Asamblea Internacional de Mujeres de la Vía Campesina
Con
el grito “Mujeres Sembradoras de luchas y esperanza por el feminismo y
la soberanía alimentaria”, se dio inicio a la IV Asamblea Internacional
de Mujeres de la Vía Campesina. Cerca de 300 mujeres campesinas de
Asia, Europa, América y África celebraron el 6 y 7 de junio su asamblea
en Jakarta, Indonesia.
Desde
su nacimiento la Vía Campesina ha buscado estimular la participación de
las mujeres en todos los niveles de actuación, instancias de poder y
representación, como una forma de reconocer la importancia de las
mujeres en el proceso de construcción política del movimiento y como
una forma de erradicar todo tipo de discriminación de género.
Foto: Vía Campesina.
Foto: Vía Campesina.
COLUMNA: Avanzando hacia el fin de la violencia contra las mujeres
Por Lakshmi Puri
NACIONES UNIDAS, 4 jul 2013 (IPS) -
En 2012, mientras los rebeldes capturaban las principales localidades
del norte de Malí, ONU Mujeres registró en la primera semana de la toma
de Gao y Kidal un aumento dramático y repentino de las violaciones en
lugares donde la mayoría de ellas nunca informan a nadie sobre estos
hechos de violencia, ni siquiera a los médicos.
Oímos
historias de niñas de incluso 12 años que eran llevadas de sus casas a
campamentos militares, violadas por pandillas durante varios días y
luego abandonadas; de salas de parto y quirófanos invadidos por hombres
armados que ocupaban centros de salud; de mujeres jóvenes que eran
castigadas, azotadas y torturadas por tener hijos fuera del matrimonio.
Esta
semana, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones
Unidas (ONU) oyó atrocidades similares de otras partes del mundo y
adoptó su cuarta resolución en apenas cinco años, dedicada
exclusivamente al asunto de la violencia sexual en los conflictos
armados.
Este delito, que hasta hace poco era invisible, ignorado
o desestimado como una consecuencia inevitable de la guerra, es ahora
abordado como rutina por el foro mundial encargado de mantener la paz y
la seguridad internacionales.
Y este no es el único logro
político alcanzado en los últimos meses para hacer que la violencia
contra las mujeres pase de ser una pandemia a una aberración.
En
marzo, la Comisión sobre el Estatus de las Mujeres, principal organismo
político mundial dedicado a promover los derechos femeninos, alcanzó un
acuerdo histórico sobre la violencia contra las mujeres.
Esta
declaración de miras amplias compromete a los estados miembro a
acciones que nunca antes estuvieron tan explícitamente articuladas en
documentos internacionales, incluidas las situaciones de conflicto y
postconflicto.
En abril, la Asamblea General de la ONU adoptó un
nuevo Tratado sobre el Comercio de Armas que requiere que los países
parte, que son exportadores, consideren los riesgos de que se usen
armas “para cometer o facilitar graves actos de violencia basada en el
género o contra las mujeres”.
El mismo mes, la representante
especial del secretario general sobre la Violencia Sexual en los
Conflictos señaló y denunció a los perpetradores de este delito en su
informe anual ante el Consejo de Seguridad.
Además, las ocho
naciones más poderosas del mundo alcanzaron un acuerdo histórico para
trabajar juntas para poner fin a la violencia sexual en los conflictos.
Bajo la presidencia de Gran Bretaña, el Grupo de los Ocho (G-8) acordó
seis pasos principales para hacer frente a la impunidad, y se
comprometió a aportar unos 35 millones de dólares de nuevo
financiamiento.
Esta muestra de hechos políticos acompasa las
crecientes demandas de promover el empoderamiento femenino y la
igualdad de género y de decirle “no” a la violencia contra las mujeres.
Este
año empezó con protestas masivas en las ciudades importantes de India,
tras una brutal violación de una mujer a manos de una pandilla en Nueva
Delhi. Las manifestaciones se replicaron luego en las revueltas
públicas contra los ataques sexuales en Brasil, Sudáfrica y otros
países.
Tales niveles de movilización popular a raíz de incidentes individuales de violencia contra las mujeres no se han visto antes.
Lo
que conmociona más es que esto ocurre en un momento en que el creciente
fundamentalismo, la austeridad generalizada y el continuo militarismo
amenazan con hacer retroceder los derechos de las mujeres y con poner a
un lado los reclamos de igualdad de género.
Hoy, las activistas
por los derechos femeninos tienen que arriesgar sus vidas para
denunciar violaciones en Malí, que las adolescenttes que huyen de Siria
experimentan matrimonios precoces y forzados en las comunidades de
refugiados en países vecinos, y que se perpetran ataques repugnantes
contra niñas que simplemente quieren una educación en Afganistán o
Pakistán.
Los hechos relacionados con lo que la Organización
Mundial de la Salud ha llamado “un problema sanitario mundial de
proporciones epidémicas” permanece básicamente incambiado. Más de un
tercio de todas las mujeres y niñas, en países ricos o pobres y en
situaciones de guerra o de paz, experimentarán violencia a lo largo de
sus vidas, la abrumadora mayoría de ellas a manos de sus compañeros
íntimos.
La resolución última del Consejo de Seguridad de la ONU
y otros logros políticos de los últimos tiempos son señales de
progreso. Ahora, sus palabras inspiradoras deben convertirse en acción,
invirtiendo en el empoderamiento y el liderazgo de las mujeres como la
estrategia de prevención más efectiva para poner fin a la violencia
contra ellas.
No es mera coincidencia que la mayoría de los
avances en la reciente jurisprudencia internacional sobre crímenes de
guerra contra las mujeres tengan lugar a partir de mujeres que, de modo
pionero, están al frente de tribunales internacionales o liderando
juicios internacionales.
De igual modo, no alcanza con leyes y
acción policial para ayudar a una mujer maltratada a escapar de una
situación de abuso y a reiniciar su vida. Solo una mayor igualdad entre
los sexos revertirá la marea para prevenir y poner fin a la violencia
contra mujeres y niñas.
Estos pasos positivos deben construirse
mediante la acción decisiva de los gobiernos nacionales. Ellos deben
garantizar que la violencia contra mujeres y niñas no ocurra en primer
lugar, y una respuesta rápida y adecuada cuando sí ocurra, incluyendo
un acceso efectivo a la justicia.
Esto requiere una fuerte
cooperación internacional, entre entidades multilaterales y regionales,
incluido el organismo especializado de la ONU, para empoderar a mujeres
y niñas y poner fin a las atrocidades.
Y esto requiere fuertes
esfuerzos de las organizaciones de la sociedad civil y del movimiento
feminista mundial para recordar tanto a los gobiernos nacionales como a
las organizaciones internacionales que las palabras no bastan, que unas
pocas acciones no bastan, que debemos apuntar alto y seguir avanzando.
* Lakshmi Puri es directora ejecutiva interina de ONU Mujeres y secretaria general adjunta de la ONU.
Violencia sexual: un tabú en el desarrollo
Revista Humanum
Adital
Por Alfredo González Reyes
La reciente publicación del
documento "A New Global Partnership: Eradicate Poverty and
Transform Economies through Sustainable Development” por parte del Panel de Alto Nivel para la Agenda Post-2015 trajo
diversas reacciones. Cada uno/a ha tenido su opinión sobre si el enfoque es el
correcto, si faltaron o sobraron cosas, etc. Esta es mi reacción, bastante
tardía para la coyuntura, pero creo que pertinente dada la importancia del tema
que voy a subrayar. En mi caso, voy a señalar muy brevemente un tema de esos
que, creo, deberían ser considerados con mayor cuidado si lo que vamos a buscar
incorporar en esta nueva agenda para el desarrollo son aquellos temas que
tengan el mayor alcance posible como "detonadores de más desarrollo”. El
tema es el de la violencia sexual.
La publicación del Panel incluyó una serie de "nuevos objetivos” de desarrollo que más que
constituir una propuesta formal, parecen tener el propósito de estimular la
discusión sobre lo que podrían acordar eventualmente los Estados miembros de la
Asamblea General de la ONU, en un proceso que dará inicio formal en Septiembre
de 2013. Entre esos objetivos se encuentra el de "Empoderar a niñas y mujeres y
alcanzar la equidad de género”, y el de "Asegurar sociedades estables y
pacíficas”. El primero de estos retoma la visión ya incluida en los todavía
vigentes Objetivos de Desarrollo del Milenio, mientras que el segundo reivindica a muchas voces que con toda razón
han visto en la inestabilidad y el conflicto uno de los principales obstáculos
para el desarrollo en muchos lugares del mundo.
Pues bien, como seguramente
sucede en muchos otros casos de forma similar, es justamente en el cruce entre
esos dos objetivos que se pierde una de esas cosas que pueden ser entendidas
como "detonadores de más desarrollo”, si son propiamente atendidas, o en sentido
contrario, como multiplicadores de obstáculos al propio desarrollo: la
violencia sexual. Y no es que el tema pase completamente desapercibido; de
hecho, el objetivo propuesto por el Panel sobre equidad de género incluye como
primera meta el "Prevenir y eliminar todas las formas de violencia hacia las
mujeres y las niñas”, mientras que el que tiene que ver con estabilidad y paz
incluye como una de sus metas "…eliminar todas las formas de violencia hacia
los niños”. Pero aún así entre ambos no alcanzan a tocar el tema que aquí me
interesa. Sobra decir, por cierto, que conozco y concuerdo con la idea de evitar los
arbolitos de navidad, donde cada uno cuelga lo
que quiere que se incluya en la agenda post-2015 y ésta termina siendo algo
inmanejable. Estoy aquí nomás trayendo un tema que me parece fundamental.
Cito fielmente de aquí en
adelante un compendio de la evidencia sistemática que existe sobre el tema para
América Latina y el Caribe, titulado "Violencia
sexual en Latinoamérica y El Caribe: Análisis de datos secundarios”, publicado por la Sexual
Violence Research Initiative.
La violencia sexual puede
entenderse como "todo acto sexual, la
tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales
no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro
modo la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona,
independientemente de la relación de ésta con la víctima, en cualquier ámbito,
incluidos el hogar y el lugar de trabajo”.
¿Qué tan extenso es el
problema de la violencia sexual en la región?
El documento antes mencionado
deja claro que la propia naturaleza del problema y la diversidad de
metodologías utilizadas para capturarlo dificultan tener información certera
sobre el mismo, pero da algunas cifras que ilustran su gravedad, para distintos
países de América Latina y el Caribe:
• Violencia sexual contra
mujeres por parejas íntimas del sexo masculino: entre 5% y 47% de las mujeres
sostuvieron relaciones sexuales forzadas alguna vez en su vida; entre 2% y 23%
sufrieron esto en el año previo a ser entrevistadas.
• Violencia sexual contra
mujeres y niñas infligida por personas distintas a la pareja (en la mayoría de
los casos por conocidos de la sobreviviente): desde 5% hasta 33% de las mujeres
y niñas.
• Abuso sexual de niñas y
adolescentes del sexo femenino: desde 5% hasta 40% de las niñas y adolescentes.
• Iniciación sexual forzada
entre niñas: desde 3% hasta 24% de las niñas.
• Relaciones sexuales
forzadas sin protección y maternidad: existe evidencia cualitativa, sin cifras
exactas.
• Trata y explotación
sexual: América Latina como región de origen, y Estados Unidos, Japón y Europa
occidental como principales destinos; se estima que en algunos países
latinoamericanos la cifra de mujeres víctimas alcanzan la cifra de 50 mil.
• Violencia sexual y
migración: alrededor de 60% de mujeres migrantes en la frontera
Guatemala-México ha declarado haber sufrido algún tipo de abuso sexual.
• Acoso sexual en el lugar
de trabajo: entre 16% y 52% de las mujeres.
• Situaciones de emergencia
y de conflicto/posconflicto: aunque sin cifras certeras, existe evidencia clara
de violencia sexual contra mujeres y niñas en este tipo de situaciones.
• Violencia sexual contra
hombres y niños: aunque en principio la violencia sexual contra hombres y niños
suele ser percibida como menos frecuente, se ha encontrado que entre 3% y 54%
de los hombres han sufrido alguna forma de violencia física alguna vez en su
vida.
¿Por qué la eliminación de
la violencia sexual nunca va a estar entre ningunos objetivos de desarrollo en
la región latinoamericana a pesar de su importancia y la gravedad de sus
consecuencias? Básicamente porque el silencio es la primera reacción ante el
problema, tanto de quienes lo han sufrido como de quienes le rodean, y esto parece ser particularmente cierto cuando el acto de violencia
sexual ha ocurrido en la infancia. No existen cifras sobre qué porcentaje de
sobrevivientes de violencia sexual hablan a otra persona sobre lo que les ha
ocurrido, pero evidencia cualitativa indica que los pocos que llegan a hacerlo
suelen acercarse a algún familiar (típicamente la madre), alguna amistad o
algún/a vecino/a. En cuanto al reporte oficial de los hechos frente a las
autoridades, la información que se tiene para unos cuantos países sugiere que
apenas entre 1% y 10% de los hechos de violencia sexual es reportado a la
policía en América Latina y el Caribe.
¿Cuáles son los motivos por
los cuales las niñas y mujeres no denuncian los actos de violencia o no buscan
ayuda? (parece no haber evidencia particular sobre
los hombres). De mayor a menor importancia:
• Estigma, vergüenza y
temor a la discriminación y al rechazo de la familia, la comunidad o la pareja,
pues haber sufrido de violencia sexual llega a ser visto como algo vergonzoso o
que deshonra a la sobreviviente a los ojos de los demás.
• Temor a represalias del
perpetrador, contra la sobreviviente o contra sus hijos/as.
• Sentido de culpa, pues a
menudo familia y comunidad culpan a la mujer por el acto de violencia sexual
que ha sufrido bajo la noción de que no se resistió lo suficiente –e incluso,
agrego yo, en ocasiones se cree que la propia sobreviviente de algún modo
"provocó” el incidente con su comportamiento.
• El camino hacia denunciar
la violencia es demasiado complicado, peligroso o tiene poca probabilidad de
ser beneficioso, debido a la falta de confianza en las autoridades.
• Falta de apoyo de la
familia y amistades, pues en muchos casos, las sobrevivientes creen que su
familia y amistades no les creerían o no las apoyarían si ellas les revelaran
sus experiencias de violencia sexual, especialmente si el agresor es un
conocido.
Si el desarrollo es
sinónimo de libertad, según sugiere la perspectiva del desarrollo humano, es
fácil ver por qué combatir la violencia sexual puede ser uno de esos
"detonadores de más desarrollo”. Ya para terminar, y sólo
por si acaso, en lugar de enumerar los profundos efectos físicos, psicológicos
y emocionales de corto y largo plazo que la violencia sexual puede tener en
un/una sobreviviente, les recomiendo un breve
testimonio que, de verdad, no tiene desperdicio.
[Boletín: Nº 65 - 02
Julio 2013].
“La violación a las compañeras delante de sus compañeros eran desafíos de macho a macho”
Pulicado por Sandra Chaher |
Por Sandra Chaher
COMUNICAR IGUALDAD- Sofía D’Andrea es periodista y está especializada en temas de género. Entre 1974 y 1975 estuvo detenida en la cárcel Buen Pastor, de Jujuy –donde en ese momento vivía-, por el gobierno de Isabel Martínez de Perón. En el ’75 fue derivada a Coordinación Federal, en la Ciudad de Buenos Aires, y allí se le dio la opción de irse a Perú, donde se exilió con sus hijas.
Desde hace unos años vive en Mendoza, donde participó –como integrante de los organismos de derechos humanos de la provincia- del proyecto de extensión universitaria Mauricio López, una propuesta periodística de cobertura de los juicios por delitos de lesa humanidad que se llevaron adelante en esa provincia y que fue reflejada día a día en el blog Juicios por Delitos de Lesa Humanidad Mendoza.
-¿Cómo evaluás desde tu propia experiencia de detenida y de periodista especializada en género el vínculo entre dictadura y género, particularmente la violencia sexual durante las detenciones y desapariciones de personas?
-Tendríamos que verlo en dos niveles. Por un lado cómo desde el poder se reforzó el esquema patriarcal, el conservadurismo ultracatólico. La iglesia nos ve a las mujeres como madres, en el servicio a los demás, refuerza permanentemente el rol reproductivo y procreador de mujeres e invisibiliza el ser autónomo, con vida propia, que no depende de su capacidad procreativa para ser. La dictadura reforzó muchísimo esta mirada. Recordá que cuando interpelaba a las mujeres en un spot famoso, les decía: “¿Usted sabe que está haciendo su hijo?” Y el tema de la familia alrededor de eso, reducir a los sujetos a lo privado. Y a la vez reforzar los valores de la institución militar, donde la subordinación y la sumisión son fundamentales.
-¿Cómo se reprodujo esta mirada de la dictadura en los ámbitos de encierro?
-El tema de la jerarquía y la obediencia era clave en el encierro. Y había que sumarle, en el caso de las mujeres, la condición de género. Esto de que estas mujeres que estábamos ahí habíamos transgredido todo lo posible nuestro rol dentro de la familia, nos despegamos de nuestro rol de madres, estábamos dispuestas s incursionar en lo público y político y con ideas que transforman la sociedad. La institución militar es negadora, toda idea que transforme el estatus quo es rechazada. Son esencialmente conservadores. Y nosotras veníamos a romper, tal vez mucho más que los varones. El trato con los varones era de humillación y sometimiento, pero de igual a igual. Te das cuenta en el vocabulario; durante las torturas les decían “A ver cómo te aguantás si sos macho”. Pero nosotras éramos tremendamente despreciadas, no éramos iguales.
-¿Este desprecio se plasmó en la violencia sexual?
-La violación a las compañeras delante de sus compañeros eran desafíos de macho a macho. En los juicios de Mendoza recuerdo un caso en este sentido: una compañera a la que violaban con su compañero al lado. Cuando declaró, él dijo que sentía que le estaban meando el territorio, que era un mensaje para él, no pensaba en el sufrimiento de ella. Una mirada super machista de su parte, no se estaba poniendo en el lugar de la otra que fue violada. Pero por otra parte, los varones sufrieron vejaciones, violaciones concretas, pero con objetos. Un compañero me contó que los militares mientras los violaban les decían “O salís muerto o salís puto”. La penetración tiene desde la cabeza de mis compañeros el valor de “Te estoy poseyendo, te estoy haciendo mujer”. Sentían que eran tratados como mujeres. Y sobre la penetración, a algunos con resabios homofóbicos, les produce mucha vergüenza contar. Dicen solamente “milicos hijos de puta”. En los juicios hablaron tres, pero fue el fruto de haberlos preparado mucho tiempo con otras compañeras feministas. También hablaron dos mujeres sobre la violencia sexual y hay muchas otras que dicen eufemismos como que “el abuso era permanente” porque no quieren contar.
-¿A las mujeres se las culpabilizaba durante las torturas?
-Si para los varones el argumento era que ibas a dejar de ser macho, en el caso de las mujeres era picotear sobre “¡Qué barbaridad! ¿No pensás en tu padre, tu madre, tus hijos?” Y esta culpa la ponían siempre en relación a un varón de la familia o a la familia en general.
-¿La violación operaba como castigo?
-Claro, era también el castigo por la insubordinación.
-¿Cómo observaste la tarea de la justicia en relación a visibilizar la especificidad de la violencia sexual y la discriminación de género?
-Siempre la Fiscalía y los querellantes indagan en más detalles que los jueces. Pero a todos les cuesta hablar, incluso sienten que el silencio sería una señal de respeto porque el tema mella la dignidad de las mujeres.
-¿Cómo creés que deberían ser estos espacios de interrogación?
-Creo que se debería hacer un protocolo para estos interrogatorios, que ni bien una persona dice a mí me abusaron, ya se la interrogara de acuerdo a un protocolo. Yo fui detenida en Jujuy y estuve en Coordinación Federal, pero las compañeras que estuvieron en el circuito de Mendoza me dijeron que muchas mujeres que atestiguaron en los juicios de mi provincia habían sido violadas y sin embargo no dijeron nada en sus testimonios. Decían “Ay, prefiero no acordarme”. Estamos haciendo un video de ex presas de Mendoza y nos reunimos sólo mujeres a charlar para prepararlo. En esos encuentros surgió la condición de madre de muchas de ellas -si les habían sacado a los hijos, si estaban embarazadas cuando las detuvieron-, pero de ataques sexuales no salió nada.
-Es muy difícil volver a relatarlo.
-Es terrible, ahí te das cuenta cómo te reviven los juicios. El que atestigua no recuerda, revive. Y lloran y lloran. Los varones también lloran y lloran, aunque no hablen de abuso sexual, porque ¿quién no presenció la muerte de un compañero al lado? Entonces para el video que estamos armando, estamos pensando en tomar el audio de los juicios, para no volver a pedir testimonios. Compañeras que relataron las violaciones en los juicios, como Silvia Ontivero y Rosa Gomez, ya no quieren hablar más, no quieren quedar estigmatizadas en esa situación que vivieron. Sí comparten la idea de que esto se sepa, entonces aceptan que otras contemos la historia de ellas en forma colectiva.
7/05/2013
¿Por qué carajos no se forma en mexico una Coordinación de Luchas de Trabajadores?
Pedro Echeverría V.
1. Si
lleváramos el conteo de los Grupos de lucha o de protesta Que firman
Documentos o Llamados en México, easy contabilizamos dos Centenares;
Pero da la impresión de Que MUCHOS de Ellos hijo simples membretes Que
les agrada Firmar Pero no movilizan a nadie PORQUE Suelen caer en el desánimo Que Producen los fracasos y las represiones. Seria
radicalmente Distinto si Todos ESOS Grupos-encabezados porciones Los
Mas Grandes y los de alcalde Claridad es ideas: la CNTE, Morena, EZLN,
Electricistas, FAT, Congreso Social-convocaran un encuentro de la ONU,
un Reuniones Varias, párr analizar la Situación del País y Sacar Como. Acuerdo la Integración de Uña Coordinación de Luchas Políticas Económicas ÿ de los Trabajadores.
2. Durante
Décadas sí Han Registrado Importantes Reuniones masivas a partir de Una
dirigencia o de Personalidades de Izquierda Que Han Hecho Llamados de
Unidad, el pecado embargo sí ha observado Que CUANDO Una Corriente
domina, las demas sí van retirando del Proceso Hasta provocar el
debilitamiento o desaparición del Frente, Convención o Unión. La
realidad es Que el Objetivo Debera Ser simples: coordinar las
movilizaciones de los Trabajadores y Los Ciudadanos Con El Fin De Que
reunan unos cientos de millas de Participantes y Las Negociaciones den
Resultados cuarto beneficio de los Trabajadores. This
Coordinación llevaria a Acabar con el sencillo gremialismo y el
Aislamiento de las Luchas Que porción Débiles en general Han Sido
Causas de Derrotas.
3. La
Luchas gremiales (electricistas Por Un Lado, la CNTE porción Otro, los
zapatistas o los electoreros Hoy Mañana), aunque solitos y aislados,
hijo Importantes Avances CUANDO No Hay Batallas Unificadas; Pero hijo
muy Limitadas CUANDO SE TIENEN Posibilidades de Coordinación de Otras
Fuerzas . No
Se require Grandes Esfuerzos párr Que se reunan dos o tres
Representantes porción Organización, Para Qué lleguen a Acuerdos de
Manera General Sobre los Objetivos de la Movilización, párr LUEGO Pasar
a Tareas organizativas de solidaridad. Las
Tareas Globales Serian Pocas PORQUE Cada Organización Haría propaganda,
reuniría un su Gente y en Caso de Financiamiento habria CIERTA EQUIDAD.
Pero en Vez de Manifestaciones de cinco mil estariamos reuniendo a Mas de 500 mil.
4. Sin
embargo el Problema Básico de la Unidad no PARECE servicios Práctico,
Sino La Discusión elemental de los Principios Políticos del Movimiento;
ademas Siempre resalta Cierto liderismo o caudillismo Que No terminamos
de Superar. ¿Como
rebasarlo si Siempre estan los Partidos ofreciendo Candidaturas,
Privilegios y fuertes Ingresos unas Personajes Distinguidos porciones
Tener Seguidores? Recuerdo
Que en 2010 SÓLO Apareció la personalidad de Javier Sicilia Para Qué
Cada uno de los Partidos le ofreciera Una candidatura Que Jamás acepto.
Pareciera
Que No ESTAMOS Luchando Por Debilitar y derrotar a la Clase Dominante
Sino Que batallamos párrafo Fortalecer POSICIONES Individuales, de
Grupo o Partido. Y MIENTRAS SIGA dominando el arribismo Político La Unidad Sera CASI imposible.
5. Obviamente
la Unidad No Se impone Por decreto, no somete Una posicion Política de
Otra, no es sin Asunto de Mayorías y Minorias ni de "centralismo
Democrático". Por
el contrario, sí buscará ningún Votar, no Dirigir, sin imponer Y Que
Todos Los Representantes e Invitados Tengan Los Mismos Derechos y
deberes, Asi Como Los Mismos Que realicen Esfuerzos párrafo Fortalecer
la Unidad. Las
POSICIONES ideológicas, Filosóficas, Políticas, las Continuará
discutiendo Cada Organización de Manera interna o bien podra elaborarse
Una Publicación de la Coordinación Donde Pueda desarrollarse La
Discusión; Pero la Coordinación Política SÓLO servira Para Qué Cada
Organismo APOYE las Luchas y las protestas con TODO do contingente párrafo Superar las movilizaciones Pequeñas Que históricamente Han Sido derrotadas.
6. ¿Que sector de la Izquierda ha teñido o Tiene La Razón, o POSEE EL Prestigio Definitivo? ¿Es
el Argumento ideológico, el triunfo Politico, el Apoyo de masas, el
liderismo natural, el caudillaje Ejemplar, el Criterio párrafo
establecer la Razón y la Verdad? (En
La Derecha-ni Hablar-Solo ha habido Empresarios, arribistas, santos,
millonarios y ladrones) Pero en la Izquierda-aunque duela
reconocerlo-han Caído ideólogos y MUCHOS MUCHOS "socialismos" del
pedestal Donde estuvieron sin Tiempo. ¿Quien va 'entonces' Adelante en la Izquierda PORQUE mantiene Una política "Correcta"? ¿QUIEN SE consideración Poderoso En Esta sociedad autoritaria Capitalista? Busquemos
coordinar Nuestras Batallas antimperialistas y anticapitalistas párrafo
Evitar Que Sigan siendo Aisladas y derrotadas. (5/VII/13)
http://pedroecheverriav.wordpress.com
pedroe@cablered.net.mx
Pulicado por Sandra Chaher
Por Sandra Chaher
COMUNICAR IGUALDAD- Como dijimos en este mismo espacio hace unos días, los asesinatos de mujeres no son privativos de
Sin embargo, con el asesinato de Angeles Rawson hubo un ensañamiento especial. En la mencionada columna de hace unos días esbozamos algunas hipótesis sobre el por qué de esta atención mediática sobre un caso ocurrido en un barrio céntrico de la ciudad. En ésta nos vamos a detener en cómo fue esta cobertura hasta que se llegó al clímax del viernes último con las publicaciones de Muy.
Hay cada vez más probabilidades de que el asesinato de Angeles Rawson sea un feminicidio, pero aún la justicia no dio su opinión al respecto, con lo cual una buena práctica periodística sería no hablar aún de un asesinato por razones de género. Si el asesino finalmente es el encargado del edificio, como parecen indicar hasta la fecha la mayoría de las pruebas, y si el asesinato hubiera sido el resultado de su abuso de poder porque ella lo rechazó –como parece indicar la reconstrucción de los hechos- sí estaríamos frente a un feminicidio. Pero así como se suele pedir el respeto a las víctimas y a sus familiares –no publicando fotografías como las que hizo públicas Muy, pero también evitando detalles, direcciones, nombres, que pueden afectar también a las personas allegadas que están vivas- de la misma manera se debe mantener la cautela sobre el o los posibles victimarios hasta que la justicia se expida.
El asesinato de Angeles fue cubierto en las últimas semanas, en particular por los medios de comunicación audiovisuales, con un nivel de detalle y morbosidad que de ninguna manera eran necesarios para el logro del objetivo de la información como medio de comunicación social que debe mantener informada a la población. Para esto, habrían bastado breves comentarios a lo largo de estas semanas informando qué avances iba haciendo públicos la justicia sobre la investigación. Las especulaciones sobre qué habría sucedido, infidencias sobre la orientación de la causa judicial, intento de mostrar emociones de familiares y amigas/os, comentarios sobre la vida de las personas involucradas, entre otros recursos a los que apelaron los medios, no eran necesarios. Con ninguna de estas estrategias se logró que la población estuviera más informada; por el contrario, la abundancia de versiones y especulaciones tiende a crear confusión. Tampoco aporta la “información al instante”: Angeles ya está muerta, como mucho la justicia logrará hallar al culpable y si se trata efectivamente de un feminicidio y la justicia puede fallar con visión de género, la desigualdad social y cultural entre mujeres y varones quedará relevada en el fallo.
El diario Público de España, que se comprometió hace varios años a cubrir los casos de violencia con perspectiva de género, y para eso publicó un Decálogo para informar sobre violencia de género, resolvió –entre otras medidas para evitar una cobertura sensacionalista y morbosa- no abundar en detalles sobre los casos en los días posteriores a que sucediera el incidente – ya sea maltrato o feminicidio-, debido a la enorme cantidad de contradicciones, confusiones e información sesgada que circula en estos primeros momentos, y en cambio publicar las sentencias completas, o los detalles integrales del caso, una vez que la justicia hubiera fallado. La pregunta del millón: ¿a la gente le interesa leer esas producciones periodísticas que escapan al morbo y apuntan a la comprensión integral del hecho? La respuesta que dan desde Público es que esos monográficos con información cobre las sentencias tuvieron bastante audiencia.
Una estrategia periodística que abundó en la cobertura del asesinato de Angeles fue la entrevista a familiares, personas conocidas y amigas y amigos, tanto de ella como del encargado del edificio que es el principal sospechoso. Esta consulta es una de las estrategias que piden erradicar buena parte de los manuales y decálogos sobre violencia de género; entre otras razones, porque al ser la violencia de género un problema social que tiene que ver con la desigualdad estructural presente entre mujeres y varones en la sociedad, se generan alrededor de víctima y victimario recursos y estrategias de protección y culpabilidad que solemos tener incorporadas como parte de la violencia simbólica inherente a las sociedades patriarcales.
Los hombres que ejercen violencia de género no son monstruos, personas anormales que van maltratando a mujeres y eventualmente las asesinan. No hace falta ser un asesino serial para ser un feminicida. Pueden llevarse bien con el vecindario, ser personas en general amables –como muchas vecinas y vecinos del edificio de Angeles describieron estos últimos días al encargado-, que un día abusan por demás del rol privilegiado que como varones tienen en la sociedad. Hay un permiso de abuso sobre el cuerpo y la psiquis de las mujeres que socialmente está legitimado y naturalizado para los varones. Por eso es difícil “ver” en un varón aparentemente común a un posible feminicida. Porque la sociedad nos entrena para tolerar la violencia masculina como parte del paisaje cotidiano.
La publicación de las fotografias del cuerpo de Angeles Rawson masacrado pusieron en tensión dos derechos que venían jugándose desde el principio de la cobertura del caso: hasta qué punto la “libertad de expresión” que los medios invocan para sus coberturas atenta contra el derecho a la no discriminación de las personas cercanas a Angeles cuya intimidad fue violada por esta publicación y su reproducción en muchísimos otros espacios de información y comunicación además de Muy. Estos derechos, en tensión desde hace muchísimos años, reeditan su conflicto casi diariamente en los medios de comunicación en la medida en que éstos no cumplen con su objetivo de comunicar con responsabilidad y fomentan el morbo y el sensacionalismo.
La publicación de Muy fue ampliamente repudiada. Desde el viernes fueron conocidos comunicados de rechazo desde la sociedad civil y desde los organismos que deben velar por la comunicación como servicio social y como derecho humano a partir de la sanción en 2009 de
En Argentina no existen organismos del Estado ante los cuales denunciar la violencia mediática generada por medios de comunicación gráficos o digitales (como sí sucede en radio y televisión), a excepción de los avisos de oferta sexual, con lo cual la revista Muy no recibiría sanciones por la vulneración de derechos cometida, a menos que haya particulares que le inicien una causa ante la justicia.
¿Alcanzará la sanción social que tuvo la publicación de estas fotos para evitar repeticiones en otros casos? Semanas atrás, los diarios de Misiones publicaron las fotografías del cuerpo desnudo de Taty Piñeiro, asesinada un año atrás, y no se generó el mismo revuelo. Volvemos al centralismo porteño.
Ojalá el rechazo a la publicación de Muy sirva para generar sensibilidad y conciencia entre la población y entre quienes comunican sobre la innecesaria y nociva estrategia de este tipo de publicaciones. Y ojalá también sirva para reflexionar sobre la pésima cobertura que se está haciendo en general de este asesinato.