(Fotos: Twitter/Cuartoscuro)
“No
me consultó. Jamás me pidió mi punto de vista y menos mi respaldo. Le
habría dicho que no. La responsabilidad es mayúscula y las capacidades
institucionales me parecen muy limitadas. No, por ella; no, por el amor
fraternal que le tengo”, comienza el artículo de Leopoldo Gómez,
hermano de Arely Gómez, publicado este martes en Milenio, titulado “La gravedad de la sangre”.
“Nunca se me hubiese ocurrido tratar de influir en una decisión así.
Ni en ella ni en otros. Nos une la sangre. Pero cada quien tiene su
propia carrera. Más larga la de ella que la mía, por cierto. Cada uno
tiene un balance por el cual responder. Aciertos y errores. Son los de
cada quien”, continúa el vicepresidente de Noticieros Televisa y ex conductor del programa Tercer Grado.
“Nadie puede dar un solo dato que vincule nuestras trayectorias; ni
en forma personal ni institucional. Esa es la verdad. Pero para algunos
eso es lo que menos importa”, asevera.
“Cándida o intencionadamente hay quienes en la prensa le cargan mi filiación profesional. Al hacerlo ignoran o pervierten los más elementales cánones del periodismo”, sostiene.
“Habría que documentar la conexión, dar el dato duro que muestre que me debe algo en su carrera o que en cualquier forma o capacidad ha sido mandataria de mis intereses. ¿Dónde está la prueba? No la hay”, asegura.
“La sangre no es suficiente. Lo saben sobre todo quienes pretenden
ser modelo de periodismo moderno. Aún así lo pasan por alto. Qué
importa si la falta le arrebata a alguien el derecho a una identidad y
una vida propias”, agrega Leopoldo.
Arely Gómez fue ratificada el lunes, por unanimidad en la Comisión
de Justicia, como la próxima titular de la PGR. Aún falta que la valide
el pleno del Senado, lo que podría ocurrir este mismo martes.
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