Martín Esparza reclamó a los Senadores aprobar reformas que sirven únicamente a intereses de empresas transnacionales.
lasillarota.com
Apenas
si llegué a la avenida Paseo de la Reforma de la ciudad de México para
acompañar el mitin convocado por cientos de organizaciones y vi con
asombró que las calles se desbordaban de trabajadores que protestaban
contra la Cámara de Senadores.
La concentración se había convocado a las 12 horas del martes 3 de
marzo y eran miles de personas las que se reunían media hora antes de
lo previsto. Estaban molestos por un dictamen apresurado de comisiones
de la Cámara de Senadores que pretende anular el derecho de huelga y la
contratación colectiva de tajo, ni más ni menos
Más me impactó ver reunidos grupos sindicales que han marchado
separados y ahora unían sus esfuerzos para detener la intentona de
afectación de los derechos de los trabajadores de organismos
descentralizados y autónomos de la ciudad de México: la Unión Nacional
de Trabajadores (UNT), la Coordinadora Nacional de Sindicatos
Universitarios de Educación Superior e integrantes de la Nueva Central
Sindical.
Unos y otros se abrazaban y acordaban tomar acciones conjuntas,
hasta las últimas consecuencias, para no permitir que la reforma
política en la ciudad de México trajera como consecuencia la anulación
de los derechos colectivos de miles de trabajadores.
Vi al dirigente del STUNAM, Agustín Rodríguez Fuentes, quien reunió
a miles de sus agremiados, convencido que esta intentona de diversos
grupos parlamentarios no pasaría por ningún motivo. Que si bien el
artículo tercero de la Constitución en su fracción VI establece que los
trabajadores universitarios se rigen por el artículo 123 apartado A,
está consciente que un retroceso en la ciudad de México en los derechos
laborales significaría un grave retroceso para todos los trabajadores
del país. Dijo con firmeza, que el derecho de huelga se defenderá con
la huelga misma. Enfático afirmó que los trabajadores están dispuestos
a todo lo que sea necesario para evitar que este intento de las fuerzas
regresivas del país tenga éxito.
Integrantes del Sindicato de Telefonistas, del Mexicano de
Electricistas, de la Red de Transporte de Pasajeros, del Instituto de
Educación Media Superior, de la Universidad de la Ciudad de México, del
Servicio de Transportes Eléctricos, del Colegio de Bachilleres, del
Colegio de Posgraduados, del Sindicato Independiente de la Universidad
Autónoma Metropolitana, del Sindicato de la Jornada, de Chapingo, del
Suterm, del Nacional Monte de Piedad y otros más, reunieron en esa
concentración más y más trabajadores.
No había visto una concentración de ese tamaño, convocada en corto
plazo en tiempos recientes, ni aún en las protestas contra las reformas
a la ley federal del trabajo ni contra las reformas estructurales.
Todas las fuerzas sindicales independientes unidas mostraron ejemplo de
unidad, comparada con la dispersión de los partidos políticos llamados
de izquierda quienes pelean cada uno por su lado y muy lejos de las
demandas ciudadanas, para dar oportunidad a partidos como el PRI, el
Verde y el PAN para avanzar en la entrega del país.
Vi con aliento que abogados laborales como José Luis Vega, Héctor
Barba, Oscar Alzaga y Alfonzo Bouzas nos reuniéramos junto a miles de
trabajadores para apoyar sus demandas. El sol pegaba con todo pero los
trabajadores no se movían, nadie nos movíamos.
Escuché reclamos que ésta pretendida reforma constitucional para
anular el derecho de huelga y contratación colectiva buscaba
desaparecer de facto el artículo 123 constitucional. De los peores
intentos para imponer una dictadura laboral.
Humberto Montes de Oca de la Nueva Central dijo que no permitirían
que una reforma de esta naturaleza se concretará porque forzaría a los
salarios bajar más y más ante en una crisis que solo pagan los
trabajadores.
Al término de la concentración se avisó que senadores recibirían a
una comisión de los grupos de trabajadores inconformes. Senadores del
PRI, del PAN y del PT escucharon los reclamos de los representantes de
trabajadores. Martín Esparza reclamó a los Senadores aprobar reformas
que sirven únicamente a intereses de empresas transnacionales, que
permite más despidos y ahoga en la miseria a los trabajadores.
Agustín Rodríguez Fuentes a nombre de la UNT solicitó se retirara
esa propuesta de apenas tres líneas pero que significaba un enorme
retroceso para miles de trabajadores en sus derechos. Enrique Favela
del Sindicato de Telefonistas coincidió en la exigencia.
Casi al término de la reunión llegó el senador Alejandro Encinas,
antes del PRD y ahora independiente, quien apesadumbrado aceptó que el
dictamen que afectaba los derechos colectivos de los trabajadores fue
aprobado en comisiones y que había recibido una primera lectura de
aprobación pero que ante los reclamos se consensó con diversas fuerzas
políticas, incluidas la oficina de presidencia de la república y del
gobierno de la ciudad de México, que toda reforma política debería
excluir la afectación de los derechos laborales.
Yordani Padilla, líder del Situam, preguntó al senador que si ello
significaba el retiro del Transitorio Sexto del Dictamen del 14 de
diciembre de 2014 que anula el derecho de huelga y contratación
colectiva de trabajadores de organismos autónomos y descentralizados de
la ciudad de México. El senador Alejandro Encinas le dijo que su
respuesta la daba como responsable de la Comisión de Puntos
Constitucionales del Senado y que esa reforma lesiva a los trabajadores
no se aprobaría por los senadores de ninguna manera.
Los representantes sindicales mostraron su satisfacción ante esa
respuesta y manifestaron no bajar la guardia hasta ver realizado el
cambio prometido. Dijeron: queremos un nuevo dictamen y conocerlo
pronto porque “no confiamos”.
Correo: mfuentesmz@yahoo.com.mx twitter: @Manuel_FuentesM
No hay comentarios.:
Publicar un comentario