4/01/2015

EU transformará fuerzas armadas de México en ejércitos de ocupación; EPN es un servil: expertos


  
revoluciontrespuntocero.com

En casos de carácter internacional que impliquen la  participación del gobierno mexicano se requiere la aprobación del Senado de la República, hecho que Enrique Peña Nieto no ha respetado, afirma el senador Alejandro Encinas Rodríguez.
A inicios de 2006, Estados Unidos invirtió 660 millones de dólares en adiestramiento militar, con motivo de sus incursiones de “paz” y “estabilización” en diversos países de Medio y Próximo Oriente.
El gobierno americano ha mantenido como estrategia, que sus “socios” y/o “amigos” formen parte de sus aliados para combatir el terrorismo y participen en misiones de paz en el extranjero. Con esto el Departamento de Defensa de Estados Unidos podría cubrir varias zonas internacionales con aliados y así reducir la presencia de los soldados estadunidenses en esas tareas.
En el sexenio antepasado, aunque el canciller Luis Ernesto Derbez insistió en varias ocasiones que el ejército mexicano participara en dichas misiones de paz, argumentando que era una necesidad y apoyo a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el secretario de la Defensa Nacional, Gerardo Clemente Vega García se negó; uno de sus argumentos fue “se rechaza tal posibilidad, ningún general extranjero va a dar órdenes a soldados mexicanos”.
El tema no volvió a ser discutido hasta inicios del sexenio de Peña Nieto, quien a finales de septiembre del año pasado afirmó “México ha tomado la decisión de participar en las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, realizando labores de índole humanitaria en beneficio de la sociedad civil”.
Así fue como el mes pasado el gobierno mexicano envió 4 cascos azules a Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la ONU, 2 de ellos designados por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y 2 por la Secretaría de Marina (Semar), ambas instancias han dado a conocer que será de forma gradual como se incorpore un mayor número de soldados a esas acciones.
La zona en donde se encuentran dichos elementos de las Fuerzas Armadas mexicanas es Haití, donde la ONU busca estabilizar el país. También fungirán como observadores en la Misión de la ONU para el Referéndum del Sahara Occidental (Minurso), según la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y la Sedena.
Sobre el tema, Encinas Rodríguez enfatiza “el Ejecutivo Federal debe informar de qué manera ha participado el Estado Mexicano en la Coalición multilateral contra el Estado Islámico en Iraq y Siria y qué acciones ha emprendido en torno a este tema; la Secretaría de Relaciones Exteriores también debe informar con toda claridad en qué consistirá la participación de México en las Misiones de Paz de la ONU anunciada. ¿Cuál es fundamento jurídico a partir del cual decidió de manera unilateral participar en las Misiones de Paz de la ONU, sin haber consultado y solicitado la autorización del Senado de la República?”
Al mismo tiempo explica que en temas de carácter internacional donde sea posible una participación por parte del gobierno mexicano a través de su ejército, es necesaria la aprobación del Senado de la República, porque según Encinas Rodríguez, el Ejecutivo no tiene las atribuciones para intervenir en ese tipo de misiones, previo aviso al Congreso, discusión y finalmente la autorización del mismo”.
Fue el año pasado que se dio inicio a la conformación de una colación entre Estados Unidos y Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Dinamarca, Australia, Turquía, Canadá y Polonia para luchar contra el recientemente creado grupo terrorista ISIS; fue así como México, dentro de una lista de 60 países, manifestó su voluntad de participar en el desempeño de alguna tarea en esta campaña militar.
La senadora Angélica de la Peña Gómez asegura que la decisión de Peña Nieto “mantiene una clara violación a la Constitución y las formas diplomáticas, ya que primero debió enviar al Senado la propuesta de formar parte de las brigadas de la ONU”.
El senador Manuel Bartlett Díaz externó que “Enrique Peña Nieto no tiene facultades para autorizar que las tropas mexicanas participen con los cascos azules de la ONU, por lo que se debe ‘poner un freno’ a esa decisión y mantener el equilibrio de poderes”. Agregando “¿cuándo hemos analizado si nos conviene como país soberano irnos a meter a esa lucha que es entre poderes, donde están involucrados Europa y Estados Unidos?”.
“El envío de una persona o tropas completas es una idea por demás ridícula, además de que Peña Nieto viola la ley y pasa por encima de ésta y el Congreso; en un país sin justicia, democracia, y fragmentado por las cúpulas de poder, el gobierno en turno no puede juzgar acciones de otros países cuando él mismo ha demostrado haber construido ‘el fracaso mexicano’, sobre las bases de una política corrupta, una economía en crisis y una sociedad asesinada, maltratada y sometida por las fuerzas armadas”, responde la activista Rosalía Hernández.
Y agrega “el papel de México dentro de las misiones paz, no es más que maniobra de Estados Unidos, quieren transformar a las fuerzas armadas en ejércitos de ocupación. Y el ya manipulable y servil gobierno mexicano ha accedido a dichas peticiones a cambio de intereses personales y de cúpulas. Las misiones de paz en las que México busca participar, son la declaración oficial de que el país es enemigo de todo aquel que lo sea de Estados Unidos, porque hoy México puede fácilmente ser blanco de cualquier tipo de ataque”. 

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