Por: Emma Martínez
revoluciontrespuntocero.com
En casos de carácter
internacional que impliquen la participación del gobierno mexicano se
requiere la aprobación del Senado de la República, hecho que Enrique
Peña Nieto no ha respetado, afirma el senador Alejandro Encinas
Rodríguez.
A inicios de 2006, Estados Unidos invirtió 660 millones de dólares
en adiestramiento militar, con motivo de sus incursiones de “paz” y
“estabilización” en diversos países de Medio y Próximo Oriente.
El gobierno americano ha mantenido como estrategia, que sus “socios”
y/o “amigos” formen parte de sus aliados para combatir el terrorismo y
participen en misiones de paz en el extranjero. Con esto el
Departamento de Defensa de Estados Unidos podría cubrir varias zonas
internacionales con aliados y así reducir la presencia de los soldados
estadunidenses en esas tareas.
En el sexenio antepasado, aunque el canciller Luis Ernesto Derbez
insistió en varias ocasiones que el ejército mexicano participara en
dichas misiones de paz, argumentando que era una necesidad y apoyo a la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), el secretario de la Defensa
Nacional, Gerardo Clemente Vega García se negó; uno de sus argumentos
fue “se rechaza tal posibilidad, ningún general extranjero va a dar
órdenes a soldados mexicanos”.
El tema no volvió a ser discutido hasta inicios del sexenio de Peña
Nieto, quien a finales de septiembre del año pasado afirmó “México ha
tomado la decisión de participar en las operaciones de mantenimiento de
la paz de las Naciones Unidas, realizando labores de índole humanitaria
en beneficio de la sociedad civil”.
Así fue como el mes pasado el gobierno mexicano envió 4 cascos
azules a Operaciones de Mantenimiento de la Paz de la ONU, 2 de ellos
designados por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y 2 por la
Secretaría de Marina (Semar), ambas instancias han dado a conocer que
será de forma gradual como se incorpore un mayor número de soldados a
esas acciones.
La zona en donde se encuentran dichos elementos de las Fuerzas
Armadas mexicanas es Haití, donde la ONU busca estabilizar el país.
También fungirán como observadores en la Misión de la ONU para el
Referéndum del Sahara Occidental (Minurso), según la Secretaría de
Relaciones Exteriores (SRE) y la Sedena.
Sobre el tema, Encinas Rodríguez enfatiza “el Ejecutivo Federal debe
informar de qué manera ha participado el Estado Mexicano en la
Coalición multilateral contra el Estado Islámico en Iraq y Siria y qué
acciones ha emprendido en torno a este tema; la Secretaría de
Relaciones Exteriores también debe informar con toda claridad en qué
consistirá la participación de México en las Misiones de Paz de la ONU
anunciada. ¿Cuál es fundamento jurídico a partir del cual decidió de
manera unilateral participar en las Misiones de Paz de la ONU, sin
haber consultado y solicitado la autorización del Senado de la
República?”
Al mismo tiempo explica que en temas de carácter internacional donde
sea posible una participación por parte del gobierno mexicano a través
de su ejército, es necesaria la aprobación del Senado de la República,
porque según Encinas Rodríguez, el Ejecutivo no tiene las atribuciones
para intervenir en ese tipo de misiones, previo aviso al Congreso,
discusión y finalmente la autorización del mismo”.
Fue el año pasado que se dio inicio a la conformación de una
colación entre Estados Unidos y Gran Bretaña, Francia, Alemania,
Italia, Dinamarca, Australia, Turquía, Canadá y Polonia para luchar
contra el recientemente creado grupo terrorista ISIS; fue así como
México, dentro de una lista de 60 países, manifestó su voluntad de
participar en el desempeño de alguna tarea en esta campaña militar.
La senadora Angélica de la Peña Gómez asegura que la decisión de
Peña Nieto “mantiene una clara violación a la Constitución y las formas
diplomáticas, ya que primero debió enviar al Senado la propuesta de
formar parte de las brigadas de la ONU”.
El senador Manuel Bartlett Díaz externó que “Enrique Peña Nieto no
tiene facultades para autorizar que las tropas mexicanas participen con
los cascos azules de la ONU, por lo que se debe ‘poner un freno’ a esa
decisión y mantener el equilibrio de poderes”. Agregando “¿cuándo hemos
analizado si nos conviene como país soberano irnos a meter a esa lucha
que es entre poderes, donde están involucrados Europa y Estados
Unidos?”.
“El envío de una persona o tropas completas es una idea por demás
ridícula, además de que Peña Nieto viola la ley y pasa por encima de
ésta y el Congreso; en un país sin justicia, democracia, y fragmentado
por las cúpulas de poder, el gobierno en turno no puede juzgar acciones
de otros países cuando él mismo ha demostrado haber construido ‘el
fracaso mexicano’, sobre las bases de una política corrupta, una
economía en crisis y una sociedad asesinada, maltratada y sometida por
las fuerzas armadas”, responde la activista Rosalía Hernández.
Y agrega “el papel de México dentro de las misiones paz, no es más
que maniobra de Estados Unidos, quieren transformar a las fuerzas
armadas en ejércitos de ocupación. Y el ya manipulable y servil
gobierno mexicano ha accedido a dichas peticiones a cambio de intereses
personales y de cúpulas. Las misiones de paz en las que México busca
participar, son la declaración oficial de que el país es enemigo de
todo aquel que lo sea de Estados Unidos, porque hoy México puede
fácilmente ser blanco de cualquier tipo de ataque”.
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