Daniela Villegas
¿Terry Richardson, artista o depredador? se pregunta en su más reciente número New York Times Magazine, el suplemento dominical del periódico The New York Times,
evidenciando no sólo su postura binaria y reduccionista sobre el famoso
fotógrafo de moda sino también el engañoso titular que pone en duda las
acusaciones de abuso sexual de las que ha sido denunciado en los
últimos años por distintas modelos.
Benjamin Wallace, el autor del perfil del fotógrafo
estadounidense -quien ha tenido bajo su lente a celebridades como Lady
Gaga, Lindsay Lohan, Kate Moss, Rihanna, Miley Cyrus e incluso el
presidente Barack Obama- resaltó la infancia desatendida, adolescencia
aparentemente sin rumbo de Richardson y maestría fotográfica, dando
poca importancia a las agresiones sexuales cometidas por el fotógrafo y
pasando por alto una de las principales demandas presentadas contra el
fotógrafo en 2005, la de la modelo rumana Gabriela Johansson.
Johansson denunció que Richardson publicó fotos de ella desnuda
sin su consentimiento haciendo apropiación indebida del material,
incumplimiento de contrato y abuso hacia su persona al presionarla a
desnudarse completamente cuando la sesión de fotos sólo era en top-less.
Otros casos incluyen a Jamie Peck, Rie Rasmussen, Sara Hilker,
Felice Fawn y más recientemente Anna Del Gaizo quienes han abiertamente
denunciado el abuso sexual y comercial de sus imágenes por parte del
polémico fotógrafo.
Rie Rasmussen, la famosa supermodelo danesa, productora y
directora de cine encaró a Terry Richardson en 2010 al acusarle de
explotar a jóvenes modelos. Él utiliza chicas jóvenes, las manipula
para que se quiten la ropa y les toma fotos de las cuales ellas se
sentirán avergonzadas. Están completamente atemorizadas de decir no
porque su agencia las mandó a hacer la sesión de fotos y son muy
jóvenes para posicionarse y valerse por sí mismas, señaló Rasmussen.
La fama, contactos y aparente personalidad bromista del
fotógrafo suele atraer a las jóvenes mujeres, quienes después de
participar en algunas sesiones fotográficas en donde Richardson llega a
participar desnudo, supuestamente para que las modelos se sientan más
cómodas al posar sin ropa, descubren que las intenciones son más
pornográficas y abusivas de las estipuladas al principio, donde incluso
las presiona a que toquen sus genitales como en el caso de Jamie Peck
quien fue presionada para que lo masturbara, de esta manera
arrebatándoles la dignidad a través de diversas manipulaciones
disfrazadas de un agrio sentido del humor.
Como refiere el texto de New York Times Magazine en
algunas entrevistas ha dicho cosas tales como: Yo era un chico tímido,
y ahora soy este sujeto poderoso con esta erección, dominando a todas
las chicas.
Sin embargo pese al más que evidente abuso y las muchas
denuncias contra Richardson continúa teniendo much@s seguidor@s e
incluso defensor@s entre los cuales se encuentran algunas mujeres como
su asistente Alex Bolotow quien ha aparecido en varias fotografías de
la serie TerryWorld, practicándole sexo oral.
Bolotow al ser entrevistada señala que le tiene muy poco respeto
a las modelos que han denunciado a Richardson: Creo que ser una mujer
fuerte es ser dueña de las decisiones que has hecho en tu vida,
afirmó, tratar de responsabilizar a otra persona por tus propias
decisiones es muy cobarde y deshonesto.
Pero, ¿acaso son las decisiones de las mujeres? El hecho de que
Richardson tiene un historial de trabajo con modelos que no son
conscientes de que van a ser invitadas a posar desnudas o a tocar sus
genitales evidencia que no son las decisiones de las mujeres
fotografiadas las que hablan por ellas.
Al volver a la pregunta con que abre el artículo redactado por
Wallace me parece que la pregunta no sería si Richardson es un artista
o depredador, ya que no se pone en duda que lo es, un depredador
sexual, sino que nos tendríamos que preguntar por qué si muchas mujeres
ya lo han denunciado se sigue poniendo en entredicho el que sea un
manipulador y abusador sexual.
Quizá el hecho de que mujeres como Bolotow, que ha participado
en varias de sus sesiones en prácticas sexuales explícitas con el
fotógrafo, validen el sometimiento al que se ven sujetas en una
supuesta decisión propia y empoderada, en una evidente adherencia al
sistema patriarcal que trivializa los abusos a las mujeres y al final
las culpa a ellas mismas de las agresiones contra ellas tanto en el
plano físico como mental, les resta legitimidad para denunciar la
violencia que han vivido.
Al referirse a las fotografías en que realiza sexo oral a
Richardson ella señala Oh, estoy totalmente expresándome a mí misma, y
esto es genial. " "Me encanta esa foto, y estaba como, "Me veo tan sexy
en esta foto, pero ¿Por qué tanta felicidad en convertirse en
mujer-objeto?
Es un autoengaño el que hace la asistente de Richardson al
señalar que una de las imágenes en que se encuentra practicándole sexo
oral al fotógrafo con la frase SLUT (prostituta) pintado en su frente
ha sido de su total invención, como si el hecho de que ella misma se
cosifique restara la sujeción y la misoginia a la puesta en escena.
Parece que se ha educado mediante diversos dispositivos
culturales para que las mujeres gocen de su propia subordinación, de
que otro sea superior a ellas y que disfruten de una sexualidad
engañosamente libre al posicionarse como objetos.
No me extraña que Richardson dijera a los medios: No tengo
ningún remordimiento sobre el trabajo, pero obviamente nunca he querido
que alguien se sienta así. Nunca fue mi intención. Pero la gente hace
cosas y luego se arrepiente y eso no tiene nada que ver conmigo
Como señalara la escritora y cineasta francesa Virginie
Despentes: Voluptuosa y excitante, resulta también perjudicial: que
nos atraiga lo que nos destruye nos aparta siempre del poder.