DESDE LA LUNA DE VALENCIA
Por: Teresa Mollá Castells*
Aunque
el nombre de este artículo pueda parecer un galimatías, no lo es en
absoluto. Es coherente con lo que voy a expresar. En el Estado español y
en lo que llevamos del año se han producido 71 casos de feminicidio y
asesinatos, y todavía no hemos acabado septiembre. Y sólo hay silencio
por parte de quienes gobiernan nuestros destinos desde el ámbito del
Estado.
Ya lo he dicho en muchas ocasiones: estoy convencida de que para esta
gente necia y aunque no puedan permitirse decirlo en público, las vidas
de las mujeres son, simplemente, vidas de segunda categoría. Y así
actúan ante esta sangría de asesinatos que se han producido y que,
desgraciadamente, se seguirán produciendo.
No está en su agenda política la protección de las mujeres como
potenciales víctimas de este tipo de terrorismo, que ya ha asesinado
mucho más que ETA u otros grupos terroristas. Pero no pasa nada. Nunca
pasa nada cuando de la vida de las mujeres se trata.
Y no pasa nada porque se han naturalizado tanto las violencias que se
ejercen contra las mujeres en todos los ámbitos, que es como si ese
estado de cosas fuera normal, natural.
Las estructuras de poder político, social, económico, etcétera, generan
desigualdades entre mujeres y hombres (todavía hoy) que son importantes y
en todos los sectores.
Y, por tanto, esas desigualdades (acceso al mercado laboral, a
promociones laborales, a estar en la vida política sin ser utilizadas y
recambiables, acceso a la educación libre de sexismos, al derecho a una
salud integral y específica, etcétera) generan en sí mismas una
tipología de violencia mucho más silenciosa pero, al tiempo, mucho más
perversa.
Es la violencia estructural. Una violencia silenciosa y naturalizada que
va impregnando los códigos de transmisión de pensamientos y valores en
los que nos socializamos hasta el punto que los micromachismos pueden
llegar a ser considerados como más o menos “normales” y por tanto
aceptables.
La violencia estructural se esconde en todos los ámbitos de nuestra
vida. Está ahí, despreciando las vidas de mujeres y niñas al haberlas
colocado como subsidiarias a las de los hombres que son quienes
mayoritariamente siguen ostentando los poderes y ejerciéndolos como aves
de rapiña cuando alguna de nosotras llegamos, nos plantamos y afirmamos
que estamos aquí para quedarnos.
Para ello y a través de un férreo sistema diseñado por el patriarcado,
buscan desunirnos para impedir que nos reconozcamos como iguales y nos
unamos para parar, entre otros temas, esta sangría de vidas de mujeres
con la que pretenden hacernos desistir de nuestros intentos por mejorar
nuestras condiciones de vida, y por atrevernos a exigir una vida digna y
sin violencias.
Pero, pese a las complicaciones, en esta ocasión como en otras
anteriores con nuestras predecesoras, se han equivocado. Las
organizaciones feministas y mujeres en particular estamos exigiendo
medidas concretas para erradicar este tipo de terrorismo que nos asesina
por ser mujeres.
Lo llevamos haciendo muchos años, y como consecuencia de ello hace 11
años se aprobó la Ley Orgánica 1/2004 sobre Protección Integral contra
la Violencia de Género. Y se aprobó por unanimidad.
Pero ante la inacción de este desgobierno, al que lo único que le
interesa de las mujeres es que sigamos pariendo como deber y no como
voluntad, como han demostrado recientemente con la modificación de la
ley del aborto dejando a las mujeres jóvenes de 16 y 17 años sin derecho
a decidir sobre su propio cuerpo, las organizaciones feministas y
mujeres y hombres que se sienten feministas, hemos reaccionado y vamos a
salir de la calle para exigir alto y claro que se tomen medidas para
que dejen de asesinarnos, para exigirle al presidente del gobierno
español, Mariano Rajoy, y al resto de líderes políticos que nuestras
vidas de mujeres no se tocan, que nuestros cuerpos de mujeres no se han
de prostituir para lucro de proxenetas y mafias que comercian con
nuestras vidas y nuestros cuerpos.
Que cada ASESINATO de una mujer o de sus hijas e hijos es un enorme
fracaso político que les debería remover las conciencias e impedirles
dormir por las noches. Que con cada ASESINATO arrebatan la vida de seres
humanos libres y con derechos que ellos y ellas no protegen.
Y por ello y por muchos motivos más EXIGIMOS que este tema sea una
cuestión de Estado prioritaria, porque no queremos ser asesinadas,
maltratadas y prostituidas por ser mujeres.
Porque queremos vivir una vida sin violencias de ningún tipo. Porque
queremos ir desmontando las mentiras del patriarcado, y por tanto ir
eliminando las violencias estructurales que permiten este y otros tipos
de violencias asesinas.
Porque sabemos quiénes están detrás de la perpetuación de estas
violencias y que necesitan mantenerlas para sus propios intereses.
Porque con cada silencio en cada uno de los asesinatos de mujeres y sus
hijos, el grado de complicidad con los terroristas machistas aumenta y
se hace más imperdonable la ausencia de medidas urgentes para prevenir y
erradicar este tipo de terrorismo machista.
Porque con cada nueva medida que se toma para recortar recursos
destinados a educar, formar y preparar a quienes vienen detrás en una
vida libre de violencias, es un atentado contra el derecho humano
esencial: el derecho a una vida digna y libre de todo tipo de
violencias.
Más de 150 asociaciones feministas y muchas personas, mujeres y hombres
comprometidos con el feminismo y con una vida libre de violencias hemos
decidido convocar a una gran marcha contra las violencias machistas, que
será el próximo 7 de noviembre en Madrid.
Debemos inundar la capital con nuestras denuncias y con nuestras
exigencias a una vida libre de violencias machistas de todo tipo. El #7N
#YoVoy a #Madrid para exigir que el #TerrorismoMachista sea una
#CuestióndeEstado, porque #NosQueremosTodas y que no haya #NiUnaMenos.
Debemos alzar de forma potente, clara y contundente nuestra voz ante los
asesinatos de mujeres y niñas, y contra todo tipo de violencias
machistas porque no somos ciudadanas de segunda. Pero sobre todo debemos
hacerlo porque TENEMOS DERECHO A UNA VIDA DIGNA Y SIN VIOLENCIAS
MACHISTAS.
Yo estaré en #Madrid el #7N porque no quiero que haya #NiUnaMenos y porque #NosQueremosTodas.
¿Y tú, vendrás a alzar tu voz y a exigir una vida digna y sin violencias machistas, o serás cómplice con tu silencio?
*Corresponsal en España. Comunicadora de Ontinyent.
Cimacnoticias | España.-
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