Iván Restrepo
Una vez que la nube
tóxica se esparció el pasado 20 de abril por las áreas cercanas a la
planta Clorados 3 en el complejo petroquímico Pajaritos, los
especialistas advirtieron la probabilidad de que causara daños en la
salud de la población expuesta de Coatzacoalcos, Nanchital, Ixhuatlán
del Sureste y Minatitlán. También lo debían saber los dueños
mayoritarios de la citada planta y los técnicos de Petróleos Mexicanos.
Diez días después del estallido e incendio en las instalaciones de
Petroquímica Mexicana de Vinilo, con la muerte de al menos 32
trabajadores, decenas de heridos y desaparecidos, la Procuraduría
Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ordenó la clausura temporal
del lugar donde ocurrió la emergencia química.
Esa clausura y otras medidas colaterales debieron tomarse de
inmediato, pues con el estallido e incendio y las acciones para
controlarlo se originaron residuos peligrosos provenientes de las
sustancias químicas que había en la planta. Entre otras, cloro, etano y
etileno que, tras el incendio y la explosión formaron al menos dioxinas y
furanos policlorados, catalogados como altamente peligrosos y
extremadamente persistentes. Por ello deben ser retirados del lugar del
siniestro con las máximas medidas de seguridad y enviados posteriormente
a un sitio que reúna las condiciones para que no causen daño.
También la Profepa ordenó realizar un estudio de
remediacióndel sitio donde está la planta que explotó, así como en sus alrededores. Esto porque los residuos peligrosos pudieron haberse desplazado en la parte interna y externa del complejo Pajaritos. Cabe recordar cómo estudios y trabajos de remediación como los que ahora ordena la instancia federal no se realizaron hace 25 años, cuando estalló en Córdoba, Veracruz, el local donde la empresa Agricultura Nacional de Veracruz (Anaversa) almacenaba agroquímicos de alta peligrosidad para el ser humano y el ambiente. Y lo peor, el trabajo de remediación del local de Anaversa todavía no se efectúa, pese a la recomendación que emitió oportunamente la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
La Profepa advirtió que la clausura temporal de Clorados 3
será levantada únicamente cuando la empresa cumpla con las medidas
acordadas. Y una vez que presente información confiable sobre los
trabajos que realice para reparar los daños causados. Y, no menos
importante: tiene la obligación de evitar que se incremente el deterioro
que ocasionó al ambiente.
La población de Coatzacoalcos y municipios aledaños, diversas
organizaciones que defienden el derecho constitucional a la salud y a
disfrutar un ambiente sano, centros de investigación y especialistas en
toxicología advierten la importancia de realizar una investigación
imparcial sobre los orígenes de la tragedia. Y de igual forma, los
efectos que la liberación de numerosos tóxicos puede ocasionar a los
habitantes de Coatzacoalcos y al medio en que viven. No es para menos,
pues la explosión e incendio ocurrieron en una planta que produce
especialmente cloruro de vinilo, además de otras sustancias utilizadas
en sus procesos productivos.
Destacadamente furanos y dioxinas policlorados, extremadamente
peligrosos y persistentes por largo tiempo en la atmósfera y en las
corrientes de agua. En este caso, en el principal río de la región, el
Coatzacoalcos. Los toxicólogos advierten que al entrar en contacto con
la piel o ser inhalado, las dioxinas, y furanos policlorados pueden
ocasionar irritación, mareo, sensación de desmayo y dolor de cabeza. Y
si se está expuesto a ellos por largo tiempo, los efectos son mucho más
graves, pues son carcinógenos, mutágenos y teratógenos reconocidos.
Las instancias oficiales, Petróleos Mexicanos, y los dueños
mayoritarios de la empresa (la familia Del Valle) deben informar con
claridad sobre lo que pasó realmente en el Complejo 3 de Pajaritos y los
efectos que se esperan en el mediano y largo plazos. Y reparar los
daños ocasionados. Debemos evitar que otra nube de impunidad oculte lo
ocurrido. Como ha pasado en otras partes del país.
Se cumplió ya un mes de la tragedia de Coatzacoalcos. Y las autoridades y empresa guardan silencio sobre ella.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario