9/08/2015

Los periodistas pal café. . . . .



Es la ruta histórica de la simulación política mexicana: discursos vehementes en la proclamación de compromisos y objetivos, solidaridad cuando menos salival con las causas y dolencias populares, indignación con los excesos del poder aunque el indignado sea el jefe de esa pirámide abusiva, ganancia del terapéutico tiempo que todo lo sana y permite que nuevos escándalos desplacen a los anteriores, judo malévolo que trata de aprovechar el empuje de las protestas para convertirlas en fideicomisos, comisiones legislativas especiales, nuevos peritajes, incorporación de las denuncias a la burocrática paginación oficial y la clara apuesta a la desmemoria, la manipulación mediática y la desidia cívica.
El principal interesado en que se llegue a la verdad respecto de los 43 normalistas desaparecidos es, desde luego, el propio Enrique Peña Nieto. Faltaba más. Así lo hace saber durante la inauguración de obras viales en la Puebla del góber Bala, Rafael Moreno Valle, que sigue usando cuanto recurso puede en promover su candidatura presidencial panista para 2018, acompañado del inamovible secretario de OHL y demás cuentas comisionables, el secretario porcentual de comunicaciones y transportes, Gerardo Ruiz Esparza, y de la anterior secretaria de desarrollo social-electoral, Rosario Robles, ahora colocada en la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), que antes ocupó ni más ni menos que Jesús Murillo Karam, el creador de la sicópata fabulación sobre lo sucedido casi un año atrás en Iguala y en Cocula.
Peña Nieto recuerda que fue su propio gobierno el que aprobó la creación del grupo interdisciplinario que ahora ha derrumbado la verdad histórica proclamada por el siempre mendaz Murillo Karam. Agradece a esos expertos independientes el que hayan aportado mayores elementos para esclarecer tales hechos, y anuncia que será el propio ente acusado de falsear criminalmente una investigación (la PGR, dirigida entonces por el fabulador Murillo y ahora por la televisiva Arely Gómez) el que habrá de valorar la incorporación de estas investigaciones de los citados expertos. Cierto, hay algunas diferencias de las diligencias realizadas entre la procuraduría (como la diferencia entre el cielo y la tierra, entre una verdad histórica y una mentira histórica), pero, pues, hombre, éstas podrán superarse con nuevos peritajes que nos permitan tener mayor certeza de lo ahí acontecido. Ah, perfecto.
Esas dominantes tendencias al engaño bárbaro forman parte de la genética política del grupo en el poder. Fueron mostradas con crudeza en el caso de la niña Paulette, supuestamente encontrada en el colchón de su propia cama, en un episodio de narrativa absolutamente inverosímil, casi un experimento desde el estado de México para medir la dimensión del abatimiento cívico ante mentiras tan evidentes. El propio Murillo Karam también había ofrecido en febrero de 2013 un adelanto de sus dotes explicativas al asegurar que el estallido en unas oficinas de Pemex en la capital del país, en enero de ese año, había sido producido por una acumulación de gases en el sótano del inmueble. En aquella ocasión también echó mano de verborrea presuntamente técnica y científica, con la misma desfachatez luego vista en el caso de Ayotzinapa. Incluso, en aquella ocasión bromeó respecto de una maleta negra encontrada en el lugar: lo único que encontramos dentro es lo más peligroso para el hombre: cosméticos de mujer.
Por otra parte, la acumulación de irritantes problemas sin resolver tendrá como siguiente escaparate, aparentemente público, el de la ceremonia del Grito de Independencia, en una Plaza de la Constitución de la ciudad de México que si fuera dejada a la libre concurrencia y a la libre expresión muy probablemente arrojaría una sentencia sonora altamente desfavorable para Enrique Peña Nieto. Durante varios años ese riesgo de abucheos ha sido contrarrestado mediante el relevo parcial de la asistencia netamente popular por grupos solidarios con el gobierno en turno o cuando menos no tan predispuestos a hacer críticas a los hombres del decadente poder.
Dado que cada vez son menos numerosos esos grupos civiles proclives a lo oficial e incluso algunos acarreados suelen aprovechar la multitud para expresar alguna forma de disidencia, los ocupantes recientes de la Presidencia de la República, como Felipe Calderón y, ahora, Peña, han aumentado las cuotas de asistencia asignadas al último reducto de obediencia, justamente el militar, de tal manera que el Zócalo capitalino ha ido llenándose progresivamente de elementos de las fuerzas armadas que con sus familias garantizan al acto patrio un transcurrir sin incidentes.
Pero el grado de desaprobación que diversas encuestas adjudican al Orgullo de Atlacomulco hizo temer a los organizadores de la celebración independentista que no haya suficiente público acrítico, así que se ha echado mano de un grupo musical muy popular, La Arrolladora Banda El Limón, para que amenice la fiesta del próximo 15. En previsión de que el público capitalino no sucumba a esa invitación musical, en las redes sociales se han ofrecido paquetes turísticos para asistir al Grito en el Distrito Federal y escuchar a la Arrolladora. En algunos casos se ofrecen 500 pesos a quienes asistan a tal Grito incentivado.
Todo ello generó la exigencia en Internet de que dicha banda no se preste a las maniobras de relleno, a lo que la organización musical respondió que a pesar de entender las quejas y saber que tienen razón, habrán de cumplir su compromiso. Ante ello, se produjo la etiqueta #BoicotALaArrolladora. De cualquier manera, la escenografía masiva sólo servirá para tomas televisivas sin mayor contexto, a la par que la tecnología de sonorización estará lista para anular cualquier expresión de descontento en un Grito que un segmento de mexicanos considera que hoy, como en su origen, debe ser contra el poder y sus insoportables excesos. ¡Hasta mañana, con los familiares de los 43 analizando el posible formato de su nueva reunión con EPN!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Hernández, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx


El micrófono oficial divulga que sólo con mejores empleos y salarios es posible dejar atrás la pobreza y superar la inequidad, y que, por lo mismo, el gobierno peñanietista registra buenos resultados en todos esos renglones.
Sin embargo, más allá del autoelogio y la fatua propaganda, la propia información oficial revela que la generación de empleo formal ha sido insuficiente (sólo se ha cubierto 44.5 por ciento de la demanda anual de plazas formales, sin considerar rezago histórico), que el poder adquisitivo de los salarios se mantiene en niveles raquíticos, que la falta de equidad es norma en este país y que, en fin, la pobreza se ha incrementado.
Resulta imposible que un país salga adelante a golpe de propaganda, pero en Los Pinos y áreas dependientes insisten –acumulan seis gobiernos al hilo– que ese es el camino correcto. Pero lejos de las áreas gubernamentales el análisis de la realidad laboral en el país sí es serio, como el del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), del que se toma la siguiente numeralia. Va pues.
La precarización laboral es una falla estructural que causa pobreza. Las cifras de ocupación y empleo acumuladas hasta el primer semestre de 2015 constituyen una situación paradójica: si bien la reducción de la desocupación (que no del desempleo) es un factor positivo, aunque muy limitado (de 4.9 por ciento en 2014 a 4.6 en 2015), el problema radica en que la mayor empleabilidad se da en un contexto poco propicio para el bienestar y desarrollo de la población.
La ocupación en el país se ha generado para la población con menor nivel de instrucción: mientras en 2012 la proporción de personas desocupadas con secundaria completa y educación media superior y superior representaba 73.2 por ciento, para 2015 se incrementó a 78.7 por ciento. A mayor nivel académico, menor empleo. Por tanto, el avance de la ocupación se ha traducido en un retroceso en términos de la movilidad social: tener mayores grados de estudios no garantiza una ocupación, problema que se ha profundizado durante 2015.
Lo anterior es producto del bajo crecimiento económico: se genera escaso valor agregado que rechaza a personas con mayores estudios y cualificaciones. También es responsabilidad del modelo maquilador de México: se importan productos para reexportarlos, sin darle valor agregado a la economía mexicana, al tiempo que desplaza a la gente del país que genera innovación y desarrollo tecnológico.
Los bajos salarios constituyen un segundo elemento que evidencia un entorno adverso para la población ocupada. La creación de ocupación entre 2012 y 2015 se dio en el rango de ingresos que no superan los tres salarios mínimos. La mayor proporción se tuvo entre uno y dos salarios mínimos. Con la información disponible hasta el primer semestre de 2015, y contabilizando la información promedio de un año, se puede observar que las mayores oportunidades de empleo y ocupación no superaron el ingreso de dos salarios mínimos. Por el contrario, se puede observar una destrucción de empleo y ocupación para las personas que ganaron más de tres salarios mínimos.
Un elemento adicional a considerar es el metodológico. De la nueva ocupación generada, cerca de un millón se encuentra catalogada como no especificada, lo cual limita las decisiones en términos de política pública orientadas a mejorar las condiciones del entorno en cuanto a ingresos laborales.
La tasa de subocupación, que mide a las personas ocupadas con la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual les permite, refleja una disminución de 8.6 por ciento en 2012 a 8.1 en 2015, indicando que menos personas ocupadas buscan una opción adicional de empleo, situación que se da a pesar de la disminución de trabajos mejor pagados. Una explicación a este contrasentido radica en que la ocupación es de bajos salarios pero de horarios extendidos.
La evidencia mostrada por el incremento en la tasa de condiciones críticas de ocupación permite entender la disminución en la subocupación, la cual se refiere al porcentaje de la población ocupada, que se encuentra trabajando menos de 35 horas a la semana por razones de mercado, más la que trabaja más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo, y la que labora más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos, ya que en parte los trabajadores pueden contar con la necesidad de un ingreso adicional pero no con el tiempo que requieren para buscar una ocupación extra.
Un aspecto positivo es la disminución en la tasa de informalidad, la cual retrocedió de 60.1 por ciento en 2012 a 57.8 en 2015, lo que implica una caída en el número de personas ocupadas laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan: micro negocios no registrados formalmente, ocupados por cuenta propia en la agricultura de subsistencia, así como a trabajadores que laboran sin la protección de la seguridad social.


 El aumento de diferentes enfermedades que hoy nos aquejan tiene relación con el creciente uso de químicos en los procesos de producción agrícola, entre ellos los fertilizantes, los plaguicidas y los herbicidas. Por la urgencia de extraer más ganancia a corto plazo, se abandonaron técnicas como la rotación de cultivos o abonar la tierra y dejarla descansar. El pretexto fue paliar el hambre y eso no se ha cumplido.
Estudios científicos citados por David Servan Schreiber en su libro Anticáncer (Editorial Planeta, 2009) muestran que la incidencia de cáncer ha aumentado a partir de 1940 en los países industrializados. Entre 1975 y 1994, en Estados Unidos aumentó la tasa de cáncer más de 17 por ciento entre las mujeres menores de 45 años; en Francia el incremento ha sido de 60 por ciento en los últimos 20 años.


Con más de 98 por ciento de los votos escrutados, las elecciones presidenciales realizadas en Guatemala el domingo 7 se saldaron con la sorpresiva victoria de Jimmy Morales, comediante y empresario conservador que obtuvo 23.89 por ciento de los sufragios, pese a que hasta abril ni siquiera aparecía en las encuestas. También sorpresivo fue el repunte de la ex esposa del ex presidente Álvaro Colom, Sandra Torres, quien con 19.68 por ciento de los votos mantenía un apretado segundo lugar frente a Manuel Baldizón, empresario acusado de nexos con el narcotráfico, el gran derrotado de la jornada, quien tras meses de encabezar las encuestas se quedó en el tercer sitio, con 19.59 por ciento. Con tales resultados, el ganador de la carrera presidencial se decidirá en la segunda vuelta, que se realizará el próximo 25 de octubre.

Es el fin de la demagogia, dice
Durante mucho tiempo la demagogia y su hermanita, la corrupción, pudieron esconderse muy fácilmente por el control de la información, a la que no le quedó más remedio que jugar el mismo juego. El acceso a la información desnudó a estos siniestros personajes: la demagogia perdió su poder y la corrupción quedó al descubierto. Ayotzinapa es el trágico parteaguas que marca el final de este camino y desnuda la tragedia nacional de la complicidad (por acción u omisión) del crimen organizado con la política, la policía y el Ejército. En otro tiempo la falta de voz de los afectados, la información controlada y la somnolencia del ciudadano fácilmente habrían enterrado la verdad, hoy no. México ha llegado a una encrucijada histórica: la demagogia, que no es otra cosa que manipular la verdad para beneficio propio, ya no engaña a nadie; sólo la verdad, cueste lo que cueste, puede hacer el cambio. Ya no se puede seguir durmiendo con tanta luz. Allí estamos.

El amplio informe Investigación y primeras conclusiones de las desapariciones y homicidios de los normalistas de Ayotzinapa, que presentó el pasado domingo el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), constituye un espejo de los patrones de la procuración de justicia en nuestro país, en especial en los casos en que hay factores extrajudiciales de interés o simplemente factores reales de poder. Todo ello presente en Ayotzinapa. La colusión de la policía municipal de Iguala con grupos de delincuencia organizada ha sido evidente, así como la pretensión de dejar el conflicto en el ámbito municipal y aplicar una suerte de balcanización, que parece decir fue el municipio no fue el Estado. En contraste con ese reduccionismo cómplice, el informe destaca que todo el trayecto de los normalistas, desde su salida de Chilpancingo hasta las agresiones y su llegada a los hospitales, fue vigilado y monitoreado en tiempo real por la Policía Federal, el 27 batallón de infantería del Ejército, así como por las policías estatal, municipal y ministerial. El eje de sus conclusiones es la estrepitosa caída de la mentira de Murillo, calificada de verdad histórica por el ex titular de la Procuraduría General de la República (PGR). El rigor y profesionalismo ético del GIEI sustenta con peritajes y testimonios recabados la imposibilidad de que los 43 estudiantes desaparecidos hubiesen sido quemados en el basurero de Cocula: no hay ninguna evidencia que indique la presencia de un fuego de la magnitud de una pira para la cremación de incluso un solo cuerpo, concluyó José Torero, reconocido perito peruano que participó de la investigación independiente.

La reciente erección de una estatua de Porfirio Díaz ha reactivado la polémica sobre su significado histórico; en parte, porque el monumento se erigió a menos de cinco kilómetros de donde, por su orden, el ejército disparó contra los obreros (a los que, como en Macondo, apilaron en vagones y tiraron al mar). Y es que está de moda entre numerosos opinólogos y políticos del PRI y el PAN asegurar que Díaz fue el mejor gobernante de nuestra historia. Aquellos que van más allá de la mera nostalgia por los uniformes, los entorchados, la aristocracia afrancesada y La coerción ilustrada, hablan de los temas: paz, orden y progreso.

Sombras y luces en la entrevista que realizó La Jornada al nuevo secretario de Educación Pública. La reforma es política; como la define el secretario Aurelio Nuño, la definición es incompleta. Sí, la reforma es política, pero probablemente la operación política no está terminada.

El relato oficial sobre la tragedia de Iguala quedó reducido a cenizas. La verdad histórica del ex procurador Jesús Murillo Karam fue devorada por el fuego de las evidencias. El informe del Grupo Interdiciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) demolió desde sus cimientos la versión gubernamental de los hechos. Como dijo una madre de familia: Sabíamos que era mentira.

Yahora, tras la presentación del informe sobre Ayotzinapa presentado el domingo por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, medio gobierno está metido en el afán imposible de conciliar lo asentado en ese documento con las contradicciones, omisiones y narrativas truculentas de la versión que el propio peñato ofreció a la opinión pública en su prisa por cerrar el caso a como diera lugar. Se ordena incorporar el torpedo a la nave que se hunde, Arely Gómez hace malabares para afirmar que el documento del GIEI confirma la investigación oficial y el jefe policial Tomás Zerón se aferra a la leyenda de la pira de Cocula, en cuya construcción él mismo tuvo una destacada participación.

El informe presentado el domingo 6 de septiembre por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, deja más claro que nunca que la investigación oficial sobre el caso en que desaparecieron los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa genera más dudas que certezas y es una tarea inconclusa. Al margen de la investigación realizada por la Procuraduría General de la República (PGR), al menos tres organismos acreditados para participar en las indagaciones, dos de ellos internacionales (el propio GIEI y el grupo de forenses argentinos), y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, han encontrado fallas y omisiones en la indagación oficial y han realizado recomendaciones para profundizar en las mismas con el fin de determinar lo que realmente ocurrió.

Me refiero no sólo a la exposición colectiva que se exhibe en el llamado Espacio alternativo de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda, abierta de lunes a viernes y vigente hasta el 2 de octubre, sino a algunos antecedentes que la acompañaron, entre éstos una intensa conversación que tuvo lugar en el domicilio de una pareja de pintores que cuentan ambos con alto reconocimiento.

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