Los desaparecidos en México dejaron de ser personas para convertirse en un conteo mensual o sexenal porque poco o nada de sabe sobre sus vidas. Sin embargo, medio
centenar de periodistas buscaron cambiar ese discurso y darle rostro a
un número a través del libro “Ayotzinapa. La travesía de las tortugas”,
donde escriben las historias de los 43 estudiantes de la normal Isidro
Burgos antes de ser desaparecidos el 26 de septiembre de 2014.
A casi un año de la noche trágica y con una investigación que no ha conseguido dar con el paradero de los estudiantes, “olvidamos lo esencial, saber quiénes eran ellos”, dijo Héctor de Mauleón; por eso, este libro pretende “devolverle a esos números una vida,
una historia, un lugar, un entorno, unos familiares, un origen, unos
sueños, una lucha, una búsqueda”, aseguró el autor del prólogo.
Desde hace siete meses, 46 reporteros, 15 fotoperiodistas y 3 editores de diferentes medios de comunicación e independientes conformaron el colectivo “Marchando con letras” para hacer el perfil de cada uno de los estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, Guerrero.
“Ante la tragedia, los periodistas decidimos unirnos para aportar algo porque hacer memoria también es una forma de hacer justicia”, dijo la periodista Mónica Ocampo, coordinadora del proyecto.
Aseguró que el libro fue posible gracias a que
cada integrante del colectivo donó su tiempo, financió la investigación
realizada en Guerrero y otros estados de donde los estudiantes son
originarios y entrevistaron a las familias, los amigos y maestros que convivieron con los normalistas antes de su desaparición.
Los
padres, en algunos casos, fueron reticentes con los periodistas, como
confesó Emiliano Navarrete, padre de José Ángel Navarrete. “Hablar de mi hijo me sigue partiendo el corazón”,
por eso, para dar entrevistas y contar la historia de su hijo a quien
no ha dejado de buscar desde hace 12 meses, “tuve que trabajar conmigo
mismo en todos los sentidos”, dijo durante la presentación del libro.
Cada
uno de los reporteros habló con los padres de los normalistas,
visitaron sus casas y los lugares que frecuentaban. Conocieron los
dramas que enfrentan las familias después de la desaparición, como dijo
Clemente Rodríguez, padre de Cristian, “si este libro pudiera hablar, si este libro pudiera llorar, son las lágrimas de cada uno de los padres. Aquí está la historia de mi hijo y fue doloroso contarlo, pero también de mucho coraje contra el gobierno”.
En
el acto realizado en el Centro Pro, la periodista Carmen Aristegui,
aseguró “contribuye a mantener con vida la llama y la memoria”, después
de la “frase deleznable” en que se convirtió la “verdad histórica” con
la que se pretendió “dar carpetazo”.
Durante su participación, Rafael Rodríguez Castañeda, director de la revista Proceso, afirmó que “Ayotzinapa le cambia la vida a quien se atreve a mirar su rostro, a quien se atreve a afrontarse con el dolor de madres y padres que lo perdieron todo”.
Para el director del Centro Pro, Mario Patrón, el proyecto periodístico puso “en el centro a las víctimas
y eso es alentador y da esperanza”. Los perfiles de los jóvenes buscan
“reconocer las vidas de manera individual en lugar que se disuelvan en
la masividad”.
El libro es editado por Proceso y podrá adquirirse en librerías y puestos de revistas. Todos los integrantes del colectivo acordaron donar las regalías a las familias de los 43 estudiantes desaparecidos el 26 de septiembre de 2014.
Con la autorización de Proceso Ediciones, Animal Político reproduce fragmentos de tres de los textos que forman parte del libro.
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