El PAN decide no atacar a EPN

Serpientes y Escaleras

Salvador García Soto

La noche del lunes pasado —cuando ya habían cerrado su negociación con el gobierno y el PRI para aprobar a Eduardo Medina Mora como ministro de la Corte— la cúpula del PAN acordó “no radicalizar su postura ni ataques a Enrique Peña Nieto” de cara a las próximas elecciones de junio, pues según dirigentes nacionales, gobernadores y líderes parlamentarios, a Acción Nacional “no le conviene” agudizar la crisis de confianza ni la debilidad del Presidente.

A esa conclusión llegó la plana mayor de Acción Nacional tras una encerrona de varias horas en la sede nacional del partido, en la Colonia del Valle, a la que llegaron, entrada la tarde del lunes 9 de marzo, los gobernadores Rafael Moreno Valle, de Puebla, y Miguel Márquez, de Guanajuato; los líderes parlamentarios Ricardo Anaya y Fernando Herrera; además de líderes locales como Miguel Angel Yunes, de Veracruz; entre otros, convocados todos por el dirigente nacional, Gustavo Madero, quien encabezó el cónclave. 

El principal tema a discutir era la posición del PAN de cara a la crisis de imagen y credibilidad que enfrenta el gobierno de Peña Nieto. Con base en encuestas y sondeos internos que presentó Madero, se discutió si el partido blanquiazul debía o no aprovechar la coyuntura de debilidad presidencial en sus próximas campañas para mejorar su posicionamiento y si la estrategia de campaña debía ser un ataque frontal contra Peña, que incluyera los señalamientos de corrupción a su círculo más cercano. 

Según los sondeos panistas hay estados donde la popularidad del Presidente ya está por debajo de 30% —23 puntos en San Luis Potosí— por lo que enfocar sus campañas en cuestionar a Peña Nieto sería muy redituable. En la discusión cupular se dividieron las opiniones: una parte, encabezada por Ricardo Anaya, sugería radicalizar los ataques al gobierno peñista para arrebatar votos al PRI y ganar tanto diputaciones federales como gubernaturas en junio; pero la posición contraria fue defendida por Gustavo Madero y el gobernador Rafael Moreno Valle: no atacar directamente al Presidente. 

Madero y Moreno Valle sustentaron su propuesta de no radicalizarse contra Peña en encuestas que arrojaban que quien más estaba creciendo con la caída del PRI y de la popularidad presidencial no era el PAN, que ha ganado entre 6 y 7, sino Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena, que en los sondeos presentados en el cónclave azul aparecía ya con 10 puntos de intención del voto, incluso por encima del PVEM. 

“Si nos lanzamos a atacar con todo al Presidente y radicalizamos las denuncias de corrupción y crisis económica, a quien beneficiamos es a Morena y a López Obrador, más que al PAN”, expuso Madero con base en las encuestas. Incluso, respaldado por Moreno Valle, Madero advirtió que si en este momento Morena ya tenía 10 puntos por sí solo, a eso se podían sumar 16 puntos de Andrés Manuel y “para el 2018 ya tenemos un candidato con 26% de intención del voto”. 

Al final se impuso la posición de Gustavo Madero y Moreno Valle. Los panistas, que en esos momentos (lunes 9 de marzo por la noche) ya habían negociado en el Senado la aprobación de Medina Mora como ministro de la Corte —a cambio de “protección” para el gobernador de Sonora, Guillermo Padrés— optaron por suavizar sus campañas y no radicalizar sus ataques a Peña Nieto en aras, dijeron, de no beneficiar indirectamente a López Obrador y su partido. 

NOTAS INDISCRETAS… Mientras en el Canal Judicial estalla un escándalo por la destitución del periodista Enrique Rodríguez (ex reportero de Televisa) y miembros de su equipo, en medio de investigaciones por drogas y denuncias de acoso sexual, en el canal de otro poder, el del Legislativo, buscan director. Tres aspirantes analiza la Comisión Bicamaral para el Canal Legislativo: el periodista Rafael Cardona; la ex diputada del PAN, Heidi Storsberg, y el comunicador Igor Herrera. Veremos cómo terminan ambos casos, la escandalosa investigación del Canal Judicial y el relevo en el Canal Legislativo… La Cumbre de Negocios “Bussines Summit” regresará a Guadalajara en octubre próximo, con la participación de líderes, académicos y CEO´s de gobiernos y empresas del mundo. El anuncio lo hicieron el gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, y el presidente de la Cumbre para México, Miguel Alemán. La agenda de esta cumbre de negocios, la más importante de América Latina, tendrá que ver con la implementación de las reformas del gobierno mexicano, como la energética y de telecomunicaciones, dijo el gobernador Sandoval, quien recordó que en su pasada edición en la capital tapatía, en 2013, esa reunión dejó inversiones por más de 500 millones de dólares en el estado, por lo que pidió a empresarios, autoridades y académicos impulsar la innovación y proyección de la entidad… Paran los dados. Sigue la Serpiente.

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