Expertos consideran que polítizar la designación de ministros contaminaría las resoluciones de casos relevantes para el país con fallos jurídicamente débiles
CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- De manera informal y fuera de
las instalaciones del Senado de la República, las negociaciones para
ocupar dos asientos en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCNJ) se incrementaron entre priístas y panistas.
Al finalizar 2015, los ministros Olga Sánchez Cordero y Juan Silva Meza concluirán su periodo en la SCJN, para lo cual el presidente Enrique Peña Nieto enviará al Senado, a más tardar en la primera semana de noviembre, dos ternas de candidatos que reemplazarán a los salientes.
Este cambio en el máximo tribunal en el país tiene a priístas y
panistas negociando para imponer, cada uno, a los nuevos ministros de la
Corte. El avance de este pacto, hasta el momento, tiene el Partido de
la Revolución Democrática (PRD) fuera de cualquier acuerdo.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI), con el beneplácito de la Presidencia, busca que el senador con licencia Raúl Cervantes ocupe uno de estos dos sitios que quedarán vacantes en la Corte.
El Partido Acción Nacional (PAN), de acuerdo con la versión de los
mismos panistas, ven con buenos ojos la posibilidad de que su ex
presidente nacional del blanquiazul, Germán Martínez, ocupe el primer lugar de sus candidatos a ministro.
De no prosperar el cabildeo a favor de Germán Martínez, al interior
del PAN ya se comenzó a buscar, de manera paralela, un magistrado,
especialmente del sexo femenino, que pudieran apadrinar.
Este escenario, en el que dos personajes con un claro pasado político
se conviertan en ministros de la Corte, prendió las alertas en la
academia, de los investigadores y al interior del Poder Judicial de la
Federación (PJF), pues advierten que el máximo tribunal del país se está
convirtiendo en un lugar para premiar a políticos leales, como ya
sucedió con el ex procurador Eduardo Medina Mora.
INVITACIÓN A COMER
El priísta Raúl Cervantes, quien hace más de un año
pidió licencia para separarse de sus funciones de senador de la
República, comenzó su propio cabildeo con sus compañeros legisladores,
quienes han comenzado a recibir en sus oficinas invitaciones para comer.
De acuerdos con legisladores que no son del PRI, Cervantes Andrade,
en los últimos días, comenzó a “medir” el nivel de aceptación de su
eventual candidatura en bancadas contrarias.
La mayoría de los senadores han pospuesto cualquier encuentro con su
compañero de legislatura, en espera de ver cómo se desarrollan las
primeras pláticas entre las bancadas, sin embargo los panistas
consideran que si desde el gobierno se insiste en apoyar al priísta,
ellos asumirían como propia la segunda candidatura a la Corte.
Los senadores consultados consideraron que Raúl Cervantes Andrade al
ser cercano del primer círculo del presidente Peña Nieto tiene
posibilidades reales para que su candidatura, pese a las críticas,
prospere, como sucedió con el ahora ministro Medina Mora.
Raúl Cervantes es primo del consejero Jurídico de la Presidencia, Humberto Castillejos y del ex comisionado para la seguridad en Michoacán y actual de la Comisión Nacional del Deporte (Conade), Alfredo Castillo Cervantes.
LA IMPOSIBILIDAD
De acuerdo con el artículo 95 de la Constitución, para ser ministro de la SCJN se necesita gozar de buena reputación; no haber sido secretario de Estado, Fiscal General de la República,
senador, diputado federal ni gobernador de algún Estado o jefe de
Gobierno del Distrito Federal, durante el año previo al día de su
nombramiento.
La Carta Magna también especifica que los nombramientos de los
ministros deberán recaer preferentemente entre aquellas personas que
hayan servido con eficiencia, capacidad y probidad en la impartición de
justicia o que se hayan distinguido por su honorabilidad, competencia y
antecedentes profesionales en el ejercicio de la actividad jurídica.
En esa lógica, Raúl Cervantes dejó desde septiembre de 2014 el Senado de la República para dedicarse a la academia en el ITAM y a ser colaborador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
Sin embargo, esta misma redacción constitucional será usada por
perredistas y petistas como parte de las acciones jurídicas que
emprenderá para evitar que su compañero de legislatura se convierta en
ministro de la Corte, por los próximos 15 años.
Los senadores adversarios podrán sobre la mesa de discusión la teoría
de que el cargo de legislador es irrenunciable y que el priísta Raúl
Cervantes sólo cuenta una licencia y no con una renuncia, lo que lo
convierte en un aspirante imposibilitado por la misma ley.
UN PANISTA EN LA CORTE
El cabildeo a favor de Germán Martínez ha sido más discreto que el de Raúl Cervantes, sin embargo en este caso sí existen legisladores panistas promoviendo esta aspiración.
La Silla Rota consultó a varios senadores sobre los
acuerdos que existen a favor de sus ex presidente nacional y todos
consideraron que las pláticas van un nivel muy preliminar, pero sí está
en la mesa de posibles aspirantes.
Explicaron que las negociaciones se están dando fuera de la misma
Cámara Alta, aunque reconocieron que también se explora la candidatura
de una magistrada, la cual pudiera llegar a la Corte con el impulso
panista.
Reconocieron que al existir dos aspirantes a ministros con un perfil
eminentemente partidista, la candidatura de Germán Martínez se complica
en las negociones.
En ese sentido, no descartaron la posibilidad de explorar los
perfiles de magistradas o de mujeres que sean parte del Poder Judicial
de la Federación (PJF), con un pasado profesional jurista, pero que
llegue a la SCJN con el padrinazgo azul.
En este caso y de no prosperar lo de Germán Martínez, los panistas
serían los encargados de impulsar la cuota de género en la Corte.
LAS ALERTAS
En entrevista con La Silla Rota, el académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), José Roldán Xopa, y el director de Borde Jurídico, Octavio Martínez,
consideraron preocupante que la SCJN se pudiera convertir en un espacio
para políticos y no para juristas con dominancia técnica en las leyes.
Roldán Xopa explicó que si se confirma el rumor de que PRI y PAN
quieren imponer a políticos en el máximo tribunal, se estaría en el
escenario del presenciar el “réquiem de la SCJN”.
“Esperemos que sólo sean rumores, porque de resultar cierto
resultaría muy preocupante que la SCJN se integrara por dos abogados que
son claramente militantes y personajes relevantes de los partidos
políticos del país; se entendería que fue una repartición por cuotas.
Estaríamos perdiendo una instancia que debe ser el contrapeso del poder
político”, dijo.
Incluso, el académico aseguró que la llegada de abogados partidistas
representaría la deslegitimación de misma Corte, ganada desde 1994 con
reformas a 27 artículos constitucionales que le dieron autonomía al
Poder Judicial de la Federación.
Recordó que antes de las reformas de 1994, las que arrojaron como
candidatos a los dos ministros que hoy salen, había una marcada
tendencia del Poder Ejecutivo de colocar en la Corte a personales
leales.
De hecho esta práctica regresó y para el investigador resultó preocupante la forma en que se postuló a la Corte a Eduardo Medina Mora, quien mediante un acuerdo entre PRI y PAN se convirtió, desde pasado mes de marzo, en ministro por un periodo de 15 años.
En ese sentido, se pronunció para que estas dos postulaciones se
hagan bajo un procedimiento riguroso, que haya una participación
relevante de la sociedad y que quede muy claro que se necesita un perfil
profesional, técnico e independiente de los partidos políticos,
“situación que no se dio con la postulación de Medina Mora”.
“Es un riesgo que estas nuevas postulaciones se vean como un premio
después de una militancia política… es una perversión y de seguir mismo
procedimiento de Medina Mora, simplemente estaríamos asistiendo al
Réquiem de la Corte”, reiteró.
Al respecto, el director de Borde Jurídico, Octavio Martínez, explicó
que se está dando una discusión fuerte en la academia y el sector
jurídico del país sobre la necesidad de fortalecer a la Corte con
perfiles especializados en estos temas.
“Más allá de los nombres, de las especulaciones, lo que necesitamos
los mexicanos son perfiles muy claros de quiénes deben ser los nuevos
ministros de la Corte”, expuso.
En ese sentido, consideró indispensable que en un periodo se abra una
deliberación pública, con el propósito de discutir sobre el tipo de
perfil que requiere la Corte.
Explicó que los nuevos ministros deberían tener un conocimiento
claro, en primer lugar, de la Constitución mexicana, así una comprensión
avanzada sobre derechos humanos y perspectiva de género.
“Desde Borde Jurídico se ha hablado de la necesidad de que sean
ministros cercanos a la sociedad, es decir, con una perspectiva de
acercar el trabajo de la SCJN al individuo común, al que no está
especializado en el lenguaje jurídico-técnico.
“Se habla de un juez o jueza que no tenga vínculos políticos o con
particulares, llámense empresas o actos económicos que puedan
tergiversar las propias decisiones que tome la Corte.
¿Quiénes son los aspirantes a la Corte?
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