Se castigaría hasta con 30 años de prisión
La
campaña a favor de la inclusión del feminicidio en el Código Penal
brasileño ha ido ganando cada vez más apoyo entre instituciones y
organizaciones sociales.
El Ministerio Público (MP) de Ceará, por ejemplo, se unió recientemente
al movimiento con la demanda “Senado, incluya la ley de feminicidio en
el Código Penal”, que busca crear conciencia y llamar la atención del
Congreso Nacional sobre la necesidad de la aprobación del proyecto de
ley.
La propuesta considera el asesinato de mujeres como homicidio calificado, aumentando consecuentemente su pena de prisión.
Las adhesiones a la campaña tienen en cuenta los altos niveles de
violencia contra las mujeres cometidos en todo el país sudamericano,
que demandan tomar medidas más rigurosas para inhibir estos actos, dar
visibilidad al fenómeno y evitar que la justicia permanezca pasiva,
pasando por alto la gravedad de este tipo de violencia.
En una entrevista con ADITAL, la procuradora del Ministerio Público del
estado de Ceará, Elsuérdia Andrade, quien es coordinadora del Núcleo de
Género Pro-Mujer del MP, que una vez incorporado al Código Penal, el
feminicidio será juzgado de manera específica, siendo considerado un
delito atroz, lo que involucra una pena más severa.
La Ley Maria da Penha, aprobada en 2006, trajo una gran disminución en
el número de casos, pero las estadísticas han vuelto a presentar
números alarmantes, lo que, para la procuradora, refleja la falta de
políticas públicas más eficaces.
“La Ley Maria da Penha es maravillosa, pero no tiene las herramientas
necesarias para ser eficaz”, dice y continúa: “El camino es la creación
de políticas públicas para las mujeres, con el propósito que tengan
asistencia social, psicológica y jurídica, que les garantice sus
derechos y apoyo para enfrentar su respectivo caso”.
La campaña “Senado, incluya la ley de feminicidio en el Código Penal”
se centra en una petición pública masivamente firmada, que será enviada
al presidente de la Cámara Legislativa, Renán Calheiros, pidiendo la
aprobación del proyecto de Ley Número 292/2013.
Si se aprueba, los homicidios de mujeres por motivo de género, como en
los casos de violencia doméstica, violencia sexual, mutilación o
desfiguración, serán considerados como delitos con uso de la tortura
y/o medios crueles.
La pena por este tipo de delito entonces pasaría de 12 a 30 años de
prisión, una sanción mayor que la aplicada al homicidio simple, que va
de seis a 12 años.
Silvia Chakian Toledo, promotora y creadora del grupo para hacer frente
a la violencia doméstica, del MP de Sao Paulo, dijo durante el
lanzamiento de la campaña en agosto pasado, que ya no es aceptable ver
sentencias (judiciales) cargadas de expresiones morales y argumentos
tendenciosos que intentan echar la culpa a la víctima por los delitos
cometidos en su contra.
Es todavía frecuente el intento de echar la culpa por su propia muerte
a las mujeres victimizadas, con argumentos como “la legítima defensa
del honor”, o el estado de fuerte emoción después de la provocación de
la víctima.
Chakian Toledo sostuvo que el crimen contra las mujeres en el ámbito
doméstico tiene que ser considerado como calificado, y por
consiguiente, atroz.
La campaña cuenta con el apoyo de organizaciones sociales como el
Instituto Patricia Galvão, el Centro Gaspar García de Derechos Humanos,
El Sitio Web Compromiso y Actitud, la Defensoría Pública y los órganos
judiciales.
La promotora Elsuérdia Andrade señala que la violencia contra las
mujeres se atribuye también a cuestiones culturales, ya que muchos
hombres las tratan como un objeto y dentro de ésa “lógica” se arrogan
el derecho de tratarla como más les convenga
Ella recuerda que un gran número de casos de violencia son practicados
en el ámbito familiar y en presencia de las y los hijos, lo que los
hace mucho más delicados, debido a que estos menores de edad serán
marcados por esa situación para el resto de la vida, y difícilmente el
asesoramiento psicológico podrá borrar de su memoria, en forma
definitiva, la escena de la violencia porque no es sólo un delito de
asesinato, sino del asesinato de su madre a manos de su padre.
Análisis de datos realizado por el Instituto Avante Brasil muestra que,
en 2012, el Datasus (Sistema de datos del Ministerio de Salud), que
registra las estadísticas vitales de la población, documentó 4 mil 719
muertes de mujeres como resultado de agresión, o sea 4.8 muertes por
cada 100 mil mujeres en todo Brasil.
En 2002 el número de muertes registradas fue 3 mil 867 muertes, lo que representa un incremento del 22 por ciento en el periodo.
Teniendo en cuenta sólo las tasas de crecimiento de tal barbarie, y
proyectándolos, es posible predecir que para 2050, si nada altera esta
situación en términos de prevención y castigo, habrá 330 mil muertes
entre la población femenina. La proyección de muertes realizada por el
Instituto Avante Brasil tiene en cuenta el número promedio de muertes
en los últimos años.
Entre 2002 y 2012 hubo un crecimiento promedio anual de 1.93 por
ciento, por consiguiente, si el número de muertes sigue creciendo al
mismo ritmo, en 2050 serán registradas 9 mil 765 muertes de mujeres,
para un total de 336 mil 274 muertes entre 1980 y el año 2050.
*Este artículo fue retomado de la agencia internacional de noticias ADITAL.
Por: la Redacción*
Cimacnoticias | Fortaleza, Brasil.-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario