10/06/2015

‘Partidizar la Corte, un suicidio’


Expertos consideran que polítizar la designación de ministros contaminaría las resoluciones de casos relevantes para el país con fallos jurídicamente débiles




CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- De manera informal y fuera de las instalaciones del Senado de la República, las negociaciones para ocupar dos asientos en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCNJ) se incrementaron entre priístas y panistas.
Al finalizar 2015, los ministros Olga Sánchez Cordero y Juan Silva Meza concluirán su periodo en la SCJN, para lo cual el presidente Enrique Peña Nieto enviará al Senado, a más tardar en la primera semana de noviembre, dos ternas de candidatos que reemplazarán a los salientes.
Este cambio en el máximo tribunal en el país tiene a priístas y panistas negociando para imponer, cada uno, a los nuevos ministros de la Corte. El avance de este pacto, hasta el momento, tiene el Partido de la Revolución Democrática (PRD) fuera de cualquier acuerdo.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI), con el beneplácito de la Presidencia, busca que el senador con licencia Raúl Cervantes ocupe uno de estos dos sitios que quedarán vacantes en la Corte.
El Partido Acción Nacional (PAN), de acuerdo con la versión de los mismos panistas, ven con buenos ojos la posibilidad de que su ex presidente nacional del blanquiazul, Germán Martínez, ocupe el primer lugar de sus candidatos a ministro.
De no prosperar el cabildeo a favor de Germán Martínez, al interior del PAN ya se comenzó a buscar, de manera paralela, un magistrado, especialmente del sexo femenino, que pudieran apadrinar.
Este escenario, en el que dos personajes con un claro pasado político se conviertan en ministros de la Corte, prendió las alertas en la academia, de los investigadores y al interior del Poder Judicial de la Federación (PJF), pues advierten que el máximo tribunal del país se está convirtiendo en un lugar para premiar a políticos leales, como ya sucedió con el ex procurador Eduardo Medina Mora.



INVITACIÓN A COMER

El priísta Raúl Cervantes, quien hace más de un año pidió licencia para separarse de sus funciones de senador de la República, comenzó su propio cabildeo con sus compañeros legisladores, quienes han comenzado a recibir en sus oficinas invitaciones para comer.
De acuerdos con legisladores que no son del PRI, Cervantes Andrade, en los últimos días, comenzó a “medir” el nivel de aceptación de su eventual candidatura en bancadas contrarias.
La mayoría de los senadores han pospuesto cualquier encuentro con su compañero de legislatura, en espera de ver cómo se desarrollan las primeras pláticas entre las bancadas, sin embargo los panistas consideran que si desde el gobierno se insiste en apoyar al priísta, ellos asumirían como propia la segunda candidatura a la Corte.
Los senadores consultados consideraron que Raúl Cervantes Andrade al ser cercano del primer círculo del presidente Peña Nieto tiene posibilidades reales para que su candidatura, pese a las críticas, prospere, como sucedió con el ahora ministro Medina Mora.
Raúl Cervantes es primo del consejero Jurídico de la Presidencia, Humberto Castillejos y del ex comisionado para la seguridad en Michoacán y actual de la Comisión Nacional del Deporte (Conade), Alfredo Castillo Cervantes.

LA IMPOSIBILIDAD

De acuerdo con el artículo 95 de la Constitución, para ser ministro de la SCJN se necesita gozar de buena reputación; no haber sido secretario de Estado, Fiscal General de la República, senador, diputado federal ni gobernador de algún Estado o  jefe  de  Gobierno  del  Distrito Federal, durante el año previo al día de su nombramiento.
La Carta Magna también especifica que los nombramientos de los ministros deberán recaer  preferentemente entre aquellas personas que hayan servido con eficiencia, capacidad y probidad  en la impartición de justicia o que se hayan distinguido por su honorabilidad, competencia y antecedentes profesionales en el ejercicio de la actividad jurídica.
En esa lógica, Raúl Cervantes dejó desde septiembre de 2014 el Senado de la República para dedicarse a la academia en el ITAM y a ser colaborador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
Sin embargo, esta misma redacción constitucional será usada por perredistas y petistas como parte de las acciones jurídicas que emprenderá para evitar que su compañero de legislatura se convierta en ministro de la Corte, por los próximos 15 años.
Los senadores adversarios podrán sobre la mesa de discusión la teoría de que el cargo de legislador es irrenunciable y que el priísta Raúl Cervantes sólo cuenta una licencia y no con una renuncia, lo que lo convierte en un aspirante imposibilitado por la misma ley.

UN PANISTA EN LA CORTE

El cabildeo a favor de Germán Martínez ha sido más discreto que el de Raúl Cervantes, sin embargo en este caso sí existen legisladores panistas promoviendo esta aspiración.
La Silla Rota consultó a varios senadores sobre los acuerdos que existen a favor de sus ex presidente nacional y todos consideraron que las pláticas van un nivel muy preliminar, pero sí está en la mesa de posibles aspirantes.
Explicaron que las negociaciones se están dando fuera de la misma Cámara Alta, aunque reconocieron que también se explora la candidatura de una magistrada, la cual pudiera llegar a la Corte con el impulso panista.
Reconocieron que al existir dos aspirantes a ministros con un perfil eminentemente partidista, la candidatura de Germán Martínez se complica en las negociones.
En ese sentido, no descartaron la posibilidad de explorar los perfiles de magistradas o de mujeres que sean parte del Poder Judicial de la Federación (PJF), con un pasado profesional jurista, pero que llegue a la SCJN con el padrinazgo azul.
En este caso y de no prosperar lo de Germán Martínez, los panistas serían los encargados de impulsar  la cuota de género en la Corte.

LAS ALERTAS

En entrevista con La Silla Rota, el académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), José Roldán Xopa, y el director de Borde Jurídico, Octavio Martínez, consideraron preocupante que la SCJN se pudiera convertir en un espacio para políticos y no para juristas con dominancia técnica en las leyes.
Roldán Xopa explicó que si se confirma el rumor de que PRI y PAN quieren imponer a políticos en el máximo tribunal, se estaría en el escenario del presenciar el “réquiem de la SCJN”.
“Esperemos que sólo sean rumores, porque de resultar cierto resultaría muy preocupante que la SCJN se integrara por dos abogados que son claramente militantes y personajes relevantes de los partidos políticos del país; se entendería que fue una repartición por cuotas. Estaríamos perdiendo una instancia que debe ser el contrapeso del poder político”, dijo.
Incluso, el académico aseguró que la llegada de abogados partidistas representaría la deslegitimación de misma Corte, ganada desde 1994 con reformas a 27 artículos constitucionales que le dieron autonomía al Poder Judicial de la Federación.
Recordó que antes de las reformas de 1994, las que arrojaron como candidatos a los dos ministros que hoy salen, había una marcada tendencia del Poder Ejecutivo de colocar en la Corte a personales leales.
De hecho esta práctica regresó y para el investigador resultó preocupante la forma en que se postuló a la Corte a Eduardo Medina Mora, quien mediante un acuerdo entre PRI y PAN se convirtió, desde pasado mes de marzo, en ministro por un periodo de 15 años.
En ese sentido, se pronunció para que estas dos postulaciones se hagan bajo un procedimiento riguroso, que haya una participación relevante de la sociedad y que quede muy claro que se necesita un perfil profesional, técnico e independiente de los partidos políticos, “situación que no se dio con la postulación de Medina Mora”.
“Es un riesgo que estas nuevas postulaciones se vean como un premio después de una militancia política… es una perversión y de seguir mismo procedimiento de Medina Mora, simplemente estaríamos asistiendo al Réquiem de la Corte”, reiteró.
Al respecto, el director de Borde Jurídico, Octavio Martínez, explicó que se está dando una discusión fuerte en la academia y el sector jurídico del país sobre la necesidad de fortalecer a la Corte con perfiles especializados en estos temas.
“Más allá de los nombres, de las especulaciones, lo que necesitamos los mexicanos son perfiles muy claros de quiénes deben ser los nuevos ministros de la Corte”, expuso.
En ese sentido, consideró indispensable que en un periodo se abra una deliberación pública, con el propósito de discutir sobre el tipo de perfil que requiere la Corte.
Explicó que los nuevos ministros deberían tener un conocimiento claro, en primer lugar, de la Constitución mexicana, así una comprensión avanzada sobre derechos humanos y perspectiva de género.
“Desde Borde Jurídico se ha hablado de la necesidad de que sean ministros cercanos a la sociedad, es decir, con una perspectiva de acercar el trabajo de la SCJN al individuo común, al que no está especializado en el lenguaje jurídico-técnico.
“Se habla de un juez o jueza que no tenga vínculos políticos o con particulares, llámense empresas o actos económicos que puedan tergiversar las propias decisiones que tome la Corte.

¿Quiénes son los aspirantes a la Corte?

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