Pedro Echeverría V.
1. El Banco Mundial publicó ayer: "La pobreza en México no ha disminuido en los últimos 20 años, es la misma que en 1992. Medidos a partir de su ingreso, el número de mexicanos en extrema pobreza –con un ingreso diario que es insuficiente para adquirir una canasta básica alimentaria– se ubicó en 23.1 millones de personas, la cifra más elevada desde 1988. Mientras, en la clasificación de pobreza moderada
se encuentra un universo de 61.4 millones de mexicanos, la mayor cantidad desde 1996". (La Jornada, 23/IV/15) En México somos 120 millones de habitantes y de ellos –con datos conservadores- 84.5 millones vivimos en la pobreza y la miseria. No nos sorprende, es el dato que manejamos desde hace años que ahora se confirma.
2. ¿Por qué carajos, cuál es la causa, que el pueblo con miseria y hambre sufra años, décadas, siglos, soportando junto a sus familias opresión, desnutrición y muertes sin rebelarse, sin hacer una revolución que acabe con el capitalismo que lo somete? Lo que sucede es que nos olvidamos que esas decenas de millones de pueblo –para soportar esa terrible carga de siglos- se le obliga a mantener llena su cabeza de una educación ideológica que recibe cada segundo en el TV (futbol, novelas, nota roja, entretenimiento); en la iglesia (resignación, felicidad en el cielo), en la escuela y la sociedad. ¿Cómo carajos pensar en una rebelión para liberarse si hasta en su pequeño tiempo libre la clase dominante lo bloquea para no tener tiempo para meditar?
3. El estudio del Banco Mundial (aunque conservador porque estar al servicio del imperio de los EEUU) señala que en términos absolutos, la población en pobreza moderada creció de 47 millones de personas en 1994 a 64 millones en 1996; 46.5 millones en 2006 y 61.4 millones en 2012. Particularmente la población considerada en extrema pobreza aumentó de 19 millones en 1994 a 34.7 millones de personas en 1996; bajó a 15.1 millones en 2006 y, nuevamente, subió a 23.1 millones en 2012. Es decir, la pobreza y la miseria no contienen datos permanentes en los mismos sectores y lugares, pero de manera global cuando baja la pobreza algún año porcentualmente festinando el gobierno, sube inmediatamente el año siguiente a veces el doble, pero se trata de silenciar.
4. La miseria y la pobreza se encuentra en todos los pueblos y ciudades del país, aunque las estadísticas mexicanas oficiales tengan clasificaciones precisas: los estados de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Michoacán, Hidalgo, son los más pobres y los estados de la frontera norte, así como Jalisco, el Estado de México y el DF, son los que más recursos poseen. La realidad es que en cada pueblo y en cada ciudad los porcentajes de pobreza y miseria son similares, sólo que en algunos lugares es más evidente y en otros buscan esconderse al turismo tras grandes bardas. Cada ciudad cuenta con zonas de reservas: las Lomas de Chapultepec y Polanco (donde vive el presidente y secretarios de Estado), no son lo mismo que la zona oriente y norte del DF donde mal vive el pueblo.
5. La Canasta Básica Alimentaria (CBA), que se conoce como una variedad de alimentos (mínimo alimentario a partir de un patrón de consumo) para satisfacer las necesidades de calorías de un hogar promedio, cada año es más difícil de obtener. Está compuesta de lácteos, carnes (pollo, cerdo, ternera), huevos, frijol, lentejas, maíz, arroz, pan, pastas, azúcares y demás. La realidad es que, de acuerdo a estudios de la UNAM, en 1987 se adquiría con cuatro horas de trabajo; en 2006 con más de 13 horas y el año pasado con casi 23 horas de labor. Es decir los productos que componen la canasta básica han subido de precio tres o cuatro veces, en un 300 a 400 por ciento, mientras los salarios han quedado estancados o se han levantado en menos del 20 por ciento.
6. Si los miserables ingresos del 80 por ciento de la población no alcanzan para adquirir lo mínimo de alimentación para una familia de cinco o seis miembros, menos puede alcanzar para para pagar la renta, el agua, la luz, el gas doméstico, el trasporte, el vestido o para la escuela de los niños. ¿Cómo no enredarse con una televisión si es la droga necesaria para la enajenación y el entretenimiento, para olvidarse de los problemas? Con base en esa realidad que publica el BM, mucha gente no tan manipulada por los medios de información, puede entender el crecimiento exagerado de la migración a EEUU, del trabajo informal, de lo que se llama "ilegal", del ambulantaje, de los asaltos, de los robos y la delincuencia. ¿Cómo asegurar que la familia, sobre todo que los hijos, tengan que comer?
7. Por ello estos informes del Banco Mundial, del FMI o de la OCDE, sirven realmente de poco. Son de utilidad para difundir su conocimiento y para hacer comentarios pero trasciende muy poco en el 99 por ciento de los hogares donde toda la familia está alrededor del aparato que con técnicas modernas hace penetrar su veneno ideológico. Dicen por aquí que "no hay mal que dure 100 años ni cuerpo de la aguante"; lo que sucede es que es un dicho muy viejo, de cuando la televisión no llegaba –como hoy- al 95 por ciento de los hogares. Algunas veces pienso que es menos peor para extender la lucha social un desgobierno total como el de Peña Nieto. ¿Qué pasaría si lo sustituyera un gobierno totalmente fascista que impusiera un abierto Estado de Sitio? (23/IV/15)
En México somos 120 millones de habitantes y de ellos 84.5 millones, -la mayoría- padecen miseria, hambre, opresión, desnutrición y muertes sin rebelarse, porque se le obliga a mantenerse hipnotizados cada segundo CON LA TV (futbol, novelas, nota roja, entretenimiento); en LA IGLESIA, (resignación, felicidad en el cielo), en la ESCUELA y LA SOCIEDAD (Ideogilización y temor). ¿Cómo carajos pensar en una rebelión para liberarse si hasta en su pequeño tiempo libre SUS AMOS los MANTIENEN IDIOTIZADOS?
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